Ministerio Cordero y León
Para que no asuman que siempre pienso en los términos de letras de canciones antiguas, puedo decirles que la mayoría de las veces pienso en y hablo de las Escrituras. Pero, a veces, una letra secular captura un sentimiento que el mundo parece conocer fuera de su propia conciencia. Como una picazón que simplemente no puedes rascar, se encuentra justo debajo de la superficie de la plena conciencia. Pero, como una palabra que está en la punta de tu lengua, esa semi-conciencia apunta a una realidad espiritual mucho más importante que este mero mundo físico en el que habitamos.
En 1965, The Animals grabó una canción cuya letra era aún más profética de lo que pensaban:
Aunque sea lo último que hagamos;
Tenemos que salir de este lugar,
Porque chica, hay una vida mejor
para mí y para ti.
Al ver cómo el caos en el Medio Oriente se elevaba a un punto álgido una vez más en las últimas semanas, recordé que no puedo esperar para salir de este lugar. Será lo último que los seguidores de Jesucristo harán en esta vida terrenal, y Él ciertamente tiene una vida mejor esperando a quienes han confiado en Él.
Pero, mientras nos quedamos aquí, Él también tiene obras para que las hagamos en Su nombre.
A veces nos preguntamos cómo habría sido vivir la persecución de la Iglesia primitiva o presenciar la Reforma, mientras el Evangelio se reafirmaba en una serie de “solas”. ¿Qué habríamos hecho si hubiéramos estado vivos para oponernos al Holocausto, en el territorio ocupado por los nazis o muy lejos en el Nuevo Mundo? Con la bendición de la retrospectiva, nos gusta creer que nos habríamos regocijado con el significado profético de 1948 y 1967, cuando Israel volvió a la vida y los judíos recuperaron la ciudad de Jerusalén.
De pie en la corriente de la historia, es difícil obtener una perspectiva de los eventos que se arremolinan a nuestro alrededor y pasan junto a nosotros día a día. Por eso es valioso dar un paso atrás y considerar las tendencias históricas que nos han llevado a donde estamos hoy. Se dice que aquellos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla. Para los seguidores de Jesucristo, la bendición de la retrospectiva nos ofrece comprensión con la que nuestros antepasados solo podían soñar.
Con eso en mente, consideremos la cadena ininterrumpida de fe que nos ha sido transmitida hoy—la bendita seguridad de que la promesa de Jesús de prepararnos un lugar y regresar para reunirnos con Él nos ancla a la Palabra profética de Dios. Y esa Palabra sigue siendo fiel y verdadera.
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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