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jueves, 22 de noviembre de 2018

La Iglesia en la Profecía – Parte 3 de 4

Pasado, Presente y Futuro


Profecías Negativas del Tiempo del Fin

El predominio de la iglesia de Laodicea hoy en día es el cumplimiento de muchas otras profecías del Nuevo Testamento que apuntan al crecimiento de la apostasía, las sectas, la herejía y la mundanalidad en la Iglesia de los tiempos del fin.

Apostasía

La imagen de la Iglesia en los tiempos del fin que se retrata en la Biblia no es muy bonita. Por un lado, la Biblia profetiza que la Iglesia será atormentada por la apostasía. Jesús mismo profetizó que “muchos tropezarán” (Mateo 24:10). Del mismo modo, Pablo dijo que el Anticristo no puede ser revelado hasta que la “gran apostasía” ocurra (2 Tesalonicenses 2:3).

Pablo revela la fuente de la apostasía en 2 Timoteo 3:5 — “Los hombres tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”. El cumplimiento de esta profecía comenzó en la década de 1920, con la ascendencia de la Escuela Alemana de la Alta Crítica y su enseñanza de que la Biblia debía ser abordada como cualquier otra pieza de literatura — con un ojo crítico. Los conceptos de la inspiración especial y la inerrancia de la Biblia fueron rechazados. La Biblia llegó a ser vista como la búsqueda de Dios por parte del hombre en lugar de la revelación de Dios al hombre. Las iglesias comenzaron a rechazar algunos de los fundamentos de la fe. 

Este ataque contra la integridad de la Palabra de Dios abrió las compuertas de la apostasía. En poco tiempo, los teólogos y ministros cristianos se estaban riendo del nacimiento virginal, descartando sus milagros, poniendo en duda Su resurrección y negando rotundamente Su segunda venida. 

A medida que se le restaba importancia a la singularidad de Jesús, muchas denominaciones comenzaron a abrazar la doctrina condenable del universalismo. Y allí es donde estamos hoy, atrapados en medio de una repugnante apostasía que dice, “Cree lo que quieras. Lo importante es ser sincero. Hay muchos caminos a Dios”. Todo lo cual hace a Jesús un mentiroso, quien dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). El resultado es que hay mucha gente sincera que está yendo sinceramente al lago de fuego.

Sectarismo

Un segundo conjunto de profecías advierte que la Iglesia será atacada por el engaño sectario en los tiempos del fin. Jesús enfatizó este punto repetidamente en Su Discurso del Monte de los Olivos (Mateo 24:5, 11 y 24). Y Pablo lo subrayó en el lenguaje más fuerte posible cuando escribió: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).

El cumplimiento de estas profecías comenzó en el siglo XIX con el surgimiento del mormonismo y su enseñanza demoníaca de que Jesús es el hermano de Lucifer, uno de los miles de dioses creados por el súper dios, Adán, un hombre exaltado. Los Testigos de Jehová fueron los siguientes en el escenario, con su enseñanza pervertida de que Jesús es el arcángel Miguel.

Este siglo ha sido testigo de la rápida multiplicación de las sectas, tal como fue profetizado. Hoy, cristianos de toda la vida que no saben por qué creen lo que profesan están siendo arrastrados a las sectas por decenas de miles.



Igualmente espantosa es la penetración directa a la Iglesia de la doctrina sectaria. Reconocidos líderes cristianos están defendiendo la antigua práctica chamánica de la visualización como la clave de la oración. Otros están enseñando una de las mentiras más antiguas de Satanás: que aquellos que han nacido de nuevo son “pequeños dioses”.

La última moda sectaria es el concepto de la salvación satánica; es decir, que no debemos nuestra salvación a la sangre de Jesús derramada en la cruz, sino a algún tormento imaginario que Él sufrió a manos de Satanás por tres días en el Hades.  Y luego, por supuesto, está la masonería, la forma más antigua de penetración sectaria a la Iglesia, con sus juramentos de sangre secretos, su salvación por obras, y su universalismo. 

Un tercer grupo de profecías indica que, en los tiempos del fin, la Iglesia será atacada por las herejías. Éstas son errores doctrinales que no condenan el alma, pero que confunden y debilitan el espíritu. 

En 2 Timoteo 4:3-4, Pablo dice: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Hay muchos mitos populares en la cristiandad hoy que roban a la gente el poder de su fe o los engañan para que practiquen una fe presuntuosa.

Entre los fundamentalistas hay un mito de que Dios se retiró en el primer siglo y que con Él se fueron todas las manifestaciones de lo sobrenatural, incluyendo a los ángeles, los demonios, los dones espirituales y los milagros. Entre los carismáticos, los abusos doctrinales han sido epidémicos, incluyendo los siguientes mitos:
  • La fe debe ser puesta en tu fe y no en Dios.
  • Siempre es la voluntad de Dios sanar.
  • El creyente tiene la autoridad de Jesús.
  • Es el deseo de Dios que los creyentes sean financieramente prósperos.
  • Los creyentes pueden tener lo que quieran a través de la confesión positiva.

Los vientos de doctrina (Ef. 4:14) están soplando a través de la Iglesia con fuerza de vendaval y los creyentes están siendo arrojados aquí y allá por las olas, en cumplimiento de la profecía.

Mundanalidad

Una cuarta característica profetizada acerca de la Iglesia en los tiempos del fin es que será comprometida y corrompida por la mundanalidad. Ya hemos visto esta  imagen profética de esta iglesia mundana en Apocalipsis 3:14-22, donde se describe a la iglesia de Laodicea.


En cumplimiento de esta profecía, nuestras iglesias hoy están llenas de cristianos culturales que han aceptado a Jesús como Salvador, pero no como Señor. Son cristianos esquizofrénicos que caminan con un pie en la Iglesia y el otro en el mundo. Son cristianos carnales que gritan “¡Aleluya!” el fin de semana, pero que viven como paganos durante la semana. Son cristianos codiciosos en busca de la salud, la riqueza y el poder. La cruz y su mensaje de sacrificio son tan ofensivos para ellos como lo es para el mundo. 

Juicio

Debido a la apostasía, la herejía, el sectarismo, y la mundanalidad que la Biblia dice que caracterizarán a la Iglesia del tiempo del fin, la Biblia profetiza que la Iglesia será sometida a juicio. En Apocalipsis 3:19 Jesús le dice a la iglesia de Laodicea, “Yo reprendo y disciplino a todos los que amo”.

La iglesia deslumbrante y excesivamente indulgente de las últimas décadas ahora está probando el juicio de Dios. El pecado está siendo expuesto. Los imperios religiosos están siendo desmantelados. El Señor nos está llamando  a la Cruz. Por medio de la disciplina, el Espíritu nos está motivando a la humildad, la rectitud y la santidad.

El juicio ha comenzado en la Casa del Señor, donde siempre comienza (Ezequiel 9:6 y 1 Pedro 4:17). El Señor está disciplinando a Su Iglesia como un preludio del derramamiento de Su ira sobre el mundo.

En la cuarta y última parte de este estudio de la Iglesia en la profecía bíblica, exploraremos las profecías positivas del tiempo del fin concernientes a la Iglesia. 


Lea la parte 1 aquí
Lea la parte 2 aquí 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Church in Prophecy 

Estimado lector: Su valiosa contribución, por medio de sus oraciones y sus ofrendas voluntarias, hace posible que sigamos produciendo materiales que contribuirán grandemente a su crecimiento y edificación espiritual.


miércoles, 12 de septiembre de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 12

La Iglesia en la Profecía

Haga clic sobre la imagen para ir al Índice


Hecho: Hay malas noticias y buenas noticias para la Iglesia en la profecía bíblica.

Escritura Clave:…sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

Hay profecías negativas y positivas en la Biblia concernientes a la Iglesia en los tiempos del fin. Las negativas son realmente horribles, pero las positivas son maravillosamente gloriosas.

Las Malas Noticias

La imagen de la Iglesia en general en los tiempos del fin no es muy bonita. 

Apostasía — Por un lado, la Biblia profetiza que la Iglesia será atormentada por la apostasía. Jesús mismo profetizó que “muchos tropezarán” (Mateo 24:10). Del mismo modo, Pablo dijo que el Anticristo no puede ser revelado hasta que la “gran apostasía” se lleve a cabo (2 Tesalonicenses 2:3).

Pablo revela la fuente de la apostasía en 2 Timoteo 3:5 — “Los hombres tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”. El cumplimiento de esta profecía comenzó en la década de 1920, con la ascendencia de la Escuela Alemana de la Alta Crítica. Esta escuela de pensamiento, que barrió rápidamente los seminarios estadounidenses, abogaba que la Biblia debía ser abordada como cualquier otra pieza de literatura — con un ojo crítico. Los conceptos de la inspiración especial y la inerrancia de la Biblia fueron rechazados. La Biblia llegó a ser vista como la búsqueda de Dios por parte del hombre en lugar de la revelación de Dios al hombre. Como un producto humano, era considerada llena de mitos, leyendas, y supersticiones. 

Este ataque contra la integridad de la Palabra de Dios abrió las compuertas de la apostasía. En poco tiempo, los teólogos y ministros cristianos se estaban riendo del nacimiento virginal, descontando sus milagros, poniendo en duda Su resurrección y negando rotundamente Su promesa de regresar. 

Y allí es donde estamos hoy, atrapados en medio de una grave apostasía que dice, “Cree lo que quieras. Lo importante es ser sincero. Hay muchos caminos a Dios”. Todo lo cual hace a Jesús un mentiroso, quien dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). El resultado es que hay mucha gente sincera que sinceramente está yendo al lago de fuego. 

Cultismo —  Un segundo conjunto de profecías advierte que la Iglesia será atacada por el engaño sectario en los tiempos del fin. Jesús enfatizó este punto repetidamente en Su Discurso del Monte de los Olivos (Mateo 24:5, 11 y 24). Y Pablo lo subrayó en el lenguaje más fuerte posible cuando escribió: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).

El cumplimiento de estas profecías comenzó en el siglo XIX con el surgimiento del mormonismo y su enseñanza demoníaca que Jesús es el hermano de Lucifer, uno de los miles de dioses creados por el súper dios, Adán, un hombre exaltado. Los Testigos de Jehová fueron los siguientes en el escenario, con su enseñanza pervertida de que Jesús es el arcángel Miguel.

El siglo XX fue testigo de la rápida multiplicación de los cultos, tal como fue profetizado. Hoy, cristianos de toda la vida que no saben por qué creen lo que profesan están siendo arrastrados a las sectas por decenas de miles. 

Herejías — Un tercer grupo de profecías indica que, en los tiempos del fin, la Iglesia será atacada por el error doctrinal. Éstas son doctrinas que no condenan el alma, pero que confunden y debilitan el espíritu. 

En 2 Timoteo 4:3-4, Pablo dice: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Hay muchos mitos populares en la cristiandad hoy que roban a la gente el poder de su fe o los engañan para que practiquen una fe presuntuosa.

Mundanalidad —  Una cuarta característica profetizada acerca de la Iglesia en los tiempos del fin es que será comprometida y corrompida por la mundanalidad. La imagen profética de esta iglesia mundana se encuentra en Apocalipsis 3:14-22, donde se describe a la iglesia de Laodicea. 

Las siete Iglesias descritas en Apocalipsis 2 y 3 son simbólicas de siete períodos de la historia de la iglesia. La iglesia de Laodicea, la última en ser presentada, es representativa del tipo de iglesia que prevalecerá en la cristiandad al final de la Era de la Iglesia. 

La imagen es patética. La Iglesia es apática, ni fría ni caliente. La apatía es un producto de la adopción por parte de la Iglesia de una actitud mundana expresada en las palabras, “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (Apocalipsis 3:17).

La Biblia deja en claro que la Iglesia estará tan comprometida en los tiempos del fin que se meterá en la cama con el mundo, lo que dará por resultado la desintegración de la sociedad, hasta el punto que se volverá tan inmoral y violenta como en los días de Noé (2 Timoteo 3:1-5; Mateo 24:37).

Las Buenas Noticias

¿Hay alguna buena noticia acerca de la Iglesia en la profecía del tiempo del fin? Sí, sí hay.

El Derramamiento del Espíritu — La increíblemente buena noticia es que la Biblia profetiza un gran derramamiento del Espíritu de Dios en los tiempos del fin, para empoderar a los que sean receptivos a oponerse a la embestida de Satanás.

La profecía se encuentra en Joel 2:28-30. El contexto antes del pasaje (versículo 23) deja en claro que habrá dos derramamientos del Espíritu (la “lluvia temprana y tardía”). La lluvia temprana ocurrió en Pentecostés, cuando los apóstoles fueron ungidos con el Espíritu. El derramamiento final comenzará después de que los judíos sean reunidos en su tierra y restablecidos como nación (versículos 18-27).

Hemos estado en el período de la “lluvia tardía” desde el restablecimiento del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948. El Espíritu está siendo derramado, y los dones del Espíritu se manifiestan de una forma inigualable desde el primer siglo.

Hay muchas otras manifestaciones del derramamiento del Espíritu de Dios en la Iglesia hoy. En 1949, el ministerio de Billy Graham despegó como un cohete cuando William Randolph  Hearst presentó al evangelista en su miríada de publicaciones. A través de la utilización de la tecnología moderna por parte de Graham, pudo llegar a todo el mundo con el Evangelio. 

Lo mismo ha sucedido con la Película Jesús, que fue producida por Campus Crusade en 1979. Desde entonces ha sido traducida a más de 1,600 idiomas y se ha exhibido a más de siete mil millones de personas, lo que ha dado como resultado más de 530 millones de decisiones para Cristo.

La tecnología moderna también ha hecho posible producir traducciones de la Biblia más rápido que nunca. El resultado es que la Biblia ahora está disponible en todos los idiomas principales del mundo. 

Esta explosión en el alcance ha producido un incremento exponencial en las conversiones. En 1800 la tasa de conversión era 100 por día. Para 1900 se había incrementado a 1,000 por día. ¡Hoy la tasa es un astronómico 175,000 por día! Y 3,500 nuevas iglesias están abriendo cada semana en todo el mundo. 

Entre los cristianos fieles, esta gran unción del Espíritu está produciendo un remanente que está inmerso en la Palabra, comprometido con la justicia, crucificado a sí mismo, dedicado a la oración, rendido en adoración, celoso por el evangelismo, y anhelando el pronto regreso de Jesús. Es este remanente que estará firme para Jesús hasta el día que Él regrese por Su Iglesia. 

El Rapto — La profecía bíblica le da a la Iglesia la maravillosa promesa de que será removida del mundo antes de que Dios derrame Su ira en la Tribulación (1 Tesalonicenses 4:13-18). Vea el capítulo 14 para más detalles.

La Segunda Venida —  A la Iglesia se le promete que regresará con Jesús al momento de Su Segunda Venida (Apocalipsis 19:7-8, 14). Esto significa que los santos de la Era de la Iglesia serán testigos de Su victoria en Armagedón y Su coronación como Rey de reyes y Señor de señores. Vea la lección 18 para más detalles.

El Milenio —  A la Iglesia se le promete que reinará con Jesús cuando Él regrese a la tierra para reinar por mil años desde Jerusalén (Daniel 7:13-14, 18, 27; 2 Timoteo 2:12; Apocalipsis 20:4).

El Estado Eterno —  A la Iglesia se le promete que residirá para siempre en una nueva y perfeccionada tierra en la presencia de Dios el Padre y Jesús (Apocalipsis 21:1-7). Vea la lección 20 para más detalles. Pablo resumió las bendiciones futuras de la Iglesia cuando escribió: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).

Preguntas:

1) ¿Cómo explica la existencia de profecías de los tiempos del fin acerca de la Iglesia que retratan a la Iglesia como energizada por el Espíritu para un mayor alcance, mientras que también experimenta una creciente apostasía? Lea Mateo 13:24-30, 36-43.

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2) Lea 2 Timoteo 4:1-3. ¿Qué doctrinas apóstatas o heréticas en la Iglesia hoy vienen a su mente cuando lee este pasaje?

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3) Lea Apocalipsis 3:14-17. ¿Cree que estos versículos describen la condición de la Iglesia en su país ahora?

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4) Tres veces en Mateo 24 (versículos 5, 11, 24) Jesús profetizó que, en los tiempos del fin, habría una explosión de falsos cristos y sus grupos sectarios. ¿Cómo definiría un culto? ¿Cuáles son algunas de sus características comunes?

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5) La primera profecía en la Biblia en mencionar específicamente a la Iglesia fue dada por Jesús en Mateo 18. Él dijo que la edificaría sobre “esta roca”. ¿Cuál roca?

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6) Muchas personas hoy creen que la membresía de la iglesia no es importante. Otros piensan que pueden cumplir con la membresía de la iglesia al ver un servicio de la iglesia en la televisión. ¿Qué piensa y por qué? Lea Hebreos 10:25.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

jueves, 31 de mayo de 2018

Revista Llamada de Medianoche – Mayo 2018

La apostasía del tiempo final

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»» ¿Por qué tanta agitación en cuanto a Jerusalén?
»» Solidaridad cristiana con el Estado judío
»» Más señales de acercamiento entre Israel y Arabia Saudita
»» La Epístola a los Filipenses
»» Videos infantiles peligrosos 

Entre otros

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Si desea obtener materiales adicionales, visita la página web del Ministerio Llamada de Medianoche:

viernes, 2 de marzo de 2018

Folleto electrónico: El Yoga – ¿Ejercicio o Religión?

¿Tiene Importancia?


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««Fue un momento que todavía me molesta recordar. Estaba dando una conferencia en una universidad cristiana sobre la espiritualidad Nueva Era, cuando vi a una estudiante poner sus ojos en blanco a mi mención del término “yoga”. Fue un gesto pequeño, pero habló cantidades. Era como si me dijera “¡Por favor! ¡Sólo son ejercicios!”. Deduje por su reacción que era practicante del yoga o por lo menos había tenido contacto con el tema, y creía que la participación en el yoga no tendría ningún impacto negativo sobre su vida espiritual. Al fin y al cabo, la joven estudiaba en una universidad cristiana, de modo que probablemente pensaba poder discernir si una práctica era pagana o no. Pero no evidenció una evaluación bíblica sobre el yoga; sin palabras, lo había defendido. Desafortunadamente, esa tendencia de aceptar el yoga y otras prácticas Nueva Era ha seguido creciendo dentro de las universidades cristianas, los ministerios y aun en iglesias»».

Si desea obtener información adicional acerca de este tema, visite nuestras secciones:


Si desea obtener otros materiales de este ministerio, visite su sitio web oficial:

jueves, 22 de febrero de 2018

Libro: La Apostasía Venidera – Extracto

Desenmascarando el Sabotaje del Cristianismo

Por Mark Hitchcock y Jeff Kinley

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«Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír. Rechazarán la verdad e irán tras los mitos» (2 Timoteo 4:3-4).

Jesucristo va a volver. Sin duda, es la mayor esperanza de los cristianos en estos tiempos difíciles. La Biblia nos advierte que los últimos días serán caóticos: guerras y rumores de guerras se extenderán por todos lados (Mateo 24:6). En nuestra época, el mundo parece estar fuera de control, creando miedo, confusión e incertidumbre. Además de la violencia, la peste y las epidemias, la Biblia predice un gran «alejamiento» de Dios en los tiempos finales. Maestros de la Biblia lo llaman «la gran apostasía».

¿Estamos viendo evidencias hoy en la iglesia de este gran rechazo de la enseñanza sólida y sana? Mark Hitchcook, exabogado y popular maestro de la Biblia, examina las pruebas de los maestros de la Escritura en nuestros tiempos actuales. ¿Están actualmente los maestros de la Biblia permitiendo a la gente seguir sus propios deseos al decirles lo que quieren escuchar, como la Biblia lo predice con claridad? ¿Acaso una gran porción de la iglesia ha abandonado la enseñanza sana y sólida que la Palabra de Dios ofrece? La gran apostasía habrá de venir, pero ¿estará más cerca de lo que imaginamos?¿Qué significa esto para nuestro futuro? Permita que Mark Hitchcock sea su guía para los días difíciles por venir.

Haga clic sobre el siguiente ícono para descargar el extracto:

miércoles, 24 de enero de 2018

La Ira de Dios: ¿Mito o Realidad? – Parte 3 de 3



     
El Significado de la Ira

¿Convierte esto a Dios en un “monstruo”? ¡No! Al contrario, la ira de Dios demuestra Su bondad, porque, ¿cómo podría un Dios bueno ignorar la maldad del pecado y permitir que quede impune? Su ira contra el mal demostrará Su justicia. 

El profeta Nahúm lo resumió mejor. Hablando del amor de Dios, dijo, “El Señor es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7). Pero unos pocos versículos antes Nahúm había hablado también de la santidad y la ira de Dios:

2) “El SEÑOR es Dios celoso y vengador; El SEÑOR es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos.

3) El SEÑOR es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable

(Nahúm 1:2-3)

La ira de Dios nunca está motivada principalmente por el deseo de castigar. Por el contrario, está diseñada para traer a la gente al arrepentimiento, para que puedan ser salvas. Incluso en Su ira, Dios se acuerda de la misericordia.

Dios demuestra Su misericordia en la ira al no derramar nunca Su ira sin advertencia. Él trató de advertirles a Sodoma y a Gomorra a través de Abraham. Él le advirtió al mundo de Noé a través de la predicación de Noé durante 120 años. Él envió a Jonás y a Nahúm para advertirle a la ciudadana pagana de Nínive. 

Considere también cómo Él envió profeta tras profeta para llamar a las naciones de Israel y de Judá al arrepentimiento (2 Crónicas 36:15-16):

15) Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación.

16) Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.

La misericordia de Dios en la ira también se manifiesta en el hecho de que Él siempre conduce a Su derramamiento final de la ira a través de una serie de juicios progresivos. Estos juicios se describen en detalle en Deuteronomio 28:15-57.

Esta característica de la ira de Dios se demuestra en las profecías concernientes a la Tribulación. En lugar de simplemente derramar Su ira sobre las naciones rebeldes del mundo, destruyéndolas en un instante de abrumadora catástrofe, Él somete al mundo a una serie de juicios que se incrementan secuencialmente en alcance e intensidad (Apocalipsis 6, 8-9, 16). 

Aunque la mayoría de las personas se niegan a arrepentirse a estos juicios (Apocalipsis 9:20-21), hay “una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas” que se arrepienten y responden a Jesús en fe (Apocalipsis 7:9).

Estas respuestas radicalmente diferentes a la ira de Dios ilustran el punto que a menudo hace Billy Graham: “El mismo sol que derrite la mantequilla también endurece la arcilla”. La ira de Dios derrite algunos corazones en arrepentimiento, pero tiene el efecto de endurecer los corazones de muchos otros. 

La Ira y los Redimidos

Muchos cristianos responden negativamente a la profecía bíblica. No es inusual escuchar a un cristiano decir algo como esto: “No quiero escuchar nada sobre profecía porque está demasiado llena de pesimismo”.

Bueno, hay mucho pesimismo para aquellos que se niegan a responder al regalo de amor de Dios en Jesús. Pero hay sólo buenas noticias para los redimidos.

El Antiguo Testamento termina con un pasaje que presenta tanto la tristeza como el gozo de la profecía del tiempo del fin. Malaquías dice que cuando el Señor regrese, el día será “como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa” (Malaquías 4:1). Ésa es la mala noticia.

Pero considere las buenas noticias: “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada” (Malaquías 4:2).

No hay razón para que cualquier hijo de Dios tema la ira de Dios. Pablo escribió que, dado que hemos sido justificados por la sangre de Cristo, “por él seremos salvos de la ira” (Romanos 5:9). Y, en un versículo sumamente reconfortante, Pablo les dijo a los tesalonicenses que Jesús “librará” a los redimidos “de la ira venidera” (1 Tesalonicenses 1:10). La razón, explicó Pablo, es que “no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:9).

Una Súplica

¿Está bajo la gracia o la ira? La decisión es suya. Jesús viene pronto. Cuando Él aparezca, ¿será su Esperanza Bienaventurada o su Santo Terror? ¿Clamará para que los montes caigan sobre usted? O, ¿saldrá saltando de alegría como un becerro liberado de un establo?

Dios le ama y quiere que acepte a Su Hijo como su Salvador, para que pueda estar bajo la gracia y pueda participar en un evento que ocurrirá cuando Jesús regrese (Isaías 35:10):

Y los redimidos de Jehová volverán, 
Y vendrán a Sion con alegría; 
Y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; 
Y tendrán gozo y alegría, 
Y huirán la tristeza y el gemido.


Lea la parte 1 aquí
Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

viernes, 5 de enero de 2018

La Ira de Dios: ¿Mito o Realidad? – Parte 2 de 3




El Dios Inmutable

A pesar de la clara enseñanza bíblica de que nuestro Creador es un Dios de amor e ira, nunca dejo de sorprenderme por la cantidad de pastores que encuentro que argumentan que el Dios de ira es el Dios del Antiguo Testamento y no el Dios del Nuevo Testamento. En el proceso, ignoran otra enseñanza clara de la Biblia que se encuentra en Malaquías 3:6, donde Dios, hablando de Sí Mismo, dice, “Porque yo, el SEÑOR, no cambio…”.

El Nuevo Testamento confirma este importante punto en Hebreos 13:8, donde dice, “¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!.

Sin embargo, Jesús siempre parece ser presentado en sermones como el Salvador manso y gentil, que está lleno de gracia y perdón. Esa afirmación es cierta, pero no es el cuadro completo. Jesús fustigó a los fariseos, llamándolos “hipócritas”, “serpientes”, y un “nido de víboras”.

Asimismo, en Sus cartas a las sietes iglesias de Asia Menor, Jesús condenó a la iglesia en Tiatira por tolerar a una falsa profetiza. Exhortó a la iglesia a arrepentirse, y luego les advirtió que, si se negaban a arrepentirse de su inmoralidad, Él arrojaría a los ofensores “sobre un lecho de enfermedad”, y los mataría con pestilencia (Apocalipsis 2:22-23). 

Tipos de Ira

La Biblia revela varios aspectos diferentes de la ira de Dios:
  • Ira Consecuencial — Esto es lo que podría ser llamado “sembrar y cosechar ira”. Es la ira que traemos sobre nosotros mismos cuando cosechamos lo que sembramos mediante la vida pecaminosa.
  • Ira Cataclísmica — Evidenciada en los desastres, ya sean naturales o provocados por el hombre, como los ataques del 11/9. Dios permite éstos como una forma de llamar a la gente y a las naciones al arrepentimiento.
  • Ira de Abandono — La ira exhibida por Dios cuando le da la espalda a una persona o a una sociedad, lo que permite la autodestrucción.
  • Ira Escatológica — La ira de Dios se desatará sobre todo el mundo durante la Gran Tribulación.
  • Ira Eterna — El castigo máximo que Dios infligirá a aquellos que sean consignados al lago de fuego.

La Ira de Abandono

La ira de abandono de Dios es lo que nuestra nación está experimentando hoy. De nuevo, este tipo de ira puede caer tanto sobre un individuo como en una sociedad.


Un ejemplo bíblico de esto en la vida de un individuo puede encontrarse en la historia de Sansón. Aunque Dios lo ungió poderosamente para proteger a Israel de los filisteos, persistió en el pecado sexual hasta el punto de que las Escrituras dicen que “el Señor se apartó de él” (Jueces 16:20). Como resultado, fue capturado por los filisteos y terminó suicidándose.

En el capítulo uno de Romanos, el apóstol Pablo advierte fuertemente sobre la ira de abandono de Dios con respecto a las naciones. Él afirma que, “la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad…” (Romanos 1:18). Luego procede a contar cómo Dios hace esto cuando trata con una nación que está en rebelión contra Él.

Primero, Dios da un paso atrás y baja la cobertura de protección alrededor de la nación, lo que permite que la maldad se multiplique. El resultado es un brote de pecado sexual (Romanos 1:24-25), que es lo que le sucedió a la nación en la década de 1960.

Si la nación se niega a arrepentirse, Dios da un segundo paso atrás y baja la cobertura aun más (Romanos 1:26-27), lo que produce una plaga de homosexualidad. De nuevo, esta nación ha experimentado esta segunda fase desde la década de 1990, pero ganó impulso en 2003, cuando nuestra Corte Suprema anuló todas las leyes contra la sodomía.

Si la nación persiste en su rebelión, Dios dará un tercer paso atrás y abandonará la nación a “una mente reprobada” (Romanos 1:28). Esta depravación se manifestó en esta nación cuando nuestra Corte Suprema sancionó el matrimonio entre personas del mismo sexo en junio de 2015, y nuestro presidente celebró la decisión haciendo que la Casa Blanca se iluminara con los colores del arcoíris del Movimiento de la Perversión Sexual.

La Ira Venidera

La ira escatológica de Dios caerá sobre todo el mundo cuando Jesús regrese (Judas 1:14-15). El pasaje en Apocalipsis que ilustra el regreso de Jesús dice que Él regresará en justicia para “juzgar y hacer guerra” (Apocalipsis 19:11).

La primera vez que Jesús vino, vino en amorosa compasión con ojos llenos de lágrimas. Pero cuando regrese, vendrá en venganza (Apocalipsis 6:12-17), con ojos como llama de fuego (Apocalipsis 19:12). Vendrá a destruir a los enemigos de Dios (Apocalipsis 19:11).

Los presidentes y reyes y primeros ministros del mundo se arrodillarán y clamarán a las rocas y a las montañas para que caigan sobre ellos, así de gran será el terror del Señor (Apocalipsis 6:15-17). Los injustos tropezarán como ciegos, y su sangre será derramada como polvo (Sofonías 1:17).

En la tercera y última parte de esta exploración sobre el carácter de Dios, buscaremos en las Escrituras para saber si los redimidos deben temer que la ira de Dios venga sobre ellos. 

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 
The Wrath of God: Is it a Myth or a Reality?

jueves, 4 de enero de 2018

La Ira de Dios: ¿Mito o Realidad? – Parte 1 de 3


"El Gran Día de Su Ira", (ca. 1853), por el pintor inglés John Martin (1789-1854)


A mediados de la década de 1990, un popular presentador de un programa de radio en una estación secular de Oklahoma City me entrevistó en vivo vía telefónica. Él había visto un artículo que yo había escrito acerca de la responsabilidad financiera de los ministerios cristianos, y le había gustado. 

Comenzó la entrevista dándome amablemente la oportunidad de hablar sin parar durante unos diez minutos acerca de la forma en la que Dios había transformado mi vida y me había llamado al ministerio. Luego pasamos a una discusión de los escándalos que habían sacudido recientemente a la comunidad cristiana en todo el país. 

La Palabra Innombrable

Todo iba bien, hasta que el anfitrión me pidió que resumiera el mensaje fundamental de mi ministerio. Respondí diciendo que Dios me había llamado a proclamar “el pronto regreso de Jesús en ira”.

Antes de que pudiera continuar con mi explicación, el locutor me interrumpió. “¿Qué quiere decir, ‘ira’?”, preguntó.

“Quiero decir que  Jesús va a regresar muy pronto para derramar la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado el amor, la gracia y la misericordia de Dios”.

“¡Su Dios es un Dios monstruo!”, espetó. Luego añadió: “Soy cristiano, ¡y puedo decirle que mi Dios no le haría daño a una pulga!”.

Ése fue el final de la entrevista. Él me colgó. No se me dio la oportunidad de responder a su tergiversación de nuestro Creador. 

El Gran Engaño de Satanás

La respuesta vehemente del presentador de radio a la ira de Dios no me sorprendió. Es característica de cristianos y no cristianos, y la he encontrado muchas veces.

Satanás le ha vendido al mundo una lista de bienes con respecto a la naturaleza de Dios. La mayoría de las personas, tanto cristianas como no cristianas, tienden a ver a Dios como una especie de oso de peluche cósmico. 

Lo ven grande y cálido y suave, lleno de amor y perdón infinitos. Él no podría lastimar a una mosca, y ciertamente no sería tan cruel como para condenar o dañar a cualquier ser creado a Su imagen. El Día del Juicio. Dios simplemente les dará a todos un gran abrazo y un guiño a sus pecados. 

El problema con esta imagen maravillosamente reconfortante es que es una mentira directamente del abismo del infierno.

El Dios Verdadero

Sí, la Biblia enseña que Dios es amoroso, paciente, atento y clemente (Salmo 86:15 y Juan 3:16). Como lo dijo el apóstol Juan, “Dios es amor” (1 Juan 4:8).

Dos de mis pasajes favoritos en la Biblia enfatizan la naturaleza personal amorosa de Dios. Uno fue escrito por el apóstol Pedro. En 1 Pedro 5:6-7, él dice que debemos echar todas nuestras ansiedades sobre Dios, “porque él tiene cuidado de vosotros”. Ése es un pensamiento muy reconfortante.

El otro pasaje que me gusta leer una y otra vez consiste de palabras pronunciadas por el profeta Jeremías en Lamentaciones 3:22-24 (RVA-2015): 

Por la bondad del SEÑOR
es que no somos consumidos, porque nunca decaen
sus misericordias.
Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad.
“El SEÑOR es mi porción”, ha dicho
mi alma; “por eso, en él esperaré”.

Pero la Biblia también enseña claramente que hay otro aspecto del carácter de Dios que es igualmente importante. Es el aspecto que Satanás quiere que ignoremos, y ha sido muy exitoso al incitar a los ministros a pasarlo por alto. Después de todo, ¡éste no produce sermones populares! Estoy hablando, por supuesto, de la santidad de Dios (Levítico 11:44; Isaías 6:3; 1 Pedro 1:16).

¿Gracia o Ira?

La Biblia enseña que Dios es perfectamente santo. Debido a este atributo de Su carácter, Él no puede tolerar el pecado (Números 14:18). La Biblia dice que Dios debe tratar con el pecado, y Él lo hace de una de dos maneras — con gracia o con ira —. 

Todos nosotros parecemos conocer Juan 3:16 — un versículo muy reconfortante acerca del amor de Dios por nosotros. Pero pocos de nosotros parecemos estar al tanto de las palabras registradas unos versículos más adelante, en Juan 3:36 — palabras tomadas de un sermón de Juan el Bautista: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.

El apóstol Pablo enfatizó este punto en su predicación y enseñanza. En Efesios 5, advierte contra la inmoralidad, la codicia, y la idolatría, y luego añade esta observación: “Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia” (Efesios 5:6).

Llegamos a estar bajo la gracia de Dios cuando ponemos nuestra fe en Jesús y cuando nos apropiamos Su sacrificio expiatorio por nuestras vidas (1 Juan 1:7). No hay salvación aparte de Jesús (Hechos 4:10-12). Aquellos que han rechazado el regalo de gracia de Dios en Jesús están bajo la ira de Dios (Juan 3:36), y no tienen a nadie a quién culpar más que a sí mismos. 

En la segunda parte de esta exploración sobre el carácter de Dios, buscaremos en la Biblia para ver si el Dios de ira retratado en el Antiguo Testamento no es el Dios del Nuevo Testamento.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 
The Wrath of God: Is it a Myth or a Reality?

martes, 24 de octubre de 2017

Libro Electrónico: Un Tiempo de Apostasía

Cómo antiguas prácticas místicas están uniendo a los cristianos con las religiones del mundo

Haga clic sobre la imagen para descargar el libro

El “yoga cristiano”, disciplinas espirituales, formación espiritual, el silencio, el espacio sagrado, y oración contemplativa —¿algunos términos suenan algo conocidos?—. Si no los ha escuchado todavía, probablemente es sólo cuestión de tiempo antes de encontrarlos en su propia iglesia. Y posiblemente no se imagina las implicaciones que podrán tener. 

La espiritualidad de la Nueva Era ha infiltrado una gran parte de la iglesia cristiana, y el intento de reorientar el pensamiento evangélico no es percibido por la mayoría de los creyentes. Reconocidos líderes cristianos están haciendo declaraciones antes desconocidas, animando a su gente a practicar técnicas de meditación. Pastores de renombre asisten a conferencias donde talleres sobre el yoga y laberintos son parte del programa. El término Nueva Era raras veces se explica desde la mayoría de los púlpitos y sólo se refieren a sistemas de creencia extraños practicados por gurús y estrellas de Hollywood. 

Mientras muchos líderes cristianos dan la impresión de que todo es normal, una espiritualidad mística de la Nueva Era se ha infiltrado sutilmente en incontables iglesias, organizaciones juveniles, e instituciones educativas cristianas.

¿Una espiritualidad mística realmente está infiltrando la iglesia? Y si es así, ¿qué hay que nos debe preocupar? ¿Y qué pruebas existen de ello? Este libro es mi respuesta a estas preguntas de manera bien documentada, razonable, y convincente.

Mi esperanza y oración es que Un Tiempo de Apostasía ayude a los seguidores de Jesús (a Su iglesia) a reconocer las enseñanzas sutiles de los espíritus engañadores —los espíritus que re-inventan el cristianismo, metiendo prácticas místicas orientales—. Mostraremos que estas prácticas pueden hacer que participantes ingenuos abandonen la fe cristiana, aceptando una mezcla de todos los sistemas de creencias. Esta nueva inter-espiritualidad ahora se está manifestando dentro de algunas de nuestras iglesias evangélicas más reconocidas.

Este libro no sólo es otro intento para explicar la Nueva Era; realmente es una advertencia a la iglesia de cómo este sistema de creencias se mete silenciosamente en nuestros púlpitos, clases de escuela dominical, grupos de oración, y estudios bíblicos. Es un momento crítico para hacer caso a la advertencia del apóstol Juan:

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo (I Juan 4:1).

Contenido

1. La denominación invisible

2. El yoga del occidente

3. Promotores y visionarios

4. Híbridos evangélicos

5. El discernimiento

6. ¿Podría ésta realmente ser la era final?

7. Espíritus engañadores

8. “El pastor de los Estados Unidos”

9. ¿El cristiano del futuro?

Una nota especial de Ray Yungen

Glosario de términos

Notas al pie de las páginas
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