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miércoles, 24 de mayo de 2017

El Ministerio de los Ángeles — Parte 1 de 2

Pasado, Presente y Futuro


"La Palabra de Dios", por William Hallmark (williamhallmark.com)


El Ministerio Cordero y León tuvo cuatro fundadores en 1980. Uno suplió la fe; otro, el liderazgo; un tercero, el dinero. El cuarto fue a quien Dios le dio la visión del ministerio — un hombre llamado Dudley Head —.

Dudley es uno de los hombres más piadosos que alguna vez haya conocido. Desde que lo conocí en la década de los 70, él ha tenido una relación íntima con el Señor, lo que ha producido muchas experiencias espirituales especiales en su vida.

Por ejemplo, recuerdo el día que me llamó muy emocionado para contarme acerca de algo que le había pasado en su patio. “Estaba meditando en el Señor”, dijo, “cuando sentí Su presencia. En voz baja dije, ‘Señor, por favor manifiéstame tu presencia en alguna forma especial’”.

Dudley dijo que las palabras apenas habían salido de su boca, cuando una mariposa monarca apareció de repente, lo rodeó unas cuantas veces y luego aterrizó en la palma abierta de su mano derecha. “Nos sentamos ahí y nos miramos el uno el otro por un largo tiempo”, dijo Dudley.

En 1963, Dudley estaba sirviendo como el predicador laico de una pequeña iglesia en Dakota del Sur y necesitaba desesperadamente ánimo. Un día recibió una llamada telefónica de un extraño. “¿Cree usted en ayudar a las personas?”, preguntó el hombre.

 “Sí lo creo”, respondió Dudley

“¿Aun si son judíos?”.

“Sí”, respondió Dudley.

El hombre entonces explicó que él era un judío que estaba varado en la ciudad y necesitaba ayuda. Dijo que estaba en una gasolinera en la calle principal que atravesaba la ciudad.

Dudley manejó hasta allá y lo recogió. Era un hombre joven como de 30 años. Dijo que había estado viajando al raid desde California.

Dudley lo llevó a casa, y su esposa preparó la cena para él. Después de la cena, Dudley le preguntó al hombre si le gustaría ir al estudio bíblico de miércoles por la noche de su iglesia. El hombre accedió.

Estaban estudiando el Antiguo Testamento, algo con lo que ninguno de los miembros de la iglesia estaba familiarizado, incluyendo a Dudley. Mientras comenzaban su estudio esa noche, el extraño judío pronto tomó la palabra y empezó a explicar el significado de las Escrituras. Dudley estaba asombrado, iluminado y alentado.

Dudley encontró un lugar para que el hombre pasara esa noche y pagó por su alojamiento. A la mañana siguiente, había desaparecido sin dejar rastro.

Hasta este día Dudley cree que el hombre era un ángel enviado por Dios para animarlo y para hacer que se interesara en las profecías contenidas en las Escrituras hebreas. Y desde esa extraña experiencia hace más de 40 años, Dudley le ha enfatizado Hebreos 13:2 a todos: “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.

Sí, la Biblia enseña la realidad de los ángeles, y enseña que a veces toman forma humana con el fin de ministrar a aquellos que están en el proceso de ser salvos (Hebreos 1:14).

¿Qué son los ángeles? ¿De dónde provienen? ¿Cuál es su propósito? ¿Tienen un ministerio hoy? ¿Cómo se relacionan con los tiempos del fin?

El Origen de los Ángeles

Los ángeles son seres espirituales (Hebreos 1:14) que fueron creados por Dios (Génesis 2:1 y Colosenses 1:16). Exactamente cuándo fueron creados no está claro, pero ellos preceden a la creación del universo material, ya que las Escrituras dicen que fueron testigos de la creación y se regocijaron de ella (Job 38:4-7).

Uno de los mitos más grandes con respecto a los ángeles corresponde a su origen. Muchas personas están convencidas que cuando una persona salva se va al Cielo, se convierte en un ángel. No existe ninguna base bíblica para esta creencia. Los ángeles y los humanos son dos entidades separadas. La Biblia dice que el hombre es ligeramente menor que los ángeles (Hebreos 2:5-7), pero la Biblia también enseña que, a través de la redención, el Hombre se vuelve superior a los ángeles y que los salvos un día juzgarán a los ángeles — muy probablemente a los ángeles caídos (1 Corintios 6:3) —.

"La Nueva Era de los Ángeles. El 69% de los estadounidenses cree que existen. ¿Qué está sucediendo?".

Jesús habló de dos clases de ángeles — los “ángeles del Cielo” (Mateo 22:30) y “el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41) —. Estos últimos parecen haberse originado de la rebelión de Satanás contra Dios.

Satanás originalmente fue uno de los ángeles más gloriosos de Dios, “lleno de sabiduría y perfecto en hermosura” (Ezequiel 28:12). Pero su corazón se enalteció por causa de su belleza (Ezequiel 28:17), y su orgullo lo motivó a intentar apoderarse del trono de Dios (Isaías 14:12-14). Debido a su rebelión, fue expulsado del Cielo, hacia la tierra, y un tercio de los ángeles fueron expulsados con él debido a que se unieron a su rebelión (Apocalipsis 12:4).

La Biblia no nos dice cuándo se llevó a cabo esta revuelta, pero fue muy probablemente después del final de la semana de la creación, porque al final de esa semana Dios pronunció que toda Su creación era “buena” (Génesis 1:31).

Creo que estos ángeles caídos son los demonios que están mencionados tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Satanás, de hecho, es llamado el “príncipe de los demonios” (Mateo 9:34).

En tres lugares de las Escrituras hebreas se nos dice que las personas sacrificaban a los demonios (Levítico 17:7; Deuteronomio 32:17 y Salmo 106.37). Con la apertura del Nuevo Testamento, hay una explosión de actividad demoníaca, indudablemente en respuesta a la Primera Venida del Mesías. Jesús fue confrontado a menudo por demonios que reconocieron quién era Él (Marcos 3:11) y gran parte de Su ministerio de sanidad estaba dirigido a expulsar demonios de la gente (Mateo 8:16).

La Biblia enseña que algunos de estos ángeles caídos no guardaron su dominio asignado adecuadamente (Judas 6) y fueron destinados, por lo tanto, a un lugar llamado Tártaro, probablemente un compartimento en Hades, posiblemente incluso el abismo o cisma que existe en Hades (Lucas 16:26). Lo que se entiende por “no guardaron su propio dominio” no está claro. Algunos creen que esto es una referencia a Génesis 6 donde se nos dice que “los hijos de Dios” tuvieron relaciones sexuales con “las hijas de los hombres” y que su unión produjo una raza de gigantes conocidos como los Nefilim (Génesis. 6:1-4).

La Naturaleza de los Ángeles

Los ángeles son seres espirituales creados (Nehemías 9:6 y Hebreos 1:14). Sin embargo, la Biblia claramente enseña que ellos pueden tomar forma humana y aparecer a las personas. En el Antiguo Testamento hay registradas apariciones de ángeles a Abraham, Agar, Lot, Moisés, Josué, Gedeón, David, Daniel y muchos otros. El Nuevo Testamento abre con una serie completa de apariciones angelicales relacionadas con el nacimiento del Mesías. Después de la muerte de Jesús, los ángeles aparecieron en Su tumba y en Su ascensión. Pedro, Juan, Felipe y Pablo tuvieron encuentros angelicales en sus ministerios.

En sus apariciones bíblicas los ángeles siempre se manifiestan a sí mismos como hombres. No se menciona que tengan alas. La idea de que los ángeles tienen alas está arraigada en la descripción de la Biblia de algunos seres angelicales especiales llamados Serafines y Querubines, que residen en la sala del trono de Dios en el Cielo. Los serafines son descritos como teniendo seis alas (Isaías 6:2). Los querubines son representados con cuatro alas (Ezequiel 1:5-6). 

Cuando los ángeles toman forma humana, aparecen como cualquier persona normal (Génesis 18:2 y Génesis 19:1-17). Cuando se manifiestan a sí mismos en su forma espiritual, tienden a aparecer como una luz deslumbrante (Mateo 28:1-4).

Los ángeles tienen emociones. Se regocijaron por la creación del universo (Job 38:7) y se nos dice que “hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente” (Lucas 15:10).

Los ángeles no se casan o procrean (Mateo 22:30). No envejecen ni tampoco están sujetos a la muerte (Lucas 20:36). Por lo tanto, su número permanece constante. El número exacto no está revelado, pero es muy grande. Diez mil ángeles se le aparecieron a Moisés en el Monte Sinaí (Deuteronomio 33:2). David vio 20,000 en una ocasión (Salmo 68:17). Cuando Juan fue arrebatado a la sala del trono de Dios, vio diez veces diez mil (King James Version) o, como lo dice la Versión Reina Valera de 1977: “miríadas de miríadas, y millares de millares” (Apocalipsis 5:11). El libro de Hebreos dice que hay “incontables miríadas” (Hebreos 12:22).

Los ángeles tienen gran conocimiento, pero no son omniscientes. Jesús dijo, por ejemplo, que los ángeles no saben cuándo se llevará a cabo Su Segunda Venida (Marcos 13:32). Los ángeles son muy poderosos (2 Tesalonicenses 1:7 y 2 Pedro 2:11), pero no son omnipotentes. Son siervos obedientes de su Creador (Salmo 103.2). Se pueden trasladar rápidamente, pero no son omnipresentes. En resumen, los ángeles no son dioses y, por lo tanto, no deben ser adorados (Colosenses 2:18 y Apocalipsis 22:8-9). No hay ningún pasaje bíblico que diga que los ángeles deben comer para mantenerse con vida, pero la Biblia los describe comiendo cuando toman la forma humana (Génesis 18:1-8 y 19:1-3). También, Salmo 78:25 se refiere al maná que Dios proveyó para alimentar a los hijos de Israel en el desierto como “el pan de los ángeles”.

De igual forma, la Biblia nunca dice específicamente que los ángeles cantan, pero su canto está implicado de dos maneras. En primer lugar, sus palabras son expresadas a menudo en forma poética (Lucas 2:14;  Apocalipsis 4:8, 11; 5:9-10, 12-13). En segundo lugar, la música es una forma universal de adoración y los ángeles son representados adorando al Señor sin cesar (Salmo 148:1-2 y Apocalipsis 4 y 5).

Cuando los ángeles le hablan a una persona, siempre usan el lenguaje nativo de esa persona. Pero la Biblia indica que los ángeles tienen su propio lenguaje que usan entre ellos mismos (1 Corintios 13:1).

Los Tipos de Ángeles

Existe una gran variedad de ángeles, además de los regulares y los caídos.

La Biblia indica que Satanás pudo haber sido originalmente el ángel supremo. Antes de su caída, él es llamado “el querubín ungido” (Ezequiel 28:14). Es descrito además como “el sello de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en belleza” (Ezequiel 28:12-13). Después de la caída de Satanás, un ángel llamado Miguel se convirtió en el jefe de las huestes celestiales de Dios. Él es el único ángel al que se hace referencia en la Biblia como un “arcángel” (Judas 9).

Las Escrituras hebreas retratan a Miguel como “el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo” [los judíos] (Daniel 12:1). El libro de Apocalipsis describe a Miguel como el comandante en jefe de los ejércitos de Dios y, en esta capacidad, hace guerra  contra Satanás en la mitad de la Tribulación, cuando Satanás intenta por última vez tomar el trono de Dios (Apocalipsis 12:7-9). Tan poderoso e importante es Miguel, que algunos grupos sectarios, como los Testigos de Jehová y los Adventistas del Séptimo Día, lo han identificado incorrectamente con Jesús.

"El Canto de los Ángeles" (1881), una pintura de un artista francés llamado William-Adolphe Bouguereau (1825-1905).

En 1 Tesalonicenses 4:16 se nos dice que cuando Jesús aparezca para el Rapto de la Iglesia, el evento será anunciado por el grito de un arcángel. Dado que Miguel es el único ángel identificado en las Escrituras con este título, es muy probable que será él quien pronunciará el grito.

Otro ángel muy importante es Gabriel. Él emerge en las Escrituras como el mensajero principal de Dios. Él se le apareció dos veces a Daniel, primero para interpretar una visión concerniente al Anticristo (Daniel 8:15-26) y segundo, para presentar la profecía de las 70 Semanas de Años (Daniel 9:20-27).

En el Nuevo Testamento, Gabriel sirve como un ángel de anunciación. Él fue el que le proclamó a Zacarías que su esposa daría a luz a un profeta llamado Juan (Lucas 1:8-20). Y él es el ángel que le dijo a María que ella sería la madre del Mesías (Lucas 1:26-33).

Hay dos grupos misteriosos de ángeles que ocupan la sala del trono de Dios. Son llamados serafines y querubines. Los serafines son representados sólo una vez en las Escrituras, en Isaías 6:1-3. En este pasaje se le da a Isaías un vistazo de la sala del trono de Dios en el Cielo. Él mira criaturas angelicales llamadas serafines flotando sobre el trono de Dios. Son descritos teniendo seis alas cada uno. Parecen ser líderes de adoración ya que ellos exclaman, “Santo, santo, santo, es el Señor de los ejércitos, toda la tierra está llena de Su gloria”.

Los querubines son mencionados por primera vez en Génesis 3:24. Después de la caída de Adán y Eva y su expulsión del Jardín del Edén, Dios puso querubines con espadas en llamas “para guardar el camino al árbol de la vida”. A continuación son mencionados en Éxodo 25, donde Dios le dijo a Moisés que colocara imágenes de dos querubines en el asiento de misericordia (la cubierta) del Arca del Pacto (Éxodo 25:18-20).  

Cuando el Rey Salomón construyó su magnífico templo, colocó dos imágenes gigantescas de querubines en el Lugar Santísimo. Sus alas extendidas se cernían sobre toda la cámara, incluyendo al Arca del Pacto con sus querubines más pequeños (2 Crónicas 3:8-14). Estos usos simbólicos de los símbolos de querubines indican que los querubines son guardianes especiales de las cosas de Dios. 



La descripción más detallada de estas enigmáticas criaturas celestiales se puede encontrar en el capítulo uno de la profecía de Ezequiel. Él era un prisionero en Caldea junto al río Quebar, cuando tuvo una visión de una tormenta proveniente del Norte con figuras brillantes en las nubes (Ezequiel 1:1-4). Los describió como “cuatros seres vivientes” que tenían “forma humana”, pero cada uno de ellos tenía cuatro caras y cuatro alas (Ezequiel 1:4-6). Brillaban como bronce bruñido (Ezequiel 1:7). Cada una de estas criaturas tenía la cara de un hombre, la cara de un león, la cara de un toro y la cara de un águila — que aparentemente representan toda la creación de Dios (Ezequiel 1:10) —.

Tres de las cuatro caras de un querubín

Ezequiel más tarde identifica a estas criaturas como querubines (Ezequiel 10:15), cuando los encuentra por segunda vez. El segundo encuentro es triste. Ocurrió cuando Dios decidió retirar su gloria del Lugar Santísimo, en preparación para la destrucción de Jerusalén por los caldeos. Mientras la gloria del Señor (lo que los judíos llamaban “la Shekiná”) se iba, Ezequiel fue testigo de los querubines que la acompañaban al Cielo (Ezequiel 10:1-22).

Cuando el apóstol Juan fue arrebatado al Cielo desde la isla de Patmos, vio criaturas similares delante del trono de Dios. Como Ezequiel, se refirió a ellos como “cuatro criaturas vivientes” (Apocalipsis 4:6). Lo que él vio era muy similar, pero no exactamente igual. Él no menciona que cada una tenga cuatro caras, y dice que tenían seis alas en lugar de cuatro. Pero sí afirma que cada una tenía una cara diferente, y las caras mencionadas son las mismas que Ezequiel vio — león, buey, hombre, y águila —.

"La Escena del Trono Esmeralda", por Pat Marvenko Smith (revelationillustrated.com)

El único otro ángel especial mencionado en las Escrituras es uno muy especial de hecho. Él es quien a lo largo de todo el Antiguo Testamento es referido como “El Ángel del Señor”. Creo que Él no es otro que Jesús haciendo apariciones pre-encarnadas. 

En el segundo y último segmento de nuestro estudio, veremos el ministerio que llevan a cabo los ángeles y el papel que ocuparán en los tiempos del fin. 

Artículo recomendado:
»» Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad (pdf)

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Ministry of Angels

martes, 28 de diciembre de 2010

Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad - I Parte


He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; Él traerá justicia a las naciones. Isaías 42:1

Introducción

Éste es un estudio de la Trinidad o la Triunidad de Dios. Quizá la mejor y la más sencilla definición de la Trinidad es que sólo hay un Dios, pero en la unidad de la Deidad existen tres Personas eternas y co-iguales; las mismas en substancia o esencia, pero distintas en subsistencia o existencia. Ésta ha sido una importante área de conflicto con respecto a las Escrituras. A lo largo de la historia de Israel y la historia de la Iglesia, ha habido tremenda oposición a este concepto de la Triunidad de Dios. “¿Cómo puede Dios ser uno y cómo puede ser Dios tres?”. Ésta parece ser una contradicción. En la historia de la Iglesia ha habido 5 errores importantes con respecto a la doctrina de la Trinidad. Algunos de éstos son errores antiguos, pero todos ellos tienen contrapartes modernas.

A. Arrianismo

Una de las primeras herejías de la Iglesia Primitiva es llamada “Arrianismo”. El Arrianismo se deriva de un líder de la iglesia llamado Arrio, que enseñó que Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu no eran los mismos en esencia, sino diferentes. El Arrianismo dice que sólo Dios el Padre es eterno. El Hijo fue creado por Dios el Padre antes de todo lo demás; entonces todo lo demás fue creado por medio del Hijo, quien Sí mismo era un ser creado. Ya no hablamos acerca de los arrianos, pero aún están presentes en varios cultos, tales como los Testigos de Jehová y el Mormonismo, que también niegan la pre-existencia eterna del Hijo, al enseñar que el Hijo fue creado por Dios el Padre.

B. Sabelianismo

Un segundo error es conocido como “Sabelianismo”, también conocido como “Modalismo” o Monarquianismo Modalístico”. El Sabelianismo enseña que sólo hay una personalidad, y no tres, pero que esta personalidad se revelará a Sí mismo en tres formas distintas. Algunas veces Él se revelaría a Sí mismo como el Padre, cada vez que Él fuera presentado como el Creador y Legislador. Si el asunto era la redención, Él se revelaría como el Hijo. Algunas veces esta Persona se revelaría a Sí mismo como el Espíritu Santo, si el asunto era la regeneración y la santificación. Así que como Creador y Legislador; Él se revelaría como el Padre; como el Redentor, Él aparecería como el Hijo; como un Regenerador y Santificador, Él aparecería como el Espíritu Santo. En la actualidad, este error es enseñado por segmentos del mundo cristiano que son llamados “Jesús Solo”. Ellos dicen que sólo Jesús es Dios y que Jesús es el Padre, Jesús es el Hijo y Jesús es el Espíritu Santo. Las enseñanzas modernas de los Jesús Solo niegan la Trinidad y es un avivamiento del antiguo Sabelianismo.

C. Socinianismo

Una tercera herejía que plagó la Iglesia es conocida como “Socinianismo”, llamado también “Monarquianismo Dinámico”. El Socinianismo, que devaluaba la Trinidad, no veía a todas las Personas como co-iguales; en cambio, veía a cada Persona de la Trinidad como inferior a la Persona anterior. Enseñaban que sólo el Padre es Dios. El Hijo no es Dios; el Espíritu Santo no es Dios; sólo el Padre es verdaderamente Dios. El Hijo es hombre; el Espíritu Santo no es una personalidad, sino sólo una influencia divina. Ésta, también, es una enseñanza común entre ciertos grupos sectarios.

D. Unitarismo

La cuarta herejía es el Unitarismo que, simplemente, niega la Trinidad. Niega que la Deidad consista de tres Personas co-iguales. Es una negación de la tri-personalidad y es muy similar al Judaísmo en este sentido.

E. Triteísmo

La quinta herejía es llamada “Triteísmo”. Ésta es como el Politeísmo, pero limita el número de dioses a tres. Ésta es una negación de la unidad de la Deidad, y mira tres dioses en vez de tres personalidades del único Dios. Mientras que el Unitarismo niega las tres personalidades y sólo afirma un Dios, el Triteísmo niega la unidad de las tres Personas y las ve como tres dioses separados.

Por supuesto, ninguno de estos cinco enfoques aborda adecuadamente las Escrituras que enseñan claramente el concepto de una Triunidad. La verdadera enseñanza bíblica acerca de la Deidad debe abarcar tres áreas específicas: primero, “La Pluralidad de la Deidad”; segundo, “La Unidad de la Deidad”; y tercero, “La Trinidad de la Deidad”.

I. La Pluralidad de la Deidad

La primera área de discusión es la pluralidad de la Deidad. Estudiaremos esto en dos categorías específicas.

A. La Pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento

En la primera categoría, el Antiguo Testamento enseña claramente el concepto de la pluralidad en la Deidad en más de una ocasión.

1. El nombre plural Elohim

La palabra hebrea para Dios que se usa con más frecuencia es el término Elohim, que significa “Dios”, y se usa para el Dios verdadero y para los muchos dioses falsos. Génesis 1:1 declara: En el principio creó Dios, Elohim, los cielos y la tierra. Aquí la palabra es utilizada para el Dios verdadero. También es usada para los falsos dioses en lugares como Éxodo 20:3 y Deuteronomio 13:2. Por ejemplo, entre los Diez Mandamientos hay uno que dice: “No tendrás dioses (Elohim) ajenos delante de Mí”. Aquí, la misma palabra es utilizada para los dioses paganos, extranjeros e idólatras tal como se utiliza para el Dios verdadero. El punto es que la palabra hebrea para Dios, Elohim, es un nombre plural y tiene la terminación plural masculina hebrea. Cada vez que es utilizada para el Dios verdadero, siempre se traduce en el singular, pero cuando se utiliza para los dioses falsos, siempre se traduce en el plural. El hecho de que la palabra hebrea es plural cuando habla del único Dios verdadero, abre la puerta al concepto de la pluralidad. Por supuesto, no es una prueba de la pluralidad porque, en hebreo, existe el uso conocido como “el plural de la majestad”: Sin embargo, ciertamente abre la puerta a la discusión de toda el área del concepto de la pluralidad en la personalidad de la Deidad.

2. Los verbos plurales usados con Elohim

Una segunda evidencia de la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es donde los verbos plurales son utilizados con Elohim. Normalmente, cuando Elohim es utilizado para el único Dios verdadero, el verbo usado con él es singular. Esto es contrario a la gramática normal hebrea porque, en la gramática hebrea, el verbo debe concordar con el sustantivo tanto en número como en género. Normalmente, uno esperaría que con el nombre plural Elohim, una forma plural del verbo fuera usada. Esto es cierto cuando la palabra es utilizada para los dioses falsos. La mayoría de las veces, cada vez que la palabra Elohim se utiliza para el Dios verdadero, el verbo usado con ella está en la forma singular para indicar que sólo existe un único Dios verdadero. Pero hay excepciones, y éstas abren de nuevo la puerta a una discusión de la pluralidad de la Deidad. Por ejemplo, Génesis 20:13a dice: Y cuando Dios me hizo salir errante.

La palabra hebrea que se traduce me hizo salir errante es plural. Literalmente, dice: “Y cuando ellos (en referencia a Dios) me hicieron salir errante”.

Otro ejemplo es Génesis 35:7: Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios.

Una vez más, le había aparecido es una forma plural, que literalmente se lee, “porque allí le habían aparecido Dios”.

Un tercer ejemplo es 2 Samuel 7:23: Fue Dios para rescatarlo.

De nuevo, la palabra hebrea para fue es plural, y literalmente se lee: “porque fueron Dios para rescatarlo".

El cuarto ejemplo es Salmo 58:11b (texto hebreo 58:12): Hay Dios que juzga en la tierra.

Otra vez, el término que juzga es un verbo plural en el hebreo y literalmente se lee: “hay Dios que juzgan”

3. El nombre Elohim aplicado a dos personas

La tercera línea de evidencia de la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es que la palabra Elohim, o Dios, es aplicada con frecuencia a dos diferentes personalidades en el mismo pasaje. Existen dos ejemplos. En Salmo 45:6-7, el escritor declara: Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

Note que la palabra Dios en realidad está aplicada a dos Personas diferentes dentro de estos dos versículos. Él se está dirigiendo a Dios y, después de dirigirse a Dios, dice que otro Dios ha ungido al primer Dios Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Debe observarse que en este verso el primer Elohim está siendo abordado. El segundo Elohim es el Dios del primer Elohim. Es el Dios de Dios quien lo ha ungido a Él con el óleo de alegría.

Un segundo ejemplo está en Oseas 1:7: Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

En este pasaje, el que habla es Elohim o Dios, quien dice que Él tendrá misericordia de la casa de Judá y los salvará por la instrumentalidad de Jehová su Dios Elohim. En otras palabras, Elohim o Dios número uno salvará a Israel por medio de Elohim o Dios número dos.

4. El nombre YHVH aplicado a dos personas

La cuarta línea de evidencia de la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el hecho de que el nombre personal de Dios, que está compuesto de las cuatro letras hebreas correspondientes a nuestras letras españolas YHVH y algunas veces traducida como “Jehová”, es aplicado a dos Personas diferentes en un pasaje. El primer ejemplo es Génesis 19:24: Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos.

En este versículo, el Jehová número uno hizo llover fuego y azufre de parte de un segundo Jehová desde los cielos. El primer Jehová está en la tierra; Él es el que había estado hablando previamente a Abraham. Jehová se le había aparecido en el encinar de Mamre y le había advertido acerca de la destrucción venidera de Sodoma. Ese Jehová, que estaba en la tierra, Jehová número uno, ahora estaba haciendo llover fuego y azufre de parte de Jehová número dos, que estaba en el Cielo. El término Jehová, el nombre personal de Dios, es utilizado aquí para dos Personas diferentes.

Un segundo ejemplo es Zacarías 2:8-9: Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo. Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió.

Este versículo dice que Jehová número uno es el locutor: Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos. Mientras Él habla, dice que está siendo enviado a cumplir una misión por Jehová número dos. De nuevo, hay un Jehová enviando a otro Jehová a ejecutar una tarea específica.

No sólo está la palabra Elohim, que significa “Dios”, aplicada a dos Personas diferentes en el mismo pasaje, sino que el nombre personal de Dios también es aplicado a dos Personas diferentes en un pasaje de igual forma.

5. El nombre plural Adonai

Una quinta línea de evidencia de la pluralidad de la Deidad que proviene del Antiguo Testamento es la palabra hebrea Adonai, que significa “Señor”. Cada vez que se utiliza la palabra para Dios, siempre se encuentra en el plural. La forma singular nunca se utiliza para Dios. La palabra hebrea para Señor, Adonai, también es siempre plural en referencia a Dios y esto, también, es evidencia de la pluralidad en la Deidad.

6. Los pronombres plurales

Una sexta línea de evidencia con respecto a la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el hecho de que los pronombres personales son utilizados para Dios. Un ejemplo es Génesis 1:26a: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.

Observe las palabras hagamos (nosotros), nuestra y nuestra. Éstas son pronombres plurales en referencia a Dios. Dios difícilmente podría estar incluyendo ángeles en los términos de hagamos (nosotros), nuestra y nuestra, debido a que el hombre sería creado, no a la imagen de los ángeles, sino a la imagen de Dios. Los pronombres, hagamos (nosotros), nuestra, nuestra, sólo pueden ser una referencia a Dios, no a ningún ángel; y son pronombres plurales.

Un segundo ejemplo donde el pronombre plural nosotros es utilizado en referencia a Dios se encuentra en Génesis 3:22a: Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros.

Un tercer ejemplo donde el pronombre plural nosotros es utilizado otra vez es Génesis 11:7a: Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua.

Un ejemplo fuera del libro de Génesis está en los Profetas, en Isaías 6:8: Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?

Observe, comienza con un pronombre singular, pero luego cambia a uno plural: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? El singular muestra que Dios es uno, y el plural muestra pluralidad en la Deidad. Estos pronombres plurales muestran claramente que Dios es visto en términos de pluralidad.

7. Los adjetivos plurales

Una séptima línea de evidencia, que muestra la pluralidad de la Deidad desde el Antiguo Testamento proviene del hecho de que Dios también es descrito en términos de adjetivos plurales. En las traducciones al español, éstos aparecen como nombres, pero en el texto hebreo, estas palabras son adjetivos hebreos. También están en la forma plural. Por ejemplo, Josué 24:19 se lee en español, Dios santo. Pero el adjetivo santo es una forma plural, que literalmente se lee, “Dios santos”. Un segundo ejemplo es Salmo 149:2, que en algunas traducciones castellanas se lee: En su Hacedor. El adjetivo que es traducido Hacedor es plural en el hebreo; así que literalmente se lee: “Alégrese Israel en sus Hacedores”. Un tercer ejemplo es Eclesiastés 12:1: Tu Creador. Otra vez, la palabra Creador es un adjetivo plural en hebreo, y literalmente se lee: “tus Creadores”. Isaías 54:5 tiene dos ejemplos. En español, el verso dice: Tu marido es tu Hacedor. Pero los términos Hacedor y marido son plurales en el texto hebreo y literalmente se leen: “tus Hacedores, tus maridos”, en referencia a Dios. Esto, también, resalta el concepto de una pluralidad.

8. El Ángel de Jehová

La octava línea de evidencia que muestra la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es la enseñanza con respecto al “Ángel de Jehová” o el “Ángel del Señor”. A lo largo del Antiguo Testamento, esta figura aparece de vez en cuando. En algunas traducciones, Él es llamado el ángel de Jehová; en otras ocasiones, Él es identificado por la expresión el ángel del Señor. Lo que es interesante es el hecho de que, en cada pasaje donde Él aparece, en una parte del contexto es llamado el ángel de Jehová, y en otra parte del mismo contexto, Él es llamado Jehová mismo. Lo que queda en claro es que el Ángel de Jehová no es un ángel común y ordinario, sino que es un Ser extraordinario, que es una manifestación visible de Dios mismo. El contexto siempre hace esto evidente.

a. Ejemplos de singularidad

El primer ejemplo es Génesis 16:7-14. Él es llamado el ángel de Jehová en los versos 7, 9, 10 y 11; luego es llamado Jehová mismo en el verso 13.

Un segundo ejemplo es Génesis 22:9-13. Él es llamado el ángel de Jehová en los versos 11 y 15; pero es llamado Dios en el verso 12 y Jehová en el verso 16.

El tercer ejemplo es Génesis 31:11-13. En el verso 11, Él es llamado el ángel de Dios; pero en el verso 13, Él dice: Yo soy el Dios de Bet-el.

El cuarto ejemplo es Génesis 32:24-30. En el verso 24, Él es llamado un varón, porque así es cómo apareció. El verso 28 dice: Has luchado con Dios; y en el verso 30: Vi a Dios cara a cara. El que apareció como un hombre fue en realidad el Ángel de Jehová; pero cuando se dice que Jacob luchó con el Ángel, también se dice que luchó con Dios.

El quinto ejemplo es Éxodo 3:1-5. Él es llamado el ángel de Jehová en el verso 2; pero es llamado Jehová y Dios en el verso 4.

El sexto ejemplo es Jueces 2:1. El ángel de Jehová fue responsable del Éxodo; pero Éxodo 19:4 declara que fue Dios el responsable.

El séptimo ejemplo es Jueces 6:11-24. Él es llamado el ángel de Jehová en los versos 11, 12 y 21; el ángel de Dios en el verso 20, pero Jehová en los versos 14, 16, 22 y 23.

El octavo ejemplo es Jueces 13:2-24. Él es llamado el ángel de Jehová en los versos 3, 13, 15, 16, 17, 18, 20 y 21; el ángel de Dios en el verso 9. Luego, en el verso 18, Su nombre es admirable; una de esas palabras hebreas especiales, pele, que es utilizada sólo para Dios, como en Isaías 9:6. El verso 22 de Jueces 13 declara que lo que ellos vieron fue la cara de Dios.

El último ejemplo está en el Libro de Zacarías, capítulos 1-6, donde Él es llamado frecuentemente el Ángel de Jehová mismo.

Estas manifestaciones del Ángel de Jehová también apuntan al concepto de una pluralidad en la Deidad.

b. Evidencia escritural de la singularidad

El hecho de que este Ángel no es un ángel común y ordinario está claro por tres pasajes del Antiguo Testamento. El primer pasaje es Isaías 42:8, donde Dios dijo: Yo Jehová; éste es mi nombre; y a otro no daré mi gloria.

La gloria que está encerrada dentro del nombre personal Jehová –YHVH – es algo que le pertenece sólo a Dios, y no es dada a ninguna otra persona y ciertamente a ninguna criatura.

El segundo pasaje es Éxodo 23:20-23, que declara ciertas cosas acerca de este Ángel de Jehová. En el verso 20, es este Ángel quien dirigirá el Éxodo. En el verso 21, es este Ángel quien debe ser obedecido y nunca provocado. La razón es que Él no perdonará su pecado o rebelión, porque mi nombre está en él. Este Ángel tiene el nombre personal de Dios, así que su nombre también es Jehová. A la luz de Isaías 42:8: Yo Jehová; éste es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, a menos que este Ángel también sea parte de la Deidad, entonces Él no tiene derecho a tener este nombre. Así pues, Jehová número 1 dice que este Ángel también tiene el nombre de Jehová. En el verso 22, hay bendiciones para la obediencia y, en el verso 23, se declara nuevamente que es el Ángel del Éxodo. El hecho de que el nombre de Dios está en Él y el hecho de que este Ángel tiene el poder para perdonar o no el pecado, es una vez más una clara enseñanza de que Él no es un ángel común, sino Dios mismo.

El tercer pasaje en este punto es Oseas 12:3-5, donde Oseas recalca que este Ángel tiene el nombre personal de Dios. Para que el Ángel tenga el nombre personal de Dios, Él debe ser Dios mismo.

9. El Hijo de Dios

La novena línea de evidencia de la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el concepto del Hijo de Dios, que se encuentra en dos pasajes del Antiguo Testamento.

a. Salmo 2

El primer pasaje es Salmo 2, donde ese concepto se encuentra en dos lugares. Salmo 2:7 declara: Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.

En el verso 7, hay una declaración de Filiación: Dios tiene un hijo. Se ha decretado que alguien es ese hijo. Los versos 8 y 9 declaran que este Hijo está destinado a gobernar el mundo.

Con respecto a este Hijo, en los versos 10-12, se instruye al mundo entero a obedecerle. Luego el verso 12 declara: Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían.

Se instruye al mundo entero a obedecer al Hijo. Honrar al hijo significa “rendirle homenaje”. Luego Él instruye a todos a confiar en Él; y los que confiarán en el Hijo de Dios son los que serán salvados por Dios. El Salmo 2 enseña claramente que hay un Hijo de Dios.

b. Proverbios 30:4

El segundo pasaje que enseña el mismo punto es Proverbios 30:4, donde el escritor hace una serie de preguntas. Las cuatro primeras son preguntas retóricas ya que la respuesta es obvia. Las primeras preguntas son: ¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?

La respuesta a estas primeras cuatro preguntas es obvia: Fue Dios. Todas las cuatro interrogantes preguntan quién es el responsable de crear y formar el universo. Obviamente, la respuesta es Dios en cada caso; Dios es el responsable de todas estas cuatro cosas.

Luego viene la quinta pregunta, que es: ¿Cuál es su nombre?

Su nombre a lo largo del Antiguo Testamento es las 4 letras hebreas que corresponden a las letras españolas YHVH. Su nombre es YHVH, traducido con frecuencia como “Jehová” o “Señor”.

Luego viene la sexta pregunta: ¿Y cuál es el nombre de su hijo, si sabes?

Ésta es la parte capciosa de este verso. Enseña que Dios tiene un Hijo; pero, en ese momento de la historia, Su nombre no había sido revelado aún. Los diversos nombres del Mesías son revelados después en los Profetas, que están más allá de la época cuando el Libro de Proverbios fue escrito.

10. El concepto del Dios-Hombre

La décima línea de evidencia de la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el hecho de que el Antiguo Testamento también enseña el concepto de un Dios-Hombre. Esto se observa en varios ejemplos.

a. Génesis 4:1

Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.

En el primer ejemplo, Eva llamó a su hijo Caín porque: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. En realidad, la frase, por voluntad de no está en el texto hebreo. Literalmente, la última línea de Génesis 4:1 se lee: He adquirido un varón: Jehová. En otras palabras, Eva pensó que el hijo que acababa de tener era Dios mismo. Muestra cómo entendió Eva Génesis 3:15, donde Dios prometió al Mesías por primera vez: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Ésta es la primera profecía mesiánica, la que explicaba con detalles que el Mesías nacería de la simiente de la mujer. Lo que eso enseñó claramente es que el Mesías iba a ser humano. Él iba a provenir de la humanidad: de la simiente de la mujer. A la misma vez, Eva también entendió que, para que este fuera el Redentor, para que este hombre fuera capaz de salvarla de sus pecados, Él también tendría que ser Dios. Cuando dio a luz a su primer hijo, ella pensó que Caín era el cumplimiento de Génesis 3:15, así que ella dijo: “He adquirido un varón: Jehová”. Su teología estaba absolutamente correcta; el Mesías iba a ser tanto Dios como hombre. Ella no estaba errada en su teología, su error estaba en la aplicación de ella; ella pensó que Caín era el cumplimiento de esa promesa en Génesis 3:15. Debe observarse que con el primer nacimiento humano ya existía la comprensión de que el Mesías sería tanto Dios como hombre; de esta forma, el concepto del Dios-Hombre surge tan temprano como Génesis 4:1.

b. Isaías 9:6-7

Otro ejemplo es el famoso pasaje en Isaías 9:6-7. La primera parte del verso 6 habla de un niño judío nacido en el mundo judío: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado.

Un niño iba a nacer en el mundo judío y es Su humanidad la que está siendo acentuada. Pero, en la segunda parte del verso 6, se le da cuatro nombres, tres de los cuales sólo pueden aplicarse a Dios. Primero es llamado Admirable Consejero. La palabra “admirable” en español se usa para Dios y para el hombre. Hablamos acerca de que Dios es admirable y hablamos acerca de que nuestra esposa es admirable. Pero en la Biblia hebrea, existen ciertas palabras que se usan sólo para Dios. La palabra hebrea para Admirable es pele, y es una de esas palabras usadas exclusivamente para Dios. Mientras que en español, el nombre Admirable Consejero no exige deidad, en hebreo definitivamente sí lo hace. El segundo nombre del niño es Dios Fuerte. Éste es claramente un título de divinidad y deidad. El tercer nombre es Padre Eterno, o más literalmente, “el Padre de la Eternidad” o “Quien controla la eternidad”. Su cuarto nombre es Príncipe de Paz. Ése es el único de los cuatro nombres que puede usarse para Dios y para el hombre. Tres de Sus cuatro nombres son nombres que en verdad son sólo de Dios. La primera parte del verso enfatiza Su humanidad; la segunda parte enfatiza Su deidad; y, una vez más, el concepto es el del Dios-Hombre.

c. Jeremías 23:5-6

Un tercer ejemplo del concepto del Dios-Hombre se encuentra en Jeremías 23:5-6. El verso 5 habla de un descendiente de David, sentado sobre el trono de David; aquí, se acentúa Su humanidad. Pero después, en el verso 6, Su nombre es: Jehová, justicia nuestra. El ser humano del verso 5 que se sienta sobre el trono de David tiene el nombre personal de Dios en el verso 6; y, de nuevo, el nombre de Dios muestra Su deidad. Así pues, el verso 5 enfatiza Su humanidad y el verso 6 enfatiza Su deidad; y, una vez más, observamos el concepto del Dios-Hombre.

d. Zacarías 13:7

Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos.

En el cuarto ejemplo, algunas traducciones tienen “que me acompaña” en lugar de “mi compañero”. La palabra hebrea traducida como compañero o socio es una palabra que literalmente significa “mi igual”. De esta forma, el verso literalmente se lee: “Despierta, oh espada, contra mi pastor, y contra el hombre (enfatizando Su humanidad), que es mi igual, dice Jehová de los ejércitos”. Este hombre es igual a Dios, y el que es igual a Dios debe ser Dios mismo. Por una parte, se acentúa Su humanidad: Despierta, oh espada, contra mi pastor y contra el hombre; y luego se acentúa Su deidad “que es mi igual”.

Estos son cuatros ejemplos donde el Antiguo Testamento enseña claramente el concepto de un Dios-Hombre.

11. El Espíritu Santo

La undécima línea de evidencia con respecto a la pluralidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es la aparición frecuente del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es visto algunas veces como Dios y algunas veces es visto como una Persona dentro de la Deidad. Sus muchas apariciones en el Antiguo Testamento también son evidencia de la pluralidad de la Deidad. Un ejemplo es Génesis 1:2, donde es el Espíritu de Dios quien estaba empollando o cerniéndose como una mamá gallina sobre la oscuridad del abismo, así pues, El Espíritu Santo estuvo involucrado en la Creación; y la Creación es una obra de Dios. En Éxodo 31:3, el Espíritu Santo es llamado Dios. En Job 26:13, el Espíritu Santo está involucrado en la Creación. En Salmo 51:11, se le da el nombre de santo Espíritu. Salmo 139:7 enseña que el Espíritu Santo es omnipresente. Y, en Isaías 11:2, el Espíritu es llamado el Espíritu de Jehová.

B. La Pluralidad de la Deidad en el Nuevo Testamento

En la segunda categoría, la pluralidad de la Deidad también se enseña en el Nuevo Testamento en que más de una Persona es llamada Dios. Por ejemplo, el Padre es llamado Dios (Jn. 6:27; Gál. 1:1, 3). En segundo lugar, el Hijo es llamado Dios (Jn. 1:1; Ro. 9:5; Tito 2:13; 1 Jn. 5:20). En tercer lugar, el Espíritu Santo también es llamado Dios en Hechos 5:3-9, donde el mentir al Espíritu Santo es lo mismo que mentirle a Dios, y en 2 Corintios 3:17.

Sumario: A lo largo de la Biblia, las Escrituras enseñan claramente que existe pluralidad en la Deidad; la Deidad consiste de más de una persona.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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