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viernes, 2 de junio de 2017

50 Razones por las que Estamos Viviendo en los Tiempos del Fin — Parte 2



1) Las Señales de la Naturaleza


“…y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo” (Lucas 21:11).

Esta categoría de señales siempre ha sido la menos respetada, incluso entre los creyentes. Su sola mención generalmente evoca una burla, acompañada por las palabras, “Vamos, ¿qué es lo nuevo? Siempre ha habido terremotos, tornados y huracanes”. Pero aquellos que tienen esta actitud olvidan que Jesús dijo que las señales serían como “dolores de parto” (Mateo 24:8). Eso significa que aumentarán en frecuencia e intensidad a medida que nos acerquemos al regreso del Señor. En otras palabras, habrá desastres naturales más frecuentes y más intensos.

Y eso es exactamente lo que ha estado pasando. Por ejemplo, entre octubre de 1991 y noviembre de 2004 — un período de 13 años — los Estados Unidos experimentaron:

9 de los 10 mayores desastres naturales de seguros en la historia.
9 de los 10 más grandes desastres, según los costos de ayuda de FEMA
5 de sus más costosos huracanes en la historia
3 de sus 4 enjambres de tornados más grandes en la historia.

¡Y tenga en cuenta que estas estadísticas fueron compiladas antes del desastre del Huracán Katrina en agosto de 2005!

2) Las Señales de la Sociedad 


“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios…” (2 Timoteo 3:1-4)

¡Este pasaje suena como un típico noticiero nocturno de hoy en día! Observe las tres cosas que dice que la gente amará en los tiempos del fin: a sí mismos, al dinero, y al placer. 

El amor de uno mismo es el Humanismo — la creencia de que el hombre puede lograr cualquier cosa por su cuenta —. El amor al dinero es el Materialismo. Cuando el Humanismo es tu religión, tu dios siempre será el dinero. El amor del placer es el tercer amor que es mencionado. Éste es el Hedonismo, el estilo de vida que siempre es producido por el Humanismo y el Materialismo.

Pero Dios no puede ser burlado (Gálatas 6:7). Por lo tanto, Él se asegura de que, cuando la gente elige el Humanismo, el Materialismo y el Hedonismo, la paga sea siempre el Nihilismo — que es una sofisticada palabra filosófica para la desesperación —.

¿Necesito enfatizar que nuestro mundo está sumido en desesperación hoy? Vivimos en una sociedad plagada por el aborto, la homosexualidad, la violencia doméstica, el abuso de menores, la blasfemia, la pornografía, el alcoholismo, el abuso de drogas y los juegos de azar.

Al igual que los días de los Jueces en el Antiguo Testamento, la gente está haciendo lo que es correcto en sus propios ojos, y el resultado es que la gente está llamando a lo malo bueno y a lo bueno malo (Isaías 5:20).

3) Las Señales Espirituales


Hay más señales en esta categoría que en cualquier otra. Muchas son de naturaleza mala, pero también hay  algunas muy positivas. En cuanto a las señales negativas, un pasaje típico es el siguiente que se halla en 2 Timoteo 4:3-4:

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán [cristianos profesantes] la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.

Algunas de las señales espirituales negativas que están específicamente profetizadas incluyen las siguientes: falsos cristos, grupos sectarios, herejías, apostasía, escepticismo, engaño, ocultismo y persecución.

La que Jesús mencionó más frecuentemente fue falsos cristos y sus grupos sectarios (Mateo 24:5, 11, 24). Y, en cumplimiento de estas profecías, hemos experimentado una explosión de cultos desde 1850.

Pero, alabado sea Dios, se nos dice que habrá algunas señales espirituales muy positivas en los tiempos del fin. La más importante que está profetizada en muchos lugares es un gran derramamiento del Espíritu Santo (Joel 2:28-29).

Este derramamiento comenzó en los albores del siglo XX, y demostró ser una de las más grandes sorpresas espirituales — y bendiciones — del siglo. Verá, cuando ese siglo comenzó, el punto de vista predominante entre católicos y protestantes con respecto al Espíritu Santo era el Cesacionismo. Este punto de vista sostenía que los dones del Espíritu cesaron cuando el último apóstol murió. En efecto, era una creencia que el Espíritu Santo se había retirado en el Primer Siglo. 

El siglo XX apenas había comenzado cuando un avivamiento del Espíritu Santo estalló en una pequeña universidad bíblica en Topeka, Kansas en 1901. Tres años más tarde, un avivamiento similar del Espíritu Santo barrió Gales y comenzó a extenderse por todo el mundo. Luego, en 1906, el Espíritu cayó con gran poder en un humilde predicador negro en Los Ángeles llamado William J. Seymour. El Avivamiento de la Calle Azuza, como vino a ser llamado, continuó por cuatro años y dio nacimiento al Movimiento Pentecostal.

La Biblia profetiza dos grandes derramamientos del Espíritu y los representa simbólicamente como las “lluvias temprana y tardía” (Joel 2:23), basadas en las dos estaciones lluviosas de Israel. La lluvia temprana ocurrió en Pentecostés en el Primer Siglo, cuando la Iglesia fue establecida. La lluvia tardía fue profetizada a ocurrir después de que el pueblo judío hubiera sido restablecido en su patria (Joel 2:18-26).

La lluvia tardía comenzó con el Movimiento Pentecostal, mientras Dios comenzaba a reunir a los judíos en su patria, bajo el liderazgo visionario de Theodore Herzl. Pero la lluvia no se convirtió en un aguacero, sino hasta después del  restablecimiento del Estado de Israel en mayo de 1948, tal como lo profetizó Joel.

Primero vino la unción del ministerio de Billy Graham en 1949, seguido por el Movimiento Carismático de la década de 1960. Hoy en día, la mayoría del cristianismo, ya sea pentecostal, carismático, o tradicional, reconoce plenamente que el ministerio del Espíritu Santo está activo en la adoración guiada por el Espíritu, la validez continua de los dones espirituales, la realidad de la guerra espiritual, y la importancia de una vida llena del Espíritu para ganar esa guerra.

Además del redescubrimiento del Espíritu Santo, hay otras profecías espirituales positivas siendo cumplidas hoy — como la predicación del Evangelio en todo el mundo (Mateo 24:14), el avivamiento de la alabanza y adoración davídica (Amós 9:11), y la aparición del judaísmo mesiánico (Romanos 9:27).

Otra señal positiva notable es la comprensión de la Profecía Bíblica. Verá, los profetas hebreos a menudo no entendieron las profecías del tiempo del fin que el Señor les dio. Un buen ejemplo puede encontrarse en Daniel 12:8-9, donde el profeta se queja al Señor de que no entiende las profecías que se le han confiado. La respuesta del Señor fue, “No te preocupes por ello. Sólo escribe las profecías. Han sido selladas hasta los tiempos del fin”.

En otras palabras, la Biblia enseña que muchas de las profecías del tiempo del fin no serán entendidas hasta que llegue el momento para que se cumplan. Y eso es exactamente lo que ha estado pasando en los últimos 100 años. Acontecimientos históricos e inventos científicos están haciendo posible ahora que entendamos profecías del tiempo del fin que nunca antes habían sido entendidas.

Tome a Israel como ejemplo. Toda la profecía del tiempo del fin gira alrededor de la nación de Israel. Pero, ¿cómo podían esas profecías ser entendidas mientras Israel no existiera y no hubiera posibilidad de que la nación volviera a existir?


Ésta es la razón por la que el libro de Hal Lindsey, La Agonía del Gran Planeta Tierra, se convirtió en un éxito de ventas fenomenal en la década de 1970. Por primera vez, éste explicaba los eventos profetizados en el libro de Apocalipsis en términos naturales que la gente podía entender fácilmente. 

En el tercer segmento de nuestro estudio, veremos las 3 últimas categorías de las señales proféticas. 

Artículos relacionados:

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»» La Importancia de la Profecía Bíblica (pdf)

Traducido por Donald Dolmus

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