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miércoles, 10 de mayo de 2017

¿Es la Iglesia el Reino?

¿Representa la Iglesia la expresión completa del reino de Dios?




Consideremos en detalle la afirmación de los amilenialistas de que la Iglesia es el reino y que no hay ningún otro reino prometido para el futuro, ciertamente no un reino milenario cuando Jesús reinará sobre toda la tierra desde el trono de David en Jerusalén.

El argumento amilenialista generalmente se expresa de la siguiente forma: “El Señor no va a regresar a establecer un reino aquí en la tierra, porque el reino fue establecido en el Primer Siglo en la forma de la Iglesia, y ése es el único reino que alguna vez existirá en la tierra”.

Conozco bien este argumento porque crecí en una iglesia que lo enseñaba. Éramos tan dogmáticos acerca de él que nos negábamos a orar “El Padrenuestro”, debido a que contenía la frase, “Venga tu reino a la tierra, así como en el Cielo”. Nuestra posición era que el reino ya había venido en la forma de la Iglesia y, por lo tanto, tal oración era irrelevante, puesto que ya se había cumplido.

Este argumento de que “la Iglesia es el reino y, por lo tanto, no existe un reino futuro” es el argumento fundamental de la mayoría de los amilenialistas. Generalmente, es acompañado con aseveraciones absurdas de que “los premilenialistas degradan la importancia de la Iglesia”, o que “los premilenialistas creen que Jesús falló en Su misión de establecer el reino”.

Un Argumento Irrelevante

Todo esto es realmente ridículo, debido a que el argumento de que el reino es la Iglesia ignora completamente el punto del Premilenialismo. Soy un premilenialista y no niego que la Iglesia es la manifestación actual del reino de Dios sobre la tierra.

Permítame decir eso de otra manera: Estoy de acuerdo en que la Iglesia es el reino de Dios sobre la tierra hoy. A pesar de toda la propaganda al contrario, hay muchos premilenialistas que no niegan que Jesús está actualmente reinando en gloria sobre Su reino, la Iglesia. Es cierto que hay algunos premilenialistas, conocidos como dispensacionalistas, que hacen una distinción entre el reino y la Iglesia. Pero su punto de vista no es representativo de todos los premilenialistas.

Diversidad entre los Premilenialistas

La cuestión a tenerse en mente aquí es que hay premilenialistas y hay premilenialistas. En otras palabras, el Premilenialismo no es una doctrina monolítica. Todos los premilenialistas creen que Jesús va a regresar a esta tierra para establecer un reino, pero más allá de esa creencia básica, ellos difieren ampliamente.

De forma similar, todos los cristianos creen que Jesús es el Señor, pero más allá de esa creencia básica, no concuerdan en muchas cosas. Atacar la validez del Premilenalismo afirmando que los premilenialistas están equivocados porque creen que la Iglesia no es el reino es equivalente a atacar la validez del cristianismo afirmando que los cristianos están equivocados porque ¡creen en la infabilidad del Papa!

Soy un cristiano, pero no creo en la infabilidad del Papa. Soy un premilenialista, pero no creo en la doctrina de que la Iglesia y el reino son dos entidades distintas. Pero algunas veces simplemente no hay forma de ganar este punto. Digo esto porque cuando me esfuerzo enormemente para enfatizar que no todos los premilenialistas creemos en las mismas cosas, ¡a menudo soy confrontado con el argumento que el desacuerdo que existe entre los premilenialistas es prueba positiva de que el Premilenialismo está equivocado!

La falacia de este tipo de pensamiento puede ilustrarse decisivamente señalando que el mismo argumento podría ser aplicado al cristianismo en su conjunto — es decir, ¡el cristianismo es inválido debido a que los cristianos no están de acuerdo! —. Esto, por supuesto, es pura tontería.

También debería tenerse en cuenta, también, que los amilenialistas discrepan fuertemente el uno con el otro. Algunos espiritualizan completamente el reino, mientras que otros los materializan en la Iglesia. Algunos niegan que alguna vez existirá un Milenio de cualquier clase; otros argumentan que hemos estado en un Milenio espiritual desde la Cruz. Algunos toman la posición de que el libro de Apocalipsis fue cumplido en el Primer Siglo en el derramamiento de la ira de Dios sobre los judíos. Otros afirman que el libro es una profecía acerca de la lucha entre la Iglesia y el Imperio Romano. Otros argumentan que el libro es una profecía acerca de una batalla entre los católicos y los protestantes. Y aun otros idealizan el libro hasta el punto de sostener que no representa nada, excepto el conflicto actual entre las fuerzas del bien y del mal. Incluso hay amilenialistas que creen que nuestra morada eterna será una tierra nueva, mientras que la mayoría negarían esto con vehemencia, argumentando en cambio que pasaremos la eternidad en un mundo espiritual etéreo.

El Argumento Amilenial

Hay cuatro argumentos básicos que los amilenialistas usan para justificar su afirmación que el reino fue establecido en el Siglo I en la forma de la Iglesia, y que la Iglesia es el único reino que Cristo tendrá en esta tierra:

1. Apuntan a pasajes como Hechos 2:29-31 para establecer el hecho que Jesús está reinando actualmente.

2. Se refieren a escrituras como Mateo 10:7 para ilustrar que Jesús enseñó que el reino estaba “cerca” o “a la mano”.

3. Usan Mateo 16:18-19 para demostrar que Jesús usó las palabras “iglesia” y “reino” indistintamente.

4. Utilizan escrituras como Hebreos 12:28 y Apocalipsis 1:9 para enfatizar que el reino es una realidad presente.

La Diversidad del Concepto del Reino

Todo lo que puedo decir en respuesta a estas referencias escriturales es “Amén”. Estoy de acuerdo en que demuestran que la Iglesia es la manifestación actual del reino de Dios en el mundo. Pero decir que el reino es la Iglesia no es lo mismo que decir que el reino es sólo la Iglesia.

La Escrituras enseñan claramente que la Iglesia es el reino. No enseñan que el reino es sólo la Iglesia. Considere estas referencias al reino en las Escrituras:

1. El reino es identificado con la creación misma, ya que Dios es soberano sobre la creación. Vea Salmo 93:1-2 y 1 Crónicas 29:11.

2. El reino es expresado en la nación de Israel. Vea Éxodo 19:6 y 1 Samuel 8:7.

3. El reino es igualado con la Iglesia. Vea Colosenses 1:13 y Apocalipsis 1:9.

4. El reino es visto como algo más que la Iglesia, aún por venir en el futuro. Vea Mateo 8:11; Lucas 22:28-30; Hechos 14:22; 1 Corintios 6:9 y 2 Pedro 1:11.

5. El reino es aún futuro, que tomará la forma de un reinado de Cristo y de Sus santos sobre la tierra. Vea Daniel 7:18,27; 2 Timoteo 2:12; Apocalipsis 3:21 y Apocalipsis 20:6.

6. El reino es aún futuro, que finalmente tomará la forma de un reinado de Dios sobre los redimidos sobre una tierra nueva. Vea 1 Corintios 15:24-28 y Apocalipsis 21:1-4.

La Unidad del Concepto de Reino

Creo que estas escrituras enseñan que Dios siempre ha tenido un reino sobre esta tierra, pero ha sido manifestado en diferentes maneras. El reino originalmente estuvo expresado en la creación misma, en su perfecta obediencia a la voluntad de Dios. Con la corrupción de la creación a través del pecado del hombre, el reino estuvo expresado en las vidas de los Patriarcas quienes, como Job, respondieron obedientemente en fe a la voluntad de Dios. El reino llegó a estar centrado en una manera más tangible después del llamado de Abraham y la aparición de la nación de Israel. Desde Pentecostés, el reino ha estado expresado en la Iglesia. Pero la Biblia promete expresiones diferentes del reino en el futuro — primero, en la forma de un gobierno de Jesús sobre esta tierra por mil años y, en segundo lugar, en la forma de un gobierno eterno de Dios sobre una tierra nueva —.

Observe que la progresión aquí es circular y expansiva. Es circular en que comienza y termina con el reinado de Dios sobre una creación que está en perfecta sumisión. Es expansiva en que después de la Caída, se expande constantemente en alcance, de unos pocos Patriarcas y sus familias, a la nación de Israel, a la Iglesia y, finalmente, a todas las naciones del mundo.

El reino es, pues, pasado, presente y futuro. Está expresado actualmente en la Iglesia, pero es como una rosa en el capullo, aún por florecer en su esplendor total. El reino siempre ha estado viniendo y seguirá viniendo hasta que la voluntad de Dios se haga perfectamente. Incluso durante el reinado milenario de Jesús, el reino estará viniendo, ya que la Biblia enseña que la rebelión estará acechando en los corazones de los hombres.

La consumación del reino no vendrá hasta que todos los enemigos de Dios hayan sido sometidos. Eso ocurrirá al final del reinado milenario de Jesús (Apocalipsis 20:7-15), momento en el cual Él entregará el dominio a Su Padre, y Dios mismo reinará eternamente sobre una creación redimida (Romanos 8:18-23 y 1 Corintios 15:24-28).

Jesús y el Reino

Este concepto del desarrollo progresivo del reino fue enseñado por Jesús en la parábola en la que comparó el reino de Dios con el crecimiento del grano, declarando “la tierra produce frutos por sí misma; primero la hierba, luego la espiga, después grano lleno en la espiga” (Marcos 4:26-29).

Jesús expresó claramente Su creencia en un reino judío literal y futuro aquí en la tierra al momento de Su Ascensión. Mientras se encontraba con Sus discípulos en el Monte de los Olivos, le preguntaron, “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Él respondió, “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en Su sola potestad” (Hechos 1:7). Observe, Jesús no reprendió a Sus discípulos diciéndoles que el reino iba a ser un reino espiritual llamado la Iglesia y no un reino judío aquí en la tierra. Más bien, simplemente les dijo que no era la voluntad de Dios revelarles cuándo sería establecido el reino judío.

Jesús también expresó la llegada progresiva del reino en la oración que enseñó a Sus discípulos a orar cuando dijo: “Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Ésta es una clara expresión de paralelismo hebreo, una forma poética en la que la primera declaración es refinada y definida por la segunda. De esta forma, orar, “Venga Tu reino”, es orar, “Hágase Tu voluntad en la tierra, así como en el cielo”. Ciertamente no hemos alcanzado esa meta durante la Era de la Iglesia actual.

La verdad máxima acerca del concepto del reino es que Jesús mismo fue la encarnación de todo lo que el concepto representa, porque Él obedeció perfectamente a Dios en todas las cosas (Hebreos 5:8-9).

Respondiendo la Pregunta

¿Es la Iglesia el reino? Sí y no. Sí,  es el reino del Señor en el mundo hoy. No, no es la expresión completa del reino. El reino es presente y aún sigue viniendo. Oremos por su expresión más gloriosa, al unirnos al apóstol Juan en su oración: “Amén, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20).

“Entonces el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán” (Daniel 7:27).

Para mayor información acerca de este tema, visite nuestra sección:
Premilenialismo

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Is the Church the Kingdom?

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