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miércoles, 27 de agosto de 2008

Inminencia

Inminencia

El Rapto de la Iglesia es un evento inminente

Por Todd Strandberg

Traducido por Donald Dolmus Jr.


¿Qué es Inminencia?

Investigando un poco acerca de la doctrina de la Inminencia, he notado que pocas personas se toman el tiempo para definir realmente lo que significa Inminencia Profética. Primero, veamos la definición general de la palabra clave “inminente”: “La calidad o condición de estar a punto de ocurrir”.

Inminencia, relacionada con profecía bíblica, simplemente quiere decir que el retorno de Jesucristo por la Iglesia, puede ocurrir en cualquier momento. Ningunas señales de advertencia indicarán un conteo regresivo de corto plazo. Como cristianos debemos permanecer alertas 24 horas al día, 7 días a la semana.

Si una esposa sabe que su esposo llega a casa del trabajo después de las 4:00 PM, ella sabe que empezando a las 4:00 PM su llegada es inminente. Si la mujer sabe que su esposo debe trabajar horas extras, entonces la inminencia de su retorno a las 4:00 PM está en duda.

La única forma para que el Rapto sea verdaderamente inminente es hacer que ocurra antes de la Tribulación. Si la Iglesia requiriera esperar hasta después de la ocurrencia de ciertos eventos, entonces no habría doctrina de inminencia.

El abuelito de las pruebas

El enfoque del Rapto pretribulacionista es el único que permite que el rapto sea inminente en su ocurrencia. Todos los otros puntos de vista requieren que se lleven a cabo un número de ocurrencias proféticas antes de que el Rapto sea declarado inminente. Para que estés esperando el retorno inminente de Cristo, tienes que creer en un Rapto antes de la Tribulación.

Jesús dijo en varias ocasiones que Su retorno por la Iglesia sería una sorpresa. El Señor incluso fue más allá de eso al decir que regresaría “como un ladrón”, cuando generalmente los creyentes no estarán esperando que Él venga por ellos.

“Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre” (Mateo 24:36)

“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casas para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así”.
(Mateo 24:42-46 RV)

“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la orean que el Hijo del Hombre ha de venir”.
(Mateo 25:13)

“Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”.
(Hechos 1:7)

Debido a que no tenemos ninguna manera de refutar el hecho de que no sabemos el momento del regreso de nuestro Señor, la Tribulación es una barrera al Rapto. No es de extrañar que John Walvoord llamara a la inminencia “el corazón del pretribulacionismo”.

Este tipo de lenguaje de “en cualquier momento”, no cabe en un Rapto post tribulacionista. Si Jesús estuviera impedido de volver hasta después de la batalla de Magog, el ascenso del Anticristo y la Marca de la Bestia, no tendríamos ninguna necesidad de esperar por Él antes de la Tribulación.

Si la Iglesia estuviera requerida de pasar los siete años de la Tribulación, usted esperaría que los escritores del Nuevo Testamento nos hubieran advertido para tiempos difíciles. Por el contrario, los escritores del Nuevo Testamento le dicen repetidamente a la Iglesia que sea consolada por la “venida del Señor (1 Tes. 4:18) La sola palabra “consuelo” implica fuertemente que el Rapto ocurrirá antes de la Tribulación.

Algunos individuos que están en contra de la inminencia, tratan de solucionar el problema que tienen con la ocurrencia del Rapto en cualquier momento, al definir que simplemente está indicando que Cristo regresará pronto. La velocidad del advenimiento de Cristo no es el asunto. Si es necesario que un evento ocurra antes de que el Señor pueda regresar, entonces no hay necesidad de permanecer vigilante.

Si una persona lograra atravesar la Tribulación hasta el punto en el cual los mid-tribulacionistas, pre-ira y post tribulacionistas esperan que ocurra el Rapto, entonces sería posible que el Rapto sea clasificado como “inminente”. Sin embargo, una vez que usted resuelve el problema de la inminencia, crea otro concerniente a las restricciones contra saber el tiempo del Rapto.

Debido a que la duración de la Tribulación ya es conocida, los post tribulacionistas son los que la tienen más difícil al lidiar con el tiempo del Rapto. Algunos de ellos han intentado sugerir que los creyentes que logren atravesar la Tribulación perderán lentamente el rastro de la cercanía de la segunda venida de Cristo.

Si un cristiano ha sido lo bastante afortunado como para sobrevivir una serie de calamidades apocalípticas y eludir a la policía secreta del Anticristo por al menos 3 años y medio, no puedo imaginar que él sea inconsciente de la cercanía del retorno del Señor en la marca de 7 años. Si estuviera reducido al punto de tener que esconderme en un bosque y buscar en las cortezas muertas de los árboles para encontrar escarabajos y larvas para sustentarme, estoy seguro que cada uno de mis pensamientos estaría enfocado en el regreso del Señor.

Maranatha

Uno de los casos más fuertes que uno puede hacer a favor de que la Iglesia Primitiva esperara un retorno inminente de Cristo es notando su uso de la palabra maranatha, la cual fue usada como un saludo en esos días. Cuando los creyentes se reunían o se iban, no decían “hola” o “adiós”, ellos dirían “Maranatha”.

He encontrado algunos escritos que dicen que Maranatha es Hebreo y Griego, pero en realidad es una expresión aramea. De hecho, está conformada de 3 palabras arameas: Mar, la cual significa “Señor”; ana, que significa “nuestro”; y tha, que quiere decir “venir”.

Así que cuando usted las pone juntas, maranatha quiere decir “Señor Nuestro, ven”. Esto transmite perfectamente el concepto de que el Señor puede venir en cualquier momento. Maranatha es usada una vez en la Biblia por Pablo como parte de una maldición. En 1 Cor. 16:22, Pablo dice, “El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene” (Maranatha) La palabra anatema significa “excluido”, así que lo que Pablo estaba diciendo era, “Que sea excluido de la venida de nuestro Señor”.

Lo interesante acerca de Maranatha es que viene en la forma de una petición. Cuando un cristiano en la Iglesia Primitiva hacía esta declaración, realmente le estaba pidiendo al Señor que viniera. Esto implica obviamente la creencia de que era posible que Jesús contestara la súplica.

Si los miembros de la Iglesia del primer siglo hubieran creído que ciertos eventos necesitaban ocurrir antes de que el Salvador pudiera regresar, habrían sido tontos de saludarse unos a otros con “maranatha”. Ellos vivieron hace casi 2000 años y aun así parecen haber tenido un conocimiento más profundo acerca de la inminencia que muchos cristianos de hoy.

El registro histórico

Muchos de los escritores contemporáneos que atacan la inminencia tratan de promover la idea de que esta doctrina fue soñada recientemente por hombres que eran ignorantes del verdadero significado de la Escritura.

Un detractor declara, “Esta agitación (inminencia) continúa sobreviviendo hasta el día de hoy debido a modernas ideas erróneas acerca del propósito de estos eventos proféticos y el marco de tiempo para su ocurrencia”.

Los creyentes en el Rapto post tribulacional son los más expresivos en su declaración de que los conceptos de inminencia y el Rapto pre tribulacional datan sólo de los recientes 1800’s. Por muchos años, sus alegatos no fueron contestados, pero recientemente un número de hombres han sacudido el polvo de viejos manuscritos y han encontrado varios padres de la Iglesia Primitiva que claramente esperaban por un retorno inminente del Señor Jesús.

“Todos los santos y elegidos de Dios son reunidos juntos antes de la tribulación, la cual viene, y son llevados al Señor, para que no puedan ver en ningún momento la confusión que abruma al mundo por causa de nuestros pecados. [Pseudo- Ephraem (374-627 EC)]

La Primera Epístola de Clemente, 23 (escrita alrededor del 96 EC por Clemente, un líder prominente de la iglesia en Roma quien conocía personalmente a algunos de los apóstoles y fuera probablemente el Clemente referido en Fil. 4:3) “De cierto, pronto y súbitamente Su voluntad será cumplida, como testifica también la Escritura, diciendo: ‘rápidamente Él vendrá y no tardará’ ”.

Tan prematuro como en los 70 – 80 EC, la Didaché, capítulo 16, sección 1 dice: “Sean vigilantes por sus vidas, no dejen que sus lámparas se extingan, o que sus lomos se desnuden, pero estén preparados, porque no saben la hora en la cual nuestro Señor vendrá”.

“¡Pero qué espectáculo es el advenimiento rápido de nuestro Señor, ahora poseído por todos, ahora exaltado altamente, ahora Uno triunfante! (Tertuliano 155 – 245 EC)

Juan Calvino, el reformador de Ginebra durante los 1500’s y fundador de la Iglesia Presbiteriana, hizo las siguientes declaraciones en algunos de sus comentarios en libros de la Biblia: “Estén preparados para esperarlo cada día o mejor a cada momento”. “Dado que Él ha prometido que regresará a nosotros, debemos mantenernos preparados a cada momento para recibirle”. “Hoy debemos estar alertas para asirnos al retorno inminente de Cristo”. Comentando acerca del “pasaje del Rapto” en 1 Tesalonicenses 4, Calvino dijo que Pablo “pretende con esto animar a los Tesalonicenses a esperarlo, todavía más, mantener a todos los creyentes en suspensos, para que no puedan prometerse a sí mismo alguna hora en particular… que los creyentes puedan estar preparados en todo tiempo”.

La Confesión de Westminster, escrita por los puritanos de Inglaterra durante los años 1600’s, declaró que los hombres deberían “sacudirse toda seguridad carnal y estar siempre vigilantes, porque no saben a qué hora vendrá el Señor”.

No soy muy fanático de confiar en lo que los eruditos escriben acerca de la Biblia. Estoy de acuerdo con las citas que usé, pero en realidad no necesito que un montón de individuos muertos me diga lo que es verdad. Tengo cerca de una docena de copias del Buen Libro alrededor de la casa y tengo la habilidad de leer y entender cada una de ellas por mí mismo.

La Historia ha demostrado que la humanidad es una guía bíblica terrible. La apostasía que barrió la iglesia causó la carencia de comentario profético desde cerca de 450 EC hasta los años 1600. Las personas dejaron de pensar por ellas mismas. Su interpretación de la Biblia se convirtió en lo que la iglesia institucional les daba a tragar.

El Premilenialismo desapareció en gran parte después de que fuera condenado como herético por el Concilio de Éfeso en el 431 EC. No fue hasta el movimiento de reforma del antiguo siglo decimoséptimo que vemos un retorno en el número de las declaraciones que reflejan el punto de vista pretribulacional.

Escrituras en abundancia

Un sinnúmero de Escrituras indica que la Iglesia debe esperar un retorno inminente de su Señor. Los oponentes de la inminencia tratan constantemente de escoger por aparte cada referencia individual, pero ellos deberían mirar el gran cuadro. Un número abrumador de versos en la Biblia apoyan la inminencia.

He podido localizar fácilmente 22 pasajes que implican que la venida de Cristo sigue siendo un acontecimiento inminente. Todo lo que usted realmente necesita es un versículo para probar un punto, pero el peso de la evidencia debe hacer que incluso los enemigos más duros de la inminencia reconsideren su postura.

Dudo seriamente que cualquier erudito o laico pueda encontrar 22 pasajes de la Escritura que indiquen claramente que la Tribulación o el reinado del Anticristo sean los próximos eventos inminentes que la Iglesia deba enfrentar.

Mt. 24:36
Mt. 25:1-6
Mr. 13:33-37
Ro. 13:11, 12
Ro. 16:20
1 Co. 1:7
Fil. 3:20
Fil. 4:5
1 Tes. 1:10
1 Tes. 5:6
1 Ti. 6:14
Tito 2:13
He. 9:28
He. 10:24, 25
He. 10:37
Santiago 5:7-9
1 Pe. 1:13
1 Pe. 4:7
Judas 21
Ap. 3:11
Ap. 22:7
Ap. 22:20


Tomado de www.raptureready.com
Artículo: Imminency, the Rapture of the Church is an imminent event












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