viernes, 12 de enero de 2018

Video: 16 Profecías que Demuestran que Jesús es el Mesías – Parte 7



¿Quién es el que es eterno, que nacerá en Belén Efrata? (Miqueas 5:2). ¿Quién es Jehová, “el que traspasaron", "por quién Jerusalén y toda la nación de Israel algún día llorarán y se lamentarán?” (Zacarías 12:10). 

Vea este programa con John Ankerberg; el Dr. Walter Kaiser, Presidente Emérito del Seminario Conwell Gordon y profesor distinguido del Antiguo Testamento; y el Dr. Darrel Bock, profesor principal de estudios de investigación del Nuevo Testamento del Seminario Teológico de Dallas. 

Vea la parte 1 aquí
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viernes, 5 de enero de 2018

La Ira de Dios: ¿Mito o Realidad? – Parte 2 de 3




El Dios Inmutable

A pesar de la clara enseñanza bíblica de que nuestro Creador es un Dios de amor e ira, nunca dejo de sorprenderme por la cantidad de pastores que encuentro que argumentan que el Dios de ira es el Dios del Antiguo Testamento y no el Dios del Nuevo Testamento. En el proceso, ignoran otra enseñanza clara de la Biblia que se encuentra en Malaquías 3:6, donde Dios, hablando de Sí Mismo, dice, “Porque yo, el SEÑOR, no cambio…”.

El Nuevo Testamento confirma este importante punto en Hebreos 13:8, donde dice, “¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!.

Sin embargo, Jesús siempre parece ser presentado en sermones como el Salvador manso y gentil, que está lleno de gracia y perdón. Esa afirmación es cierta, pero no es el cuadro completo. Jesús fustigó a los fariseos, llamándolos “hipócritas”, “serpientes”, y un “nido de víboras”.

Asimismo, en Sus cartas a las sietes iglesias de Asia Menor, Jesús condenó a la iglesia en Tiatira por tolerar a una falsa profetiza. Exhortó a la iglesia a arrepentirse, y luego les advirtió que, si se negaban a arrepentirse de su inmoralidad, Él arrojaría a los ofensores “sobre un lecho de enfermedad”, y los mataría con pestilencia (Apocalipsis 2:22-23). 

Tipos de Ira

La Biblia revela varios aspectos diferentes de la ira de Dios:
  • Ira Consecuencial — Esto es lo que podría ser llamado “sembrar y cosechar ira”. Es la ira que traemos sobre nosotros mismos cuando cosechamos lo que sembramos mediante la vida pecaminosa.
  • Ira Cataclísmica — Evidenciada en los desastres, ya sean naturales o provocados por el hombre, como los ataques del 11/9. Dios permite éstos como una forma de llamar a la gente y a las naciones al arrepentimiento.
  • Ira de Abandono — La ira exhibida por Dios cuando le da la espalda a una persona o a una sociedad, lo que permite la autodestrucción.
  • Ira Escatológica — La ira de Dios se desatará sobre todo el mundo durante la Gran Tribulación.
  • Ira Eterna — El castigo máximo que Dios infligirá a aquellos que sean consignados al lago de fuego.

La Ira de Abandono

La ira de abandono de Dios es lo que nuestra nación está experimentando hoy. De nuevo, este tipo de ira puede caer tanto sobre un individuo como en una sociedad.


Un ejemplo bíblico de esto en la vida de un individuo puede encontrarse en la historia de Sansón. Aunque Dios lo ungió poderosamente para proteger a Israel de los filisteos, persistió en el pecado sexual hasta el punto de que las Escrituras dicen que “el Señor se apartó de él” (Jueces 16:20). Como resultado, fue capturado por los filisteos y terminó suicidándose.

En el capítulo uno de Romanos, el apóstol Pablo advierte fuertemente sobre la ira de abandono de Dios con respecto a las naciones. Él afirma que, “la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad…” (Romanos 1:18). Luego procede a contar cómo Dios hace esto cuando trata con una nación que está en rebelión contra Él.

Primero, Dios da un paso atrás y baja la cobertura de protección alrededor de la nación, lo que permite que la maldad se multiplique. El resultado es un brote de pecado sexual (Romanos 1:24-25), que es lo que le sucedió a la nación en la década de 1960.

Si la nación se niega a arrepentirse, Dios da un segundo paso atrás y baja la cobertura aun más (Romanos 1:26-27), lo que produce una plaga de homosexualidad. De nuevo, esta nación ha experimentado esta segunda fase desde la década de 1990, pero ganó impulso en 2003, cuando nuestra Corte Suprema anuló todas las leyes contra la sodomía.

Si la nación persiste en su rebelión, Dios dará un tercer paso atrás y abandonará la nación a “una mente reprobada” (Romanos 1:28). Esta depravación se manifestó en esta nación cuando nuestra Corte Suprema sancionó el matrimonio entre personas del mismo sexo en junio de 2015, y nuestro presidente celebró la decisión haciendo que la Casa Blanca se iluminara con los colores del arcoíris del Movimiento de la Perversión Sexual.

La Ira Venidera

La ira escatológica de Dios caerá sobre todo el mundo cuando Jesús regrese (Judas 1:14-15). El pasaje en Apocalipsis que ilustra el regreso de Jesús dice que Él regresará en justicia para “juzgar y hacer guerra” (Apocalipsis 19:11).

La primera vez que Jesús vino, vino en amorosa compasión con ojos llenos de lágrimas. Pero cuando regrese, vendrá en venganza (Apocalipsis 6:12-17), con ojos como llama de fuego (Apocalipsis 19:12). Vendrá a destruir a los enemigos de Dios (Apocalipsis 19:11).

Los presidentes y reyes y primeros ministros del mundo se arrodillarán y clamarán a las rocas y a las montañas para que caigan sobre ellos, así de gran será el terror del Señor (Apocalipsis 6:15-17). Los injustos tropezarán como ciegos, y su sangre será derramada como polvo (Sofonías 1:17).

En la tercera y última parte de esta exploración sobre el carácter de Dios, buscaremos en las Escrituras para saber si los redimidos deben temer que la ira de Dios venga sobre ellos. 

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 
The Wrath of God: Is it a Myth or a Reality?

jueves, 4 de enero de 2018

La Ira de Dios: ¿Mito o Realidad? – Parte 1 de 3


"El Gran Día de Su Ira", (ca. 1853), por el pintor inglés John Martin (1789-1854)


A mediados de la década de 1990, un popular presentador de un programa de radio en una estación secular de Oklahoma City me entrevistó en vivo vía telefónica. Él había visto un artículo que yo había escrito acerca de la responsabilidad financiera de los ministerios cristianos, y le había gustado. 

Comenzó la entrevista dándome amablemente la oportunidad de hablar sin parar durante unos diez minutos acerca de la forma en la que Dios había transformado mi vida y me había llamado al ministerio. Luego pasamos a una discusión de los escándalos que habían sacudido recientemente a la comunidad cristiana en todo el país. 

La Palabra Innombrable

Todo iba bien, hasta que el anfitrión me pidió que resumiera el mensaje fundamental de mi ministerio. Respondí diciendo que Dios me había llamado a proclamar “el pronto regreso de Jesús en ira”.

Antes de que pudiera continuar con mi explicación, el locutor me interrumpió. “¿Qué quiere decir, ‘ira’?”, preguntó.

“Quiero decir que  Jesús va a regresar muy pronto para derramar la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado el amor, la gracia y la misericordia de Dios”.

“¡Su Dios es un Dios monstruo!”, espetó. Luego añadió: “Soy cristiano, ¡y puedo decirle que mi Dios no le haría daño a una pulga!”.

Ése fue el final de la entrevista. Él me colgó. No se me dio la oportunidad de responder a su tergiversación de nuestro Creador. 

El Gran Engaño de Satanás

La respuesta vehemente del presentador de radio a la ira de Dios no me sorprendió. Es característica de cristianos y no cristianos, y la he encontrado muchas veces.

Satanás le ha vendido al mundo una lista de bienes con respecto a la naturaleza de Dios. La mayoría de las personas, tanto cristianas como no cristianas, tienden a ver a Dios como una especie de oso de peluche cósmico. 

Lo ven grande y cálido y suave, lleno de amor y perdón infinitos. Él no podría lastimar a una mosca, y ciertamente no sería tan cruel como para condenar o dañar a cualquier ser creado a Su imagen. El Día del Juicio. Dios simplemente les dará a todos un gran abrazo y un guiño a sus pecados. 

El problema con esta imagen maravillosamente reconfortante es que es una mentira directamente del abismo del infierno.

El Dios Verdadero

Sí, la Biblia enseña que Dios es amoroso, paciente, atento y clemente (Salmo 86:15 y Juan 3:16). Como lo dijo el apóstol Juan, “Dios es amor” (1 Juan 4:8).

Dos de mis pasajes favoritos en la Biblia enfatizan la naturaleza personal amorosa de Dios. Uno fue escrito por el apóstol Pedro. En 1 Pedro 5:6-7, él dice que debemos echar todas nuestras ansiedades sobre Dios, “porque él tiene cuidado de vosotros”. Ése es un pensamiento muy reconfortante.

El otro pasaje que me gusta leer una y otra vez consiste de palabras pronunciadas por el profeta Jeremías en Lamentaciones 3:22-24 (RVA-2015): 

Por la bondad del SEÑOR
es que no somos consumidos, porque nunca decaen
sus misericordias.
Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad.
“El SEÑOR es mi porción”, ha dicho
mi alma; “por eso, en él esperaré”.

Pero la Biblia también enseña claramente que hay otro aspecto del carácter de Dios que es igualmente importante. Es el aspecto que Satanás quiere que ignoremos, y ha sido muy exitoso al incitar a los ministros a pasarlo por alto. Después de todo, ¡éste no produce sermones populares! Estoy hablando, por supuesto, de la santidad de Dios (Levítico 11:44; Isaías 6:3; 1 Pedro 1:16).

¿Gracia o Ira?

La Biblia enseña que Dios es perfectamente santo. Debido a este atributo de Su carácter, Él no puede tolerar el pecado (Números 14:18). La Biblia dice que Dios debe tratar con el pecado, y Él lo hace de una de dos maneras — con gracia o con ira —. 

Todos nosotros parecemos conocer Juan 3:16 — un versículo muy reconfortante acerca del amor de Dios por nosotros. Pero pocos de nosotros parecemos estar al tanto de las palabras registradas unos versículos más adelante, en Juan 3:36 — palabras tomadas de un sermón de Juan el Bautista: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.

El apóstol Pablo enfatizó este punto en su predicación y enseñanza. En Efesios 5, advierte contra la inmoralidad, la codicia, y la idolatría, y luego añade esta observación: “Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia” (Efesios 5:6).

Llegamos a estar bajo la gracia de Dios cuando ponemos nuestra fe en Jesús y cuando nos apropiamos Su sacrificio expiatorio por nuestras vidas (1 Juan 1:7). No hay salvación aparte de Jesús (Hechos 4:10-12). Aquellos que han rechazado el regalo de gracia de Dios en Jesús están bajo la ira de Dios (Juan 3:36), y no tienen a nadie a quién culpar más que a sí mismos. 

En la segunda parte de esta exploración sobre el carácter de Dios, buscaremos en la Biblia para ver si el Dios de ira retratado en el Antiguo Testamento no es el Dios del Nuevo Testamento.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 
The Wrath of God: Is it a Myth or a Reality?

Video: 16 Profecías que Demuestran que Jesús es el Mesías – Parte 6


(Jeremías 23:5, 6) ¿Quién fue el “Ungido” que fue “cortado” 483 años después de la orden para reconstruir Jerusalén? (Daniel 9:24-27). ¿Quién es el que es eterno, que nacería en Belén Efrata? (Miqueas 5:2). ¿Quién es Jehová, “el que traspasaron”, "por quién Jerusalén y toda la nación de Israel un día llorarán y se lamentarán? (Zacarías 12:10). 

Vea este programa con John Ankerberg; el Dr. Walter Kaiser, Presidente Emérito del Seminario Conwell Gordon y profesor distinguido del Antiguo Testamento; y el Dr. Darrel Bock, profesor principal de estudios de investigación del Nuevo Testamento del Seminario Teológico de Dallas. 

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martes, 2 de enero de 2018

Libro: Israel en la Profecía — Capítulo 10

La Re-Ocupación de la Ciudad de Jerusalén

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