Mostrando entradas con la etiqueta Muerte y Resurrección de Jesús. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Muerte y Resurrección de Jesús. Mostrar todas las entradas

lunes, 19 de marzo de 2018

Un Problema de la Profecía Bíblica con Respecto a la Resurrección

¿Cumplió la Resurrección la profecía de Jonás?


La Resurrección es una antigua pintura de Ron DiCianni que tiene 40’ de longitud por 12’ de largo. Tomó dos años en pintarse. Fue encargada por el Museo de Artes Bíblicas de Dallas, Texas y está en exhibición permanente ahí. Describe el momento en que Jesús surgió de la tumba, rodeado por ángeles adorando, guardias romanos desmayados y una multitud de notables bíblicos incluyendo a, entre otros, Moisés, David, Elías, Noé, Isaías, Ester y Daniel. Copias de la pintura en diversos tamaños pueden comprarse a Tapestry Productions, por medio de su página web, TapestryProductions.com. Información detallada acerca del mural y su artista pueden encontrarse en ResurrectionMural.com



La profecía más significativa en la Biblia referente a la resurrección de Jesús es conocida como “la profecía de Jonás”. Es una profecía simbólica representada por los tres días y tres noches que Jonás pasó en el vientre de un gran pez (Jonás 1:17).

Jesús explicó el simbolismo profético de este singular acontecimiento en una ocasión cuando reprendió a los fariseos por buscar una “señal” de parte de Él. Por “señal”, ellos se referían a un milagro que validara la afirmación de Jesús de ser el Mesías. 

El Significado de la Profecía

Jesús tomó su palabra y jugó con ella al decirles que la única “señal” que les sería dada sería “la señal de Jonás”. Jesús luego procedió a explicar acerca de lo que estaba hablando: “…Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:38-40). 

Jesús, clara y distintivamente, profetiza aquí, usando el ejemplo de Jonás, que pasará tres días y tres noches en la tumba antes de que Su resurrección ocurra. 

Esta profecía, como todas las profecías mesiánicas, tenía que cumplirse en la vida de Jesús si realmente Él era el Mesías de Dios. Jesús mismo enfatizó este punto después de Su resurrección cuando les dijo a Sus discípulos: “…Era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de Mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44). 

La Profecía Versus la Tradición

Pero, ¿realmente se cumplió la profecía de Jonás en la experiencia del entierro de Jesús? De acuerdo con la cronología de eventos tradicionalmente aceptada, ¡no se cumplió! 

La cronología tradicional coloca la crucifixión en la mañana del viernes y el entierro al final de la tarde del viernes. Fija la resurrección en la mañana del domingo. Así que, de acuerdo con el enfoque tradicional, el cuerpo de Jesús estuvo en la tumba sólo un día completo (sábado) y dos noches completas (viernes y sábado). Jesús dijo que Su cuerpo estaría en la tumba tres días y tres noches.

Ha habido muchos intentos de reconciliar el problema que se plantea aquí por la divergencia entre la profecía y el enfoque tradicional de su cumplimiento, pero todos los intentos que he leído siempre se quedan cortos en producir un verdadero cumplimiento de la profecía. Jesús dijo que toda la profecía mesiánica tenía que cumplirse en Él y creo que se refería a cada detalle de cada profecía mesiánica. De lo contrario, podría argumentarse que Él no era el Mesías. 

La Fuente del Problema

Consideremos los eventos en la última semana de la vida de Jesús, para ver si podemos encontrar algunas pistas que resolverán el problema. Quizás el mejor lugar para empezar sea con el problema mismo. Está arraigado en Marcos 15:42 donde dice que la crucifixión tuvo lugar en “la preparación, la víspera del día de reposo”.

Este versículo ha conducido a la mayoría de las personas a asumir que la crucifixión tuvo lugar en un viernes dado que el Shabat judío es sábado. Y esa suposición, a su vez, ha conducido a la conclusión de que la crucifixión tuvo lugar ya sea en el año 30 o en el 33 d.C., debido a que ésos son los únicos dos años en el periodo general de tiempo de la muerte de Jesús cuando el día de la preparación (14 de Nisán en el calendario judío) cayó en un viernes.

Peculiaridades del Calendario Judío

Un estudio cuidadoso de las prácticas del calendario judío mostrará que la suposición de que el día de la preparación en el año de la muerte de Jesús tenía que caer en un viernes, ¡es inválida! Tal suposición está basada en la ignorancia gentil acerca de los días de fiesta judíos.

Lo que la iglesia gentil ha fallado en reconocer a lo largo de los siglos es que el primer día después de la Pascua (15 de Nisán) es un día de fiesta, o “día solemne”, porque es el comienzo de la Fiesta de los Panes sin Levadura. Por lo tanto, se considera un Shabat, independientemente de qué día de la semana caiga. Lea Números 28:16-18. El versículo 18 indica claramente que el primer día después de la Pascua, 15 de Nisán, tiene que ser observado como un Shabat — y así ha sido a lo largo de la historia judía hasta este día.

Ahora bien, el Evangelio de Juan aclara que el Shabat después de la crucifixión no fue un Shabat regular. Al contrario, fue un Shabat de día de fiesta, que marcaba el comienzo de la Fiesta de los Panes sin Levadura. Considere las palabras de Juan 19:31 —  “Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la Pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí”.

Solucionando el Problema

Una vez más, el punto de todo esto es que Jesús no tuvo que morir un viernes para que Su crucifixión precediera al Shabat debido a que pudo haber dos Shabats durante la semana de Su crucifixión, dependiendo en cuál día de la semana haya caído el día de fiesta solemne. Si cayó en sábado, entonces sólo hubo un Shabat. Pero si cayó en otro día de la semana, como suele pasar, habría dos Shabats.

Tome como ejemplo el año 31 d.C. En ese año, el 14 de Nisán, el día de Pascua en el cual Jesús habría sido crucificado, cayó el miércoles 25 de abril. El día siguiente, jueves, habría sido el día de fiesta solemne y, por lo tanto, habría sido un Shabat.

Por lo tanto, si Jesús fue crucificado en el año 31, habría sido crucificado el miércoles y enterrado esa noche antes que el gran día de fiesta del Shabat empezara. Su cuerpo habría permanecido en la tumba por tres días (jueves, viernes y sábado) y tres noches (miércoles, jueves y viernes) tal como lo predijo. Eso significa que Su resurrección habría ocurrido el sábado 28 de abril, por la noche. Para el judío, eso colocaría la resurrección del Señor en domingo, el primer día de la semana, porque el día judío comienza al atardecer.

La Pista Crucial

Hay una pista en las Escrituras de que la semana de la crucifixión tuvo dos Shabats. En Marcos 15:47, se nos dice que María Magdalena y María, la madre de Jacobo, permanecieron en la tumba después que Jesús había sido sepultado.

En Marcos 16:1, dice que las dos compraron especias para ungir el cuerpo de Jesús después que le Shabat había terminado. Pero, en Lucas 23:56, dice que ellas compraron las especias antes del Shabat, y luego descansaron en el Shabat, antes de dirigirse hacia la tumba el domingo por la mañana. 

Parece que hay una sola explicación de la aparente contradicción en estos versículos. Después de descansar en el día solemne de Shabat el jueves, las damas compraron las especias el viernes y luego descansaron otra vez en el Shabat regular semanal el sábado, antes de proceder a la tumba el domingo en la mañana. 

Esto explica cómo pudieron haber comprado las especias tanto antes como después del Shabat. Ellas las compraron después del Shabat el jueves pero antes del Shabat regular el sábado.

Una Corroboración Sorprendente

Un hecho fascinante, que también indica que la resurrección bien pudo haber ocurrido en el año 31 d.C., se encuentra en los cálculos realizados por William Whiston, el famoso traductor de los escritos de Josefo, el historiador judío del primer siglo. En un apéndice muy detallado, que agregó a su traducción, usa fuentes bíblicas y extra bíblicas para determinar la fecha del último año de Jubileo que se celebró en Israel, antes de la conquista romana en el año 70 d.C.). Su conclusión fue que éste habría comenzado en el otoño del año 27 d.C.1

Esa fecha muy probablemente marca el comienzo del ministerio de Jesús, ya que Su ministerio fue un cumplimiento simbólico de las promesas del Jubileo. Esto está indicado por la escritura que Jesús leyó en la sinagoga en Nazaret cuando lanzó su ministerio público (Lucas 4:16-24; Isaías 61:1-2): 

El Espíritu del Señor está sobre Mí, Porque me Ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor”.

Es comúnmente aceptado que el ministerio de Jesús duró 3 ½ años. Una fecha de lanzamiento en el otoño del año 27 d.C., para coincidir con el comienzo del Jubileo, ubicaría Su muerte en la primavera del año 31 d.C. — el año en el cual la semana de Pascua tuvo dos Shabats.

Un Problema Final

Otro punto de controversia acerca de la semana de resurrección está relacionado con la naturaleza de la última cena del Señor con Sus discípulos. La iglesia ha enseñado tradicionalmente que ésta era la cena de Pascua. Pero las Escrituras indican que el alimento fue comido la noche antes de la Pascua.

Jesús fue crucificado el día de la preparación para la Pascua. De hecho,  murió a las 3 en punto de la tarde, en el preciso momento en que los corderos de la Pascua estaban siendo sacrificados para la cena de la Pascua esa noche (Mateo 27:45-46). 

Jesús y Sus discípulos habían comido su última cena juntos la noche antes de la Pascua. Sin embargo, Jesús se refirió a Su última comida con Sus discípulos como “celebrar la Pascua” (Mateo 26:18). Así pues, debió haber sido una cena de Pascua que fue celebrada una noche antes.

El profesor Harold Hoehner del Seminario Teológico de Dallas ha propuesto una solución para este problema.2 Él dice que hay evidencia de que los judíos de Galilea contaban el tiempo de forma diferente a los judíos de Judea. Mientras que los judíos de Judea contaban un día desde la puesta del sol hasta la puesta del sol, los judíos de Galilea, según Hoehner, contaban un día desde el  amanecer hasta el amanecer. Si esto es cierto, entonces Jesús y Sus discípulos, siendo galileos, habrían celebrado la Pascua una noche antes que sus hermanos judíos del área de Jerusalén. 

Por otro lado, dado que Jesús sabía que iba a ser sacrificado como el Cordero de Dios por los pecados del mundo, simplemente pudo haber decidido celebrar la Pascua un día antes, para que Su muerte en la cruz coincidiera precisamente con el sacrificio de los corderos de la Pascua al día siguiente. 

Un Resumen  del Orden de Eventos

1) Jesús y Sus discípulos comieron la cena de la Pascua el martes por la noche (24 de abril), un día antes,  en el Aposento Alto, en el Monte Sion.

2) Después de la cena de la Pascua, Jesús y Sus discípulos salieron del Aposento Alto y caminaron al Jardín de Getsemaní en el Valle del Cedrón, entre la Ciudad Vieja y el Monte de los Olivos.

3) Jesús fue traicionado y arrestado temprano en la noche del martes. Sus diversos juicios duraron toda la noche del martes y la madrugada del miércoles.

4) Jesús fue crucificado cerca de las 9:00 a.m., el  miércoles 25 de abril. Al mediodía, las tinieblas cubrieron la tierra. Cerca de las 3:00 p.m., Jesús murió. 

5) Jesús fue sepultado el miércoles cerca del ocaso.

6) Las dos Marías esperaron hasta después del gran Shabat, el jueves (26 de abril), para comprar las especias para la unción del cuerpo de Jesús. Compraron las especias el viernes (27 de abril) y luego descansaron otra vez durante el Shabat regular el sábado (28 de abril), antes de regresar a la tumba el domingo por la mañana (29 de abril).

7) La resurrección de Jesús ocurrió el sábado por la noche (el domingo según el conteo del tiempo de los de Judea). La resurrección fue descubierta el domingo por la mañana, cuando las mujeres regresaron a la tumba.

¿Qué Diferencia Hace?

Para que no tenga la tentación de descartar todo esto como mucho ruido y pocas nueces, déjeme explicarle por qué pienso que es importante. La profecía y su cumplimiento validan a Jesús como quién dijo que era — a saber, Dios en la carne. La profecía y su cumplimiento también validan a la Biblia como la inspirada Palabra de Dios. La profecía debe cumplirse precisamente, no aproximadamente.

El cumplimiento preciso de la profecía con respecto a la Primera Venida de Jesús es nuestra garantía de que todas las profecías con respecto a Su Segunda Venida también se cumplirán completamente hasta el último detalle. Dios no olvidará ni pasará por alto nada. Él es fiel a Su Palabra. Él guarda Sus promesas.  ¡Aleluya!


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article: 

Notas:

1) William Whiston, The Complete Works of Josephus, con comentarios de Paul L. Maier (Grand Rapids, MI: Kregel Publications 1999). Los cálculos de Whiston del último año del Jubileo en Israel ante del año 70 d.C., se puede encontrar en el la Disertación Apéndice #5: “Aobre la Cronología de Josefo” (página 1067). Whiston se graduó de Cambridge en 1690 y sucedió a Sir Isaac Newton como Catedrático Lucasiano de Matemáticas en 1703. Era un brillante matemático, físico, teólogo y linguista. Vivió de 1667 hasta 1752.

2) Harold W. Hoehner, Chronological Aspects of the Life of Christ (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishers, 1978).

Si el Señor ha puesto en su corazón apoyar nuestra labor, visite la sección Donativos para que conozca cómo podrá hacerlo:

jueves, 15 de diciembre de 2016

Profecía en los Salmos: Las Profecías Descuidadas

Un Depósito Importante de Profecías Mesiánicas


"El Rey David tocando el arpa", por Gerard van Honthorst (1592 - 1656).

Cuando enseño sobre la importancia de la Profecía Bíblica, uno de los puntos que siempre menciono es la cantidad de profecía que la Biblia contiene. Enfatizo que cerca de un cuarto a un tercio de todas las Escrituras son de naturaleza profética, y ese hecho por sí solo debería ser suficiente para obligar a nuestro estudio de la profecía. Luego le recuerdo a mi audiencia que, en 2 Timoteo 3:16-17 se nos dice que, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Y “toda la escritura”, ciertamente incluye profecía. 

La mayoría de los cristianos son completamente inconscientes de cuánto de la Biblia está dedicado a la profecía, al igual que la mayoría son inconscientes del hecho de que la Biblia es el único libro en el mundo que contiene profecías cumplidas. No hay, por ejemplo, profecías cumplidas en el Corán, los Vedas hindúes o el Libro del Mormón. En contraste, la Biblia contiene cientos de profecías que ya se han cumplido — profecías acerca de personas, ciudades, naciones, imperios y el Mesías —.

Volviendo a la cantidad de profecía, considere el hecho de que uno de cada 25 versículos del Nuevo Testamento tiene que ver con la Segunda Venida de Jesús. Y los Evangelios están llenos de profecías acerca de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.

El Nuevo Testamento contiene libros enteros dedicados a la profecía — como 1 y 2 de Tesalonicenses y Apocalipsis —. Los Evangelios contienen largos pasajes dedicados a la profecía. Considere, por ejemplo, Mateo 24-25, Marcos 13, Lucas 21 y Juan 14-17. Otros largos pasajes proféticos están dispersos por todo el Nuevo Testamento — Hechos 1, Romanos 9-11, 1 Corintios 15, 1 Timoteo 4, 2 Timoteo 3-4, Tito 2, 1 Pedro 1 y 4, y 2 Pedro 3.

En el Antiguo Testamento, inmediatamente pensamos en los Profetas Mayores y Menores — un total de 16 libros —. Pero estos libros no son los únicos en las Escrituras hebreas que contienen profecía. Importantes pasajes proféticos se pueden encontrar en los libros históricos, un buen ejemplo siendo Deuteronomio 28-30, donde Moisés profetiza que el pueblo judío un día será esparcido por todo el mundo, y serán perseguidos donde quiera que vayan, pero serán preservados y reunidos en su tierra natal.

Los libros históricos también contienen profecías mesiánicas. El nacimiento virginal del Mesías es profetizado en Génesis 3:15. En Deuteronomio 18:15-18, Moisés profetizó que el Mesías sería un profeta. En Génesis 12:1-3, Dios le prometió a Abraham que el Mesías vendría a través de su linaje y, en Génesis 49:8, Jacob profetizó que el Mesías vendría de la tribu de Judá. La profecía de que el Mesías vendría de la casa de David, dentro de la tribu de Judá, está indicada en 2 Samuel 7:8-16.

Las Profecías Descuidadas

Quizás el área más ignorada del Antiguo Testamento con respecto a la profecía es el libro de los Salmos. Éste es un importante depósito de profecías mesiánicas concernientes a la Primera y Segunda Venidas del Mesías. Algunas son directas y claras. Otras son indirectas y sutiles.

La mayoría de los eruditos reconocen que 16 de los salmos son claramente de naturaleza mesiánica. Se enumeran a continuación:

Lista de Salmos Mesiánicos Generalmente Reconocidos con Ejemplos de Pasajes Proféticos
Salmo 2
— “Mi Hijo eres tú; Yo te engendré hoy”. — La Encarnación
— “Te daré por herencia las naciones…” — El Reinado de Jesús

Salmo 8
—“Le has hecho [al Hijo del Hombre] poco menor…”. — La Encarnación

Salmo 16
— “No dejarás mi alma en el Seol…”. — La Resurrección

Salmo 22
— “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. — La Crucifixión
— “Todas las familias de las naciones adorarán delante de ti”. — El Milenio

Salmo 24
— [Abríos], Oh puertas…Y entrará el Rey de gloria”. — La Segunda Venida

Salmo 40
— “Quieras, oh Jehová, librarme”. — La Crucifixión

Salmo 41
— “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba”. — La Traición

Salmo 45
— “Ella [la novia] será llevada al rey”. — El Arrebatamiento

Salmo 68
— “Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos…”. — La Segunda Venida 
— “Subiste a lo alto”. — La Ascensión

Salmo 69
— “Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed…”. — La Crucifixión
— “Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá”.                   — La Salvación de Israel

Salmo 72
— “Oh Dios, da tus juicios al rey…”. — El Reinado de Jesús

Salmo 89
— Yo también le pondré por primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra…”. — El Reinado de Jesús

Salmo 91
— “Yo lo libraré; Le pondré en alto”. — La Resurrección

Salmo 102
— “Las naciones [y reyes] temerán el nombre del Señor…”. — El Reinado de Jesús

Salmo 110
— “El Señor dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra”. — La Ascensión
— “Desde Sión el Señor extenderá tu cetro real”. — El Reinado de Jesús
— “Quebrantará a los reyes en el día de su ira”. — La Segunda Venida

Salmo 118
— “La piedra que desecharon los edificadores”. — La Resurrección
— “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. — La Entrada Triunfal

Todos, excepto tres de estos salmos, son citados directamente en el Nuevo Testamento y aplicados a Jesús. Los tres no citados son el Salmo 24, el Salmo 27 y el Salmo 89. El más frecuentemente citado es el Salmo 110. Es mencionado un total de catorce veces en el Nuevo Testamento, más que cualquier otro pasaje del Antiguo Testamento. Otros tres de estos salmos mesiánicos son mencionados frecuentemente en el Nuevo Testamento. Son los Salmos 2 y 69, mencionados siete veces cada uno, y el Salmo 118, el cual es citado un total de seis veces. 

Juntos, estos 16 salmos mesiánicos presentan una visión panorámica de la Primera y Segunda Venidas de Jesús. La siguiente lista presenta pasajes de estos 16 salmos dispuestos en orden cronológico, de acuerdo con los eventos en la vida de Jesús.

Pasajes Proféticos de los Salmos Mesiánicos
Dispuestos en Orden Cronológico

A. La Primera Venida

1) Salmo 8:4-5; 40:6-10 — La Encarnación

2) Salmo 91:9-13 — La Tentación

3) Salmo 8:2; 118:25-26 — La Entrada Triunfal

4) Salmo 69:1-19 — La Agonía del Getsemaní

5) Salmo 41:9 — La Traición

6) Salmo 22:1-21; 40:13-17; 69:20-21 — La Crucifixión

7) Salmo 16:8-11; 22:19-24; 91:11-16; 118:22 — La Resurrección

8) Salmo 68:18; 110:1 — La Ascensión

9) Salmo 118:22 — La Iglesia

B. La Segunda Venida

1) Salmo 45:1-17 — El Rapto y el Banquete de Bodas

2) Salmo 24:7-10 — El Regreso del Rey de Gloria

3) Salmo 68:1-3; 110:5 — El Derramamiento de la Ira de Dios

4) Salmo 2:4-9; 72:1-4; 89:19-29; 102:15; 110:2 — El Rey Reina desde el Monte Sión

5) Salmo 110:1-7 — El Rey es un Sacerdote y un Juez

6) Salmo 2:8; 8:3-9; 22:27-29 — El Dominio del Rey

7) Salmo 69:35-36; 102:12-22 — La Salvación y la Restauración de Israel

8) Salmo 22:25-31; 72:1-19 — El Milenio

9) Salmo 89:4,27-29,36-37 — La Naturaleza Eterna del Reinado

Otros Salmos Mesiánicos

Las profecías Mesiánicas en los Salmos no se limitan de ninguna manera a los 16 que están mencionados más arriba. Yo añadiría los siguientes 17 Salmos a la lista, como aquellos que son obviamente de naturaleza mesiánica, relacionados con la Segunda Venida del Señor:

1. Salmos 18 y 21— Contienen descripciones vívidas y detalladas del regreso del Señor en ira (Salmo 18:7-19 y Salmo 21:8- 13).

2. Salmo 46 — Describe al Señor exaltado en medio de Jerusalén, después de Su regreso triunfante.

3. Salmo 47 — Un cántico de gozo, que celebra el reinado del Señor como Rey de reyes.

4. Salmo 48 —La belleza de la Jerusalén milenial.

5. Salmo 76 — Una descripción de la batalla del Armagedón.

6. Salmos 95, 96, 97, 98, 99 — Cánticos de gozo, que celebran el reinado del Señor sobre las naciones.

7. Salmos 145, 146, 147, 148, 149, 150 — Cánticos de alabanza, que celebran la gloria, majestad, y bondad del reinado del Señor.

La adición de estos 17 Salmos nos da un total de 33 Salmos Mesiánicos. Pero, incluso estos 33 no agotan el rico tesoro de material profético que está contenido en los Salmos. De hecho, el tema profético fundamental de los Salmos ni siquiera se refleja en ninguno de los Salmos Mesiánicos hasta ahora identificados. 

En la segunda parte de esta serie sobre la profecía en los Salmos, veremos los temas proféticos que se encuentran en ese libro. 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 23 de agosto de 2016

Estudio Bíblico Mesiánico: El Mesías Sufriente de Isaías 53 (pdf)


Este estudio está disponible solamente para nuestros colaboradores



Este Estudio Bíblico mesiánico, está enfocado en el Mesías Sufriente de Isaías 53. Este capítulo será estudiado exhaustivamente debido a que, el ponerse de acuerdo sobre cuál es su correcta interpretación, es el centro del desacuerdo entre judíos que confían en Yeshúa (Jesús) y judíos que no creen en Él.

Este pasaje será dividido en cinco secciones principales: La paradoja: La fuente de la paradoja, el texto, las claves para la interpretación del texto, y la conclusión.

Tabla de Contenido

Introducción

I. La paradoja

II. La fuente de la paradoja

III. El texto de Isaías 52:13- 53:12 5

A. He aquí mi siervo tratará con sabiduría y será prosperado – Isaías 52:13-15
B. ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? – Isaías 53:1-3
C. Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores – Isaías 53:4-6 
D. Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca – Isaías 53:7-9 
E. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento – Isaías 53:10-12 

IV. Claves para la interpretación

  A. Uso consistente de pronombres
  B. Punto de vista de Isaías sobre la muerte del Siervo 
  C. Una sola personalidad humana es definida
  D. Un Sufridor inocente
  E. Un voluntario, dispuesto y silencioso Sufridor
  F. La muerte sustitutoria y vicaria del Siervo 
  G. La justificación del Siervo y sanidad espiritual
  H. La muerte del Siervo
  I. La resurrección del Siervo

Conclusión 

Artículos recomendados:

Lea otros Estudios Bíblicos Mesiánicos:


sábado, 4 de abril de 2015

La Resurrección de Jesús en la Profecía (pdf)

¿Cumplió la Profecía de Jonás?

Haga clic sobre la imagen para descargar el artículo.

La profecía más significativa en la Biblia referente a la resurrección de Jesús es conocida como “la profecía de Jonás”. Es una profecía simbólica representada por los tres días y tres noches que Jonás pasó en el vientre de un gran pez (Jonás 1:17).

Jesús explicó el simbolismo profético de este acontecimiento único en una ocasión cuando reprendió a los fariseos por buscar una “señal” de Él. Por “señal”, ellos se referían a un milagro que validara la afirmación de que Jesús era el Mesías.

Descargue Adobe Reader para leer el artículo.


Apoye la labor que estamos llevando a cabo.


La Resurrección en la Profecía (pdf)

Un Evento Claramente Previsto por Jesús y los Profetas Hebreos

Haga clic sobre la imagen para descargar el artículo.

Necesitará tener instalado Adobe Reader para leerlo.


Apoye la labor que estamos llevando a cabo:


domingo, 8 de abril de 2012

Estudios Bíblicos acerca de la Resurrección de Jesús


Apreciados lectores:

Pongo a disposición de ustedes los siguientes estudios bíblicos que abordan el tema de la Resurrección de Jesús en la Profecía Bíblica.

Oro para que dichos estudios sean de gran bendición para su vida y que sirvan para renovar su fe en nuestra bienaventurada esperanza, Jesús, el Hijo de Dios.


Recuerde que para poder leer estos artículos, los cuales fueron editados en formato pdf, necesitará tener instalado el programa gratuito Adobe Reader:


Donald Dolmus
En Defensa de la Fe
Managua, Nicaragua
atalayadejesus@gmail.com

domingo, 24 de abril de 2011

¿Hay muchos caminos a Dios?



“¿Qué pasará con aquellos que nunca han escuchado el Evangelio?” Ésta es una de las preguntas más frecuentes que me hacen. Las personas creen que Dios es justo y no pueden reconciliar esa creencia con la idea de que Él puede consignar al Infierno a una persona a la que nunca se le dio la oportunidad de escuchar el Evangelio.

Por lo tanto, cada vez más, muchos cristianos están concluyendo que debe haber muchos caminos a Dios y que judíos, musulmanes, budistas y otros sinceros lograrán llegar al Cielo.

Preguntas Cruciales

¿Qué tiene la Biblia que decir acerca de este asunto tan importante? ¿Están condenados a una eternidad en el Infierno aquellos que vivan y mueran sin escuchar el Evangelio? ¿Y qué acerca de los que han puesto su fe en el dios de alguna religión distinta al Cristianismo y que luchan para vivir vidas rectas? ¿También están condenados al Infierno? ¿Es posible que Dios se haya revelado a Sí Mismo de maneras diferentes a pueblos diferentes y, por lo tanto, haya muchos caminos diferentes a Dios? ¿Podría ser cierto el rótulo que vi en una clase de Escuela Dominical en una iglesia que decía: “Nuestro Dios es demasiado grande como para ser confinado a una religión”?

Lo que Jesús tenía que decir

Comencemos nuestra búsqueda de una respuesta a estas preguntas dando un vistazo a lo que Jesús tenía que decir:

Hablando al apóstol Tomás, Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” – Juan 14:6

Después de escoger a sus doce apóstoles, Jesús les dijo, “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos” – Mateo 10:32-33

Hablando a 70 discípulos que estaban siendo enviados a proclamar el reino de Dios, Jesús dijo, “El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió” – Lucas 10:16

Al inicio de Su ministerio, estando en Jerusalén, Jesús pronunció un sermón acerca de Su relación con Dios el Padre, y en él dijo, “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” – Juan 5:24

En Su última cena con los apóstoles, Jesús oró, “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” – Juan 17:3

Y luego, por supuesto, está la declaración más famosa de Jesús acerca del tema de la salvación, las palabras que le dijo a Nicodemo, un líder espiritual judío que era un miembro del Concilio del Sanedrín, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” – Juan 3:16

¿Qué conclusión podemos sacar de estas declaraciones? Propongo las siguientes:

1. Jesús es el único y exclusivo camino a Dios.

2. Los que pongan su fe en Jesús como Señor y Salvador serán salvos.

3. Los que rechacen a Jesús serán condenados, porque los que rechazan a Jesús son culpables de rechazar a Dios.

4. La esencia de la salvación es una relación personal con Jesús.

Lo que los apóstoles tenían que decir

Estas conclusiones están basadas en los escritos de los apóstoles, como podrá ver en las siguientes declaraciones:

En el primer sermón del Evangelio alguna vez predicado, Pedro hizo una audaz afirmación: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo”. Pedro luego mandó a su audiencia a “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados” (Hechos 2:36 y 38).

Al poco tiempo después de esto, Pedro fue arrestado y arrastrado ante el Concilio Sanedrín, el mismo grupo de líderes judíos que habían condenado a muerte a Jesús. En su declaración ante ellos, dijo, “sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos… Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:10 y 12).

El apóstol Pablo afirmó el punto de Pedro en una carta que escribió a Timoteo: “Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos…” (1 Timoteo 2:3-6).

De forma similar, el apóstol Juan confirmó que Jesús es la única esperanza de salvación cuando escribió: “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? [Mesías] Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre” (1 Juan 2:22-23). Juan repitió este principio cuando añadió: “…Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:11-12).

De nuevo, las conclusiones que pueden sacarse de estas declaraciones son obvias:

1. Jesús era el Mesías – el Salvador – prometido por Dios.

2. No hay salvación en ninguna otra persona excepto en Jesús.

3. Los que rechazan a Jesús son culpables de rechazar al Padre.

La confirmación de estas conclusiones puede encontrarse en un sermón pronunciado por Juan el Bautista en el que proclamó: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36). La declaración de Juan deja en claro que Dios debe lidiar con el pecado, ya que Él es un Dios justo (Salmo 37:28 e Isaías 61:8). Él se ocupa del pecado en una de dos maneras, con gracia o con ira. Si una persona está bajo la gracia o bajo la ira depende de si ha puesto o no su fe en Jesús como su Señor y Salvador. Aquellos que lo han hecho, tienen la promesa de la vida eterna. Aquellos que rechazan hacerlo, experimentarán la ira de Dios.

El deseo de Dios con respecto a la Salvación

¿Pero no dijo Pablo en 1 Timoteo 2:3 que Dios “desea que todos los hombres sean salvos”? Sí, él dijo eso, y Pedro lo repitió en 2 Pedro 3:9, donde él afirmó que “El Señor no desea que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.

No hay duda de que es la perfecta voluntad de Dios de que todos sean salvos. Pero en Su voluntad permisiva, Dios permite que la gente rechace a Su Hijo y, de esta forma, estar perdidos. En otras palabras, Dios no obliga a nadie a ser salvo. Y por causa de la naturaleza depravada de la Humanidad, la vasta mayoría de los que han vivido estará perdida y será consignada al Infierno como su destino eterno.

Jesús mismo enfatizó esta verdad en Su sermón pronunciado en el Monte de las Bienaventuranzas, en Galilea. Jesús declaró categóricamente: “…ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan… No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:13-14 y 21).

La Naturaleza del Hombre

Una vez más, la Biblia hace hincapié que la naturaleza fundamental del Hombre es malvada, porque nacemos con una naturaleza pecaminosa que nos pone en rebelión contra la santidad de Dios. Como dijo el profeta Jeremías: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas” (Jeremías 17:9). De forma similar, el Rey David escribió: “No hay quien haga el bien… Todos se desviaron… No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Salmo 14:1-3). El apóstol Pablo afirmó esta verdad en su carta a los Romanos cuando citó en detalle la declaración de David (Romanos 3:10-18).

El mensaje bíblico es inflexible de que debido a nuestra depravación natural, no tenemos ninguna esperanza aparte de la fe en un Salvador, y Jesús es ese Salvador. Isaías lo resumió en esta forma en una profecía acerca del Mesías prometido: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él [el Mesías] el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).

El mensaje de las Escrituras es claro. Sólo hay un camino a Dios y ése es a través de Jesús de Nazaret. No hay ninguna esperanza en las falsas religiones modernas del Judaísmo Rabínico, Islam, Budismo, Hinduismo, o en cualquiera de la multitud de religiones naturales como el Animismo. Ésta es la forma en la que el gran cuarteto evangélico sureño, Los Imperiales, expresaron este concepto en su singular canción, “El Viejo Buda”, compuesta por Mark Farrow:

Un hombre Buda fue
Y quien hizo el bien
Tan solo por aquellos
Que le seguían a él

Estoy seguro que Mahoma
El camino quería saber
Mas no será delante de ellos
Ante quien me postraré

Coro:
No, no será el viejo Buda
Quien me guiará
Ni será el señor Mahoma
Quien me lleve a su hogar
No será el viejo Buda
Quien me llene de su luz
Mas será el Rey de reyes
Y Su nombre es Jesús

Oh, yo no odio a nadie
Por favor no piensen mal
Sé que hay un mensaje
En este cantar
Sólo Cristo es el camino
A la patria celestial
No podrá salvar tu alma
Un Testigo de Jehová

Una pregunta importante

Esto nos lleva a una pregunta crucial: ¿Existen excepciones a la regla de que usted debe poner su fe en Jesús con el fin de ser salvo?

La respuesta es sí. La mayoría de los teólogos cristianos concuerdan en que hay tres grupos de personas que han sido salvados sin poner su fe en Jesús.

El primer grupo está compuesto de aquellos niños que han muerto antes de la edad de responsabilidad. La Biblia no declara específicamente esta verdad. Se llega a ella a través de la deducción a partir de declaraciones bíblicas.

En primer lugar, está el ejemplo del hijo del Rey David que le nació de Betsabé. Cuando el niño murió siete días después de haber nacido, David proclamó por inspiración del Espíritu Santo que aunque el niño no podía volver a él, un día él iría a estar con el niño (2 Samuel 12:23).

La idea de que aquellos que mueren antes de la edad de responsabilidad serán salvados está reforzada en el Nuevo Testamento en las palabras de Jesús en Mateo 19:13-14:

“Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”.

Este principio de no hacer responsables a los niños por sus pecados antes de que conozcan la diferencia entre lo bueno y lo malo también está reflejado en una historia del libro de Deuteronomio. Cuando los israelitas se resistieron a entrar a la Tierra Prometida debido a que tenían temor de que serían derrotados por los cananeos, Dios los castigó por no confiar en Él haciendo que vagaran en el desierto hasta que la generación rebelde hubiera muerto (vea Números 13 y 14).

El Señor proclamó que sólo a dos personas de la generación actual les sería permitido entrar a la tierra – a saber, Caleb y Josué, los dos espías de los doce que trajeron de regreso un informe positivo diciendo que creían que el Señor derrotaría a sus enemigos (Deuteronomio 1:34-38). Pero entonces, se hizo otra excepción: “Y vuestros niños… que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá [a la Tierra Prometida], y a ellos la daré, y ellos la heredarán” (Deuteronomio 1:39).


Otro argumento en favor de la salvación de los niños que han muerto antes de la edad de responsabilidad es la justicia de Dios. La Biblia afirma una y otra vez que nuestro Creador es un Dios de justicia (Sofonías 3:5). Él tiene una pasión abrumadora por la justicia (Miqueas 6:8). Y Él promete repetidamente que la justicia será una de las características del reinado milenial de Su Hijo (Isaías 42:1-4). ¿Cómo podría un Dios de perfecta justicia condenar al Infierno a los niños que nunca conocieron la diferencia entre el bien y el mal?

Los que mueran antes de la edad de responsabilidad no serán elegibles para recibir recompensas especiales por servir fielmente al Señor, pero parece que les será otorgada la vida eterna. Sin embargo, esto puede pasar sólo si la sangre de Jesús es aplicada a ellos (Hebreos 9:22).

Esta misma excepción aplicaría a los discapacitados mentales que alcanzan la adultez. Dado que son incapaces de determinar lo bueno de lo malo y también son incapaces de arrepentirse y poner su fe en Jesús, es razonable concluir que un Dios justo no los haría responsables y que aplicaría la sangre de Jesús a sus pecados.

Tengo un nietastro llamado Jason que cae en esta categoría. Cerca de la edad de tres años, un defecto genético se activó que causó que su sistema inmune atacara su cerebro. El efecto fue una lobotomía frontal que lo dejó en estado vegetativo. Desde entonces le he dedicado dos libros. Él es un recordatorio constante para mí del hecho de que vivimos en un mundo caído. No tengo ninguna duda de que un día, al morir o en el Rapto, su mente se pondrá bien y podré disfrutar su compañía eternamente.

Otra excepción

El tercer grupo que ha sido salvado aparte de la fe en Jesús son aquellas personas que vivieron y murieron antes del nacimiento y revelación de Jesús como el Hijo de Dios, pero que pusieron su fe en su Creador. Hebreos 11 nos habla que personas como Abel, Enoc, Noé y Abraham fueron justificados por su fe en Dios. Ellos no tenían las Escrituras ni algún conocimiento de Jesús, sin embargo, debido a que se relacionaron con su Creador en fe, fueron salvados. Específicamente, en Génesis 15:6 dice que debido a que Abraham le creyó al Señor, “le fue contado por justicia”.

Sin embargo, cada una de estas personas, y muchos otros como ellos, dependieron del sacrificio de Jesús para que su salvación fuera sellada. Su fe cubrió sus pecados, pero el perdón de sus pecados dependía del sacrificio de una persona perfecta que no merecía morir. Sólo la sangre de tal persona podía producir el perdón de sus pecados.

Ése es el porqué los santos del Antiguo Testamento no iban directamente al Cielo cuando morían. Iban, en cambio, a un lugar llamado el Seol (Hades en el Nuevo Testamento), y sus almas residían en un compartimento llamado el “seno de Abraham” o el “Paraíso”. Ellos no podían ser introducidos a la presencia de un Dios Santo hasta que sus pecados fueran perdonados.

Después de la muerte de Jesús en la Cruz, Él descendió al Hades e hizo una proclamación (1 Pedro 3:19). No se nos dice específicamente qué dijo Él, pero muy probablemente fue, “¡La sangre ha sido derramada!” Estoy seguro que esas palabras han de haber producido un coro de “¡Aleluyas!” También se nos dice que cuando Jesús ascendió al Cielo, Él “se llevó consigo a los cautivos” (Efesios 4:8). En otras palabras, Él vació el Hades de aquellos que eran salvos. El Paraíso fue movido del Hades al Cielo, una realidad que Pablo luego afirmó cuando dijo que había sido llevado al “tercer cielo”, al que él identificó como el Paraíso (2 Corintios 12:1-4).

¿Otra excepción?

Esto nos lleva de regreso a una de las preguntas con las que comenzamos: ¿Qué acerca de aquellos que viven y mueren hoy en día sin haber escuchado nunca el Evangelio? ¿Están destinados al Infierno?

Creo personalmente que el mismo principio que aplicó a las personas viviendo en los tiempos del Antiguo Testamento antes de la Primera Venida de Jesús, aplica a ellos. Su destino dependerá de si alguna vez respondieron a Dios en fe o no.

La Biblia dice que todas las personas tienen un conocimiento instintivo de que Dios existe (Romanos 2:14-15). Además, la Biblia dice que podemos darnos cuenta de la existencia de Dios observando la complejidad y belleza de la creación (Salmo 19:1-6).

Debido a que Dios es un Dios justo (Salmo 89:14), creo que Él nos responsabilizará de lo que sabíamos. Aquellos que fueron expuestos al Evangelio y lo rechazaron, estarán perdidos. Aquellos que tienen sólo el testimonio del instinto y la creación y que rechacen ese testimonio, también estarán perdidos. Pero aquellos que escuchen el Evangelio y pongan su fe en Jesús serán salvos. Y aquellos que respondan al testimonio del instinto y la creación poniendo su fe en su Creador también serán salvos. Sin embargo, este último grupo sólo será salvo haciendo que la sangre de Jesús sea aplicada a ellos como fue el caso con los santos del Antiguo Testamento.

Una declaración controversial

Creo que esto es lo que Billy Graham tenía en mente en mayo de 1997, cuando hizo una declaración muy controversial durante una entrevista que estaba siendo conducida por Robert Schuller.1 Él dijo que él creía que Dios está “llamando gente del mundo para Su nombre” – incluyendo el mundo musulmán, el mundo budista, el mundo cristiano y el mundo incrédulo. Añadió, “Aun podrían no conocer el nombre de Jesús, pero conocen en su corazón que necesitan algo que no tienen, y se vuelven a la única luz que tienen, y creo que son salvados, y que ellos van a estar con nosotros en el Cielo”. Schuller respondió preguntando, “Lo que te escucho decir es que es posible de que Jesucristo llegue al corazón humano, al alma y a la vida, aun si ellos han nacido en oscuridad y nunca han sido expuestos a la Biblia. ¿Es ésta una interpretación correcta de lo que estás diciendo?”.

La respuesta de Graham fue, “Sí, lo es… He conocido a personas en varias partes del mundo en situaciones tribales, que nunca han visto una Biblia o escuchado acerca de una Biblia y nunca han escuchado de Jesús, pero ellos han creído en sus corazones de que hay un Dios y han intentado vivir una vida que era muy separada de la comunidad circundante en la que vivían”.

Estos comentarios de Graham produjeron una avalancha de condenación hacia él. La gente lo acusó de creer en muchos caminos diferentes a Dios. Es ciertamente fácil ver cómo sus comentarios pudieron haber sido malinterpretados, pero creo que esto es exactamente lo que pasó.


Billy Graham nunca ha enseñado que existan muchos caminos hacia Dios. En su sitio web (billygraham.org)  hay dos artículos muy específicos acerca de la salvación en los que Graham afirma su a menudo declarada creencia de que Jesús es el único camino a Dios.2 En su declaración controversial, que fue expresada muy brevemente, creo que lo único que estaba diciendo es que las personas van a ser juzgadas sobre la base de lo que conocían acerca de Dios y de cómo respondieron a ese conocimiento, así como era el caso en los tiempos del Antiguo Testamento.3

Algunos podrían responder diciendo, “Si aquellos que vivan y mueran sin escuchar nunca de Jesús pueden aun ser salvos por su fe en Dios, mientras que aquellos que escuchen el Evangelio y lo rechacen estarán perdidos, ¡entonces quizás deberíamos dejar de proclamar el Evangelio!”

Pero esta declaración se basa en la suposición errónea de que el Evangelio es sólo una política de seguro contra incendios. Lo cierto es que es mucho más que eso, ya que la persona que recibe a Jesús como Señor y Salvador es bendecido con el poder interior del Espíritu Santo, recibiendo poder sobrenatural para vivir triunfantemente en un mundo de dolor y sufrimiento. La persona también es capacitada para conocer personalmente a Dios en esta vida – una bendición absolutamente invaluable.

Además, creo que cualquier persona que responda a Dios en fe basada en el instinto y el testimonio de la creación es la persona que aceptaría el Evangelio si fuera expuesta a él.

¿Todos los cristianos profesantes?

Esto nos lleva a otro grupo de personas – aquellos cristianos profesantes que nunca han nacido de nuevo. Lo que tengo en mente es lo que prefiero llamar “cristianos culturales”. Éstos son personas que afirman ser cristianos debido a que profesan creer en Jesús, pero no tienen ninguna relación personal con Él. Muchos de éstos son personas que asisten regularmente a la iglesia. Algunos son ancianos, diáconos, maestros e incluso pastores. ¿Pueden llegar al Cielo por medio de la membresía de una iglesia o por participar en ritos cristianos como el bautismo o la comunión?

La respuesta de la Biblia es un claro “¡No!”. Jesús mismo dijo que ningún hombre puede ver el reino de Dios a menos que “nazca de nuevo” (Juan 3:3). Eso significa que una persona debe poner su fe en Jesús como su Señor y Salvador personal. No es suficiente simplemente creer que Jesús vivió. La Biblia dice que aun “los demonios creen y tiemblan” (Santiago 2:19). Pero ellos han rechazado a Jesús como su Señor.

Ir a la iglesia o participar en rituales cristianos no es otro camino al Cielo. Nuestras iglesias están llenas con personas no salvas que están confiando en que sus buenas obras los llevarán al Cielo. Pero la Biblia dice, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

En una entrevista que realicé recientemente con el Dr. Robert Jeffress, pastor de la Primera Iglesia Bautista en Dallas, él señaló que dos palabras resumen una de las diferencias fundamentales entre el Cristianismo y todas las otras religiones en el mundo. Esas palabras son “haga” y “hecho”. Con respecto al acceso al Cielo, todas las falsas religiones del mundo dicen, “¡HAGA!” El Cristianismo, en un marcado contraste, proclama “¡HECHO!”4 En otras palabras, el Cristianismo declara que Jesús hizo todo lo necesario para nuestra salvación por medio de Su muerte en la cruz. No hay nada que podamos añadir a eso.

Las falsas expresiones del Cristianismo requieren que usted se gane su salvación haciendo obras que ellas requieren. El verdadero Cristianismo dice que no hay nada que usted pueda hacer para ganar su salvación debido a que es un regalo gratuito de Dios por medio de la fe en Jesús como Señor y Salvador. En este sentido, el verdadero Cristianismo realmente no es una religión; en cambio, es una relación. Jesús puso en claro esto en la última cena con Sus discípulos cuando oró a Dios, diciendo, “…ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

En este sentido, me siento obligado a declarar, respetuosamente, que ésta es un área donde Billy Graham parece haberse desviado del Evangelio. Digo esto debido a que él ha puesto muy en claro en sus escritos y sus declaraciones públicas que él cree que la Iglesia Católica es una expresión verdadera del Cristianismo.5

Esto es lamentable debido a que su aprobación del Catolicismo ha hecho que muchos católicos se sientan cómodos y seguros en su fe. Y aunque estoy seguro que hay algunos católicos que verdaderamente han puesto su fe en Jesús, la vasta mayoría no lo ha hecho debido a que la Iglesia Católica siempre ha enseñado la salvación por obras – lo que convierte a la religión del Catolicismo en una forma falsa del Cristianismo.6

Desde una perspectiva bíblica y cristiana, no existe escape a la conclusión de que Jesús es el único camino a Dios, ya sea por medio de la fe directa en Él o al hacer que la sangre de Jesús sea aplicada a una persona que ha respondido a Dios en fe por medio del testimonio del instinto y la naturaleza.

Argumentar que hay otros caminos a Dios, como algunos líderes apóstatas cristianos están haciendo hoy en día, es negar que el sacrificio de Jesús era necesario para el perdón de pecados. Si realmente hay otros caminos a Dios, entonces Jesús vino a la tierra a sufrir una terrible muerte sin ningún propósito. Todo su sacrificio fue en vano. O somos salvos por la sangre de Jesús o no lo somos.

Una promesa gloriosa con respecto al futuro

Una cosa que sabemos con seguridad es que cada persona en la tierra que esté viva al final de la Tribulación escuchará el Evangelio antes de la Segunda Venida de Jesús. Sabemos esto porque Jesús dijo que esto ocurriría (Mateo 24:14). Esa profecía está siendo cumplida parcialmente hoy por medio del uso de la tecnología moderna. Las computadoras están siendo utilizadas para producir traducciones rápidas de la Biblia. Los satélites están siendo usados para transmitir sermones del Evangelio a nivel mundial.

Pero el cumplimiento final de la profecía ocurrirá cerca del final de la Gran Tribulación cuando Dios enviará a un ángel que circunnavegará el globo y proclamará el Evangelio a toda persona que quede viva en ese momento (Apocalipsis 14:6-7).

¡Qué gracia tan gloriosa!

Notes

1) Television interview of Billy Graham by Robert Schuller, May 31, 1997, On Doctrine at www.ondoctrine.com/10grahab.htm.

2) See, for example, Billy Graham's article, "Why do Christians believe Jesus is the only way of salvation?" (www.billygraham.org/MyAnswer_Article.asp?ArticleID=4822). See also, "The Only Way?" (www.billygraham.org/News_Article.asp?ArticleID=354).

3) Graham's consistency in clearly preaching that Jesus is the only way to Heaven is clearly demonstrated in a video clip that can be found on YouTube. The clip, which runs 7 minutes, shows excerpts from 7 sermons delivered between 1957 and the present in which he affirms over and over again that Jesus is the only way to God. The video clip can be found at www.youtube.com/watch?v=VWv1jiWC4b0. As of March 5, 2010, the video was mislabeled, "Billy Graham denies Jesus..." It should be labeled, "Billy Graham affirms Jesus as the only way to God."

4) Two video interviews with Dr. Jeffress have been published as a video album by Lamb & Lion Ministries. The album is titled, "Absolute Truth" and can be ordered from our online resource center or by calling 1-800-705-8316 .

5) John Ashbrook, "Billy Graham's Catholic Connection,"
cnview.com/on_line_resources/billy_graham_catholic_connection.htm. This is just one of many examinations on the Internet of Graham's endorsement of Catholicism. There are also video interviews of him endorsing the Catholic faith.

6) Graham takes this position because he says "Catholics believe in Jesus." But, again, do they simply believe he existed (as do Muslims), or do they believe in the sense of trusting Him, and Him alone, for their salvation? If their trust is truly in Jesus, then why are they instructed to pray to Mary? A great source for unbiblical Catholic beliefs is pro-gospel.org/x2.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Are there many roads to God?

Cortesía de:
Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)

Read in Lamplighter:

Share/Bookmark