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sábado, 1 de septiembre de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 9 (pdf)

Los Judíos en la Profecía

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Hecho: El enfoque profético de la Biblia sobre Israel es el segundo después de sus profecías concernientes al Mesías.

Escritura Clave:Porque eres [el pueblo judío] pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra” (Deuteronomio 14:2).


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jueves, 30 de agosto de 2018

Libro: Los Fundamentos de la Profecía Bíblica – Lección 9 (parte 1)

Los Judíos en la Profecía 

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Hecho: El enfoque profético de la Biblia sobre Israel es el segundo después de sus profecías concernientes al Mesías. 

Escritura Clave: Porque eres [el pueblo judío] pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra” (Deuteronomio 14:2).

El Pueblo Escogido de Dios

El pueblo judío es el Pueblo Escogido de Dios eternamente. Eso no significa que sean salvos. Significa que Dios los escogió para que fueran testigos de Él al mundo. Y, por lo tanto, fue a través de ellos que Dios dio las Escrituras y proveyó al Mesías.

También sirven como testigo de lo que significa tener una relación con Dios. Por consiguiente, su historia muestra que cuando eres fiel a Dios y Su Palabra, Él bendice, y cuando eres infiel, Él disciplina. Pero su historia también demuestra que cuando te arrepientes, Dios perdona y olvida y comienza a bendecir de nuevo. 

Esto es cierto incluso hasta este día. El pueblo judío actualmente está bajo disciplina, debido a su rechazo de Jesús como su Mesías, pero la profecía bíblica deja en claro que un gran remanente de ellos va a llegar a la salvación en los tiempos del fin, al aceptar a Jesús como su Mesías (Zacarías 12:10).

Profecías Cumplidas

Las Escrituras hebreas están llenas de profecía acerca del pueblo judío. Muchas de las profecías se cumplieron en los tiempos del Antiguo Testamento. Éstas incluyen profecías que la norteña nación de Israel sería destruida por los asirios (Isaías 8:1-10), y que la sureña nación de Judá sería llevada en cautiverio por los babilonios (Isaías 39:6). Jeremías también profetizó que la cautiverio en Babilonia duraría exactamente 70 años (Jeremías 25:8-12).

A lo largo de los tiempos del Antiguo Testamento, a los reyes judíos les fueron dadas profecías significativas. El profeta Micaías les advirtió a Acab y Josafat que serían derrotados en batalla (2 Crónicas 18:12-17). Isaías le aseguró al rey Ezequías que Jerusalén no caería ante los asirios (Isaías 37:6-7). El profeta Natán le dijo al rey David que, debido a su pecado con Betsabé, su bebé moriría y David sufriría una rebelión dentro de su propia familia (2 Samuel 12:7-15).

Profecías del Tiempo del Fin

Las profecías acerca del pueblo judío en los tiempos del fin se pueden encontrar a lo largo de las Escrituras hebreas y el Nuevo Testamento. Cuatro de ellas se cumplieron antes del comienzo del siglo XX.

1) Dispersión — Los judíos fueron advertidos repetidamente que serían dispersados por todo el mundo si no eran fieles a su pacto con Dios. Considere las palabras de Moisés: “Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo…” (Deuteronomio 28:64; vea también Levítico 26:33).

2) Persecución — El Señor también advirtió a los judíos que serían perseguidos dondequiera que fueran dispersados. De nuevo, las palabras de Moisés son gráficas en este sentido: “Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma” (Deuteronomio 28:65).

3) Desolación — Dios prometió que después de su dispersión, su tierra se volvería “desolada” y sus ciudades quedarían “desiertas” (Levítico 26:33). Moisés lo expresó más gráficamente cuando dijo: «[dirá]… el extranjero que vendrá de lejanas tierras,… (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna…” (Deuteronomio 29:22-23).

4) Preservación — Pero Dios en Su gracia maravillosa prometió que Él preservaría a los judíos como un pueblo separado durante sus andanzas por el mundo (vea Isaías 66:22; Jeremías 30:11; 31:35-37). Isaías lo pone de una manera vívida. Él dice que el Señor de ninguna manera se podía olvidar de Israel como una madre tampoco podría olvidarse del hijo de su vientre (Isaías 49:15). ¡Después agrega que Dios no puede olvidarse de Israel porque Él lo tiene grabado en las palmas de Sus manos! (Isaías 49:16).

Cumplimiento

Dios ha cumplido todas estas cuatro profecías durante los últimos 2,000 años. En el año 70 d. de C. los romanos destruyeron la ciudad de Jerusalén y llevaron a la nación judía al cautiverio, dejando la tierra desolada y esparciendo al pueblo judío por toda la faz de la tierra. Como había sido profetizado, por todas partes a donde iban eran perseguidos, con la culminación de su persecución en el Holocausto Nazi de la Segunda Guerra Mundial.

Pero Dios también preservó a los judíos, y el cumplimiento de esta profecía ha sido uno de los milagros más notables de la historia. Ningún otro pueblo ha estado tan disperso y, sin embargo, haber podido conservar su identidad como nación.

Lea la conclusión »»aquí.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

lunes, 9 de julio de 2018

¿Sobrevivirá el Moderno Israel?

El Destino de Israel




Una reciente edición de la revista Israel Hoy presentó un artículo de su editor, Ariel Schneider, titulado, “¿Cuánto tiempo sobrevivirá el tercer reino de Israel?”. 


Mientras pensaba en el 70mo aniversario de Israel, se le ocurrió a Schneider que, “en sus 3,500 años de historia, la nación de Israel sólo tres veces ha podido vivir libre, unida, soberana e independiente, y sólo por períodos muy cortos de tiempo".

El Primer Reino Unido

Él argumenta que la primera vez que Israel realmente existió como una nación soberana y unida fue durante los reinados de David y Salomón — un período de 82 años, desde el 1010 hasta el 928 a.C. —. David reinó sobre un Israel unido durante 40 años (1010 a 970 a.C.). Fue seguido por su hijo, Salomón, quien también reinó durante 40 años (970 a 930 a.C.). 

Pero, a dos años del reinado del hijo de Salomón, Roboam, una guerra civil estalló debido a los impuestos excesivos, y el reino se dividió entre 10 tribus en el norte y dos en el sur. El área del norte llegó a conocerse como el estado de Israel, con su capital en Samaria. Las dos tribus en el sur llamaron su estado Judá, y su capital estaba en Jerusalén.

Los Reinos Divididos

El reino del norte de Israel fue apóstata desde el comienzo. Ni una sola vez en sus 208 años de historia (930 a 922 a.C.) tuvo un rey que, en los ojos de Dios, fuera considerado justo. Su dura rebelión contra Dios y Su Palabra ocasionó la destrucción del reino por los asirios en el año 722 a.C.

El reino del sur de Judá fue bendecido con grandes reyes como Josafat, Uzías, Ezequías, y Josías. El reino también fue bendecido con prosperidad, pero su mayor bendición era una espiritual, ya que la gloria shejiná de Dios residía en el templo de la nación, en Jerusalén.

Pero los de Judea gradualmente cayeron en apostasía, al hacer matrimonios mixtos con los canaanitas, y terminaron adorando a sus dioses. El Señor envió juicios correctivos para llamarlos al arrepentimiento, pero persistieron en su rebelión. Dios también envió muchas voces proféticas para llamarlos al arrepentimiento, y para advertirles del juicio inminente, pero tenían oídos sordos. 

Finalmente, Dios permitió que los babilonios los conquistaran y los llevaran en cautiverio. Después de que Babilonia cayó ante los persas, a los judíos se les permitió regresar a su patria, pero permanecieron bajo la dominación persa hasta que la nación fue conquistada por Alejandro Magno, en el año 332 a.C. Después de su muerte, los judíos llegaron a estar bajo el gobierno del reino seléucida griego. 

El Segundo Reino Unido

Pasarían 800 años después del reino unido de David y Salomón antes de que los judíos volvieran a experimentar un reino unido e independiente. Fue el producto de la revuelta hasmonea contra los ocupantes seléucidas griegos, que comenzó en el año 164 a.C. Once años después, en el año 153 a.C., Jerusalén fue conquistada y el templo fue purificado. En el año 135, Juan Hircano fue coronado rey de Israel, y seis años después, en el año 129 a.C., él proclamó la independencia total de Israel. Este estado soberano duró 66 años, hasta el año 63 a.C., cuando los romanos conquistaron Jerusalén. 


Breve Soberanía

Esto significa que todas las tres soberanías unidas de Israel sumadas equivalen a sólo 218 años (David-Salomón, 82 años; Hasmonea, 66 años; y el moderno Israel, 70 años). Si cuenta la existencia de Israel como un estado en una forma u otra desde el tiempo del rey Saúl, (año 1030 a.C.), hasta su destrucción bajo los romanos en el año 70 d.C., tiene un total de 960 años. Durante ese tiempo, el pueblo judío vivió bajo un gobierno unificado y soberano durante sólo 148 años (David-Salomón, 82 años; y Hasmoneo, 66 años), totalizando sólo el 15 por ciento del tiempo.

Algunos historiadores añaden el período cuando Judá existió sola, desde el año 722 al 586 a.C., un período de 136 años. Pero durante esos años, la nación estaba a menudo bajo la dominación de potencias extranjeras, como los asirios y los egipcios, que les exigían pagar tributo como un estado vasallo.

El punto es que Israel nunca ha sido capaz de existir por mucho tiempo como una nación independiente, unificada y soberana. 

Prospectos para Hoy

Y, por esa razón y otras, la mayoría de expertos en el Medio Oriente sugieren que el actual estado de Israel (el tercer reino unido) también tendrá una corta vida. En la superficie, esa estimación parece válida. Después de todo, los siete millones de judíos de Israel están rodeados por 22 naciones árabes hostiles con más de 400 millones de personas. La sobrevivencia de Israel parece no tener esperanza.

Pero, “no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel” (Salmos 121:4). Israel ha estado involucrado en guerras constantes y sin fin desde que el estado moderno fue estableció, e Israel ha sobrevivido milagrosamente. Esto es en cumplimiento de la profecía bíblica, que dice que en los tiempos del fin, Israel será como David contra Goliat (Zacarías 12:8), y que Israel consumirá a sus adversarios como un fuego ardiente en medio de una pila de madera (Zacarías 12:6).

La Biblia también promete una protección sobrenatural de Israel cuando la nación sea invadida en los tiempos del fin, por una poderosa coalición de enemigos dirigidos por Rusia (Ezequiel 38 y 39). Este abrumador ejército será destruido por Dios con confusión en el campo de batalla, terremotos, pestilencia, lluvia torrencial, fuego y azufre (Ezequiel 38:20-22; 39:6).

Pero la Biblia también profetiza que el actual estado de Israel será derrocado por el Anticristo a la mitad de la Tribulación. Cuando los judíos lo rechacen como su mesías (Apocalipsis 12:13-17). Durante la última mitad de la Tribulación (3 ½ años), el Anticristo estará obsesionado con aniquilar al pueblo judío, y se dispersarán a otras naciones, incluyendo a la moderna Jordania, donde serán protegidos sobrenaturalmente (Daniel 11:41).

Al final de la Tribulación, se nos dice que el remanente de los judíos sobrevivientes en todo el mundo pondrá su fe en Yeshúa (Jesús) como su Mesías (Zacarías 12:10; 13:1).

Cuando Jesús regrese a esta tierra al final de la Tribulación, reunirá a todos los judíos creyentes en su patria y los establecerá como la nación primaria del mundo, y ellos “nunca más serán arrancados” (Amós 9:15).

¡Maranatha!

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Will modern day Israel survive?

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lunes, 29 de enero de 2018

Libro Electrónico: Atrapada en el Infierno de Hitler

Por Anitta Ditman y Jan Markell

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Una joven judía descubre la fidelidad del Mesías en medio del Holocausto



Contenido


Una nueva época — “¡Heil Hitler!”

Una raza en desgracia

Atrapadas

“Una maravillosa cristiana”

“¡Abran la puerta!”

Trabajos forzados

Ictericia

Adiós, mamá

Pan Zweiback

El campo de trabajo

Sostenida

Unos momentos de libertad

El escape

Hospitalizada

El final del viaje

Epílogo

Si desea obtener otros materiales, visite el sitio web oficial del Ministerio:

sábado, 27 de enero de 2018

¿Por Qué Permitió Dios el Holocausto?



Respuesta: Al tratar con el problema del mal en el mundo, nos encontramos con muchos problemas como éste. ¿Podría Dios haber evitado el Holocausto? Sí, Él podría haberlo hecho. También podría haber impedido las masacres de Stalin en la Unión Soviética, la tortura de disidentes de la Inquisición española, y el reinado de terror de Nerón. En cada caso, Dios permitió que hombres malvados ejercieran una cierta cantidad de poder durante un corto período de tiempo.

En última instancia, no sabemos las razones de lo que Dios permite. Sus caminos y pensamientos son infinitamente más altos que los nuestros (Isaías 55:8-9). Su plan soberano abarca todo el ámbito de la historia, pasado, presente y futuro, y abarcando todos los posibles cursos de acción, todas las causas y efectos, todas las potencialidades, y todas las contingencias. No hay forma de que podamos entender las complejidades de Su diseño. Por la fe, confiamos en que Su plan es el mejor plan posible para restaurar a una humanidad caída y un mundo maldito a la justicia y la bendición. 

Pero  podemos entender esto: el permiso de Dios no es lo mismo que Su aprobación. Dios permitió que Adán comiera del árbol prohibido, pero no aprobó la acción. De la misma manera, que Dios permitiera el Holocausto de ninguna manera sugiera Su aprobación del mismo. Dios es afligido por la pecaminosidad del hombre y la dureza de su corazón.

También sabemos que Dios ha hecho todo lo posible para redimirnos del pecado que nos destruiría. Él dio a Su único Hijo, quien sacrificó Su vida por nuestro pecado y tomó nuestro castigo. Todos los que se vuelven a Jesús en fe son salvados. El pecado en este mundo, y los horrores tales como el Holocausto, son el resultado directo de la continua rebelión de la humanidad contra Dios. 

Si bien nada puede justificar el Holocausto, sí vemos al menos una cosa buena que provino de la Segunda Guerra Mundial: Israel ahora existe como una nación. El Holocausto fue la razón principal por la que el Libro Blanco de 1939 fue rescindido, lo que liberó a los judíos para inmigrar a Israel. El hecho de que, a partir de 1948, los judíos tengan una identidad nacional restaurada, ayuda a cumplir profecías bíblicas como las de Ezequiel 37 y Mateo 24. Derrotar al nazismo y dar la tierra de Israel de regreso a los judíos es un ejemplo clásico de Dios frustrando el plan de Satanás y ocasionando el bien a pesar a del mal.

En todas Sus obras, Dios es justo (Salmo 145:17). La culpa del Holocausto recae directamente sobre los hombros de la humanidad pecaminosa. El Holocausto fue el producto de decisiones pecaminosas hechas por hombres pecaminosos contra un Dios santo. Si el Holocausto demuestra algo, es la depravación total del hombre. Tan sólo catorce años después de “la guerra para terminar con todas las guerras” (la Primera Guerra Mundial), Hitler ascendió al poder. Lo que es aun más chocante es que millones lo siguieron, permitiendo sus horribles políticas y siguiendo un camino hacia la destrucción nacional.

Y mientras el nazismo se apoderaba de Alemania, ¿dónde estaban las iglesias europeas? Algunas, es cierto, se mantuvieron firmes contra el mal en medio de ellas, y algunos eclesiásticos, como Dietrich Bonhoeffer, pagaron el precio máximo por disentir. Pero eran la minoría. La mayoría de las iglesias de la época aceptaron las reglas del Partido Nazi y permanecieron en silencio mientras los judíos eran masacrados. ¿Dónde estaban los líderes mundiales? Aparte de Winston Churchill de Inglaterra, los políticos del mundo tomaron la ruta del aislamiento o el apaciguamiento. Ninguno funcionó. ¿Dónde estaba la gente buena y decente? Edmund Burke a menudo es citado diciendo, “Todo lo que se necesita para que el mal triunfe en el mundo es que suficientes hombres buenos no hagan nada”. Aunque hubo algunos cuantos alemanes y algunos europeos como Oscar Schindler y Terrie ten Boom y su familia, quienes arriesgaron sus vidas para salvar a miles de judíos de la aniquilación, la mayoría permaneció en silencio y el Holocausto se produjo. La pregunta no es tanto, “¿Por qué permitió Dios el Holocausto?”, sino, “¿Por qué lo permitimos nosotros?”.

Dios le da a la humanidad la libertad de elección. Podemos elegir seguirlo y defender la rectitud, o podemos rebelarnos contra Él y perseguir el mal. El problema reside en el corazón del hombre. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). Hasta que el corazón del hombre se vuelva a Dios, el mundo seguirá siendo testigo de “limpiezas étnicas”, genocidios, y atrocidades como el Holocausto. 


Artículos relacionados:
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El error de la teología del reemplazo
El Antisemitismo: Sus raíces y perseverancia

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article
Why did God allow the Holocaust?

miércoles, 17 de enero de 2018

El Renacimiento del Idioma Hebreo (pdf)

Israel en la Profecía Bíblica


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lunes, 15 de enero de 2018

La Preservación del Pueblo Judío: La Promesa de Dios


Retrato de un Rabino, por Isidor Kaufmann


De Vuelta a la Pregunta Básica

Así pues, nos encontramos aún lidiando con la pregunta con que comenzamos: ¿Cómo sobrevivieron los judíos? Y realmente hay sólo una respuesta: “Sobrenaturalmente”. Salmo 124 lo resume mejor:

1. “Si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros”, dígalo, por favor, Israel,

2. “Si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

3. Entonces nos habrían tragado vivos cuando se encendió su furor contra nosotros;

4. Entonces las aguas nos habrían inundado; el torrente habría pasado sobre nosotros; 

5. Entonces las aguas tumultuosas habrían pasado sobre nosotros”.

6. Bendito sea el SEÑOR, que no nos entregó como presa a los dientes de ellos.

7. Nuestra alma escapó como un pájaro de la trampa de los cazadores. Se rompió la trampa, y nosotros escapamos.

8. Nuestro socorro está en el nombre del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

Aunque este pasaje probablemente habla específicamente acerca de la supervivencia de los hijos de Israel durante sus andanzas por el desierto bajo el liderazgo de Moisés, éste expresa un principio eterno concerniente a la relación de Dios con el pueblo judío. El autor del Salmo 121 lo expresó de esta manera: “He aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a Israel” (Salmo 121:4).

La Promesa de Dios de Preservar a Su Pueblo

Los profetas hebreos fueron muy precisos acerca del hecho de que Dios siempre preservaría al pueblo judío. Considere esta profecía simbólica de Isaías, quien escribió hace 2,700 años, 700 años antes del nacimiento de Jesús (Isaías 49:14-16):

14) Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí.

15) ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.

16) He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.

Hablando más específicamente, Isaías escribió estas palabras acerca de la preservación de los judíos (Isaías 41:10-11):

10) No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

11)  He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo.

Del mismo modo, el profeta Jeremías, quien escribió  75 años después de Isaías, declaró que Dios preservaría al pueblo judío (Jeremías 30:11):

“Porque yo estoy contigo para salvarte, dice el SEÑOR. Ciertamente haré exterminio en todas las naciones entre las cuales te he dispersado; pero en ti no haré exterminio, sino que te castigaré con justicia. De ninguna manera te daré por inocente”.

Una profecía más gráfica de Jeremías con respecto a la preservación de los judíos se puede encontrar en Jeremías 31:35-37:

35) Así ha dicho el SEÑOR, quien da el sol para luz del día, y la luna[a] y las estrellas para luz de la noche, el que agita el mar de manera que rugen sus olas —el SEÑOR de los Ejércitos es su nombre—: 

36) “Si esas leyes faltaran delante de mí, dice el SEÑOR, entonces la descendencia de Israel dejaría de ser nación delante de mí perpetuamente”.

37) Así ha dicho el SEÑOR: “Si se pueden medir los cielos arriba y se pueden explorar los cimientos de la tierra abajo, entonces yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice el SEÑOR.

Entonces, ¿cuándo dejará de existir el pueblo judío? Cuando el sol deje de salir y de ponerse, cuando las estaciones del año dejen de venir, y sólo después de que todos los cielos y las profundidades de los océanos hayan sido explorados. En resumen, el pueblo judío está aquí para quedarse.

¿Necesito informarle que estas profecías se han cumplido? A pesar de su dispersión, su persecución y los sanguinarios pogromos previos al Holocausto, 6.5 millones de judíos viven  en Israel hoy (un poco más que el número de muertos en el Holocausto), con otros 7.5 millones en otros países. 

Ahora, puede entender por qué la continua existencia del pueblo judío es una prueba positiva de que hay un Dios y que la Biblia es Su Palabra. 


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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

sábado, 13 de enero de 2018

La Preservación del Pueblo Judío: La Magnitud del Milagro


“El Muro de los Lamentos, Jerusalén”, es una pintura de Carl Friedrich Werner (1808-1894). La pintura fue hecha en 1863. Werner era un pintor de acuarela alemán. Observe que, en el momento de esta pintura, no había división en el muro entre los hombres y las mujeres, como existe hoy. 
     
La Magnitud del Milagro

La preservación del pueblo judío a lo largo de sus 2,700 años de dispersión es alucinante. Tenga en cuenta que fueron dispersados a más de 130 naciones en todo el mundo, y que fueron brutalmente maltratados dondequiera que iban. Will Varner, un profesor del The Master’s College, lo ha expresado de esta forma: “Ninguna nación en la historia del mundo ha sido exiliada de su tierra, perdido su existencia e idioma nacional, y luego regresado como pueblo a esa patria idéntica, e incluso revivido su lengua antigua. Ninguna nación, es decir, excepto una — la nación de Israel — ”.8

La implacable persecución de los judíos se remonta al comienzo mismo de su existencia como nación. El faraón de Egipto intentó asesinar a todos sus bebés varones (Éxodo 1:15-16). Un burócrata del gobierno llamado Amán, concibió un plan genocida para exterminar a todo el pueblo judío en Persia (Ester 3:8-10). El Imperio Asirio conquistó diez de las tribus judías y las dispersó por toda Asia. Luego vino el exilio babilónico de las dos tribus restantes y las dos horribles guerras con los romanos (70 y 135 d.C.).

A lo largo de la Edad Media, los judíos fueron conducidos a vivir en guetos y se les exigió usar símbolos de identificación. Fueron sometidos a pogromos, cacerías de brujas, y libelos de sangre. Fueron culpados por todos los problemas de la sociedad — incluso por la peste negra —. Fueron masacrados durante las Cruzadas, fueron torturados durante la Inquisición, y se convirtieron en un objeto de completa aniquilación durante el Holocausto nazi.9

Sin embargo, el pueblo judío sobrevivió y sus perseguidores terminaron en el basurero de la historia.

¿Cómo pudo ser esto? ¿Suerte? ¿Coincidencia? ¿Buena suerte? ¿Una tirada de dados? Hay muchas teorías. 

Teorías Seculares

La teoría más común ofrecida por los judíos seculares es que la abrumadora persecución sufrida por el pueblo judío creó dentro de ellos una voluntad de hierro para sobrevivir, y su genio como pueblo produjo ingeniosos y astutos métodos de supervivencia.10 Pero todas esas explicaciones naturalistas  parecen superficiales y fracasan ante la posibilidad de que cualquier pueblo pudiera preservar su existencia y su identidad en medio de tanto sufrimiento.

Otros argumentos seculares incluyen el alto grado de educación y alfabetismo que caracterizaron a los judíos durante la Edad Media. Esto les permitió preservar de manera más efectiva sus tradiciones, y aumentó su utilidad a la sociedad. En lugar de vivir como mendigos, pudieron convertirse en abogados, doctores, banqueros y burócratas.

Su alto nivel de educación también hizo posible que fueran extremadamente móviles, lo que les permitía moverse más fácilmente de una nación a otra. Tenían recursos financieros y planteaban menos problemas de beneficencia que los migrantes no judíos.12

Teorías Religiosas

Estoy seguro de que todos estos elementos fueron significativos, pero los portavoces judíos religiosos lo han hecho mucho mejor con su explicación de la supervivencia judía. Como dijo un rabino: “El elemento sobrenatural de la supervivencia judía debe ser enfrentada directamente”.13 Otro rabino lo expresó así:

Si deseamos descubrir los elementos esenciales que componen la…fortaleza única [del pueblo judío], debemos concluir que no se trata de su física peculiar o de sus características mentales intrínsecas, ni su lengua, usos y costumbres…El único vínculo que une a nuestro pueblo disperso en toda su dispersión, independientemente del tiempo, son la Torá y los mitzvot. 

La Torá y los mitzvot — estos dos son el centro de las explicaciones ortodoxas judías sobre la preservación del pueblo judío —. La Torá se refiere a los primeros cinco libros de las Escrituras hebras — los libros escritos por Moisés, a menudo conocidos como el Pentateuco —. Los Mitzvot son los mandamientos contenidos en la Torá. 

Los rabinos afirman que hay 613 mitzvot en la Torá.15 Ellos ven 248 de estos mandamientos como de naturaleza positiva (“harás”). El total restante de 365 son considerados negativos (“no harás”). Todos los mandamientos son vistos como esenciales para que una persona sea santa como Dios es santo (Levítico 20:25).

El problema es que todos los mitzvot deben interpretarse en cuanto a su aplicación diaria, un proceso que resulta en discusiones y disputas interminables y, a menudo, conclusiones contradictorias. Un ejemplo sería el mandamiento contra encender un fuego en el día de reposo (Éxodo 35:3). El mandamiento es bastante claro. Pero, ¿encender un interruptor de luz o presionar un botón de un elevador constituye encender un fuego?

Halajá

A lo largo de los siglos, los sabios judíos han desarrollado un extenso código de leyes orales que aplican los mitzvot de la Torá a todos los aspectos de la vida diaria. Este código es llamado Halajá.16 A menudo es conocida como “Ley judía”. Pero una traducción más literal sería “la forma de comportarse” o “la forma de caminar”.

La observancia de la Halajá dentro de la Diáspora durante los 2,000 años transcurridos desde la destrucción del templo judío en el año 70 d.C., impidió que el pueblo judío se asimilara a las culturas en las que fueron dispersados. La práctica de la Halajá les permitió conservar su identidad como un pueblo puesto aparte por Dios para que fuera un testigo al mundo (Deuteronomio 7:6-8).

Un rabino se ha referido a la observancia de la Halajá como “la tenaz adherencia a nuestra herencia espiritual”.17 Él declaró además que, “Nosotros [el pueblo judío] somos quiénes somos y lo que somos debido a una fe trascendental, una fe que demostró ser más fuerte que los imperios más grandes de la historia”.18

El rabino Akiva (50-137 d.C.), el gran sabio judío del siglo II, recurrió a la siguiente ilustración para explicar el por qué el pueblo judío debe rechazar la asimilación a toda costa:19

Un zorro iba una vez caminando por la orilla de un río, y vio peces que se lanzaban de un lado a otro, “¿De qué están huyendo?”, le preguntó al pez. “Para escapar de las redes del pescador”. “En ese caso”, dijo el zorro, “vengan y vivan en tierra firme junto a mí”. “¿Eres tú el que describen como el más inteligente de los animales?”, respondió el pescado. “No eres inteligente, sino tonto. Si estamos en peligro aquí en el agua, que es donde vivimos, cuánto más en tierra firme, donde estamos destinados a morir”.

Al explicar la ilustración, el rabino Akiva hizo hincapié en que la Torá es para la supervivencia judía lo que el agua es para un pez. Sí, los judíos están en constante peligro, pero si ponen la Torá a un lado, perderán su identidad y morirán como un pueblo identificable. 

El Poder de la Memoria

Otro elemento clave para mantener su identidad, que a menudo es destacado en los escritos rabínicos es la memoria. Por lo tanto, todos los días de fiesta judíos son recordatorios de grandes eventos en la historia judía o de promesas de Dios acerca del futuro, o de ambos. 

Por ejemplo, la Fiesta de la Pascua señala la memoria judía a la época cuando Dios liberó milagrosamente a los judíos de la cautividad egipcia. La Fiesta de Shavu’ot (conocida por los cristianos como la Fiesta de Pentecostés) es un recordatorio de la entrega de la Ley a Moisés en el Monte Sinaí. La fiesta más alegre del año es la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot en hebreo), en el otoño del año. Ésta celebra la finalización de la cosecha de los frutos, y sirve como recordatorio de cómo Dios fue fiel a los judíos durante sus andanzas en el desierto, cuando vivían en tabernáculos. Es también un recordatorio de que Dios ha prometido en Su Palabra que un día Él vendrá a la tierra para morar en medio de Su pueblo (Zacarías 2:10-13).


Judío yemenita en Jerusalén en 1890

La observancia de las siete fiestas judías cada año — año tras año — mantuvo viva en los corazones judíos la memoria del llamado de Dios a su vida como nación. Se les recordaba cómo Dios había venido a su rescate una y otra vez (Salmo 78) y cómo Él había prometido que un día se convertirían en la nación principal del mundo, por medio de la cual todas las bendiciones de Dios fluirían a las naciones (Isaías 2:1-4).

Un Problema

El problema con estas explicaciones de la preservación judía es que ellas sólo muestran cómo los judíos mantuvieron su identidad — y no cómo fueron capaces de sobrevivir —. De hecho, el mantenimiento de su identidad única los convirtió en objeto de odio y un blanco fácil para el abuso. 

El resultado fue 2,000 años de odio, persecución y masacre implacables. Sus propias Escrituras profetizaron que, una vez que fueran esparcidos, serían perseguidos dondequiera que fueran, y serían reducidos en número:

El SEÑOR los esparcirá entre los pueblos, y quedarán pocos en número entre las naciones a las cuales los llevará el SEÑOR (Deuteronomio 4:27).

Y [después de su dispersión] quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios (Deuteronomio 28:62).

Registros romanos indican que hace 2,000 años había entre 8 y 10 millones de judíos viviendo en el mundo.21 Hoy hay 14 millones. ¿Cuántos debería haber?

Bueno, en el mismo período de tiempo, la población de China creció de 30 millones a más de mil millones.22 Los pueblos árabes llegaron a existir al mismo tiempo que los judíos. Hoy hay más de 400 millones de árabes.23 Con base en estas estadísticas, la población judía hoy debería estar entre 400 y 500 millones. 

En el tercer y último segmento de esta serie acerca de la preservación del pueblo judío, veremos el elemento sobrenatural de por qué los judíos han sobrevivido. 

Artículos relacionados:
La preservación del pueblo judío: Un gran milagro
Los judíos en la profecía bíblica

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Notas

8) Varner, page 2.

9) Para detalles acerca de la persecución de los judíos durante la Edad Media, vea el libro del Dr. Reagan, The Jewish People: Rejected or Beloved? (McKinney, TX: Lamb & Lion Ministries, 2014), pages 93-124.

10) Rabbi Dovid Gottlieb, “Jewish Survival – The Fact and its Implications, www.ohr.edu/2055, page 3.

11) Prioktan918, “How did Judaism survive the Diaspora?” www.answers.com/Q/How_did_judaism_survive_the diaspora, page 1.

12) Ibid.

13) Gottlieb, page 6.

14) Nissan Dovid Dubov, “What is the Secret of Jewish Survival?” www.chabad.org., page 2.

15) Tracy R. Rich, “A List of the 613 Mitzvot (Commandments),” www.jewfaq.org/613.htm, page 1.

16) Tracey R. Rich, “Halakhah: Jewish Law,” www.jewfaq.org/halakhah.htm, pages 1-4.

17) Greenburg, page 2.

18) Ibid., page 3.

19) Ibid., page 2.

20) John J. Parsons, “The Jewish Holidays: A Simplified Overview of the Feasts of the LORD,” www.hebrew4 christians.com.

21) Packouz, page 3.

22) Wikipedia, “Demographics of China,” https://en.wikipedia.org/wiki/Demographics_of_China, page 2.

23) Wikipedia, “Arabs,” https://en.wikipedia.org/wiki/Arabs, page 1.

jueves, 19 de octubre de 2017

La Historia de Satanás: Falso Mesías




A medida que las señales de los tiempos del fin continúan multiplicándose, Satanás debe estarse mordiendo las uñas debido a que conoce la profecía bíblica (Apocalipsis 12:12), y se da cuenta de que el momento se acerca rápidamente cuando podrá manifestarse físicamente como el dios de este mundo. 

Él va a hacer esto por medio de un hombre que ungirá y luego poseerá como su mesías (Daniel 8:24). La Biblia llama a este hombre el Anticristo (1 Juan 2:22), y sus características serán las mismas que las de Satanás. En 2 Tesalonicenses 2:3, él es llamado “el hijo de destrucción”. Utilizando el poder de Satanás (Apocalipsis 13:2), el Anticristo conquistará toda la tierra (Apocalipsis 13:7).

Esta pintura de Satanás aconsejando al Anticristo es un detalle de un fresco pintado por Luca Signorelli (1445-1523), un pintor italiano del Renacimiento. La pintura fue hecha cerca de 1501.

Y, mientras el Anticristo está consolidando su imperio mundial, Satanás intentará por última vez apoderarse del trono de Dios en el Cielo. Esto dará como resultado una guerra a la mitad de la Tribulación. Satanás y todos sus demonios lucharán contra el arcángel Miguel y sus ángeles. Satanás será, por supuesto, derrotado en este loco intento de desplazar a su Creador.

Se nos dice en Apocalipsis que Satanás será arrojado a la tierra y que su acceso al Cielo será cortado por completo (Apocalipsis 12:10-12). Satanás se llenará de gran ira, y decidirá descargar su ira sobre el Pueblo Escogido de Dios — los judíos (Apocalipsis 12:12-17) —.

Comenzará este proceso poseyendo al Anticristo y luego motivándolo a entrar al reconstruido Templo judío en Jerusalén y declarar que es dios (2 Tesalonicenses 2:4), exigiendo que todo el mundo lo adore.

Cuando sea rechazado por los judíos, Satanás lo motivará entonces a aniquilar al pueblo judío. Satanás hará esto porque odia a los judíos con pasión. Los odia porque son el Pueblo Escogido de Dios. Los odia porque Dios obró a través de ellos para proveerle al mundo la Biblia. Los odia porque fue por medio de ellos que Dios envió a Su Hijo, el Mesías. Y los odia porque Dios ha prometido que un día un gran remanente de los judíos volverá sus corazones a su Mesías y será salvo (Isaías 10:20-23; Zacarías 12:10 y Romanos 9:27:28).

Satanás está determinado a aniquilar a los judíos para que Dios no pueda cumplir Su promesa de traer un gran remanente a la salvación. Satanás ha intentado hacer esto muchas veces en el pasado, como con la Inquisición española y el Holocausto nazi. Éste será su último intento, porque se nos dice que el Anticristo masacrará a dos tercios del pueblo judío durante la última mitad de la Tribulación (Zacarías 13:8).

En el próximo segmento de esta serie de la “Historia de Satanás”, veremos lo que la Biblia dice en cuanto al destino final de Satanás. 

Artículos relacionados:
El Anticristo
La Historia de Satanás: No tomada seriamente
La Historia de Satanás: Orígenes antiguos
La Historia de Satanás: Caída elevada
La Historia de Satanás: Carácter despreciable

La Historia de Satanás: Dominio Terrenal
El Ministerio de los Ángeles

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Satan’s story

sábado, 7 de octubre de 2017

La Reunión de los Judíos (pdf)

El Acontecimiento Más Importante del Siglo XX


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Uno de los más grandes ejemplos del amor constante de Dios por el pueblo judío puede ser encontrado en el acontecimiento profético más importante del siglo XX.

Cuando pienso en el siglo XX y en todos sus eventos asombrosos, me acuerdo de algunas palabras que se encuentran en Habacuc 1:5. Constituyen una declaración hecha por Dios al profeta:

Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.

El siglo XX estuvo lleno de sucesos trascendentales que nadie pudo haber previsto en 1900. Mirando hacia ese siglo, ¿cuál consideraría el suceso más importante desde una perspectiva bíblica —particularmente desde el punto de vista de la profecía bíblica? —.

¿Las Guerras Mundiales I y II?
¿La Gran Depresión (crisis económica en 1929)?
¿La llegada de los viajes espaciales?
¿El colapso del comunismo?
¿La reunificación de Europa?
¿El resurgimiento del islam?

La respuesta desde una perspectiva bíblica es ninguno de esos sucesos. El acontecimiento más importante del siglo XX —más importante que todos esos sucesos juntos— fue la reunión mundial del pueblo judío en su propia tierra.

Y para que no crea que estoy exagerando, permítame probarlo.

Estimado lector: Su apoyo, tanto espiritual como financiero, contribuye grandemente a que podamos seguir publicando estos materiales, que estamos seguros que están bendiciendo a muchos creyentes de habla hispana.
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