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martes, 16 de agosto de 2016

Estudio Bíblico Mesiánico: La Naturaleza de la Biblia (pdf)


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Introducción

I. La terminología de la Biblia

   A. Biblia
   B. Escrituras
   C. Palabra de Dios
   D. Testamento

II. Las actitudes hacia la Biblia

   A. Racionalismo
   B. Misticismo
   C. Romanismo
   D. La Nueva Ortodoxia
   E. Sectas
   F. Ortodoxia

III. Lo maravilloso de la Biblia

   A. La formación de la Biblia
     1. Su diversidad de idiomas
     2. Su diversidad de lugares
     3. Su diversidad de autores
     4. Su diversidad en la forma literaria

   B. La preservación de la Biblia
     1. Su estado inalterable
     2. Su Indestructibilidad

   C. El tema central de la Biblia

   D. La influencia de la Biblia

IV. El origen sobrenatural de la Biblia

   A. El libro de Dios
   B. En el problema del pecado 
   C. En su ética y moral
   D. En su continuidad
   E. En sus profecías
   F. En sus tipos y ante-tipos
   G. En su valor literario
   H. En la ausencia de prejuicios
   I. En su exactitud científica
   J. En su eterna frescura

Lea otros Estudios Bíblicos Mesiánicos:

sábado, 6 de agosto de 2016

Estudio Bíblico Mesiánico: La Campaña de Armagedón (pdf)


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Tabla de Contenido

Introducción e Información de Trasfondo

I. Primera etapa: La reunión de los aliados del Anticristo

II. Segunda etapa: La destrucción de Babilonia

III. Tercera etapa: La Caída de Jerusalén

IV. Cuarta etapa: El ejército del Anticristo en Bosra

V. Quinta Etapa: La regeneración nacional de Israel

A. La confesión nacional de Israel
B. La petición de Israel

VI. Sexta etapa: La Segunda Venida del Mesías

A. Isaías 34:1-7
B. Isaías 63:1-6
C. Habacuc 3:3
D. Miqueas 2:12-13
E. Jueces 5:4-5

VII. Séptima etapa: La batalla desde Bosra hasta el Valle de Josafat

VIII. Octava etapa: La ascensión victoriosa al Monte de los Olivos

Lea la primera parte de este EBM:

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jueves, 28 de julio de 2016

Estudio Bíblico Mesiánico: Los Judíos y la Tribulación (en pdf)


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Tabla de Contenido

I. Los Judíos y el propósito de la Tribulación

   A. Para terminar con el pecado y los pecadores.
   B. Para traer un gran avivamiento mundial

      1. Los medios del avivamiento mundial — Apocalipsis 7:1-8
      2. Los resultados del avivamiento mundial — Apocalipsis 7:9-17

   C. Para quebrar la voluntad del pueblo santo

II. Los judíos y el comienzo de la Tribulación

   A. Daniel 9:24-27
   B. Isaías 28:14-22

III. Los judíos durante la Tribulación

   A. Jeremías 30:4-7
   B. Mateo 24:15-28
   C. Apocalipsis 12:1-17
   D. Zacarías 13:8-9

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martes, 8 de marzo de 2016

Estudio Bíblico Mesiánico: Los Tres Milagros Mesiánicos




Tabla de Contenido

I. El Primer Milagro Mesiánico: La Sanidad de un Leproso
  A. Introducción
  B. La Sanidad del Leproso
  C. La Respuesta Judía

II. El Segundo Milagro Mesiánico: Echando Fuera a un Demonio Mudo
  A. Introducción
  B. Echando fuera a un Demonio Mudo
  C. La Respuesta Judía
  D. El Juicio
  E. El Cambio en el Ministerio Del Mesías
    1. Concerniente al Propósito de Sus Milagros
    2. Concerniente a la Base de Sus Milagros
    3. Concerniente al Mensaje de que Él era el Mesías
    4. Concerniente al Método de Sus Enseñanzas
  F. Otro Demonio Mudo

III. El Tercer Milagro Mesiánico: La Sanidad de un Hombre que Nació Ciego
  A. Introducción
  B. La sanidad Física de un Hombre que Nació Ciego
  C. El Primer Interrogatorio del Hombre
  D. El Interrogatorio de sus Padres
  E. El Segundo Interrogatorio del Hombre
  F. La Sanidad Espiritual

IV. El Último Testigo Mesiánico

¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? - Marcos 2:9

En el tiempo previo a la venida de Yeshúa (Jesús), los rabinos de entonces separaban los milagros en dos categorías. Primero eran los milagros que cualquier persona podía hacer, si era investido del poder de Dios. La segunda categoría era llamada “Los Milagros Mesiánicos”, que eran los milagros que sólo el Mesías podría hacer. Yeshúa hizo milagros en ambas categorías: Milagros generales y también mesiánicos. Según las enseñanzas de los rabinos, ciertos milagros estaban reservados sólo para el Mesías, y cada vez que Él hacía un milagro mesiánico causaba una reacción diferente a la que causaba cuando hacía otra clase de milagro. Éste es un estudio de tres Milagros Mesiánicos, las reacciones hacia ellos, y los resultados de los mismos.

I. El Primer Milagro Mesiánico: La Sanidad de un leproso

A. Introducción

El primer milagro mesiánico fue la sanidad de un leproso. Bajo la Ley Mosaica, la única manera en que una persona podía ser contaminada por un cuerpo humano vivo era si tocaba a un leproso. Normalmente, bajo la Ley Mosaica, la única manera que alguien llegaba a ser ceremonialmente inmundo o contaminado era por tocar un cuerpo humano muerto, o por tocar el cuerpo de un animal muerto, o por tocar el cuerpo de un animal inmundo vivo, tal como un puerco. La única manera que la contaminación llegaba a través de un cuerpo humano vivo, era por tener contacto con un leproso.

Desde el tiempo en que quedó concluida la Ley Mosaica, no existía registro de que algún judío hubiese sido sanado de lepra. Miriam fue limpiada de su lepra, pero eso sucedió antes que la ley quedara concluida. Naamán fue sanado de su lepra, pero él no era judío, era un gentil sirio. Desde el tiempo en que se concluyó la Ley Mosaica, no hubo un solo caso en el que algún judío hubiese sido sanado de lepra.

La lepra era una enfermedad que quedó fuera de las curas rabínicas; no había curación para la lepra. Sin embargo, en Levítico 13-14 se dan instrucciones detalladas al sacerdocio levítico de lo que habían de hacer en el caso de que un leproso fuera sanado. En el día que un leproso se acercaba al sacerdote y decía: “Yo estaba leproso pero he sido sanado” el sacerdote tenía que dar una ofrenda inicial de dos avecillas.

Por los siguientes siete días, ellos debían investigar intensamente la situación para determinar tres cosas. Primero, ¿en realidad la persona había sido leprosa? Segundo, si en realidad había sido leproso, ¿qué tan cierto era que había sido sanado de su lepra? Tercero, si en realidad había sido sanado de su lepra, ¿cuáles eran las circunstancias de su sanidad?

Si después de siete días de investigación ellos estaban firmemente convencidos de que el hombre había sanado de su lepra, y que el hecho era incuestionable, entonces en el octavo día se daba una larga serie de ofrendas. Había cuatro ofrendas diferentes. Primero, la ofrenda por la culpa; segundo, la ofrenda por el pecado; tercero, la ofrenda quemada; cuarto, la ofrenda de harina amasada. Luego se aplicaba la sangre de la ofrenda por la culpa, sobre el leproso sanado. La ceremonia concluía con el ungimiento del aceite sobre el leproso sanado.

Aunque el sacerdocio tenía todas las instrucciones detalladas acerca de qué hacer en caso de que un leproso fuera sanado, nunca tuvo la oportunidad de poner en práctica las instrucciones, porque desde que la Ley Mosaica fue dada, ningún judío había sido sanado de lepra. Debido a ello, los rabinos enseñaban que sólo el Mesías podría sanar a un judío leproso.

La sanidad de un leproso era clasificada como el primero de los tres Milagros Mesiánicos.

B. La Sanidad de un Leproso

Los pasajes de los tres Evangelios que nos hablan de la sanidad del leproso son: Mateo 8:2–4, Marcos 1:40–45 y Lucas 5:12–16. Mateo y Marcos sólo citan que el hombre era leproso, pero Lucas, que era médico de profesión, da más detalles.

De acuerdo a Lucas 5:12 el hombre estaba lleno de lepra. Eso quiere decir que la lepra estaba ya totalmente desarrollada, y que no pasaría mucho tiempo para que la lepra acabara con la vida de este hombre. Este hombre lleno de lepra “vino a Jesús y le rogó diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. El leproso claramente reconoció la autoridad de Jesús como el Mesías, y que tenía poder para sanar de la lepra. La única pregunta del leproso era si Él quería hacerlo. En ese momento leemos en el versículo 13 que Yeshúa tocó al leproso, “Y al instante la lepra se fue de él”.

Pero notemos con atención lo que le dijo al leproso que hiciera, según Lucas 5:14, “Y Él le mandó que no lo dijese a nadie; Pero ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para testimonio a ellos”.

La palabra “ellos” se refiere a los líderes de Israel. Jesús envió a este hombre directamente al sacerdocio que estaba en Jerusalén para forzarlos a seguir los mandatos de Moisés de Levítico 13–14. Este hombre fue delante del sacerdocio de Israel y se declaró limpio de la lepra; en ese día el sacerdote ofreció dos avecillas como sacrificio.

Por los siguientes siete días, ellos investigaron intensamente la situación y descubrieron tres cosas. Primero, descubrieron que este hombre en realidad había estado leproso. Segundo, descubrieron que el hombre había sido perfectamente sanado de su lepra. Tercero, descubrieron que Yeshúa de Nazaret fue quien había sanado a este hombre de su lepra.

Debido a que ellos enseñaban que la sanidad de un leproso era un milagro mesiánico,  quien sanara a un leproso, por el mismo acto, debía ser declarado como el Mesías. Jesús intencionalmente envió a este leproso sanado ante el sacerdocio para que los líderes comenzaran a investigar Sus afirmaciones  mesiánicas y que llegaran a una conclusión en cuanto a Sus afirmaciones de ser el Mesías. Él quiso forzar a los líderes judíos a tomar una decisión en cuanto a Su Persona, que Él era el Mesías; y su mensaje, que Él estaba ofreciendo a Israel el Reino predicho por los profetas judíos.

Habiendo enviado al leproso sanado ante los líderes de Israel, Yeshúa “…se apartaba al desierto, y oraba” (Lc. 5:16). Él se fue al desierto donde, en una ocasión, Él ayunó y fue tentado por Satanás. Esta vez Él fue al desierto con el propósito de orar. ¿Acerca de qué oraba? Él oraba por lo que pasaría enseguida y por la reacción que los líderes de Israel habían de tener ante este milagro mesiánico.

C. La Respuesta Judía

Lo que ocurrió enseguida lo encontramos en tres de los Evangelios: Mateo 9:1–8, Marcos 2:1–12 y Lucas 5:17–26. Marcos señala que este incidente sucedió en Capernaúm, en Galilea, a muchos kilómetros de Jerusalén.

Sin embargo, Lucas 5:17 dice: “Y aconteció un día, que Él estaba enseñando, y los fariseos y doctores de la ley estaban sentados; los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén: Y el poder del Señor estaba allí para sanarlos”.

Lo que aquí tenemos es un grupo de líderes judíos del pueblo de Capernaúm escuchando las enseñanzas de Yeshúa. El relato de Lucas claramente dice que estos eran líderes judíos que se habían reunido de todas las aldeas: Galilea, Judea y los alrededores de Jerusalén. ¿Por qué estos líderes judíos,  repentinamente, estaban teniendo una convención en Capernaúm? Ésta era en respuesta al primer milagro mesiánico. Ellos sabían que Jesús había sanado a un leproso. De acuerdo a sus propias enseñanzas, sólo el Mesías podría hacer tales milagros. Si Él había sanado a un leproso, bien podía significar que Él era el Mesías. Así que vinieron juntos para investigar a Jesús.

De acuerdo a la ley del Sanedrín, si había algún tipo de movimiento mesiánico, el Sanedrín debía investigar la situación en dos etapas. La primera era llamada “La etapa de observación”. Se formaba una delegación para investigar con sólo observar. Tenían que observar qué se decía, se hacía y se enseñaba, y no se les permitía hacer preguntas o presentar objeciones. Después de un período de observación, debían regresar a Jerusalén y reportarse ante el Sanedrín, y allí se daba un veredicto. El movimiento, ¿era relevante, o insignificante? Si declaraban que el movimiento era insignificante, se abandonaba el asunto. Pero si declaraban que el movimiento era relevante, entonces seguía una segunda etapa de investigación llamada “La etapa de interrogatorio”. En esta etapa se interrogaba al individuo o a los miembros del movimiento. Entonces hacían preguntas y presentaban objeciones para descubrir si los reclamos debían ser aceptados o rechazados. Este incidente en Lucas 5:17 registra la primera etapa, la de observación. Los líderes judíos estaban allí para observar lo que Jesús decía, hacía y enseñaba. Hasta este punto ellos no podían hacer preguntas o presentar objeciones. Pero debido a que un milagro mesiánico había sido hecho, todos los líderes de todas las aldeas, habían venido a Jerusalén para participar en la etapa de observación, para ver lo que Yeshúa decía, hacía y enseñaba.

Mientras Yeshúa (Jesús) estaba enseñando, cuatro amigos trajeron a un paralítico para que Él lo sanara. Pero no pudieron entrar porque los líderes judíos estaban bloqueando la puerta. Entonces subieron al techo y haciendo una abertura en él, bajaron al paralítico y lo pusieron a los pies de Jesús. En este momento Yeshúa se apartó de Su proceso normal y no hizo lo mismo que en otras ocasiones, simplemente procedió a sanar al enfermo que le había sido traído.
En Marcos 2:5 leemos: “Y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados”.

En vez de simplemente sanar al hombre, Jesús hizo una declaración extraordinaria: “Hijo, tus pecados te son perdonados”, sabiendo de antemano que al estar presentes los líderes judíos Sus palabras iban a provocar una respuesta negativa. Y en efecto así sucedió, pues en Marcos 2:6 leemos: “Y estaban sentados allí unos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones…”.

Esta era la etapa de observación. Ellos sólo podían observar; no tenían permiso de hacer preguntas o presentar objeciones.

De acuerdo a Marcos 2:7, ellos pensaban en sus corazones: ¿Por qué habla Éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? La teología de ellos era totalmente correcta; nadie podía perdonar pecados, sino sólo Dios. Y ya que Yeshúa se había tomado la prerrogativa de perdonar pecados, esto podía significar una de dos cosas. La primera, que tal vez era un blasfemo. Pero la segunda posibilidad era que en verdad Él era quien decía ser, La Persona del Mesías. Fue en este momento que Yeshúa se dirigió a los líderes de Israel y les preguntó en Marcos 2:9: “¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?”.

La pregunta fue: “¿Qué es más fácil decir uno a otro: Tus pecados te son perdonados, o decir a un paralítico, voy a sanarte, así que levántate y anda?”. Lo más fácil es decir: “Tus pecados te son perdonados”. Pues esto no requería de algo externo y tangible, de una evidencia palpable. Pero decir a un paralítico que iba a ser sanado era más difícil porque eso requería de una evidencia externa y palpable.

Jesús procedió a probar que podía decir lo más fácil “Tus pecados te son perdonados” haciendo lo más difícil, sanar al paralítico. Él procedió a sanar al paralítico. Hubo una evidencia instantánea y palpable, porque el hombre pudo levantarse, caminar y aun llevar el lecho sobre sus hombros. Esto probó que Yeshúa podía decir lo más fácil, que también los pecados de este hombre eran perdonados. Si Jesús podía perdonar pecados, eso significaba que Él era quien decía ser, La Persona del Mesías. En respuesta al milagro mesiánico de sanar al leproso, se dio comienzo a una intensa investigación de Sus reclamos mesiánicos. Los líderes observaron que Jesús reclamó la autoridad de perdonar pecados. Por tanto, Él era un blasfemo, o la Persona del Mesías. Es evidente que los líderes de Israel regresarían a Jerusalén y declararían que el movimiento de Yeshúa era relevante. Después de este evento, Él comenzó a pasar por la segunda etapa de investigación de parte del Sanedrín, la etapa de interrogatorio. Entre su primer milagro mesiánico y el segundo milagro mesiánico, adonde quiera que Jesús fuera, los Fariseos se aseguraban de seguirlo. Para este tiempo, ellos ya no guardaban silencio. Adonde quiera que iba, un Fariseo estaba allí haciendo preguntas o levantando objeciones. Ellos estaban buscando una justificación para rechazar o aceptar sus reclamos mesiánicos. 

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Lea otros Estudios Bíblicos Mesiánicos:

domingo, 23 de octubre de 2011

Estudio Bíblico Mesiánico: Los Resultados de la Muerte del Mesías (en pdf)

Apreciados lectores:

En el enlace adjunto podrán descargar el Estudio Bíblico Mesiánico titulado, Los Resultados de la Muerte del Mesías. Este importante estudio bíblico fue escrito por el erudito judío, el Dr. Arnold G. Fruchtenbaum, Presidente de Ariel Ministries.


Recuerde que necesita tener instalado el programa Adobe Reader para poder leer el documento.


Espero que su lectura contribuya grandemente a su edificación espiritual.

Donald Dolmus
En Defensa de la Fe

domingo, 25 de septiembre de 2011

Estudio Bíblico Mesiánico: Los Tres Tipos de Oración (en pdf)

Apreciados  lectores:

En el enlace adjunto podrán descargar el estudio bíblico "Los Tres Tipos de Oración", escrito por el erudito judío, el Dr. Arnold G. Fruchtenbaum, Presidente de Ariel Ministries.

sábado, 27 de agosto de 2011

Estudio Bíblico Mesiánico: ¿Por qué está salvando Dios a los gentiles hoy? (en formato pdf)

Apreciados lectores:

En el enlace adjunto encontrará en formato pdf el Estudio Bïblico Mesiánico titulado: "¿Por qué está Dios salvando a los gentiles hoy?". El autor de dicho estudio es el erudito judío y Presidente de Ariel Ministries, el Dr. Arnold G. Fruchtenbaum.


Si desean descargar otros estudios en formato pdf, pueden visitar nuestra sección de recursos:


Recuerde que para poder descargar y leer estos documentos, necesita tener instalado el programa Adobe Reader. Si aún no lo tiene instalado, puede descargarlo en el siguiente enlace:

Si desea hacernos saber sus comentarios, preguntas y/o sugerencias, puede escribirnos a nuestra dirección de correo electrónico: atalayadejesus@gmail.com

Su hermano en Cristo Jesús

Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Managua, Nicaragua

jueves, 14 de julio de 2011

Estudio Bíblico Mesiánico: ¿Por qué está Dios salvando a los gentiles hoy?



He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá - Jeremías 31:31

En siglos recientes, la cuestión ha sido si Dios está salvando a los judíos hoy, pero en las congregaciones del primer siglo, el verdadero asunto era: ¿Está Dios salvando a los gentiles? Y si es así, ¿por qué?

Introducción – Deuteronomio 32:8-9

Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel. Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó.

Dios tiene un programa profético general y este programa profético está subdividido en tres planes diferentes: Dios tiene un plan para Israel; tiene un plan para la Iglesia y tiene un plan para las naciones gentiles. Sin embargo, todos los tres planes de Dios de Su programa profético general se centran alrededor del pueblo judío hasta el punto que, como Moisés escribe en estos versos, cuando Dios estableció providencialmente las que posteriormente llegarían a ser las fronteras de las diversas naciones, esto estuvo basado de alguna forma en el número de judíos que jugarían un papel en la historia de esa nación

En el verso 8, Moisés llama a Dios el Altísimo. Según Génesis 14:18-20, cada vez que Dios es llamado el Altísimo, esto lo hace resaltar como el dueño de los cielos y de la tierra. Así pues, como Poseedor de esta tierra, Él puede subdividirla como desee y dar cualquier porción de la tierra a cualquier nación o tribu o pueblo que Él escoja. Pero cuando lo hizo, estableciendo providencialmente las que eventualmente se convertirían en las fronteras de los Estados Unidos de América, eso de alguna forma estuvo basado en el número de judíos que jugarían un papel en la historia estadounidense.

El verso 9 declara: Porque la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es su herencia asignada. Entonces, si Dios tiene un programa para la salvación gentil, eso también de alguna forma debe estar conectado con Su programa para el pueblo judío. Hay dos razones para la salvación gentil y ambas tienen una conexión directa con el plan y el programa de Dios para el pueblo judío. La primera, tomar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre y, la segunda, provocar a celo a los judíos.

I. Tomar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre – Hechos 15:13-18

Durante los primeros siete capítulos del Libro de los Hechos, el Evangelio sólo permaneció dentro del mundo judío, pero las cosas comenzaron a cambiar con el apedreamiento de Esteban. En el capítulo 8, el Evangelio salió a los samaritanos. Esto creó algo de sorpresa en la Congregación de Jerusalén, pero debido a que había algo de ascendencia judía de los samaritanos, eventualmente esto fue aceptable. Entonces en el capítulo 9, Dios salvó a Pablo y lo llamó para ser el Apóstol a los Gentiles. En el capítulo 10, Él usó primeramente a Pedro para abrir la puerta del Cuerpo a los gentiles incircuncisos. Eso causó el primer revuelo en Jerusalén, así que en el capítulo 11, cuando Pedro explicó que tuvo que ser obediente a una visión que había recibido, la controversia se calmó. Pero en los capítulos 13 y 14, mientras Pablo y Bernabé fueron enviados y comenzaron a plantar iglesias que eran principalmente gentiles, y formadas por gentiles incircuncisos, esto agitó la controversia de nuevo.

Así que en el capítulo 15, el primer Concilio de la Iglesia se reunió en Jerusalén para discutir el tema concerniente a la salvación gentil: ¿Son los gentiles salvos simplemente sobre la base de la gracia por medio de la fe o también deben circuncidarse y guardar la Ley? Después de que Pedro y Pablo dieron su testimonio, Santiago, el líder de la congregación, se puso de pie para dar su veredicto final en Hechos 15:13-18: Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.

La frase clave está en el verso 14: para tomar de ellos [los gentiles] pueblo para su nombre, que es la primera razón para la salvación gentil.

A. La situación antes de Hechos 2

Desde el momento en que el pueblo judío empezó a multiplicarse después de Abraham, Isaac y Jacob, siempre hubo dos Israel. Había la totalidad de Israel, lo que quiere decir todos los judíos, todos los que eran descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Pero dentro del gran Israel, estaba el pequeño Israel que los profetas llamaron el Remanente de Israel. En Gálatas 6:16, Pablo llama a esto el Israel de Dios. Era ese segmento del pueblo judío el que creyó que Dios se había revelado por medio de Moisés y los profetas. Isaías 8:14-16 señala que lo que dividió al Remanente del no Remanente era su actitud hacia la Ley y los Profetas: el Remanente creyó lo que Dios había revelado mientras que el no Remanente rechazó lo que Dios había revelado y se dedicó a la idolatría y el ocultismo. Isaías también predijo que cuando Emanuel finalmente llegara, Él sería el nuevo punto de división entre el Remanente y el no Remanente: el Remanente aceptaría a Emanuel, pero el no Remanente lo rechazaría.

Este programa continúa con el Nuevo Testamento, así que Pablo escribe en Romanos 11:5-6 que aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y efectivamente, lo que hoy separa al Remanente del no Remanente es que el Remanente cree en el hecho de que Jesús es el Mesías, pero el no Remanente lo rechaza (Romanos 11:1-14: I Pedro 2:1-10). Ese programa no ha cambiado, pero lo que ha sido añadido es que ahora Dios tiene un arreglo similar con los gentiles. El Remanente es el pueblo de Dios de entre Israel que espiritualmente son un pueblo para Su Nombre, y ahora Dios tendrá un pueblo de entre los gentiles para que también sean un pueblo para Su Nombre. Habrá personas judías que creen y gentiles que creen, unidos en este Cuerpo. Pero los creyentes judíos tienen una doble nacionalidad en que son miembros de el Israel de Dios y miembros de la Iglesia también.

B. La Misión Mesiánica según el Antiguo Testamento

Si los primeros creyentes judíos hubieran entendido un poco mejor la misión mesiánica del Antiguo Testamento, el hecho que Dios tendría un programa de salvación gentil que surge estrictamente por gracia por medio de la fe, aparte de la circuncisión, aparte de la Ley, no hubieran sido tomados por sorpresa.

Ya en Génesis 12:3, cuando Dios hizo Su pacto con Abraham, Él dijo: serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Ésta es la primera aparición del Pacto Abrahámico y Dios hizo una promesa en él de que algún día las bendiciones espirituales del Pacto Abrahámico se extenderían a los gentiles. El Pacto Abrahámico contenía promesas físicas y promesas espirituales. Mientras que las promesas físicas estaban limitadas sólo al pueblo judío, las promesas espirituales iban a extenderse a los gentiles.

Los Profetas declararon que el Mesías sería el medio por el cual estas promesas se extenderían a los gentiles.

1. Los Beneficiarios – Isaías 42:1, 6

El título favorito de Isaías para el Mesías es el Siervo del Señor o el Siervo de Jehová. Él tiene muchos pasajes acerca del “Siervo del Señor” a lo largo de su libro. Un ejemplo está en el capítulo 42:1 y 6.

El verso 1 declara: He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.

El verso 6 declara: Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones.

En el verso 1, Isaías señala que parte de la misión mesiánica incluía: traer justicia, justificación, a los gentiles. En el verso 6, él declara que la misión mesiánica iba a beneficiar a dos pueblos diferentes. En primer lugar, Él va a ser por pacto al pueblo en que el Mesías será el Único en cumplir todas las promesas de los pactos de Dios al pueblo judío. En segundo lugar, Él también será luz de las naciones. Lo que Isaías no declara aquí es la secuencia cronológica en la que esto ocurrirá, sólo que ambas cosas ocurrirán.

2. La Secuencia Cronológica – Isaías 49:1-13

Los versos 1-4 describen al Mesías en su etapa de desaliento debido al rechazo de Israel a Sus afirmaciones mesiánicas. El mejor lugar para colocar el cumplimiento de estos versos es hacerlos parte de Su agonía en Getsemaní. Mientras que los escritores de los Evangelios resaltan un aspecto de Su agonía, Isaías revela otro aspecto: Él agonizó por el rechazo de Israel a sus afirmaciones mesiánicas. Desde una perspectiva humana, esto implicaría que Su misión mesiánica terminó en fracaso. Según el relato de Lucas de la agonía en Getsemaní en Lucas 22:39-46, un mensaje llega al Mesías de parte de Dios el Padre en ese momento, por medio de un ángel.

El mensaje está en los versos 5-6: Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza); dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.

El mensaje del ángel al Mesías es: mientras que Su meta es efectuar la restauración final de Israel, ésa no iba a ser la totalidad de la misión mesiánica. Esto por sí solo habría muy poco o una misión muy sencilla para que el Mesías sólo fuera el Restaurador de Israel. De esta forma, el Mesías será mi [de Dios] salvación hasta lo postrero de la tierra. La declaración figurativa, lo postrero de la tierra, se refiere al gran mundo gentil y también se usa en Hechos 1:8. Dios tenía una misión más amplia que incluía que el Mesías fuera luz a las naciones. Así que en el programa de Dios, el Mesías vendría y sería rechazado por Su propio pueblo, pero como resultado de ese rechazo, Él luego se convertiría en luz a las naciones. Eso cumplirá la primera parte de la misión mesiánica de acuerdo con Isaías 42:6.

Eventualmente, el periodo en el que Él sería luz a los gentiles acabaría y las profecías del verso 8 proseguirán: Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades.

En algún momento, el programa en el que Él sería luz a las naciones llegará a su término y Él comenzará a tratar con Israel otra vez, hasta que Israel como nación lo acepte. Entonces Él será por pacto al pueblo;  Él restaurará todo el pueblo a la Tierra y dará toda la Tierra al pueblo. En cuanto a la secuencia cronológica, Él primero sería luz a las naciones, y luego Él será por pacto al pueblo. La secuencia cronológica dada aquí por Isaías 49 es la misma que Romanos 9-11.

La salvación de los gentiles siempre ha sido parte de la misión mesiánica del Antiguo Testamento, y si sólo los creyentes judíos hubieran reconocido esto, no hubieran sido tomados por sorpresa. Lo que el Antiguo Testamento dijo que pasaría, el Nuevo Testamento dice que pasó.

C. El Llamamiento de los Gentiles – Romanos 9:1-24

En los versos 1-23, Pablo afirma que lo que Isaías dijo proféticamente, ahora ha sido cumplido. Él señala que el rechazo de Israel al Mesías no tomó a Dios por sorpresa; fue parte del plan divino. Como señala el verso 6, mientras que la mayoría de Israel lo rechaza, aún hay un Remanente de Israel que lo acepta y ellos son el verdadero Israel.

Pero el rechazo era una parte importante del plan divino, ya que de este modo, el mensaje de salvación salió a los gentiles como declara Pablo en el verso 24: …esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?

A medida que Pablo desarrolla esto, él señala que Dios no es sólo el Dios de los judíos, Él es también el Dios de los gentiles. Como el Dios de los judíos, Él tendría un programa de salvación judía, pero por la misma razón, siendo el Dios de los gentiles, Él también tendría un programa de salvación gentil. Pablo declara que ahora este programa de salvación gentil ha iniciado en serio y, efectivamente, para el tiempo en que escribió esta epístola, los creyentes gentiles ya estaban superando en número a los creyentes judíos.

D. Partícipes: La Posición de los Gentiles

Eso condujo naturalmente a la siguiente pregunta: “Ahora que Dios está salvando a los gentiles en su incircuncisión debido a que ponen su fe en la muerte y resurrección del Mesías por sus pecados, ¿cuál es la posición de los gentiles en conexión con el pueblo judío, y cuál es la posición de los gentiles particularmente en conexión con los pactos judíos?”

Desde Agustín, unos de los primeros padres de la Iglesia, la enseñanza común en relación con la posición de los gentiles ha sido que la Iglesia se ha apoderado de los pactos de Israel. Esta enseñanza es declarada en dos formas diferentes. Una forma en la que ésta es presentada es que cuando Israel rechazó al Mesías, Dios transfirió todas las promesas de los pactos a la Iglesia, por consiguiente, es una teología de transferencia. Una forma más común para expresar esto hoy en día es que la Iglesia ha reemplazado a Israel en la relación de pacto con Dios, por lo tanto, es una teología de reemplazo. Por lo tanto, los pactos están siendo cumplidos en, por, o por medio de la Iglesia y, por lo tanto, no existe ningún futuro étnico especial para el pueblo judío. Sin embargo, aun ellos mismos se dan cuenta que la Iglesia no está cumpliendo literalmente estas promesas y profecías de los pactos, así que afirman que estas promesas y profecías deben ser interpretadas alegóricamente. Afirman que cuando la Biblia habla acerca de reunir al pueblo judío en la Tierra, esto no significa una restauración literal de los judíos de regreso a la Tierra de Israel, sino que esto debe interpretarse alegóricamente como que Dios está reuniendo a Sus elegidos en la Iglesia. Así es cómo interpretan muchas de estas “profecías de reunión”. Así que desde su perspectiva, la Iglesia se ha apoderado de los pactos de Israel.

1. En relación con la pared intermedia de separación

El apóstol describe la posición de los gentiles como partícipes en relación con la pared intermedia de separación en Efesios 2:11-16: Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Pablo señala que Dios hizo ciertas promesas de pacto al pueblo judío. En el verso 12, la palabra pactos es plural debido a que está tratando con los cuatro pactos eternos e incondicionales que Dios ha hecho con el pueblo judío: el Pacto Abrahámico, el Pacto de la Tierra, el Pacto Davídico y el Nuevo Pacto. Las bendiciones de Dios están mediadas por estos cuatro pactos. Él también señala que Dios hizo un quinto pacto con el pueblo judío, pero a diferencia de los otros cuatro, el Pacto Mosaico, que contiene la Ley Mosaica, era condicional y temporal. Entre los propósitos de la Ley Mosaica, el propósito que él aborda aquí, era servir como una pared intermedia de separación para mantener a los gentiles como gentiles lejos de disfrutar las bendiciones espirituales de los pactos judíos. Mientras la Ley Mosaica estuviera vigente, si un gentil deseaba participar de las promesas y bendiciones de los pactos, tendría que haber sido sometido a la conversión al Judaísmo Mosaico, circuncidarse, tomar sobre sí las obligaciones de la Ley y vivir como un judío tenía que vivir bajo la Ley. Así que los gentiles como prosélitos al Judaísmo Mosaico se podían beneficiar, pero no los gentiles como gentiles. Entre los logros de la muerte del Mesías es que esta pared intermedia de separación…la ley de los mandamientos fue derribada. Tal como declara Pablo en otra parte, “la Ley fue hecha inoperante”.

El resultado de esto es descrito en detalle en Efesios 3:5-6: …que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.

La palabra clave para la posición de los gentiles es la palabra partícipe.

Lo que Pablo no dice es que los gentiles se han convertido en “apoderados” de la promesa, tal como la teología del reemplazo enseña, pero lo que sí dice es que se han convertido en partícipes de la promesa. La palabra promesa es singular dado que él está enfatizando la promesa espiritual clave de salvación por gracia por medio de la fe en la persona del Mesías. La posición de los gentiles, entonces, es la de participar de las bendiciones espirituales de los pactos judíos. Ellos no participan de las bendiciones físicas, sino que participan de las bendiciones espirituales.

2. En relación con el Árbol de Olivo

En Romanos 11:16-24, Pablo da su famosa ilustración del árbol de olivo para enseñar la misma cosa que enseñó en Efesios 2-3. El árbol de olivo no representa a Israel; Israel está representado por las ramas naturales. Israel es el dueño del olivo y por esa razón no puede ser el árbol mismo, dado que se hace una distinción entre el dueño y aquello que es poseído. El olivo no representa a la Iglesia o a los gentiles; los gentiles están representados por las ramas silvestres. El olivo representa el lugar de las bendiciones espirituales, arraigado en los Patriarcas y el Pacto Abrahámico.

Hay dos tipos de ramas participando de las bendiciones del árbol según el verso 17: Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo.

Una vez más, Pablo usó el término partícipe para mostrar cómo se relacionan los gentiles con las bendiciones espirituales de los Pactos judíos: los creyentes judíos y gentiles ahora participan de la raíz y de la rica savia, o las bendiciones del olivo.

De nuevo, el árbol de olivo no es Israel, pero Israel es el dueño del árbol según el verso 24: Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

Al decir su propio olivo, Pablo muestra que el árbol mismo no es Israel, sino que Israel es el dueño del árbol. La posición de los gentiles es la de participar de las bendiciones espirituales judías de los pactos judíos.

E. La Responsabilidad de los Gentiles – Romanos 15:25-27

Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales.

Ésta es la tercera vez que Pablo usa el término participante, pero ahora hace una clara distinción entre las bendiciones espirituales y las físicas. Ahora los creyentes gentiles han sido hecho participantes de sus bienes espirituales [judíos]. Tan pronto como un gentil se convierte en un creyente, cae en deuda. Afortunadamente, Pablo también describe en detalle cómo pueden pagar esta deuda: compartiendo materialmente con ministerios judíos.

La responsabilidad gentil aquí aplica tanto individualmente como corporativamente. Corporativamente, cuando las iglesias determinan sus programas de apoyo a las misiones a medida que crecen, deberían iniciar apoyando a un ministerio judío. Individualmente, cuando los gentiles empiezan a proyectar su apoyo a las misiones, deberían iniciar apoyando a un ministerio judío. Compartiendo materialmente con ministerios judíos es la forma en la que los creyentes gentiles pueden pagar sus deudas. Qué ministerio uno decide apoyar es un asunto privado entre el dador y el Señor, pero la obligación de apoyar un ministerio judío se enseña claramente aquí: los gentiles se han convertido en participantes de las bendiciones espirituales judías y, por lo tanto, tienen la responsabilidad de compartir materialmente con ministerios judíos.

F. El Momento del Llamado a los Gentiles – Romanos 11:25-27

Tal como ya se ha indicado en Isaías 49, después de que el Mesías es la luz a los gentiles por un tiempo, ese programa llegará a su fin y luego Dios se volverá al pueblo judío y los traerá a la fe salvadora. Pablo selecciona ese mismo tema en Romanos 11:25-26: Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo.

Pablo no quiere que los creyentes gentiles sean ignorantes acerca de dos cosas. En primer lugar, el endurecimiento de Israel es parcial debido a que aún hay personas judías que están llegando a creer en el hecho de que Jesús es el Mesías. En segundo lugar, este endurecimiento de Israel es temporal, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles. La palabra griega para plenitud significa un “número determinado”. Dios tiene un número determinado de gentiles que Él pretende traer al Cuerpo. Él no ha determinado cuál es ese número determinado, por lo tanto, la Iglesia deberá seguir siendo testigo y compartiendo hasta que ese número determinado sea alcanzado. En ese momento, el programa finaliza y eso es esencialmente cuando el Rapto ocurra. En ese punto, Dios comenzará a tratar con Israel otra vez hasta que todo Israel sea salvo. Isaías 49 ya ha profetizado que en ese tiempo Él restaurará todo el pueblo a la Tierra y Él restaurará toda la Tierra al pueblo.

Esto no significa que todos los judíos de todos los tiempos serán salvados, sino todos los judíos de un periodo de tiempo específico, el cual es después de la plenitud de los gentiles. De acuerdo con Zacarías 13:5-8, dos tercios de la población judía morirán en la Tribulación y un tercio sobrevivirá. El tercio completo que sobreviva vendrá en su totalidad a la fe salvadora; éste es el todo Israel que será salvo. Así pues, la primera razón para la salvación gentil, llamar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre, conducirá en última instancia a la salvación nacional de Israel una vez que la plenitud de los gentiles haya entrado.

II. Provocar a celo a los judíos – Romanos 11:11-14

Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.

La segunda razón para la salvación gentil es provocar a celo a los judíos. Pablo inicia con la pregunta en el verso 11: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? La palabra griega para caer significa “caer irrevocablemente”, en lo que se refiere a no ser capaz de volver a levantarse. Anteriormente, en Romanos 9:30-33, Pablo dijo que Israel tropezó. Ahora la pregunta es, “¿Tropezaron con el propósito de caer irrevocablemente?” La respuesta surge rápidamente: En ninguna manera. En el griego, ésta es la forma más firme para decir: “No”. Es la negación griega más fuerte. Literalmente, significa, “¡De ninguna manera!” En cambio, por medio del tropiezo de Israel, vino la salvación a los gentiles, pero el propósito de la salvación gentil aquí es provocar a celo a los judíos.

A. La Etimología

Toda la frase “provocar a celo” comprende sólo una palabra griega, parazeilao, la cual es una combinación de dos palabras griegas. La primera parte de la palabra es para, que significa, “hacerse al lado de”. La segunda parte de la palabra es zeilos, el origen de la palabra española “celo”. El significado raíz de zeilos es “inflamar”, “quemar”, “hervir”, “poner al rojo vivo”. A partir del significado raíz, hay tres significados derivados: “ser celoso”, “tener envidia”, o como se usa aquí, “tener celos”.

B. El Significado

Cuando estas dos palabras son puestas una junta a la otra, enseñan que un creyente gentil debe ponerse al lado, para, de un judío incrédulo y vivir una vida tal y ser un testigo verbal consistente tal, que eventualmente la persona judía empieza a quemarse y a arder con celo, zeilos, hasta que finalmente dice, “¿Qué está haciendo este gentil con mi Mesías?” y él mismo se convierte en un creyente. Es lamentable que la Iglesia haya hecho más para provocar a los judíos a ira que a celos. Mientras que la Iglesia ha fracasado en cumplir con este llamado, los gentiles individuales no han fracasado. Más de una encuesta se ha realizado entre los creyentes judíos, especialmente en América del Norte. Cuando se hizo la pregunta, “¿Fue conducido al Señor por un creyente judío o por un creyente gentil?”, no tan sólo una pequeña mayoría, sino que la vasta mayoría dijo que fueron conducidos al Señor por un creyente judío que los provocó a celo.

Debe recordarse que nadie es salvado por cómo alguien más vive. A menudo la gente trata de ser “espiritual” acerca de su desobediencia con respecto a su testimonio a los judíos afirmando, “Bueno, llevaré una vida cristiana en frente de ellos y eventualmente me preguntarán lo que me hace diferente y les podré decir”. Pero su vecino judío nunca se acerca a preguntarles el porqué son diferentes. Así como Pablo dijo anteriormente en Romanos 10:17: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Mientras que la forma en que alguien vive debe conformarse a lo que cree y a lo que predica y enseña, eventualmente, debe haber una presentación del Evangelio para que esa persona sepa exactamente lo que debe creer para recibir la salvación.

Debido a que la segunda razón de la salvación gentil es provocar a celo a los judíos, en los versos 13-14 Pablo declara que está encantado, que se gloría del hecho de que Dios lo llamó al evangelismo gentil. ¿Por qué está tan feliz de que Dios lo llamó a hacer evangelismo gentil? ¿Es debido a que es mucho más fácil? Puede ser más fácil, pero ésa no es la razón que él da. Pablo fue entrenado para ser un rabino judío, alguien que usaba la lógica rabínica, y aquí hay un ejemplo. Pablo está encantado de que Dios lo llamó para hacer evangelismo gentil porque entre más gentiles conduzca él al Señor, habrá tanto más gentiles para provocar a celo a los judíos y, por lo tanto, habrá tanto más judíos que también vendrán a la fe. Ésa es una buena lógica judía.

C. El Propósito

En los versos 1-10, Pablo hizo la afirmación de que aun hoy hay creyentes judíos viniendo a la fe. El verso 5 declara: Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.

Pero ahora, en este tiempo, el punto de los versos 11-14 es la forma principal en la que Dios hará que el pueblo judío crea en el Mesías: al ser provocado a celo por creyentes gentiles que testifican y viven sus vidas en conformidad con lo que testifican.

D. La Responsabilidad Gentil

La responsabilidad gentil es provocar a los judíos a celo, tanto por la forma en que viven como por el testimonio verbal del Evangelio, y no provocar a ira a los judíos.

Conclusión

De acuerdo con Deuteronomio 32:8-9, las dos razones para la salvación gentil están conectadas con el plan y el programa de Dios para el pueblo judío. La primera razón es tomar de entre los gentiles un pueblo para Su Nombre, lo cual conducirá en última instancia a la salvación nacional de Israel cuando la plenitud de los gentiles haya entrado. La segunda razón de la salvación gentil es provocar a celo a los judíos, lo que conducirá a la salvación del Remanente del tiempo presente, a medida que el pueblo judío se convierte en creyentes y se convierte en miembros de el Israel de Dios hoy.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Why is God saving Gentiles today? (in PDF)

Ariel Ministries (ariel.org)
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