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jueves, 1 de agosto de 2019

La Divinidad de Jesús (parte 2)

¿Mito o Realidad?



La Evidencia Bíblica

En 1 Pedro 3:15 se exhorta a los creyentes a estar preparados para presentar defensa de su fe y esperanza. Por consiguiente, los cristianos necesitan estar familiarizados con la evidencia bíblica de la divinidad de Jesús. Considerémosla. 

A. El Testimonio de la Profecía Bíblica

1) Génesis 3:15 — Dios le dice a Adán y Eva que la salvación para la humanidad vendrá a través de “la simiente de la mujer”, indicando que el Mesías tendrá un nacimiento milagroso.

2) Salmos 2:7 — David declara que Dios ha declarado a Su Hijo que ha sido engendrado y que algún día gobernará sobre todo el mundo. Ésta es una declaración clara de que el Mesías será de la misma naturaleza que Dios (engendrado del Padre), y se relacionará con el Padre como Su Hijo. También indica que el Hijo existió antes de encarnarse.

3) Salmos 16:10 — David declara que el “santo” de Dios no verá “corrupción”. Ésta es una profecía que el Mesías será resucitado de entre los muertos. Y la referencia al Mesías como el “santo” de Dios es una indicación de Su divinidad.

4) Salmos 45:6-7 — En este notable pasaje, Dios el Padre se refiere a Su Hijo como Dios: “Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo…”. El escritor de Hebreos cita este pasaje para establecer la deidad de Jesús (Hebreos 1:9).

5) Salmos 110:1 — David dice que Dios el Padre habla a “mi Señor” y dice, “Siéntate a mi diestra…”. Ésta es una profecía que el Mesías será glorificado por el Padre al sentarse en Su trono a Su diestra. Observe que el Mesías es referido por David como “mi Señor”, un término que David usa sólo en referencia a la deidad. 

6) Isaías 6:1 — Isaías dice que fue al Templo y tuvo una visión en la que vio a Yahveh (el Padre) “sentado sobre un trono alto y sublime”. En Juan 12:41 se nos dice que lo que Isaías realmente vio fue a Jesús en aparición pre-encarnada.

7) Isaías 7:14 — El profeta dice que una joven dará a luz un hijo cuyo nombre será llamado “Emanuel”. Mateo dice que un ángel del Señor se le apareció a José y le dijo que esta profecía se cumpliría en el nacimiento virginal de Jesús (Mateo 1:18-23). El nombre, Emanuel, significa, “Dios con nosotros”. 

8) Isaías 9:6 — En una de las afirmaciones más acentuadas de la deidad del Mesías, Isaías dice que el Mesías será llamado “Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. También añade que algún día tomará el trono de David y gobernará “para siempre” (versículo 7).

9) Daniel 7:13-14 — Al profeta se le da una visión del Mesías viniendo delante de Dios el Padre y siéndole presentadas todas las naciones de la tierra como Su reino. Se declara que Su dominio es “eterno”. Y el título mesiánico conferido al Mesías es el “Hijo del Hombre”. Este título indica que el Mesías será Dios en la carne.

10) Miqueas 5:2 — En esta famosa profecía, Miqueas declara que el Mesías nacerá en Belén. Pero lo que a menudo se pasa por alto es el hecho de que él declara que el Mesías será “desde los días de la eternidad”, lo que indica que será divino.

11) Lucas 1:32 — El ángel Gabriel le profetizó a María que su hijo sería el “Hijo del Altísimo”.


B. El Testimonio de la Trinidad

1) Génesis 1:1-3 — Estos tres versículos presentan la Creación como la obra de Dios el Padre y el Espíritu de Dios a través de la palabra hablada de Dios. En el Evangelio de Juan, Jesús se revela como “el Verbo”. Y se nos dice en Hebreos 1:2 que Dios creó el mundo a través de Jesús.

2) Génesis 1:26 — El sexto día de la Creación, Dios dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”. La redacción aquí claramente indica una pluralidad de personas que constituyen el único Dios.

3) Génesis 11:7 — Cuando Dios decidió derramar Su ira sobre Babel, Él dijo, “Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua…”. De nuevo, la redacción indica una pluralidad de personas que constituyen el único Dios. 

4) Éxodo 3:2-6 — El “Ángel de Jehová” se le apareció a Moisés en la zarza ardiente. Este término se usa a lo largo de las Escrituras hebreas para referirse a las apariciones pre-encarnadas de Jesús cuando se desempeñó como un mensajero de Dios el Padre. El punto, sin embargo, es que el Ángel le habla a Moisés y dice, “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob”. En Génesis 48:15-16, Jacob es descrito en su lecho de muerte refiriéndose al Ángel como “Dios”. Y en Jueces 13:18, el Ángel del Señor se le aparece a Manoa, el padre de Sansón, y dice que Su nombre es “Admirable” — el mismo nombre de la deidad que Isaías luego usa en Isaías 9:6.

5) Éxodo 3:14 — Cuando Moisés preguntó lo que diría cuando Faraón le preguntara quién lo había enviado, Dios respondió, “YO SOY me envió a vosotros”. Luego, en los Evangelios, Jesús aplica esta nombre divino a Sí mismo (vea, por ejemplo, Juan 8:58).

6) Deuteronomio 6:4 — Este pasaje presenta lo que se conoce como “El Shemá” — Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. La redacción real en hebreo es “Yahveh nuestros Dioses es Yahveh una unidad”. La palabra para “uno” en este pasaje es echad, que se refiere a una unidad plural o compuesta. Por ejemplo, en Génesis 2:24 se nos dice que un esposo y una esposa se vuelven “una [echad] carne”. Y, en Números 13:23, se nos informa que dos de los espías que fueron enviados a Canaán regresaron con “un [echad] racimo de uvas”.

7) Isaías 43:11 — Dios habla y dice, “Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve”. Sin embargo, en el Nuevo Testamento se nos dice repetidamente que Jesús es el Salvador (vea, por ejemplo, 2 Pedro 1:1). Isaías dice que hay un Salvador y que es Dios. Pedro dice que Jesús es el Salvador. Las cosas iguales a la misma cosa son iguales entre sí; por lo tanto, Jesús es Dios.

8) Isaías 48:16 — Dios habla y dice: “…y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu”. En hebreo dice: “El Señor Yahveh (el Padre) me ha enviado y a Su Espíritu”. Ésta es una declaración clara de la Trinidad — Padre, Hijo y Espíritu Santo.

9) Isaías 63:8-10 — El profeta da un ejemplo de “las misericordias de Jehová(el Padre), al recordarles a los judíos que a menudo les ha enviado a Su Salvador, “el ángel de su faz” (Jesús), para salvarlos, pero que siempre “fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu”. Aquí nuevamente encontramos una mención del Padre, Hijo y Espíritu. 


10) Zacarías 12:10 — Hablando del día cuando el remanente judío será salvo, Dios profetiza: “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él [el Mesías] como quien se aflige por el primogénito”. Observe cómo Dios el Padre se identifica a Sí mismo con el Hijo — con Quien será “traspasado”.

11) Mateo 28:19 — Jesús les ordenó a Sus discípulos a bautizar “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.

12) Juan 15:26 — Jesús es citado diciendo, “Pero cuando venga el Consolador [el Espíritu Santo], a quien yo os enviaré del Padre…él dará testimonio acerca de mí”.

13) 2 Corintios 13:14 — “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”.


Lea la parte 1 aquí 
Lea la parte 2 aquí 
Lea la parte 3 aquí 
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Lea la parte 5 aquí 
Lea la parte 6 aquí
La la conclusión aquí 

Lea también: 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 30 de julio de 2019

La Divinidad de Jesús (parte 1)

¿Mito o Realidad?




La divinidad de Jesús es la verdad central de la Biblia. Es tan fundamental que el cristianismo se sostiene o cae sobre ella. Si Jesús no es Dios en la carne, entonces Su sacrificio por nuestros pecados fue insignificante, y no tenemos esperanza. 

Satanás está determinado a convencer a la humanidad de que Jesús era alguien que no era Dios en la carne. En la propia época de Jesús, Satanás creó dudas sobre su verdadera identidad.

Unos pocos lo reconocieron como “el Profeta” o el Mesías que había sido profetizado por Moisés (Deuteronomio 18:15-18; Juan 6:14). Pero la mayoría fueron ambivalentes acerca de Su identidad. Algunos creyeron que era simplemente un hombre “bueno” (Juan 7:12). Otros creían que era la reencarnación de Juan el Bautista, Elías, Jeremías, “o alguno de los profetas” (Mateo 16:14). Algunos afirmaron que era un hijo ilegítimo “nacido de fornicación” (Juan 8:41). Unos cuantos lo descartaron como un “samaritano, que tiene un demonio” (Juan 8:48).

El Ataque Continuo

Nada ha cambiado después de 2,000 años. El ataque satánico continúa hasta este día. Los teólogos liberales tienden a desestimarlo como un buen hombre que se engañó a sí mismo o como un revolucionario que tuvo buenas intenciones pero que fracasó. 

Todas las sectas niegan Su divinidad suprema. Los mormones afirman que era el hermano de Lucifer, uno de miles de dios menores creados por el súper dios. Los Testigos de Jehová lo identifican como el Arcángel Miguel. Los grupos espiritistas como los Científicos de la Iglesia de Cristo y la Iglesia de la Unidad generalmente lo presentan en términos esotéricos de la Nueva Era, alegando que era un espíritu sin cuerpo o que era “un médium de la sexta esfera de la astroproyección”. Otros argumentan que era sólo un hombre que era capaz de manifestar completamente el espíritu de Cristo que está en todos nosotros. 

Hollywood lo presentó en la película, “La Última Tentación de Cristo”, como un alma engañada que luchaba con demonios internos. Y en, “Jesucristo Súper Estrella”, el escenario de Broadway presentó a una mujer enamorada de Él que cantaba una y otra vez: “Es un hombre, es sólo un hombre…”.

El más nuevo libro sobre Jesús, titulado, Los Misterios de Jesús”, ¡llega al extremo de afirmar que Él no era más que un mito! A pesar del hecho de que hay pocas personas en la historia antigua para las que hay más evidencia escrita y de testigos presenciales, estos hombres afirman que Jesús no fue más que un producto de la imaginación de Sus discípulos.1

Increíblemente, el libro fue respaldado por algunos líderes cristianos como el obispo episcopal John Spong de Nueva Jersey. 


Podemos estar seguros de que, a medida que nos acercamos al momento del regreso de Jesús, los ataques contra Él y Su identidad se intensificarán. Satanás conoce la profecía bíblica. Él puede ver las señales de los tiempos que claramente apuntan al regreso inminente del Señor. A medida que esas señales se intensificaron a lo largo del siglo XX, Satanás lanzó una campaña total para convencer al mundo de que Jesús es un fraude. Por ejemplo, reunió a un grupo de supuestos “eruditos del Nuevo Testamento”, quienes formaron un grupo de discusión conocido como “El Seminario Jesús”. Este grupo procedió a votar sobre la validez de todos los dichos de Jesús registrados en los Evangelios. Su reporte, llamado Los Cinco Evangelios, concluyó que sólo 15 declaraciones atribuidas a Jesús en los Evangelios fueron realmente pronunciadas por Él. El título de su informe proviene del hecho de que decidieron otorgar al apócrifo Evangelio de Tomás la misma posición que los cuatro Evangelios tradicionales.2

El Verdadero Mensaje de los Ataques

En realidad, hay una ironía en estos ataques, ya que son evidencia de que Jesús es realmente Dios en la carne. ¿Por qué más motivaría Satanás tales ataques?

No vemos ataques similares contra Mahoma, o Buda, o Krishna. Tampoco escuchamos que sus nombres sean usados como maldiciones. ¿Por qué es que a nivel mundial el nombre de Jesús es usado como una palabra de maldición? La única explicación que se me ocurre es una sobrenatural — es decir, Satanás está activamente involucrado en motivar un odio universal  hacia Jesús, porque sabe que Jesús es Dios.

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Lea también: 

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

jueves, 30 de diciembre de 2010

Estudio Bíblico Mesiánico: La Trinidad - Conclusión



II. La Unidad de la Deidad

La segunda área a ser discutida es la unidad de la Deidad y mostrar que, mientras por una parte la Biblia enseña pluralidad en la Deidad, nunca enseña una pluralidad de Dioses como en el Politeísmo, sólo una pluralidad de Personas. Hay un Dios, y esta pluralidad es una unidad de sólo un Dios.

A. La unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento

“¿Cuál es la evidencia de la unidad de la Deidad?” Al tratar con el Antiguo Testamento, existen cinco evidencias específicas.

1. La misma imagen y semejanza

La primera evidencia se encuentra en Génesis 1:26, que declara: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.

Este pasaje fue citado anteriormente en este manuscrito para mostrar que existe una pluralidad en la Deidad. Este mismo verso también muestra una unidad en la Deidad, debido a que el locutor y el oyente tienen la misma imagen y semejanza: a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Los pronombres personales nuestra enfatizan pluralidad. El hecho de que el locutor y el oyente son de la misma imagen y semejanza, enfatiza su unidad.

2. El uso de verbos singulares con nombres plurales

La segunda línea de evidencia de la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el hecho de que, aunque la palabra “Dios” en hebreo es Elohim y es plural, casi siempre es utilizada con un verbo singular, lo que es contrario a la gramática hebrea normal. Las reglas de la gramática hebrea exigen que el verbo concuerde con el sustantivo, tanto en género como en número. Cuando el nombre Elohim se usa para el Dios verdadero, siendo un nombre plural algunas veces tiene un verbo plural de acuerdo con la gramática hebrea. Varios ejemplos de esto fueron citados anteriormente como evidencia de la pluralidad de la Deidad. Pero el hecho de que la vasta mayoría de casos usa el verbo singular con Elohim enfatiza unidad. Un ejemplo es Génesis 1:1: En el principio Dios (Elohim, un nombre plural) creó (un verbo hebreo singular). No concuerda con el nombre en número, violando así la gramática hebrea normal. Esta violación de la gramática hebrea normal en la mayoría de los casos donde la palabra Elohim es utilizada para el Dios verdadero, también muestra unidad en la Deidad.

3. El uso de formas plural y singular juntas

La tercera línea de evidencia de la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es el uso de El Elohim. El es la forma singular, y Elohim es la forma plural; pero ambas son utilizadas juntas en un verso para el mismo Dios. Un ejemplo es Génesis 33:20: Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.

El es el singular, pero Elohe es una construcción de Elohim, que es una forma plural. Así pues, literalmente se lee, “Dios, los Dios de Israel”. El hecho de que el singular es seguido por el plural y que ambas palabras se refieren al único Dios verdadero, enfatiza unidad.

Un segundo ejemplo donde el singular y el plural son utilizados juntos es Josué 22:22: El Todopoderoso, Jehová Dios, el Todopoderoso, Jehová Dios, él sabe, y hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, (no nos salves hoy).

La palabra hebrea traducida como El Todopoderoso, es la palabra El, que es la palabra singular para Dios. La palabra traducida Dios es Elohim y es un nombre plural, que significa “Dios” o “dioses”. La palabra traducida Jehová, es el nombre personal de Dios: El, Elohim, Jehová. Jehová es el nombre personal de Dios; Elohim enfatiza Su pluralidad; pero el singular El, enfatiza Su unidad. Así pues, la unidad puede ser vista en el uso de El Elohim, el singular y el plural usados juntos para el único y mismo Dios.

4. El uso del compuesto Uno

La cuarta línea de evidencia para la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento está en Deuteronomio 4:6; un verso muy famoso para el pueblo judío. Deuteronomio 6:4 es llamado el Sh’ma, y es considerado la esencia de todas las formas del Judaísmo. Ese verso dice: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

Este verso, más que ningún otro, enfatiza el concepto de una unidad. En el campo del evangelismo judío, Deuteronomio 6:4 es utilizado a menudo por el pueblo judío para enseñar en contra de la pluralidad de la Deidad. Pero, si este verso es estudiado muy cuidadosamente, es evidente que no está enseñando una unidad absoluta, sino una unidad compuesta. En lugar de discutir contra una pluralidad de la Deidad, Deuteronomio 6:4 en realidad apoya el concepto de pluralidad en la Deidad. Para iniciar, debe señalarse que donde dice: Jehová nuestro Dios, la palabra hebrea para Dios es plural, y literalmente se lee, “nuestros Dios”. Pero la palabra clave a centrar nuestra atención es la palabra uno.

a. Echad

La palabra hebrea para uno es echad. Al comparar el uso de echad en otros lugares del Antiguo Testamento, está claro que esta palabra se refiere a una unidad compuesta, no a una unidad absoluta. Por ejemplo, Génesis 1:5 declara: Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.

La combinación de tarde y mañana conforman la unidad de echad, o un día.

Otro pasaje clave es Génesis 2:24: Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Se dice que un hombre y una mujer que se unen en matrimonio se han hecho una, echad, carne. Hay dos personalidades, un hombre y una mujer, uniéndose en matrimonio, y lo dos se convierten en uno. Obviamente, no se convierten en una unidad absoluta, porque retienen su personalidades separadas; sin embargo, definitivamente hay una unidad ahí.

Otro ejemplo es Esdras 3:1, donde toda la asamblea de Israel era como uno, echad. Aunque estaba conformada por numerosos individuos, todos ellos fueron considerados como uno; obviamente como un uno unido.

Otro ejemplo es Ezequiel 37:17, donde se le dice a Ezequiel que junte dos varas y éstas se combinan para volverse una, echad, vara.

Estos ejemplos del uso de la palabra echad en el texto hebreo, que es la misma palabra usada en Deuteronomio 6:4, muestran que habla de una unidad compuesta, no de una unidad absoluta.

b. Yachid

Existe otra palabra hebrea, que significa un uno absoluto: yachid. Se utiliza en Génesis 22:2, donde enfatiza a Isaac como el único hijo de Abraham. Así pues, si Moisés hubiera querido enfatizar la absoluta unidad de Dios, él habría usado el término yachid. Pero no usó ese término para la unicidad de Dios. Deuteronomio 6:4 es, por lo tanto, un argumento a favor de la pluralidad de la Deidad y, al mismo tiempo, enseña la unidad de esta pluralidad del único Dios.

5. Jehová declarado ser Uno

La quinta línea de evidencia de la unidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es que se declara que Jehová es uno, echad, en Zacarías 14:9.

B. La Unidad de la Deidad en el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento, la unidad de la Deidad es enseñada en Efesios 4:4-6; 1 Timoteo 2:5 y Santiago 2:19.

III. La Trinidad de la Deidad

La tercera área de este Estudio Bíblico Mesiánico abordará la Trinidad de la Deidad. Hasta ahora, se ha mostrado que la Biblia enseña que existe pluralidad en la Deidad y que esta pluralidad es una unidad de sólo un Dios. Ahora, es necesario mostrar que esta pluralidad está limitada a una Trinidad, en que no hay más ni menos que tres Personas.

A. La Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, la evidencia de que Dios es, efectivamente, una Trinidad, se halla en el hecho de que sólo tres Personas son llamadas Dios, y no más de tres Personas son vistas juntas.

1. Isaías 42:1

He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.

Observe a las tres Personas en este primer ejemplo. La primera Persona es el locutor, que se observa por el pronombre Yo. La segunda Persona es el siervo del locutor, el siervo de Jehová. Y la tercera Persona es el Espíritu de Dios. Aquí está un pasaje donde sólo hay tres personas, ni más ni menos que tres.

2. Isaías 61:1

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.

El segundo ejemplo menciona sólo a tres individuos: Jehová el Señor; el Espíritu de Jehová; y el pronombre , en referencia al locutor: El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí. Otra vez, hay tres Personas, y ninguna más.

3. Isaías 63:7-14

Un tercer ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento se encuentra en el contexto de Isaías 63:7-14, que trata de un resumen del Éxodo. Dentro del contexto del pasaje, no más de tres Personas son mencionadas. Por ejemplo, en el verso 7 hay una Persona: De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades.

En el verso 7, la referencia es a la Persona llamada Jehová. En este caso, Jehová es Dios el Padre.

Una segunda personalidad mencionada está en el verso 9: En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.

Una segunda personalidad mencionada en este contexto es el ángel de su faz. Es el mismo que el Ángel de Jehová, quien tiene el nombre de Jehová. Observe en el verso 9, que fue este ángel el responsable de salvarlos y redimirlos.

Una tercera personalidad es el Espíritu Santo mencionado tres veces diferentes. Primero, el verso 10 dice: Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo Espíritu;

En segundo lugar, el verso 11: ¿Dónde está el que puso en medio de ellos su santo Espíritu?

Y por tercera vez en el verso 14: El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle.

En este pasaje, las tres personalidades están claramente a la vista. No hay menos de tres, ni tampoco hay más de tres.

4. Isaías 48:12-16

El cuarto ejemplo como evidencia de la Trinidad de la Deidad en el Antiguo Testamento es en el contexto de Isaías 48:12-16. Versos 12-14a:

Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero. Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente. Juntaos todos vosotros, y oíd. ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Aquel a quien Jehová amó ejecutará su voluntad.

En estos versos, está claro que el locutor es Dios mismo ya que el locutor se refiere a Sí mismo como el que es responsable de la Creación de los cielos y la tierra. Dado que Dios es responsable de crear los cielos y la tierra, el locutor, entonces, debe ser Dios mismo.

Luego el verso 16 declara: Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu.

Observe cuidadosamente a las tres Personas: el locutor, el Espíritu y Jehová el Señor. En el verso 16, el locutor es el Creador de los cielos y la tierra, y Él se refiere a Sí Mismo con los pronombres yo y . Este locutor se distingue a Sí Mismo de otras dos Personas. Una de las Personas de las cuales Él se distingue a Sí Mismo es Jehová el Señor. La segunda Persona de la cual Él se distingue a Sí Mismo es el Espíritu de Dios. Aquí está el pasaje más claro del Antiguo Testamento acerca la Triunidad. Aquí, en Isaías 48:12-16, la Triunidad está presentada tan claramente como las Escrituras del Antiguo Testamento han decidido hacerlo.

Por el Antiguo Testamento, la evidencia de que Dios es, efectivamente, una Trinidad, se halla en el hecho de que sólo tres Personas son llamadas Dios, y no más de tres Personas son vistas juntas.

En el Antiguo Testamento, sólo tres Personas son llamadas Dios, y no más de tres Personas son vistas juntas.

B. La Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento, hay tres importantes líneas de evidencia de la Trinidad de la Deidad.

1. Sólo tres Personas son llamadas Dios

a. Mateo 3:16-17

Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

Observe, no más de tres Personas se encuentran en el contexto del bautismo de Yeshúa (Jesús). El Hijo es visto en la Persona de Yeshúa; el Espíritu es visto debido a que desciende en la forma corporal de una paloma; y el Padre se hace presente por la voz audible que proviene de los cielos, diciendo: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

b. Mateo 28:19

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

En el segundo ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, sólo tres Personas son mencionadas específicamente, no menos de tres, pero tampoco menos. A estas tres Personas ahora se les da títulos de Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Observe la aparente contradicción en cuanto a lo que a la gramática respecta. La orden es ir y bautizar en el nombre del, y la palabra nombre es singular. No dice, “en los nombres del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, lo que habría sido gramaticalmente más adecuado. Pero en cambio, es en el nombre de. La palabra nombre es singular, enfatizando la unidad de la Deidad. Pero luego, este único nombre pertenece al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, enfatizando la Trinidad de la Deidad.

c. Juan 14:16-17

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

En el tercer ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, observe de nuevo a las tres Personas mencionadas en este contexto. Una Persona es el locutor, Yeshúa, quien está identificado por el pronombre yo. La segunda Persona es el Padre, a quien Él rogará. La tercera Persona es el Espíritu Santo, quien va a ser enviado.

d. 1 Corintios 12:4-6

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

En el cuarto ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, una vez más las tres Personas son mencionadas, pero ninguna más. El verso 4 menciona al Espíritu, quien es el Espíritu Santo. El verso 5 menciona al Señor, quien es el Hijo. Y el verso 6 menciona a Dios quien, en este caso, es Dios el Padre.

e. 2 Corintios 13:14

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.

Observe las tres Personas en el quinto ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento: La gracia del Señor Jesucristo, el Hijo; el amor de Dios, el Padre; y la comunión del Espíritu Santo, el Espíritu Santo. Otra vez, tres Personas son mencionadas, ni más ni menos.

f. 1 Pedro 1:2

“…elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”.

En el último ejemplo de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento, el verso 2 menciona a tres Personas: Dios el Padre, quien es el responsable de la presciencia; el Espíritu, quien es el responsable de la santificación; y el Hijo, Jesucristo, quien es el responsable del rociamiento y derramamiento de Su sangre por los pecados del mundo.

De estos pasajes, está claro que sólo tres Personas son llamadas “Dios”, y no más de tres Personas son vistas juntas.

Resumen: Manteniendo la enseñanza del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento reconoce claramente que hay tres personas en la Deidad. Pero, mientras el Antiguo Testamento enseñó claramente una Triunidad, en realidad no nombró a los miembros de esta Triunidad; esto llega sólo con la revelación del Nuevo Testamento. La primera Persona es llamada Dios el Padre. La segunda Persona es llamada Dios el Hijo. Es el Nuevo Testamento que responde la pregunta de Proverbios 30:4: “¿Cuál es el nombre de su hijo?” El nombre de Su Hijo es Yeshúa. De acuerdo con el Antiguo Testamento, Él fue enviado por Dios para ser el Mesías, pero esta vez como un hombre, en lugar de cómo un Ángel. Además, Él fue enviado por Dios para un propósito específico: Morir por nuestros pecados. En esencia, lo que ocurrió fue que Dios se hizo hombre para cumplir la obra de la Expiación. La tercera Persona es llamada Dios el Espíritu Santo. A lo largo del Nuevo Testamento, Él es relacionado con la obra de la segunda Persona, manteniendo la enseñanza del Antiguo Testamento.

2. Sólo tres Personas tienen los atributos de Dios

La segunda línea de evidencia principal con respecto a la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento es que sólo tres Personas poseen los atributos de Dios. Existen cuatro atributos divinos particulares que sólo tres Personas poseen.

a. Eternidad

El primer atributo es el de la eternidad. Se dice que sólo tres Personas tienen este atributo en que sólo tres Personas han existido siempre y continuarán existiendo por siempre.

El Padre tiene este atributo de eternidad en Salmo 90:2, que habla del Padre existiendo desde el siglo y hasta el siglo.

El Hijo también tiene el atributo de eternidad en Miqueas 5:2 (citado en Mateo 2:5-6). Aunque en Su humanidad, Él nacería en Belén, Miqueas 5: 2 también declara que, en cuanto a Su deidad, Él ha sido desde el principio, desde los días de la eternidad. La palabra hebrea que Miqueas usa son los términos posibles más fuertes en relación con el concepto de la eternidad pasada.

La eternidad del Hijo también se enseña en Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios.

Según este verso, el Hijo existía en el comienzo con Dios el Padre. En otras palabras, desde que Dios ha existido, el Hijo también ha existido. Desde que Dios el Padre ha existido desde toda la eternidad, por lo tanto, el Hijo también debe haber existido por toda la eternidad. Juan 1:1 es evidencia clara que algunas de las enseñanzas de las sectas, que enseñan que el Hijo fue creado por Dios el Padre, están erradas. El punto de Juan 1:1 es que mientras el Padre ha existido, que ha sido por toda la eternidad, ése es el tiempo que el Hijo ha existido. La eternidad del Hijo también se encuentra en Juan 1:15 y 8:58.

El Espíritu Santo también posee el atributo de eternidad según Hebreos 9:14.

b. Omnipotencia

El segundo atributo es el de la omnipotencia, que significa “todopoderoso”. Sólo tres Personas tienen el atributo de omnipotencia. Dios el Padre es omnipotente en 1 Pedro 1:5. El Hijo es omnipotente en Hebreos 1:3. El Espíritu Santo es omnipotente en Romanos 15:19.

c. Omnisciencia

El tercer atributo es el de la omnisciencia, que significa “todo lo sabe”. El Padre es omnisciente en Jeremías 17:10. El Hijo es omnisciente en Juan 16:30; 21:17; y Apocalipsis 2:23. El Espíritu Santo es omnisciente en 1 Corintios 2:10:11.

d. Omnipresencia

El cuarto atributo, que sólo tres Personas tienen, es la omnipresencia, que significa que “Dios está en todas partes”. El Padre es omnipresente según Jeremías 23:24. El Hijo es omnipresente según Mateo 18:20 y 28:20. El Espíritu Santo es omnipresente según Salmo 139:7-10.

Resumen: De esta forma, la segunda línea de evidencia que la pluralidad de la Deidad está limitada a una Trinidad es el hecho de que sólo tres Personas tienen los atributos de Dios; en particular, los atributos divinos excepcionales de eternidad, omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia.

3. Sólo tres Personas conocen las obras de Dios

Existe una tercera línea de evidencia de la Trinidad de la Deidad en el Nuevo Testamento: sólo tres Personas actúan como Dios o hacen las obras de Dios. Hay tres ejemplos específicos en esta área.

a. La obra de la Creación del Universo

El primer ejemplo es la Creación del Universo. La idea central de toda la Biblia, el Antiguo y Nuevo Testamentos, es que Dios es el Creador de todo el universo. La Creación del universo es una obra específica de Dios y, sin embargo, en las Escrituras hay tres Personas diferentes que son responsables de la Creación. El Padre es responsable de la Creación del universo en Salmo 102:25. El Hijo es responsable de la Creación del universo en Juan 1:3 y Colosenses 1:16. El Espíritu Santo es responsable de la Creación en Génesis 1:2; Job 26:13 y Salmo 104:30. Al tratar con la Creación del universo, que es una obra de Dios, se dice que estas tres Personas son las responsables.

b. La obra de la Creación del Hombre

Una segunda obra específica de Dios es la creación del hombre. Otra vez, la idea central de la Escritura en ambos testamentos es que Dios creó al hombre a Su imagen. Una vez más, las Escrituras enseñan que se a tres Personas diferentes se les da el crédito de la creación del hombre. El Padre es responsable de la creación del hombre según Génesis 2:7. El Hijo es responsable de la Creación del Hombre, según Colosenses 1:16. El Espíritu Santo es responsable de la creación del hombre en Job 33:4. Como fue cierto con la Creación del Universo, también es cierto con la creación del hombre: A tres Personas se les acredita esta obra, que es una obra de Dios.

c. La obra de la inspiración

El tercer ejemplo es la obra de la inspiración. La idea central de la Escritura es que Dios hace la obra de la inspiración; Dios se revela a Sí Mismo. Pero de nuevo, se dice que tres Personas son las responsables de la obra de la inspiración. Dios el Padre hace la obra de la inspiración según 2 Timoteo 3:16. Dios el Hijo es responsable de la obra de la inspiración en 1 Pedro 1:10-11. El Espíritu Santo es responsable de la obra de la inspiración en 2 Pedro 1:21. Esto, también, es una obra de Dios y, sin embargo, tres Personas son responsables.

Conclusión

Con relación a la Deidad, la Biblia enseña tres grandes verdades. En primer lugar, la pluralidad de la Deidad: Existe una pluralidad de personalidades dentro de la Deidad.

En segundo lugar, la unidad de la Deidad: La pluralidad no es una pluralidad de dioses como en el politeísmo, porque sólo hay un Dios.

En tercer lugar, la Trinidad de la Deidad: La pluralidad de las personalidades del único Dios está limitada a tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo, ni más ni menos.

Artículo relacionado:
La Trinidad - I Parte

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
The Trinity (PDF)

Ariel Ministries (ariel.org)

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