jueves, 6 de junio de 2019

¿Termina el Falso Pacto el Conflicto Árabe-Israelí? (parte 1)



Este artículo ha sido tomado de mi próximo libro titulado, Las ÚLTIMAS Profecías. Éste es el tercer libro de una serie de profecía bíblica de los tiempos del fin. El primer libro se llamaba Las Profecías AHORA; y el segundo libro se titulaba, Las Profecías SIGUIENTES.


Muchos de los expertos de la profecía bíblica de hoy enseñan que el falso pacto de Daniel 9:27 e Isaías 28:15, 18 termina el conflicto árabe-israelí. O, a veces se refieren a él como una solución al problema palestino-israelí. Algunos de ellos en realidad no lo dicen directamente, pero lo infieren indirectamente cuando dicen que el falso pacto crea el pueblo pacífico de Israel que habita confiadamente sin murallas, rejas ni puertas en Ezequiel 38.

Estos expositores bíblicos enseñan que el Israel que vive seguro descrito en este versículo de Ezequiel es el resultado directo de la promulgación del falso pacto. Este razonamiento obliga a estos maestros a poner el comienzo de Ezequiel 38 en la primera mitad del período de la Tribulación, que es cuando Israel está experimentando un período de paz. 

Este tiempo va en contra de las enseñanzas del Dr. Arnold FructhenbaumDr. Ron Rhodes, Dr. David Reagan, Gary Stearman, yo y muchos otros que sostenemos que Ezequiel 38 ocurre antes del período de la Trib. ¿Es probable que Ezequiel 38, que es una guerra bíblica épica, ocurra en la primera mitad del período de la Trib., cuando Israel está disfrutando de una pseudo paz producida por su participación en el falso pacto?

“y dirás (aludiendo a Gog, el líder ruso de la coalición invasora de Ezequiel 38): Subiré contra una tierra indefensa (Israel), iré contra gentes tranquilas (los israelíes) que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas” (Ezequiel 38:11).

En la superficie, esta teoría de que el falso pacto cumple con los requisitos de Ezequiel 38:11 parece lógica. La base de esta enseñanza es que Israel firma un tratado con los “muchos” de Daniel 9:27. El pacto es mediado políticamente por el Anticristo, entre Israel y los palestinos y/o “muchos” de sus vecinos árabes. Este pacto, entonces:
  • Termina el conflicto árabe-israelí,
  • Resuelve los problemas de los refugiados palestinos,
  • Trae la paz al Medio Oriente,
  • Y, les permite a los judíos derribar todos los muros de sus barreras fronterizas, eliminar su muralla de partición interna y su red de puntos de control de seguridad, y quizás incluso eliminar todos sus refugios contra bombas.
Oh, que pudiera ser así de simple y, oh, si sólo fuera bíblico, pero, ¡OH NO; NO LO ES! Esta forma de pensar es totalmente impulsada por eventos actuales. Cuando Isaías y Daniel profetizaron acerca de este infame pacto, no estaban preocupados por el conflicto árabe-israelí, ni tampoco dieron alguna pista sobre este conflicto específico en sus profecías relacionadas con el pacto.

Cuando Daniel 9:27 fue escrito, los judíos no tenían problemas árabes-israelíes. Los árabes no estaban impugnando el derecho del Estado de Israel a existir, ni tampoco existían los refugiados palestinos. Todo lo contrario se estaba llevando a cabo. Cerca del año 538 a.C., el  Rey Ciro del dominante Imperio Persa estaba respaldando completamente al Estado judío. Según Esdras 1:1-4, Ciro autorizó que los judíos regresaran a su tierra natal, restauraran la nación de Israel y reconstruyeran su templo histórico.

Durante el tiempo de Isaías, el Estado judío existía sin contienda árabe y también el primer Templo judío. Tampoco había una crisis de refugiados palestinos con la cual lidiar.

Por lo tanto, desde el contexto gramatical histórico, que trata de interpretar la Escritura por medio de los lentes de los pueblos existentes de la época, ni los judíos durante el tiempo de Isaías ni los del tiempo de Daniel tendrían la impresión de que este pacto era acerca de una futura crisis de refugiados palestinos o de un venidero conflicto árabe-israelí.

Lamentablemente, la mayoría de estos defensores han ignorado o desestimado por completo la profecía del Salmo 83 como el medio viable para que Israel pueda alcanzar la paz en el Medio Oriente. Esta profecía es uno de los temas cubiertos en el libro Las Profecías AHORA. Este salmo predice que el conflicto árabe-israelí termina en una guerra que Israel gana.

Bill Salus es un expositor de Profecía Bíblica radicado en California, Estados Unidos. Se especializa en explicar la importancia profética de eventos actuales del Medio Oriente y del mundo. Sus artículos han sido publicados en revistas, publicaciones cristianas, y de forma extensa en Internet. Él es el autor de los éxitos de librería, Isralestine, Revelation Road, Psalm 83 y Nuclear Showdown in Iran.


Lea la conclusión aquí

Original article:

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

martes, 4 de junio de 2019

El Vigilante: La persecución cristiana y el antisemitismo van en aumento en todo el mundo


Erick Stakelbeck está en Belén para ver cómo una organización judía está brindando ayuda a la minoría cristiana perseguida en el área. Además, el obispo Keith Butler, miembro de la Junta Ejecutiva de CUFI, se une a nosotros para compartir la verdad sobre el aumento de la persecución cristiana en el Medio Oriente y en todo el mundo. También escucharemos la increíble historia de un estudiante de Harvard que aboga por Israel después de escapar del infierno de Darfur.

Recurso recomendado:

El Antisemitismo: Sus raíces y perseverancia (pdf)

Juicio en Josafat – Parte 2

La Ira de Dios


La Ira de Dios

Pero, antes de que consideremos el juicio de Dios que el mundo experimentará durante la Gran Tribulación, primero debemos considerar el concepto de la ira de Dios. La razón por la que debemos hacerlo es porque he descubierto que la mayoría de cristianos, si no la mayoría de los pastores, no creen en la ira de Dios.

Si se hace cualquier mención de la ira de Dios, generalmente hay una respuesta inmediata y vehemente de que Dios es un Dios de amor, gracia y misericordia. Y si uno señala la ira de Dios en las Escrituras hebreas, como, por ejemplo, cuando destruyó el mundo con el Diluvio de Noé, la respuesta usualmente es, “Pero ése era el Dios del Antiguo Testamento. El Dios del Nuevo Testamento es un Dios de gracia, misericordia y amor”.

Uno de los momentos más memorables en los que me encontré con esta actitud fue en 1995. Fui contactado por el productor de un popular programa de radio en Oklahoma City. Dijo que el anfitrión del programa había visto un artículo que yo había escrito sobre la responsabilidad financiera de los ministerios cristianos, y le había gustado. Quería entrevistarme sobre eso. Acepté la entrevista.

El anfitrión comenzó la entrevista amablemente, dándome la oportunidad de resumir el mensaje fundamental de mi ministerio. Respondí diciendo que Dios me había llamado a proclamar “el pronto regreso de Jesús”.

Luego expliqué que este mensaje era como una espada de dos filos, con un mensaje para los creyentes y los incrédulos. Señalé que el mensaje para los creyentes es que se comprometan a la santidad y al evangelismo. Luego añadí: “El mensaje para los incrédulos es que huyan de la ira que está por venir, huyendo a los brazos amorosos de Jesús ahora”.

Antes de que pudiera continuar con mi explicación, el anfitrión me interrumpió. “¿Qué quieres decir cuando te refieres a ‘ira’?”, preguntó. 

“Quiero decir que Jesús va a regresar muy pronto para derramar la ira de Dios sobre aquellos que han rechazado el amor, la gracia y la misericordia de Dios”.

Él respondió diciendo: “Sucede que soy cristiano, voy a la iglesia todos los domingos, y nunca he escuchado algo sobre Dios ‘derramando ira’. Mi Dios es Jesús, ¡y Él no lastimaría a una mosca!”. Luego, literalmente me gritó: “¡Tu Dios es un monstruo!”.

Ése fue el final de la entrevista. Me colgó. No se me dio la oportunidad de responder a su tergiversación de nuestro Creador. Si me hubiera dado la oportunidad de responder, habría citado la advertencia que Jesús dio en el libro de Apocalipsis a la iglesia de Tiatira, que estaba tolerando a una falsa profetisa, que estaba corrompiendo a toda la iglesia. Jesús advirtió:

20) Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.

21) Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.

22) He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.

23) Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras (Apocalipsis 2:20-23).

¡Estos versículos destruyen muy bien el concepto de un Jesús manso y suave que no le haría daño a una mosca!

Por supuesto, también podría haber señalado al hecho de que la Tribulación comienza con Jesús mismo iniciando los Juicios de los Sellos. De hecho, en Apocalipsis 6:16, esos juicios son referidos como “ira del Cordero”.

Permítanme darles otro ejemplo de lo que ocurrió más recientemente, en 2005. Es el ejemplo de un pastor enfurecido.

Fui invitado a hablar en una iglesia grande en el área de Dallas, donde antes había hablado varias veces. La fecha de mi presentación cayó en domingo, cerca de tres semanas después de que el huracán Katrina había devastado Nueva Orleáns.

Video: Dios y el Clima, parte 1. Expositor: Dr. David R. Reagan (subtitulado)

Decidí que hablaría sobre el huracán, con la intención de señalar que yo creía que era un juicio correctivo de Dios sobre esta nación por dos razones. La primera razón que mencioné era la presión de nuestra razón para que Israel entregara la Franja de Gaza a sus enemigos. Noté que el huracán se había comenzado a formar muy repentinamente cerca de las Bahamas, el último día de la retirada israelí.

La segunda razón que di fue la inmoralidad de nuestra nación y, en particular, de la ciudad de Nueva Orleáns, una ciudad que se llama a sí misma, “La Ciudad del Pecado de EE.UU.”. El huracán azotó la ciudad justo cuando se estaba preparando para su festival anual llamado “El Mardi Gras Gay”. El tema del 2005 de esta orgía sexual fue “Jazz y Jezabeles”. En el 2004, el evento había atraído a 125,000 juerguistas, que orgullosamente hicieron alarde de su perversión públicamente en un estridente desfile. El evento fue patrocinado por un grupo llamado, “Decadencia del Sur”.

Todo el infierno se desató durante la semana siguiente. Verán, el pastor estaba fuera de la ciudad cuando pronuncié el mensaje. Cuando regresó a casa y vio un video del mensaje, ¡se puso furioso! Incluso revisó mi agenda de conferencias en nuestro sitio web y llamó a la siguiente iglesia donde iba a hablar, y les advirtió acerca de permitirme presentar mi sermón.

¿Por qué estaba tan enojado? Por dos cosas. Primero, sintió que estaba mal que yo le atribuyera un desastre a Dios, cuando debería haber sido asignado a Satanás. En segundo lugar, se opuso a mi caracterización del huracán como una manifestación de la ira de Dios. Él insistió en que el “Dios de Ira” era el Dios del Antiguo Testamento, mientras que el Dios del Nuevo Testamento es un “Dios de Gracia”. La idea de Dios derramando Su ira era totalmente ajena a él.

Éstos son sólo dos ejemplos de muchas experiencias que he tenido, donde los cristianos han reaccionado con repugnancia contra cualquier mención de la ira de Dios.

En la tercera parte de nuestro estudio de Armagedón, cubriremos cuatro puntos sobre cómo la Iglesia moderna debería ver a Dios.

Lea la parte 1 »»aquí

Artículo recomendado:
La Ira de Dios


Original article:
Judgment in Jehoshapat

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

El Reino Teocrático: Proposición 1. El Reino de Dios es un Tema de Vital Importancia

Por George N. H. Peters



Las Escrituras no pueden ser comprendidas correctamente sin un conocimiento debido de este reino. Es un hecho, atestiguado por una multitud de obras, y constantemente presentado en todas las fases de la literatura bíblica, que la doctrina sobre el reino ha afectado materialmente los juicios de los hombres sobre la autoridad canónica, la credibilidad, la inspiración y el significado de los escritos contenidos en la Biblia. Si se produce un error aquí, inevitablemente éste se manifestará, por ejemplo, en la exégesis y la crítica. Esta característica ha sido notada por varios escritores, y, sin importar como sea explicada, se admiten los puntos de vista sobre este tema para modificar en gran medida la recepción, la interpretación y la enseñanza doctrinal de la Palabra.

Observación 1. Su importancia puede ser estimada al considerar los siguientes detalles: 

1. El reino es el objeto diseñado por el pacto obligado por juramento (Prop. 49). 

2. Es el gran tema, el tema principal de la profecía (Props. 33-35, etc.). 

3. Es un tema que abarca una mayor proporción de revelación que todos los demás temas combinados; indicando así la estimación que Dios le tiene. El Dr. Pye Smith, Bickersteth y otros han observado y comentado esta peculiaridad, es decir, que los escritores inspirados dicen más respecto al reino de Cristo que lo que hacen con respecto a todas las demás cosas tratadas o discutidas en la Palabra. 

4. Fue el tema principal de la predicación de Juan el Bautista, de Cristo, de los discípulos y de los apóstoles (Props. 38-74). 

5. Fue un tema apreciado de predicación en la Iglesia primitiva (Props. 75-77). 

6. Es el fundamento de una predicación bíblica correcta, porque el Evangelio mismo es “el evangelio del reino”. 

7. Con el fin promover su establecimiento, Jesús aparece, sufre y muere (Props. 50, 181) y para manifestarlo, Él vendrá de nuevo (Props. 66, 68, 130, etc.). 

8. Jesucristo mismo debe estar profundamente interesado en él, ya que es una bendición y un honor distintivos que le ha dado el Padre (Prop. 84), y le pertenece a Él como Su herencia (Props. 82, 116, etc.). 

9. Hemos sido invitados, como el privilegio más precioso, a heredar este reino (Prop. 96). 

10. Es el constantemente presentado objeto de fe y esperanza, que debería influir en nosotros para la oración, el deber y la vigilancia.

11. Es el resultado de las dispensaciones preparatorias, que nos permiten apreciar los medios empleados para lograr este fin. 

12. Abraza en sí la perfecta redención completada; porque en él todas las promesas de Dios serán verificadas y realizadas. 

13. Manifiesta en una forma externa el placer de la voluntad Divina en la salvación de la raza y la liberación de la creación (Props. 149, 145, etc.). 

14. Mantiene las expresiones Divinas en unidad de diseño (Props. 174, 175), exhibe la unidad manifestada (Prop. 173) y reivindica la inspiración de la Sagrada Escritura (Prop. 182), incluyendo el Apocalipsis (Prop. 176). 

15. Refuerza no sólo la humanidad (Props. 82, 89) de Cristo, sino también Su Divinidad (Props. 85 y 183), con el razonamiento más fuerte. 

16. Nos muestra la majestad y gloria de Jesús, “El Cristo”, como el Rey Teocrático (Props. 88, 89, 132, 184, etc.), y la posición preeminente de “los primogénitos” quienes son coherederos con Él (Props. 118, 119, 127, etc.). 

Todos estos, así como otros puntos relacionados, serán ampliamente discutidos en las siguientes páginas. Se menciona brevemente una suficiencia, para que el lector no deje de ver cuán importante debe ser una comprensión adecuada de este tema.

Estamos preparados, a partir de tales consideraciones, para apreciar la observación atribuida por Lange (Com., volumen 1, pág. 254) a Starke: “El reino de los cielos debe formar el punto central de todo aprendizaje teológico”. Van Oosterzee (Theol. del NT, p. 69) lo llama el pensamiento fundamental, y, después de dar a la doctrina del reino su posición correcta en la enseñanza de Jesús (diciendo: “que la idea del reino de Dios es fundamental en la teología de Cristo”) comenta: “Ya Hess ha proporcionado un tratado sobre la doctrina del reino de Dios, en el que muestra cuán prominente es el lugar que ocupa esta idea en la Sagrada Escritura, especialmente en la enseñanza del Señor. Por lo tanto, es sorprendente que Schmid, en la obra citada, le asigna el tercer lugar en su tratamiento de la doctrina de Jesús. Mucho mejor Neander, quien, en su vida de Jesús, deriva un ‘sistema completos de verdades’ de las parábolas del reino de Dios”. Sin embargo, agreguemos que incluso Schmid hace mucha justicia al reconocer su importancia, cuando (p. ej., Bib. Theol. NT, pág. 243) lo llama, la base de su enseñanza (de Cristo)”.

Obs. 2. Es significativo para el estudiante reflexivo — un cumplimiento de la profecía — que la idea de un reino Divino distintivo relacionado con Cristo y esta tierra, un reino que ocupa decididamente el lugar principal en la enseñanza de Jesús, se haga, tanto (con pocas excepciones) en teología y las confesiones de la Iglesia, para descender de su primer puesto en la Biblia y ocupar, cuando se alude, a uno muy subordinado. En centenares de libros, donde razonablemente debería ser evidente, algunas referencias de naturaleza un tanto mística e insatisfactoria, o un breve respaldo de la antigua visión monástica de que éste aplica a la Iglesia, descarta todo el tema; mientras que los temas inferiores tienen amplios capítulos e incluso volúmenes en su interés. Hay, a la mente reflexiva, algo radicalmente erróneo en un cambio de posición, y cuanto mayor sea la salida de la base bíblica más defectuosa se vuelve. Cualquier esfuerzo, como aquí se hizo, por restaurar la doctrina del reino a su verdadero y supremo lugar bíblico debería al menos solicitar atención.

Obs. 3. El reino merece el primer lugar en la teología bíblica y el primer rango en la Teología Sistemática. Las razones para esto, como ya se indicó, son abundantes. Esto ha sido pasado por alto demasiado, y el reino ha sido colocado en una posición subordinada, hasta que durante algunos años ha tenido lugar una reacción — inducida por ataques incrédulos — y el reino (como sea explicado) se destacó más prominentemente, especialmente por Lange (ver Pref. hasta Cam.), Van Oosterzee (Ch. Dogmatics), Thompson (Theol. of Christ), Auberlen (Div. Rev.), y otros. Abogando así por sus afirmaciones a una postura doctrinal, nosotros, como a veces somos acusados injustamente, no despreciamos la importancia, el valor y la excesiva preciosidad de la persona y la muerte de Jesús. Esto último es doctrinalmente la consecuencia de lo primero, y como provisional (porque sin esto último el reino, como pactual y prometido, no podría ser obtenido), para el reino, es de consecuencia incalculable.

Obs. 4. A medida que la investigación avance en esta dirección, podemos esperar aportaciones valiosas. Reuss (Hist, of Ch. Theol. of Ap. Age, p. 137) aunque equivocado en su interpretación del reino, dice con sinceridad: “No puede haber duda, entonces, de que esta idea completa y sugestiva del reino de Dios debe ser de alguna manera la mina a ser explorada por nosotros, para sacar a la luz los tesoros que la ciencia cristiana tiene que moldear y formar, para satisfacer las necesidades de cada esfera sucesiva, y la medida y las capacidades de cada mente”.

Obs. 5. Que el tema del reino es ampliamente reconocido como principal, se puede ver incluso en los puntos de vista más extremos, como por ejemplo el swedenborgianismo, el mormonismo, el shakerismo, etc. Sólo necesitamos referirnos al simple hecho de que los escritores de tendencias panteístas y místicas han tomado la frase “reino de los cielos” como el verdadero punto de partida del cristianismo, que denominan “La Nueva Jerusalén que desciende de Dios desde el cielo”; y de la cual argumentan que todos los hombres deben trabajar moralmente por el infinito, haciendo todos los esfuerzos posibles, ya sea en religión, ciencia, poesía, arte, etc., para ser aclamado como una sumisión subjetiva a, o reconocimiento de, este reino. Considerando la noción espiritualizada entretenida por muchos en la Iglesia, la amplían dándole una apariencia panteísta o un adorno místico, para adaptarlo a sus ideas de evolución, ley, unidad, filosofía, naturaleza humana, espiritualismo, etc. Hoy la atención sólo es dirigida a la circunstancia de que, en los sistemas y teorías de la religión, la menos bíblica, aún se le da un gran grado de prominencia a la idea del reino.

Obs. 6. Este tema es atractivo para el creyente reverente, no sólo por ser el tema absorbente de la profecía del Antiguo Testamento y la predicción del Nuevo Testamento, sino debido a la relación personal que él sostiene, como heredero, de ello. Es apropiado reconocer, comprender y apreciar nuestra herencia. Pero incluso el aspecto literario, la excelencia intelectual del mismo, invita a una investigación seria. Además de ser una idea predominante del libro, que ha tenido una influencia tan moldeadora en todas las áreas de la vida, es el tema que, por encima de todos los demás, suscita la más elocuente y sublime de todas las descripciones y promesas de la Biblia, que culmina en las últimas palabras conmovedoras de Jesús confiadas a Juan.

Obs. 7. Al examinar la gran variedad de hechos y eventos, algunos de los más grandes que el mundo haya alguna vez presenciado, todos señalan a este reino como un final contemplado; al mirar a lo mismo que ocurre y existe hoy, preparatorios para el reino; y al contemplar la hueste de acontecimientos notables y asombrosos que se prevé sucedan con relación al reino aún futuro, seguramente esto forma un tema digno, más allá de todos los demás, del estudio sincero, devoto y paciente de cada estudiante de los eventos del mundo  acontecimientos y , sin esta clave, una historia desconcertante. El reino abarca mucho, tanto en la preparación como en el cumplimiento actual, que, en vista de su extensión, la doctrina excede a todas las demás en magnitud, envolviendo en sí misma casi toda doctrina.

Obs. 8. Una investigación más profunda de esta doctrina y un retorno correspondiente a la antigua fe, sostenida por hombres que, por posición y asociación (como por ejemplo, la Iglesia Apostólica), estaban preeminentemente calificados para comprenderla, eliminarán esas dolorosas concesiones ahora hechas a la incredulidad, que estigmatizan a los apóstoles y a la Iglesia primitiva como todavía bajo la influencia de “formas judías erróneas.” Tal estudio y retorno aliviarán a los teólogos de ser conducidos al expediente humillante de reconocer virtualmente que los apóstoles estaban equivocados en sus nociones respecto del Reino; que abrazaban “la cáscara judía,” que, no obstante, contenía el germen de verdad (el cual ellos, situados como estaban, no podían apreciar adecuadamente) que “la conciencia de la Iglesia” en su desarrollo (así también Neander, etc.) debía despojar de sus alrededores y fructificar en la verdad plena. Sólo en la dirección indicada por nosotros, podemos esperar  —  defendiendo como lo hace cada enunciado y posición doctrinal de los primeros predicadores del reino  — por una súplica constante, justificación y protección contra la escuela de Strauss y Bauer (y otras), que ha llevado a notables teólogos  —  liderados por una doctrina preconcebida del reino  —  a colocar “la conciencia de la Iglesia” (que finalmente obtuvo la verdad que había escapado a la comprensión de los apóstoles), como es exhibida en la autoridad de la Iglesia o la teología, o las creaciones de hombres falibles, por encima de la de las Escrituras que contienen “la cáscara judía.” La importancia de nuestra doctrina se evidencia, en que se invierte todo esto, exaltando y reivindicando tanto las Escrituras como el conocimiento correcto de sus autores inspirados.



Si desea conocer más acerca de este tema, visite nuestra sección:

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

viernes, 31 de mayo de 2019

Libro: El Rapto: ¿Verdad o Ficción? – Parte 2: Las Preguntas (pdf)

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1. ¿Qué pasa con el momento del Rapto? ¿Cuándo es más probable que ocurra?

2. ¿Está el Rapto mencionado en el libro de Apocalipsis? Y, si es así, ¿dónde?

3. ¿Hay alguna mención del Rapto en el Discurso de los Olivos de Jesús (Mateo 24) acerca de los tiempos del fin?

4. Algunos argumentan que el Rapto es más probable que ocurra a la mitad de la Tribulación o cerca del final. ¿Qué hay de malo con estos puntos de vista con respecto al momento?

5. ¿Podría el Rapto ocurrir al final de la Tribulación, como una etapa en la Segunda Venida del Señor?

6. ¿Es 1 primera de Tesalonicenses 4 el único pasaje del Rapto contenido en el Nuevo Testamento? 

7. ¿Hay alguna mención del Rapto en el Antiguo Testamento?

8. Si el Rapto va a  ocurrir antes del comienzo de la Tribulación, ¿significa eso que van a haber dos Segundas Venidas del Señor?

9. ¿Qué acerca de los santos del Antiguo Testamento? ¿Van a ser incluidos en el Rapto?

10. Sigue hablando de los creyentes de la Era de la Iglesia recibiendo cuerpos glorificados al momento del Rapto. ¿Qué es un cuerpo glorificado?

11. ¿Se les dará a los que fueron dejados atrás en el momento del Rapto la oportunidad de ser salvos?

12. ¿Podría haber un Rapto parcial, que consista sólo de aquellos cristianos que están viviendo vidas piadosas y que están aguardando la aparición del Señor?

13. ¿Serán llevados al Cielo todos los bebés y niños menores cuando el Rapto ocurra?

14. ¿No podría Dios simplemente proteger a los creyentes durante la Tribulación? ¿Es realmente necesario removerlos de la tierra?

15. ¿Marcará el Rapto el comienzo de la Tribulación?

16. ¿Hay otros raptos mencionados en la Biblia, o es el Rapto de la Iglesia el único?

17. ¿Cuáles podrían ser algunas explicaciones del mundo acerca del Rapto de la Iglesia?

18. ¿Hay algunas señales bíblicas que debemos vigilar, que indicarán el Rapto de la Iglesia?

19. A menudo se hacen referencias a las prácticas de bodas judías del primer siglo como símbolo de un Rapto Pre-Trib. ¿Qué es todo esto?

20. Muchas personas enseñan que el Rapto probablemente ocurrirá en la Fiesta judía de las Trompetas, que ocurre en el otoño del año. ¿Cuál es la base de esta creencia, y es precisa?

21. ¿Indica la Biblia que hay algo en particular que desencadenará el Rapto?

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