lunes, 23 de noviembre de 2015

La Verdadera Convergencia

Observaciones del Dr. David Reagan


En la página 17 de esta edición hay un artículo mío que se titula, “El Fiasco de la Gran Convergencia”. Es acerca del fracaso de tres profecías sensacionales que estaban supuestas a converger en septiembre. Eran profecías de hombres y no de Dios. Eran “profecías” que no pueden hallarse en la Biblia

Sin embargo, muchos estudiantes y maestros de la Profecía Bíblica dieron mucha atención a estas supuestas profecías — al punto de que mucha gente se volvió casi histérica en respuesta a ellas —. Nosotros fuimos inundados con preguntas acerca de ellas, y tratamos de asegurarles a las personas que no significaban nada.


Supongo que es sólo humano que las personas se centren en lo sensacional. Pero también es trágico porque ello resulta en que la Profecía Bíblica es despreciada por la mayoría de las personas. Todo el campo de la escatología (el estudio de los tiempos del fin) tiende a ser un patio de recreo para los fanáticos.

Una vez un sujeto me llamó y me preguntó, “¿Qué está mal con su ministerio?”. Le pregunté de qué estaba hablando, y respondió, “Usted siempre está insistiendo en lo mismo — acerca del cercano regreso de Jesús—. ¿Cuándo se le va a ocurrir algo nuevo?”. Por algo “nuevo”, él se refería a algo raro y sensacional.

No me excuso por centrarme en el cercano regreso del Señor. Eso es lo que Dios me ha llamado a hacer. Además, las promesas de la Palabra de Dios son tan espectaculares, que no necesito inventar cosas sensacionales e imaginativas.

Por eso el apóstol Pablo escribió esta declaración fantástica: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros habrá de manifestarse”. ¡Wow! Ésa es una gran verdad.  Conozco a algunas personas que están sufriendo enormemente, incluyendo a mi esposa, y este verso dice que sin importar lo que puedan sufrir, eso no es nada comparado con las promesas gloriosas de Dios que les esperan en la muerte o el Rapto.

Sólo piense acerca de esas promesas por un momento: el Rapto, cuerpos glorificados, vida eterna en una Nueva Jerusalén en una Tierra Nueva en la presencia de Dios el Padre y Su Hijo. No más enfermedades. No más dolor. No más decepciones. No más llanto. No más muerte.

No es de extrañar que el apóstol Pablo hiciera la siguiente declaración en 1 Corintios 2:9—

Cosa que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que lo aman.

Debemos centrarnos en las profecías y promesas específicas de la Palabra de Dios y no en las especulaciones fantasiosas de los hombres. Como dije antes, la Profecía Bíblica puede ser un patio de recreo para los fanáticos, pero también puede ser pastos verdes para los discípulos. Eso es debido a que ella construye fe y esperanza.


Un punto final. Realmente existe una convergencia profética ocurriendo en el mundo. Éste fue uno de los principales puntos en mi libro acerca de las señales de los tiempos que titulé, Viviendo en Tiempo Prestado: El Inminente Regreso de Jesús. Señalé que muchas de las señales que la Biblia nos dice que debemos vigilar que marcarán el cercano regreso del Señor están convergiendo hoy como nunca antes, indicando claramente que estamos viviendo en la época cuando Jesús irrumpirá de los cielos.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
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