lunes, 8 de septiembre de 2008

¿Margaret MacDonald?

¿Margaret MacDonald?
¿Quién?

Margaret MacDonald no es la madre del Rapto Pre Tribulacionista
Por Todd Strandberg


Traducido por: Donald Dolmus Jr.

He visitado casi cada sitio anti rapto en la Internet. Un punto en común en casi cada uno de estos sitios que se oponen a la doctrina de la pretribulación, es la afirmación de que la teoría del rapto fue iniciada por una chica escocesa llamada Margaret MacDonald. Muchos críticos del rapto, declaran que MacDonald recibió su visión de orígenes demoniacos y que luego ella transmitió el mensaje de esa visión para infectar la Iglesia. Dado que soy un pretribulacionista incondicional, estoy en desventaja para explicar la conexión entre Margaret MacDonald y mis creencias en el rapto. No puedo recordar haber escuchado alguna vez a un exponente profético pretribulacionista decir: “Creo en el rapto porque Margaret MacDonald me lo dijo”.

Después de leer y escuchar un número de sitios web, libros y programas de radio que promueven la idea de que Margaret MacDonald inició el pretribulacionismo, decidí investigar el asunto.

Para asegurarme de que no cometí ningún descuido, busqué en mi biblioteca de libros de profecía las referencias que citan a Margaret MacDonald como la fundadora de la enseñanza del rapto. Mi búsqueda resultó en vano. Fue como buscar por el personaje de caricatura “Dónde está Waldo”. Sólo que en este caso, no había Waldo qué encontrar.

Si MacDonald fue la fundadora del rapto pretribulacionista, como afirman la mayoría de los proponentes en contra del rapto, entonces alguien necesita explicar porqué los que creen en el rapto han fallado en darle el crédito. De la lectura de los escritos de los escritores anti-rapto, uno pensaría que nosotros los pre-tribulacionistas estaríamos reverenciando a MacDonald, así como los católicos adoran a María. Pero claramente, no lo hacemos. Los pretribulacionistas no andamos por ahí recitando: “Salve Margaret, llena de gracia, bendita tú entre los visionarios, ruega por nosotros los pecadores a la hora del rapto”. Si MacDonald fuera la fundadora de la doctrina del rapto, la falta de reconocimiento que los creyentes del rapto le damos a sería comparable a que la moderna iglesia Mormona fallara en reconocer a José Smith como su fundador o como que si los Testigos de Jehová se negaran a identificar a Carlos Russell como el originador de ese grupo. Pobre Margaret MacDonald, se queda con toda la culpa, pero con nada del crédito.

Después de haber examinado las afirmaciones de aquellos críticos del rapto, he encontrado huecos tan enormes como para conducir un camión de basura a través de su supuesta evidencia:

El primer problema con el origen de Margaret MacDonald es el hecho de que ella no fue quien enseñó ampliamente la doctrina de un rapto antes de la tribulación. Muchos creen que un hombre llamado John Darby fue quien inició el interés moderno en el rapto. La pregunta aquí es ¿cómo oyó Darby de la visión de MacDonald? Proponentes como Dave MacPherson y John L. Bray nunca han sido capaces de demostrar que Darby alguna vez escuchó de MacDonald o de su visión.

El mismo Darby afirma que la revelación del rapto vino a él cuando se dio cuenta de la distinción entre Israel y la Iglesia.

Darby reportó que descubrió la enseñanza del rapto en 1827, tres años antes que MacDonald tuviera su visión.

Cuando uno examina cuidadosamente la visión de MacDonald, llega a estar claro que no podía ser una pretribulacional. MacDonald vio una “prueba ardiente para probarnos” y previó a la Iglesia siendo purgada por el Anticristo. Cualquier creyente del rapto pretribulación puede decirle que la Iglesia será removida antes de la venida del Anticristo. John Bray, un antiraptista, dijo que Margaret MacDonald estaba enseñando una sola venida de nuestro Señor Jesús. Esto contradice la doctrina actual del rapto que enseñan un evento de dos etapas: primero, Cristo viniendo por Su Iglesia y segundo, Su retorno a la tierra siete años más tarde. Con tantas contradicciones entre la visión de MacDonald con el pretribulacionismo actual, es muy difícil encontrar alguna relación.

Hasta ahora, el error más grande que han cometido los postribulacionistas en su ataque contra el rapto es afirmar que el rapto antes de la tribulación no había sido enseñado antes de 1830. De hecho, John L. Bray, un evangelista Bautista del Sur, ofreció US$500 a cualquiera que pudiera probar que alguien enseñó la doctrina del rapto antes de la visión de MacDonald de 1830. Primero se demostró que Bray estaba equivocado cuando escribió en un boletín de noticias: “Entonces mi propia investigación indicó que fue Emmanuel Lacunza, un sacerdote católico jesuita, que en su libro de 1812 La Venida del Mesías en Gloria y Majestad, el primero en enseñar esta teoría”. Bray tuvo que girar de nuevo su cuello cuando hizo otra oferta de US$500 a cualquiera que pudiera proveer una declaración documentada anterior a los escritos de Lacunza de 1812. Al parecer, tuvo que pagar los 500 billetes. Lo cito de nuevo: “Ofrecí US$500 a cualquiera que diera una declaración documentada antes del tiempo de Lacunza que enseñara una venida de Cristo de dos etapas, separadas por un periodo de tiempo indicado” Nadie aceptó esa oferta, hasta que alguien encontró escritos que forzaron a Bray a escribir lo siguiente: “Ahora tengo las copias fotostáticas de un libro publicado en 1788 en Filadelfia, Pensilvania pero escrito en 1742-1744 en Inglaterra, el cual enseñaba el rapto antes de la tribulación con anterioridad a Lacunza”. Últimamente, se han localizado un número de otras fuentes que enseñan el rapto pretribulacionista, algunos escritos desde el siglo segundo. ¿Dónde deja esto a Margaret MacDonald?

En mi vida aquí en la tierra, he hecho un número de observaciones que considero como verdades innegables. Una de éstas es el hecho de que la verdad sufrirá ataques sin que haya nadie que la defienda, mientras que a una mentira se le permitirá proliferar sin que nadie la desafíe. Esto parece haber ocurrido en el caso del rapto. Por muchos años se ha permitido que los antiraptistas ataquen libremente al pretribulacionismo. Un asaltante llamó al rapto la marca de la bestia, mientras que otro comentó que cuando Jesús vuelva en la batalla de Armagedón, peleará contra aquellos que creen en el rapto. Las personas que deberían haber estado contendiendo por el rapto, en su mayoría apenas han dicho, “Esa puede ser tu opinión”.

Parece que aquellos que se aferran a un rapto pretribulación finalmente están empezando a contradecir los cargos ridículos. Se han publicado un número de libros que citan varias fuentes anteriores a MacDonald que describen una Iglesia arrebatada. El autor Grant Jeffrey merece muchos elogios por su trabajo en descubrir varias de estas fuentes.

Mientras sea capaz de encontrar el rapto antes de la tribulación en la Biblia, no necesito ser un científico para descubrirlo. Localizar la doctrina del rapto en la Biblia fue tan sencillo para mí, como encontrar evidencia de que Jesús es el Mesías.

La evidencia de que los cristianos creían en el rapto mucho antes que MacDonald no parece haber penetrado las mentes en las mentes de aquellos opuestos al rapto. Ellos aún enseñan que ella es la fundadora del pretribulacionismo. Cuando a alguien se le presenta prueba contundente de que ella (o él) está equivocado y rechaza aceptar esa verdad, entonces podemos concluir con toda seguridad que ella (o él) está en tinieblas espirituales.

Quisiera concluir diciendo que ninguna evidencia apunta de alguna manera a MacDonald como la fuente del pretribulacionismo. Cada importante autor profético vivo hoy proclama a la Palabra de Dios como el fundamento para creer en el rapto. Tanto Jesús como el apóstol Pablo hicieron declaraciones que establecen claramente la doctrina del rapto. Jesús dijo en Mateo 25:13, “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”. Pablo afirmó en 1 Tesalonicenses 4:16-18: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”.
Share/Bookmark