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sábado, 17 de diciembre de 2011

Un calvinista defiende el legado del Calvinismo



Nota del Editor: Al abordar esta respuesta, la cual no es una pregunta sino más bien una defensa de Calvino, de su enseñanza y de la Teología Reformada, me remito a Brenda, quien ha escrito una excelente pieza de información que ha ayudado a muchos que nos han escrito preocupados acerca de la confusión bíblica en las enseñanzas de sus iglesias acerca de la Teología Reformada. La perspectiva de Brenda es especialmente útil debido a que ella se encontró con muchas de las mismas luchas de aquellos que escriben y ella responde por medio de su experiencia personal.

Nota de un lector: Yo también soy un calvinista y asisto a una Iglesia Bautista Reformada. Calvino fue uno de los 4 ó 5 hombres (Lutero, Agustín, Cromwell, etc.) más grandes en la historia del mundo desde la era del Nuevo Testamento y la era Apostólica. Él fue indirectamente también un fundador de la República Estadounidense cristiana, al establecer la teología de gobierno limitado y constitucional que adoptamos.

Afortunadamente, su detallada cosmovisión en teología también está teniendo un gran repunte en el evangelicalismo moderno y es una anécdota a Rick Warren, Brian McLaren y también a las aberrantes teologías de la iglesia emergente. Necesitas ver esto de otro modo. Los Dres. John Piper, R.C. Sproul, J.I. Packer, Al Mohler, John McArthur, el desaparecido D. James Kennedy están entre nuestros mejores teólogos conservadores modernos y estos hombres son teólogos están en contra del movimiento de las Iglesias con Propósito o Iglesia Emergente. Ellos brindan la mejor, la más clara y la más teológica crítica de las tendencias teológicas liberales. Francis Schaeffer también fue un calvinista y el Dr. S. Lewis Johnson, antiguo (ya fallecido) Presidente del Departamento de Nuevo Testamento y Griego y posiblemente el más grande profesor en la historia del Seminario Teológico de Dallas, también lo era. Charles Haddon Spurgeon era un Bautista calvinista y también muy vocal acerca de ello. Muchos de los primeros fundadores estadounidenses eran puritanos y presbiterianos y el más grande teólogo estadounidense de todos, Jonathan Edwards, también era calvinista. No somos malas personas, ciertamente no liberales, y el Calvinismo es la teología más escritural, más detallada y la más cercana a la Biblia. David Hunt tiene muchas cosas buenas que ofrecer, pero no en su análisis de esta teología. El Calvinismo fue la perspectiva teológica dominante para la mayoría de los evangélicos (excepto para los wesleyanos y luteranos) al comienzo de Estados Unidos hasta la era de Charles Finney, la cual teológicamente fue muy perjudicial para el evangelicalismo de Estados Unidos. Así creció después de ese periodo un tipo variante de evangelicalismo antinomiano y arminiano en los últimos cien años o más que ha ayudado al sigiloso deslizamiento del evangelicalismo norteamericano hacia el evangelicalismo arminiano. Ahora éste está siendo cuestionado y el enfoque evangélico Reformado está teniendo un gran repunte en muchos seminarios evangélicos y entre los jóvenes, lo cual es algo bueno en general. Sólo quería que viera mi perspectiva acerca de esto. Bendiciones.

Respuesta de Brenda:

Gracias por expresarnos sus comentarios.

La historia ciertamente describe a la mayoría de los teólogos cristianos como Calvinistas y Reformados y, mientras que muchos de ellos son muy aclamados por sus contribuciones al Protestantismo y a la sociedad en general, el mandato para los hijos de Dios es que prediquen el Evangelio, que hagan discípulos y que se alimenten de toda palabra que proceda de la boca de Dios (Mt. 4:4). Por supuesto, la tradición Reformada afirma que es exactamente esto lo que ellos hacen ya que argumentan contra tendencias liberales, movimientos pragmáticos de igle-crecimiento y métodos de la iglesia emergente. Sin embargo, si estos asuntos de discernimiento obtienen la confianza para una tradición doctrinal que conduce al estudiante a una comprensión diferente de Dios y del Evangelio, entonces esta teología debe ser abordada y examinada a pesar de la reputación histórica de la que estos hombres disfrutan.

Sin lugar a dudas, las tendencias Emergentes están produciendo frutos que engañarán a muchos a formar parte del venidero falso reino mundial que se vislumbra en el horizonte. Aunque es bueno reconocer el peligro de tales tendencias engañosas, uno aún necesita estar en guardia ante todas las deformaciones de la Verdad Bíblica.

Mientras que nadie está acusando a los calvinistas de ser malas personas de forma individual, a menos por supuesto que se hayan ganado esa reputación, no puede pasarse por alto el hecho de que la teología agustiniana ha tenido una historia problemática. Debe ser examinada en la verdad de la Palabra de Dios para ver si sus frutos son consistentes con el carácter de Dios. Agustín es reverenciado por la Iglesia Católica Romana como un santo y como su más importante doctor de fe y doctrina. Él es el responsable de casi todo error del Romanismo, incluyendo la pavorosa Inquisición, al introducir el concepto de la Guerra Justa. Este concepto proporcionó la justificación para matar a aquellos que discreparan con el dogma católico. El propósito era forzar confesiones de fe al Catolicismo Romano para salvación ¡en los momentos antes de la muerte! Otros errores de Agustín incluyen la elección, la predestinación, la depravación total, la gracia irresistible, el bautismo de niños, la regeneración bautismal, la interpretación alegórica, la teología del reemplazo y la unión de la Iglesia con el Estado. Esta lista de errores doctrinales revela la influencia que Agustín ejerció sobre los Reformadores mientras estaban reformando, en lugar de abandonar, la Iglesia Católica. Éste es el porqué muchos, como el teólogo Reformado Loraine Boettner llama al Calvinismo por su apodo Agustinianismo, “La Reforma fue esencialmente un reavivamiento del Agustinianismo”.

Usted legítimamente señala que no todos los teólogos que ha citado han causado los tipos de problemas que los Reformadores y otros causaron, aunque algunos cuestionarían el pasado político de Cromwell, pero todos ellos han promovido el Calvinismo el cual, una vez más, cambia el carácter de Dios y el de Su Evangelio. No es a los hombres o a su reputación en la historia a quien honramos o en que creemos; es a Dios y a Su Verdad a quienes buscamos honrar y en quienes debemos confiar.

Mi intención al señalar el legado espiritual del Agustinianismo no sólo es apuntar con el dedo a los diversos teólogos que ha citado por razones personales, sino para que los cristianos piensen acerca de la teología con la que están siendo confrontados y para que conozcan de dónde proviene. Así como ha señalado la influencia de Finney sobre el Evangelicalismo estadounidense, los no-calvinistas podríamos citar la influencia y el legalismo del Calvinismo sobre el Reconstruccionismo Estadounidense, el cual tiene el potencial de revivir el espíritu visto en Ginebra. El péndulo se balancea de un extremo a otro en los círculos de debate, pero la fe de la cual habla la Biblia honra el carácter verdadero de Dios al sacrificarse a sí mismo, no a otros, mientras busca agradar a, y confiar en, Dios con todo su corazón, mente, alma y fuerzas mientras extiende el mensaje de salvación que rescata vidas a todos aquellos que deciden creer desde su corazón (Romanos 10:9-10).

Habiendo vivido 14 años en el Calvinismo, conozco por experiencia personal los cambios que éste produce en las mentes y corazones de sus adherentes. “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Prov. 23:7a). El Calvinismo produce gran temor en sus adherentes a quienes en privado les preocupa que no puedan ser salvos. Esto explica la razón por la cual muchos sermones en las iglesias Reformadas y calvinistas abordan la seguridad cristiana. Desesperados por una afirmación de su fe, los calvinistas son susceptibles a confiar en el desempeño externo como garantía de su salvación para demostrarse a sí mismos y a los demás que efectivamente son elegidos.

Todo aquel que sea puesto bajo un Evangelio basado en obras sufrirá inseguridad porque la fe confía en las promesas de Dios. El Evangelio de la Biblia es, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Esta invitación está abierta para todo ser humano porque el carácter de Dios es que Él ama a toda la humanidad y ha provisto la salvación para todos los hombres. Limitar la salvación a aquellos que Dios ha pre-seleccionado es cambiar el carácter, la expiación y el Evangelio de Dios. Introducir la elección soberana cambia una gran parte de la Biblia e impacta significativamente al caminar de fe del creyente.

Mi intención al exponer el Calvinismo es advertir y proteger a otros de los efectos de su teología, que los cristianos honren a Dios con sus vidas y que la Iglesia ofrezca el mensaje de salvación que rescata vidas por medio del Verdadero Evangelio que brinda esperanza. No quiero que nadie esté de pie ante el trono de Dios y rinda cuentas por adscribirle a Él una clase de soberanía que excluye a alguien de la salvación que Su Hijo pagó tan cara para proveerla. Que podamos ofrecer un mensaje de esperanza y salvación al mundo entero y también seguridad y garantía a aquellos que han creído.

Muchas bendiciones en Cristo,

Brenda Nickel

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
A Calvinist defends the legacy of Calvinism

jueves, 8 de diciembre de 2011

Siguiendo a los líderes



“Los cristianos tienden a confiar mucho en cualquiera que hable en nombre de Cristo, pero deben tener mucho cuidado en lo que interiorizan. Pablo instruyó a sus seguidores a seguirlo mientras él siguiera a Cristo (1 Cor. 11:1). Con tal confianza creada en los líderes, debemos prestar mucha atención a toda palabra de instrucción que se hable. No podemos relajarnos y asumir que lo que los maestros están diciendo es lo correcto”.

A medida que continúa la controversia acerca del otro Dios, del otro Jesús y del otro Evangelio que promueve el Calvinismo, se están lanzando acusaciones que los no seminaristas están interviniendo en este tema. Los reformados no escucharán a aquellos a los que les falta una formación adecuada. En sus mentes, cualquiera que aborde el tema del Calvinismo debe tener pedigrí y títulos para que se les conceda una audiencia en cualquier debate doctrinal serio. Generalmente, sólo los simpatizantes calvinistas, en quienes se puede confiar que representan al Calvinismo “con justicia”, son tolerados cuando hablan acerca del tema. El discurso debe ser erudito y estar pulido. No hay espacio para una oposición visceral pero civilizada que vaya directo al grano. Por supuesto, eso expondría los temas con demasiada rapidez, lo que no les permitiría a los calvinistas la libertad necesaria para articular sus argumentos “de manera apropiada”. En resumen, el Calvinismo exige que se le dé una posición de igualdad o superioridad en cualquier debate teológico. ¿Es ésta una posición que la Iglesia puede permitirse el lujo de dar? ¿Debería permitírsele al Calvinismo avanzar prácticamente sin ninguna oposición?

Para ellos, sólo aquellos que comprenden por completo ambos lados de la discusión, y sólo aquellos que han leído los credos, confesiones y los Institutos de Calvino son confiables para debatir los temas de manera razonable y aceptable. ¡Esto es como si los Santos de los Últimos Días insistieran en que los cristianos primero lean las obras estándar de los mormones antes de evangelizarlos! Ciertamente esto ayuda, pero no es necesario. Si las peticiones para un discurso tolerable son ignoradas, entonces el gentil académico puede recurrir a censurar la fe sencilla como inexperta. Lanzan amenazas de mayor condenación para los maestros no calificados y aconsejan que se deje la verdadera enseñanza a los expertos. Por supuesto, ellos se refieren a sí mismos. Otras tácticas como citar erróneamente, perfilar y etiquetar son usadas para hacer retroceder a la resistencia contra las doctrinas que llaman “gracia”. Parece que casi todo es justo para silenciar las impunidades contra el Calvinismo. Y no es de extrañar, ya que estamos hablando de dos enfoques mutuamente excluyentes a la fe.

Importante en este debate es la necesidad de escuchar con mucho cuidado. Entre más fraudulento sea el engaño, más difícil será de detectarlo. Los cristianos tienden a confiar mucho en cualquiera que hable en nombre de Cristo, pero deben tener mucho cuidado en lo que interiorizan. Pablo instruyó a sus seguidores a seguirlo mientras él siguiera a Cristo (1 Cor. 11:1). Con tal confianza creada en los líderes, debemos prestar mucha atención a toda palabra de instrucción que se hable. No podemos relajarnos y asumir que lo que los maestros están diciendo es lo correcto. Puede parecer lo mismo y las palabras pueden ser las mismas, pero al examinarlo de forma minuciosa, el error podría estarse escurriendo. Debemos leer y estudiar nuestras Biblias por nosotros mismos para que podamos reconocer el engaño. Hombres podrían estar “entrando encubiertamente” (Judas 1:4), quienes con el tiempo condicionarán al rebaño hacia la aceptación de errores graves.

Tal fue el caso de los fariseos que eran hombres educados, talentosos oradores, debidamente acreditados y capaces de recitar las Escrituras con precisión. ¿Pero realmente entendían a Dios y Su carácter? Estos fariseos se sentaban en la cátedra de Moisés emitiendo juicios sobre asuntos de fe en Israel. Al ejercer su autoridad, descalificaban las ofrendas del pueblo a cambio de los sacrificios que ellos aprobaban. Examinaban las vidas de los fieles para ver si vivían en cumplimiento con las tradiciones farisaicas, alegando además que explicaban la Ley de Moisés, pero que en la práctica la sustituían. Además, su falta de comprensión de la profecía trágicamente les impidió a ellos y a muchos de sus seguidores reconocer al Mesías cuando estuvo de pie justo en frente de ellos. Tal es la ceguera de las enseñanzas de los hombres.

Las cosas no son muy diferentes hoy en día cuando los calvinistas dicen, al afirmar que hablan en nombre de Dios, que no podemos ofrecer nada de nuestra propia voluntad a Dios, sino que debemos sacrificarnos al destino soberano de Dios. Dicen que debemos confiar en los credos escritos del hombre, y en las confesiones y los tratados de varios maestros reformados como fuentes autorizadas de la verdad. Tampoco hoy entienden la profecía, llamando cuasi-cultos a diversas formas de pre-milenialismo.

Por supuesto, estoy hablando del peor de los escenarios para plantear que los fariseos hicieron todo esto mientras pensaban que estaban agradando a Dios. ¡Jesús confrontó su piedad con duro amor al decirles que erraban ignorando las Escrituras, que eran hipócritas, sepulcros blanqueados y que se dirigían directamente hacia la destrucción! ¿Por qué los fariseos eran inconversos? ¿Eran ellos los réprobos predestinados? No, ellos endurecieron sus propios corazones a las cosas verdaderas de Dios por su orgullo. Habían suprimido la verdad de Dios en injusticia. Pensaban que eran los escogidos de Dios por derechos de nacimiento y, sin embargo, perdieron totalmente la salvación. Y, en el proceso, ¡su teología hizo mercadería del pueblo!

Al reflexionar acerca de su linaje y su formación intelectual, Pabló los consideró como basura y sin valor en comparación con la excelencia del conocimiento de Cristo (Filipenses 3:8). Mientras que los calvinistas acusan a las personas sin estudio como incapaces de desentrañar las misteriosas profundidades del Calvinismo, a menudo es el erudito el que ha sido inculcado por medio de reverenciar materiales extra bíblicos que los adoctrinan con la filosofía del Calvinismo. Pablo advierte en Colosenses 2:8, “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Pablo está defendiendo la fe dada una vez a los santos (Judas 3). Parece que la advertencia de Elías dada a los israelitas hace miles de años (1 Reyes 18:21a) es aplicable para la Iglesia de hoy, “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle…”

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Refutación Bíblica en contra del Calvinismo

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
 Original article:
Following the leaders

Caryl Productions (carylmatrisciana.com)  

lunes, 5 de diciembre de 2011

El Calvinismo: Un Dios, un Jesús y un Evangelio Diferentes

Al parecer, el ídolo de los calvinistas de un Dios que elige soberanamente necesita más protección que las almas perdidas en camino a una eternidad de fuego.



Recientemente, la controversia del Calvinismo se ha expandido a nuevas proporciones a medida que persisten las interrogantes con respecto a la promoción del Calvinismo de un Dios diferente, de un Jesús diferente y de un Evangelio diferente. El Calvinismo afirma defender la verdad histórica y ortodoxa de la Biblia y está, por lo tanto, firmemente arraigado, si no institucionalizado, dentro del evangelicalismo. Se vuelto cada vez más difícil encontrar iglesias, líderes, ministerios, materiales de estudios o libros “cristianos” que no promuevan algún aspecto del Calvinismo. Esta filosofía elitista que produce comezón de oír ha engañado a muchos cristianos en la promoción de un dios que no ama a todos los hombres, con un salvador que no murió por todos los hombres, ofrecido por un evangelio que salva sólo a los elegidos. La Biblia claramente se opone al Calvinismo, mediante la enseñanza de que Dios amó de tal manera al mundo (Jn. 3:16) que Dio a Su Hijo unigénito para que muriera por TODOS los hombres (1 Timoteo 4:10), aun por los falsos maestros – obviamente no elegidos (2 Pedro 2:1); y que el Evangelio salva a todo pecador que cree en su corazón (Rom. 10:10; Jn. 6:29). Ambos puntos de vista no pueden ser ciertos.

Muchos cristianos están siendo atacados rutinariamente por señalar estas disparidades. Gritos de insulto provienen de los calvinistas mientras reúnen sus tropas para justificar el TULIP (mejor conocido como los 5 Puntos del Calvinismo) por medio de reglas de la lógica humana, argumentos académicos, credos y confesiones históricas y un linaje espiritual trazado desde los Reformadores hasta a Agustín (Mt. 23:30-32). Ellos exigen debates, citan a fuentes no bíblicas, lanzan acusaciones bajo el disfraz del “amor” y rechazan a los no calvinistas… ¡todo esto mientras dicen que están interesados en salvar a los hombres por medio del evangelismo! Parece que su ídolo de un dios que elige soberanamente necesita más protección que las almas perdidas en camino hacia una eternidad de fuego.

Los calvinistas también personalizan el argumento al afirmar que están siendo acusados de no ser salvos, una acusación, por cierto, que muchos calvinistas libremente aplican a los no calvinistas. Esta táctica está diseñada para hacer retroceder a sus oponentes al hacerlos sentir culpables por supuestamente insinuar que los calvinistas no son salvos. Es el Señor quien juzga quién ha creído verdaderamente a Su Evangelio y quién no. Los no calvinistas simplemente suenan la voz de alarma. La pregunta es, ¿qué evangelio ha creído una persona?

Muchos cristianos como yo, que fueron salvos por creer el verdadero Evangelio, después son engañados por pastores y maestros de confianza a seguir el Calvinismo de cuatro puntos. Otros, como Thomas Dickerson, del ministerio Saving All the Nations (Salvando a Todas las Naciones) dan su fuerte y convincente testimonio ante líderes de la denominación de los Bautistas del Sur durante la Conferencia Juan 3:16 en Woodstock FBC en Atlanta hace algunos años. Thomas fue criado en una iglesia calvinista comprometida con los cinco puntos del Calvinismo y nunca había escuchado el Evangelio, sin embargo, pensó que era salvo porque podía articular las “Doctrinas de la Gracia” del Calvinismo. Ya sea a creyentes o a incrédulos, el Calvinismo engaña y toma cautivos a sus seguidores, y luego los coacciona a hacer la voluntad del diablo (2 Timoteo 2:26).

Mientras que exteriormente el calvinista usa las mismas palabras en el evangelismo como el no calvinista, el calvinista tiene un sistema muy diferente en mente mientras ofrece el Evangelio. Los problemas surgen cuando los nuevos convertidos, que confían en los pecadores por los que fueron salvados, también confían en que estos predicadores los alimentarán con la leche pura de la Palabra para poder crecer. En lugar de la verdad pura, los mismos calvinistas que han sido llevados cautivos, entrenarán al nuevo creyente en su misteriosa filosofía y, eventualmente, le enseñarán que la obediencia, en lugar de la fe, es la prueba definitiva de su elección. Jesús dio severas advertencias acerca de hacer tropezar a Sus pequeñitos (Lc. 17:2), lo que debería hacer reflexionar a cualquier calvinista que sumerge a sus confiados bebés dentro de este esquema doctrinal.

Nota del editor: Brenda Nickel es una creyente cuyo caminar fue desviado por la teología de Juan Calvino. A medida que fue atraída hacia el Calvinismo, éste le causó una eventual desesperación espiritual. Ella cuenta cómo, siendo una nueva creyente en Jesús nacida de nuevo, se apresuró con mucho entusiasmo a amar el estudio de Su Palabra (La Biblia). Esta búsqueda la llevó a un viaje de descubrimiento que en última instancia la llevó a seguir el razonamiento y la teología embriagadoras de Juan Calvino, que dan como resultado mucha confusión. Catorce años después, ella escapó de las trampas del catolicismo reformado de Calvino.

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Refutación Bíblica en contra del Calvinismo

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Calvinism's Different God, Jesus and Gospel

jueves, 10 de noviembre de 2011

Caryl Matrisciana on the Emergent Church - Christ in Prophecy


How is the Emergent Church Movement really Eastern mysticism? Find out with guest Caryl Matrisciana on the show Christ in Prophecy.

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Can Yoga ever be Christian? - Caryl Matrisciana (Christ in Prophecy)


Can yoga ever be Christian? Find out with guest Caryl Matrisciana on the show Christ in Prophecy.

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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Caryl Matrisciana on Escaping from Hinduism - Christ in Prophecy


Has America become Hindu? Discover how deep Hinduism has influenced the post-modern world with guest Caryl Matrisciana on the show Christ in Prophecy.

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