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sábado, 18 de abril de 2020

Observaciones del Editor: Respondiendo a la Crisis

Edición Especial Abril 2020 


¡Pandemia!

Ésta es sólo la segunda edición especial de esta revista que alguna vez hayamos publicado. La primera tuvo que ver con las implicaciones proféticas del Huracán Katrina, en 2005.

Sentí la necesidad especial de esta edición especial por dos razones. La primera, se debe al miedo y al pánico generalizados que el coronavirus ha producido y seguirá produciendo, a medida que las implicaciones económicas se aclaren. En segundo lugar, creo firmemente que la pandemia es un mensaje de parte de Dios para el tiempo del fin, al que debemos escuchar y responder. Los dos artículos de esta edición especial hablan de estos temas.

Lo que quiero hacer en esta introducción es hablar sobre una de las formas en que podemos responder a la crisis que estamos enfrentando. Tiene que ver con el simple asunto de contar tus bendiciones. Esto es algo que he practicado durante años, y me ha resultado muy útil. 

Al menos una vez cada trimestre, me aseguro de dedicar mi tiempo matutino con el Señor para escribir una lista de mis bendiciones en mi diario de oración. Te insto encarecidamente que hagas lo mismo, y que lo hagas ahora mismo. Te animará y te ayudará a vivir con una actitud de gratitud. Y, en este momento de crisis, te ayudará poderosamente a resistir la tentación de regodearte en la autocompasión.

Cuando hagas tu lista, no olvides incluir bendiciones muy importantes que tiendes a dar por sentado — como agua pura y electricidad. ¿Sabías que la mayoría de las enfermedades en el mundo hoy son causadas por agua contaminada? ¿Y sabías que hay más de mil millones de personas en el mundo que no tienen electricidad?

¿Sabías que muchos estadounidenses no tenían electricidad antes de 1936, cuando el Congreso aprobó el Proyecto de Ley de Electrificación Rural? Puedo recordar que cuando era niño a principios de la década de 1940, visité a unos familiares que vivían en granjas sin agua corriente, sin inodoros interiores y sin electricidad. Usaban linternas de queroseno por la noche.

Agradece a Dios por los miembros de tu familia, amigos específicos, tu trabajo, comida, vivienda, y ropa. Agradécele por la medicina moderna y los inventos tecnológicos como la radio, la televisión e Internet. Mira de qué tamaño puedes hacer una lista en 30 minutos. Te sorprenderás. 

Lo más importante: agradécele al Señor por tus bendiciones espirituales, como la Biblia. Durante más de 1,500 años, durante la Edad Media, las personas no tenían Biblias accesibles a ellas en sus propios idiomas. Incluso hoy, cuando las Biblias están disponibles en tantos idiomas diferentes, hay muchos países en el mundo donde poseer una Biblia es ilegal.

También dale gracias al Señor por tu iglesia, tu pastor y las libertades religiosas que tenemos en esta nación (EE.UU., nota del traductor). Dale gracias al Señor por este ministerio y por otros  que predican la Biblia y exaltan a Jesús. Y sobre todo, dale gracias a Dios por la más importante de todas las bendiciones — Jesús y la salvación que tenemos por medio de Él. 

Concluiré con las palabras de un gran himno cristiano, escrito en 1897 por Johnson Oatman, Jr. (1856-1922):

Cuando combatido por la adversidad
Creas ya perdida tu felicidad,
Mira lo que el cielo para ti guardó,
Cuanta las riquezas que el Señor te dio.

Coro:
¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más;
Bendiciones, te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará.


Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (www.endefensadelafe.org)

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Está contando sus bendiciones?

Por Dr. David R. Reagan


¡Quiero aprovechar esta oportunidad para desearles a todos ustedes una temporada de Acción de Gracias muy bendecida!

Durante esta temporada de Acción de Gracias, ¿está usted contando sus bendiciones? Eso espero. Todos necesitamos estar haciendo eso. ¿Cuál considera usted que es su bendición más grande? ¿Es su salud, su trabajo, su familia? ¿Qué acerca de las bendiciones espirituales? ¿Las está contando? Si es así, ¿cuáles son?

Acción de Gracias es una de mis épocas favoritas del año – una época familiar, de compañerismo y de buena comida. Tengo muchos recuerdos maravillosos de reuniones familiares en Acción de Gracias y estoy seguro que usted también. Personalmente, creo que para un cristiano cada día del año debería ser un día de acción de gracias. He descubierto con los años que un corazón lleno con acción de gracias es una de las mejores medicinas para la salud física y emocional.

Agradecido por las Bendiciones Materiales

Tengo el propósito de, por lo menos una vez al mes o con mayor frecuencia, sentarme y hacer una lista de cosas en mi diario de oración por las que estoy agradecido. A veces paso hasta 30 ó 45 minutos trabajando en la lista. Y, en el proceso, intento pensar en las cosas que tendemos a dar por sentado, cosas como el agua pura, la electricidad, el aire acondicionado, una casa para vivir y un carro para conducir.

¿Sabía usted que el 80% de todas las enfermedades en el mundo es atribuible a beber agua no potable? ¿Sabía que si usted mantiene comida en el refrigerador, ropa en un armario y que si duerme en una cama con un techo sobre su cabeza, usted es más rico que el 75% de toda la población del mundo? ¿Sabía que de cada 100 personas en este mundo, 18 luchan por vivir con menos de un dólar al día y que 53 luchas por vivir con dos dólares al día?

Tenemos mucho por lo cual agradecer en este país y tendemos a ser muy malagradecidos. Nos molesta el hecho de que no tenemos un televisor a color en cada habitación, cuando la mayoría del mundo vive sin acceso a la electricidad. Es una de las razones por las que creo que cada adolescente estadounidense debería ser enviado a vivir un par de semanas en un país del tercer mundo como México sólo para que vea cómo la mayoría de las personas en el mundo están involucradas en una lucha diaria por simplemente sobrevivir. Todos nosotros en los Estados Unidos deberíamos vivir con una actitud de gratitud.

Unos de mis pasajes favoritos de la Escritura es el Salmo 100, que está señalado con un sobrescrito que dice, “Un Salmo de Acción de Gracias”. Es el único salmo que lleva dicha etiqueta. Y dice en parte, “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; Venid ante su presencia con regocijo. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza”. Ésa es la actitud con la que deberíamos vivir, incluso en tiempos difíciles, cuando las cosas no nos están yendo tan bien.

Agradecido por la Salvación

Por lo que más deberíamos estar agradecidos es por la salvación que Jesús proveyó para nosotros por medio de Su sacrificio en la Cruz por nuestros pecados. ¡Qué regalo tan glorioso! Y, es precisamente eso, un regalo. La Biblia enseña muy claramente que el perdón de nuestros pecados es algo que no puede ser ganado. Es un regalo gratuito de Dios por medio de la fe en Jesús nuestro Señor y Salvador.

¿Alguna vez ha pensado en el hecho de que la salvación por gracia por medio de la fe es una de las cosas que diferencia al Cristianismo de todas las demás religiones?

Todas las demás religiones en el mundo enseñan el concepto satánico de la salvación por medio de las buenas obras. Sólo el Cristianismo enseña que uno no puede ser salvo por medio de las buenas obras. Nuestra única esperanza es la justicia de Jesús, la cual nos es aplicada cuando ponemos nuestra fe en Él. El Pastor Robert Jeffress, de la Primera Iglesia Bautista en Dallas, tiene una maravillosa forma de expresarlo. Él dice, “Todas las religiones en el mundo se escriben ‘D-O’ (Haga, en inglés), sólo el Cristianismo se escribe ‘D-O-N-E’” (Hecho, en inglés). En otras palabras, Jesús lo hizo todo por nosotros al sacrificar Su vida perfecta por nuestros pecados.

Agradecido por el Rapto

Una segunda bendición espiritual por la que quiero dar gracias a Dios es una que aún debe llevarse a cabo. Está basada en una promesa de Dios que puede encontrarse en Juan 14, 1 Corintios 15 y 1 Tesalonicenses 4. Es llamada el Rapto de la Iglesia. El apóstol Pablo describe el Rapto en detalles en 1 Tesalonicenses 4, iniciando con el verso 13. Cuando Pablo finaliza su explicación, él escribe en el verso 18, “Consolaos unos a otros con estas palabras”. La promesa del Rapto está supuesta a ser una fuente de gran consuelo para aquellos de nosotros que somos creyentes en Cristo Jesús.

No deje pasar esta temporada de Acción de Gracias sin aceptar a Jesús como su Salvador. Recuerde darle las gracias por Su sacrificio amoroso a su favor. Alábelo por la gran esperanza que Jesús nos ha dado, porque sabemos que los que lo aman pronto nos reuniremos en nuestro hogar en el Cielo.

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
Are you counting your blessings?

Watch Christ in Prophecy: Thanksgiving and Spiritual Blessings


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