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martes, 11 de abril de 2023

Libro: Jesús: El Cordero y el León – Capítulo 8 (parte 2 de 2)

El Jesús Pre-Encarnado

Por Dr. David R. Reagan

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Pregunta: Si Jesús no es un ángel, entonces, ¿por qué se le dio el título de “el Ángel del Señor” en Sus apariciones pre-encarnadas?

Respuesta: El título es una expresión de cariño y una descripción del papel principal de Jesús en estas apariciones. Así como mi esposa es mi “ángel”, así también el Hijo es el “ángel” del Padre. Jacob usó este tipo de terminología cuando bendijo a sus hijos en su lecho de muerte. Al bendecir a José, se refirió a Dios como “el Ángel que me liberta de todo mal” (Génesis 48:15-16).

De nuevo, el término, ángel, significa “mensajero”. Y ése es el papel que Jesús jugó con mayor frecuencia en Sus apariciones pre-encarnadas. Por lo tanto, el título era muy apropiado. 

Las imágenes se trasladan al Nuevo Testamento, en una visión que Juan registra en Apocalipsis 10. A Juan se le da una prolepsis al final de la Tribulación. Él ve a un “ángel fuerte” que desciende del Cielo. El ángel tiene el título de propiedad de la tierra en su mano. Pone un pie en la tierra y el otro en el mar y levanta el título de propiedad en el aire, como un símbolo de su reclamo de toda la creación para sí mismo.

No creo que haya alguna duda de que este “ángel” es Jesús. Está vestido con una nube, coronado con un arco iris, y tiene su “rostro como el sol” — todos los cuales son símbolos de la deidad (vea Apocalipsis 1:13-16). Sus pies son como “columnas de fuego”, que indican que ha venido en juicio — y todo juicio ha sido dado a Jesús (Juan 5:22). Lo más importante es que Él tiene abierto en Su mano el título de propiedad de la tierra (Apocalipsis 10:2), un título del que se nos dice en Apocalipsis 5:5-7 que sólo Jesús es digno de abrir.

Algunos se oponen a la identificación de este ángel con Jesús, porque Él hace un juramento por el nombre de Dios (Apocalipsis 10:6). Ellos preguntan, “¿Cómo puede Dios jurar por Dios?”. Pero, en Hebreos 6:13, se nos dice que cuando Dios hizo Sus promesas a Abraham “juró por sí mismo”. Vemos lo mismo en Jeremías 22:5, donde Dios dice, “por mí mismo he jurado”.

Es muy apropiado que las imágenes de “el Ángel del Señor” se usen en el libro de Apocalipsis, porque es un libro impregnado de las Escrituras hebreas. Apocalipsis contiene más de 300 citas o referencias a pasajes del Antiguo Testamento, más que cualquier otro libro del Nuevo Testamento.

Pregunta: ¿Cuál era el nombre pre-encarnado de Jesús? ¿Podría haber sido “Israel”, a la luz de 2 Crónicas 7:14, Éxodo 4:22, y Oseas 11:1?

2 Crónicas 7:14 — “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren…”

Éxodo 4:22 — “Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito”.

Oseas 11:1 — “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”.

Respuesta: Dios el Padre ama los nombres, porque es un Dios personal (1 Pedro 5:7). Él mismo tiene un nombre personal, Yahvé, que le reveló a Moisés en la zarza ardiente (Éxodo 6:2-3). Este nombre se usa en las Escrituras hebreas 6,668 veces. Desafortunadamente, está camuflado en la mayoría de las traducciones en inglés, por el uso de la palabra LORD (SEÑOR) — todo en mayúsculas.

Durante los tiempos bíblicos, Dios a menudo cambió los nombres de las personas a medida que sus papeles cambiarían. Cuando llamó al hombre que iba a ser el padre del pueblo judío, Él cambió su nombre de Abram, que significa “padre exaltado”, a Abraham, que significa “padre de una multitud” (Génesis 17:5). Del mismo modo, Él cambió el nombre de la esposa de Abraham, de Sarai a Sara, que significa “princesa” (Génesis 17:15). Cuando el terco y engañoso Jacob finalmente se entregó al Señor, su nombre fue cambiado a Israel, que significa “el que lucha con Dios” (Génesis 32:28). 

En los tiempos del Nuevo Testamento, el nombre de Saulo fue cambiado a Pablo, y el nombre de Simón a Pedro (Hechos 13:9; Marcos 3:16). En Apocalipsis 2:17 se nos dice que cuando los redimidos se presenten ante el tribunal de Jesús, cada uno recibirá una piedra blanca (un símbolo de inocencia), en la que se escribirá un nuevo nombre. Sí, vamos a tener nombres nuevos en el Estado Eterno. Estos nombres probablemente se relacionarán con nuestras vidas cristianas. Así, algunos podrían llamarse Fe, mientras que otros podrían llamarse Perseverancia o Amor.

El nombre de Jesús — Yeshúa en hebreo — significa “la salvación del Señor” (Mateo 1:21). Su nombre expresa el propósito de Su Primera Venida. Se nos dice en Apocalipsis 19:12 que, cuando Él regrese a reinar, se le dará un nuevo nombre. Este nombre, sin duda, se relacionará con su nuevo papel como Rey de reyes. Jeremías 23:6 insinúa que Su nuevo nombre podría ser Yahvé-Tsidkenu, que significa “La Justicia del Señor”. Ése sería un nombre apropiado, porque Él regresará para traer paz, rectitud y justicia a este mundo.

Considerando todos estos puntos, ciertamente tiene sentido asumir que Jesús podría haber tenido algún otro nombre antes de encarnarse. Pero cuál pudo haber sido, la Biblia no lo revela. “Ángel del Señor” es un título, no un nombre.

Ciertamente no era Israel, porque ese nombre significa “uno que lucha con el Señor”. ¿Cómo podría ser ése el nombre de alguien que coexiste en perfecta unidad con Dios el Padre? De hecho, Jesús dijo que Él y el Padre son Uno (Juan 10:30).

En Éxodo 4:22, Dios le dijo a Moisés que le dijera a Faraón, “Israel es mi hijo, mi primogénito”. Esta fraseología fue seleccionada con el fin de enfatizarle al Faraón cuán importante era el pueblo judío para Dios. Pero es una metáfora, similar al concepto del Nuevo Testamento de que la Iglesia es la Novia de Cristo (Efesios 5:25-26; Apocalipsis 19:7).

Oseas 11:1 cita a Dios el Padre diciendo, “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”. De nuevo, el Señor está hablando metafóricamente de Israel como Su hijo, tal como se refiere a Israel en otras partes como Su esposa (vea Jeremías 3:1-5; 31:32; Ezequiel 16:15-34).

En 2 Crónicas 7:14, Dios se refiere a Israel como “mi pueblo, que lleva mi nombre” (NTV). Literalmente, este pasaje dice, “Mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado”. El punto aquí no es que el nombre de Dios es Israel. Más bien, el punto es que el pueblo judío es el pueblo de Yahvé.

Pregunta: ¿Qué otras funciones cumplió el Ángel del Señor, además de la de mensajero?

Respuesta: Entregar mensajes fue ciertamente su función principal. Se le apareció al profeta Balaam y le dio órdenes (Números 22:22-35). Le dio instrucciones a Gedeón, para que liberara a Israel de los madianitas (Jueces 6). Profetizó el nacimiento de Sansón (Jueces 13), y le ordenó a David que construyera un altar en Jerusalén (1 Crónicas 21:18).

A veces proveía orientación. Dirigió a los hijos de Israel en el desierto, como una columna de nube durante el día y de fuego durante la noche (Éxodo 14; Jueces 2:1). Dirigió a Elías cuando huyó al Monte Horeb (1 Reyes 19).

Ocasionalmente, se desempeñó como un vengador, ejecutando juicio sobre los enemigos de Israel. Cuando los asirios amenazaron con destruir a Jerusalén, fue el Ángel del Señor quien mató a 185,000 de ellos en una noche, obligando a los restantes a retirarse (2 Reyes 19:35). 

En otra ocasión, Su juicio estuvo dirigido al pueblo judío. Esto ocurrió cuando el rey David orgullosamente decidió llevar a cabo un censo sin el permiso de Dios. El Ángel del Señor fue enviado para ejecutar una pestilencia sobre la tierra. Cuando David le suplicó a Dios que pusiera fin al castigo, el Ángel del Señor le ordenó que construyera un altar en la era de Ornán. David compró la tierra, construyó el altar, hizo sacrificios para el Señor, y la pestilencia terminó (1 Crónicas 21:1-27).

Pregunta: Una de las personas más misteriosas de la Biblia es un hombre llamado Melquisedec, quien es descrito como “el rey de Salem” y “sacerdote del Dios Altísimo”. Algunos han postulado que podría haber sido una aparición preencarnada de Jesús. ¿Está de acuerdo?

Respuesta: Creo que lo era. 1 Se enfrentó a Abraham después de haber peleado una guerra contra una alianza de reyes y haberlos derrotado. Cuando Abraham regresaba a casa con el botín que había ganado en la guerra, de repente fue confrontado por Melquisedec, quien le pronunció una bendición. Abraham respondió dándole una décima parte de todas las posesiones que tenía con él.

Inmediatamente vemos dos indicadores de deidad. Primero, pronunció una bendición sobre Abraham. Segundo, Abraham pagó un diezmo a esta persona misteriosa, que se menciona sólo una vez más en las Escrituras Hebreas en el Salmo 110.

Algunos argumentan que él era simplemente el rey de un lugar llamado Salem, probablemente un nombre antiguo de Jerusalén. Pero si es así, ¿por qué Abraham le pagaría un diezmo? Además, tenga en cuenta que cuando las Escrituras dicen que Él era el “rey de Salem”, lo que realmente se está diciendo es que Él es el “rey de la paz”, no necesariamente el rey de alguna ubicación geográfica. También debe notarse que su nombre significa “rey de justicia”.

El escritor de Hebreos parece no dejar ninguna duda de que Melquisedec era Jesús en una aparición preencarnada. Él afirma que, después de que Jesús obedeció perfectamente a Su Padre, al ir a la cruz y morir por los pecados de la humanidad, Él fue “declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec” (Hebreos 5:10).

El libro de Hebreos procede a describir a Melquisedec como una persona “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre” (Hebreos 7:3). Ésta es una descripción de la deidad.

Apariciones Favoritas

Mi aparición pre-encarnada favorita de Jesús, que está registrada en las Escrituras hebreas, se encuentra en el Salmo 2, un salmo escrito por David (Hechos 4:25). En él, Jesús se le aparece a David y le habla de un decreto que ha sido emitido por Dios el Padre. Jesús le dice a David que Dios el Padre lo ha declarado como Su Hijo y ha prometido darle todas las naciones del mundo como Su herencia, y que un día Él gobernará sobre ellas con vara de hierro (Salmos 2:7-9).

Una aparición similar se puede encontrar en una visión experimentada por el profeta Daniel. Vio al “Hijo del Hombre” (el Mesías) siendo presentado al “Anciano de Días” (Dios el Padre). Y al Hijo le fue dado “dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvan” (Daniel 7:13).

Una Maravillosa Promesa

La Biblia está llena de promesas maravillosas para aquellos que han puesto su fe en Jesús. Una de las más reconfortantes se refiere al Ángel del Señor. Se encuentra en Salmos 34:7 —

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”.

Lea la parte 1 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Estimado lector: Gracias a las ofrendas de amor de nuestros colaboradores, podemos poner gratuitamente a su disposición este material exclusivo de nuestro Ministerio. Si siente de parte del Señor apoyar la labor que su servidor está llevando a cabo, visite nuestra sección Donativos, para descubrir cómo podrá hacerlo.


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Libro: Jesús: El Cordero y el León – Capítulo 8 (parte 1 de 2)

El Jesús Pre-Encarnado

Por Dr. David R. Reagan

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Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro . . . [cuando] se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza . . . [y] lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! . . . — Éxodo 3:1-2, 4.

Si Jesús verdaderamente era Dios hecho carne, entonces era un ser eterno — y eso plantea la cuestión de Su existencia pre-encarnada antes de que Él se hiciera carne.

¿Hay alguna mención de Jesús en las Escrituras antes de que naciera en Belén? La respuesta sorprendente para muchas personas es, sí, hay muchas referencias a Jesús y a las apariciones de Él aquí en esta tierra antes de Su encarnación.

Hace varios años, recibí una carta de un hombre de Champaign, Illinois, en la que me hacía una serie de preguntas muy interesantes acerca de Jesús antes de encarnarse. Desde entonces, un número de otras personas me han contactado con una variedad de preguntas sobre el mismo tema. A continuación se enumeran las preguntas y mis respuestas a ellas.

Preguntas y respuestas

Pregunta: ¿Qué evidencia bíblica hay de que Jesús existió antes de su encarnación?

Respuesta: En el primer capítulo del Evangelio de Juan, se nos dice que: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios . . . y el Verbo se hizo carne . . .” (Juan 1-4,14). Si el Verbo estaba con Dios antes de que se hiciera carne, entonces obviamente existía antes de Su encarnación.

En Salmos 110:1, David escribió: “El SEÑOR [Yahvé] dijo a mi Señor: ‘Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies’”. Dios luego agrega otra promesa de que a aquel a quien Él llama Señor se le concederá “un poderoso cetro desde Sion”, que le permitirá gobernar sobre Sus enemigos (Salmo 110:2).

Aquí tenemos a Yahvé, el Padre, hablándole a otro individuo a quien llama “Señor”. Y Él le hace a esta persona exactamente la misma promesa que se le hace al Mesías en Salmos 2:6-8 y Daniel 7:13-14 — es decir, que un día gobernará sobre todas las naciones del mundo. Esto, por lo tanto, tiene que ser Dios el Padre hablando a Jesús antes de Su encarnación.

Pero realmente no tenemos que adivinar de quién está hablando David en el Salmo 110, porque este Salmo se cita directa o indirectamente en 22 versículos del Nuevo Testamento, y cada vez se aplica al Mesías. En una ocasión, cuando Jesús fue confrontado por los fariseos, les preguntó de quién estaba hablando David en este Salmo. Ellos respondieron: “El hijo de David”. Jesús respondió, preguntando: “¿Pues cómo David en el Espíritu le llama ‘Señor’?”. Se quedaron sin palabras. Jesús luego agregó: “Pues si David le llama ‘Señor’, ¿cómo es su hijo?” (Mateo 22:41-46).

Jesús mismo enfatizó su pre-existencia. Les dijo a Sus discípulos que había venido del Cielo (Juan 6:62). Les dijo a los líderes espirituales judíos que “antes de que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58). Esta afirmación, que Él existía antes de Abraham, enfureció a los líderes judíos, y trataron de apedrearlo, porque reconocieron que Él estaba afirmando ser Dios.

Estas afirmaciones de Jesús de ser Dios encarnado, cumplieron las profecías acerca del Mesías contenidas en las Escrituras hebreas. Mientras profetizaba que el Mesías nacería en Belén, Miqueas también declaró que Aquel nacido allí sería de naturaleza eterna (Miqueas 5:2). E Isaías, hablando del Mesías prometido, dijo que Él sería el “Dios Fuerte [y] Padre Eterno” (Isaías 9:6).

Pregunta: ¿Hizo Jesús apariciones antes de Su encarnación?

Respuesta: Definitivamente. Un buen ejemplo se encuentra en Isaías 6. El rey Uzías, quien había reinado durante 52 años en Judá, acababa de morir, e Isaías, quien probablemente era sólo un adolescente en ese momento, fue al templo para llorar la muerte del rey.

Isaías fue sorprendido por una visión en la que vio al Señor — el Rey de reyes — “sentado sobre un trono alto y sublime” (Isaías 6:1). En Juan 12:41, se nos dice que lo que Isaías vio fue a Jesús en “su Gloria” — la gloria que tenía antes de encarnarse (Filipenses 2:5-8).

Otro ejemplo se puede encontrar en Génesis 18 donde Abraham experimenta una visita de tres extraños que de repente aparecen y le informan que su esposa, Sara, va a dar a luz a un hijo (Génesis 18: 1-15). Uno de los hombres es identificado como "el Señor" (Génesis 18:13-14). Los otros dos eran probablemente ángeles que lo acompañaban.

Josué experimentó una visita similar de una persona misteriosa que apareció de la nada (Josué 5:13-15). El hombre se identificó como el capitán de las huestes del Señor. Josué cayó sobre su rostro y adoró a esta persona, y cuando lo hizo, se le dijo que se quitara los zapatos porque el suelo a su alrededor era santo. Josué estaba obviamente en presencia de la deidad. Por el contrario, cuando el apóstol Juan intentó adorar a un simple ángel, se le prohibió expresamente hacerlo (Apocalipsis 22:8-9).

Pregunta: He oído que “el Ángel del Señor”, de quien a menudo se hace referencia en el Antiguo Testamento, era realmente Jesús haciendo apariciones pre-encarnadas. ¿Es esto cierto?

Respuesta: “El Ángel del Señor” es mencionado 56 veces en 51 versículos en las Escrituras hebreas. La primera referencia se encuentra en Génesis 16:7-12, donde dice que “el Ángel del Señor” se le apareció a Hagar, mientras huía al desierto de la ira de la esposa de Abraham. El Ángel le dijo que volviera a casa, y luego le reveló que estaba embarazada y que el nombre de su hijo sería Ismael.

Un estudio de las apariciones posteriores del Ángel del Señor deja muy en claro que fueron apariciones pre-encarnadas de Jesús.

Un buen ejemplo se encuentra en Éxodo 3. Allí se nos dice que el Ángel del Señor se le apareció a Moisés en la zarza ardiente (versículo 2). Luego se nos dice que el Ángel habló a Moisés y dijo, “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob” (versículo 6).

En Éxodo 23 se nos dice que Dios el Padre le habló a Moisés y le dijo que iba a enviar un ángel para guiar y proteger a los hijos de Israel en el desierto. Él se refiere a este ángel como “mi Ángel” y declara que “mi nombre está en él” (Éxodo 23:20-23). Obviamente, éste no es un ángel ordinario.

Jueces 13 declara que el Ángel del Señor se le apareció a Manoa y su esposa para informarles que tendrían un hijo llamado Sansón. Cuando Manoa le preguntó al Ángel Su nombre, Él respondió, “¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?” (Jueces 13:18). Manoa entendió el punto de esta declaración inmediatamente, porque se volvió a su esposa y le dijo, “Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto” (Jueces 13:22).

La deidad del Ángel también es atestiguada por el hecho de que, en dos ocasiones, aceptó adoración. Cuando se les apareció a Moisés (Éxodo 3:1-5) y a Josué (Josué 5:14-15), les dijo que quitaran sus sandalias, porque estaban en un “lugar santo”.

Pregunta: Pero, ¿no podrían estas apariciones de Dios en la forma de “el Ángel del Señor” haber sido Dios el Padre mismo en lugar de Jesús?

Respuesta: No, porque hay muchos informes de personas que vieron al Ángel del Señor, y Juan 1:18 dice, “A Dios nadie le vio jamás”. El versículo luego hace un punto muy importante: “el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer [a Dios]”. Así pues, según Juan, las personas en los tiempos del Antiguo Testamento, que vieron a Dios, realmente vieron a Jesús en una forma pre-encarnada “declarando” a Dios.

Esta conclusión es confirmada por una declaración que Dios el Padre hizo a Moisés en el Monte Sinaí: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20). Del mismo modo, Pablo declara en 1 Timoteo 6:16 que Dios el Padre “…habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver”.

En Génesis 32, se nos dice que Jacob luchó con un “hombre” (versículo 24), que se identificó a sí mismo como Dios (versículo 28). De hecho, Jacob dice, “Vi a Dios cara a cara…” (versículo 30). Puesto que sabemos por Juan 1:18 que nadie ha visto a Dios el Padre, Jacob debe estar hablando de Jesús en una aparición pre-encarnada. Esto queda en claro en Oseas 12:3-4, donde se nos dice que el Dios-Hombre con quien Jacob luchó era “el Ángel”. En el versículo 5 Oseas identifica al Ángel como “Jehová es Dios de los ejércitos…”.

En Malaquías 3:1, en una profecía sobre la Primera Venida del Mesías, Dios el Padre es citado prometiendo enviar a Su Hijo: “He aquí, yo envío mi mensajero...”. La palabra traducida “mensajero” es la palabra hebrea, malakh, que literalmente significa “ángel”.

Una prueba más de que el Ángel del Señor era Jesús pre-encarnado, es el hecho de que el Ángel dejó de aparecer después de que Jesús se encarnó. En ese punto del tiempo, el ángel Gabriel asumió la responsabilidad de servir a Dios como el principal mensajero de Dios.

Pregunta: El título, “el Ángel del Señor”, ¿significa que Jesús es un ángel poderoso como Gabriel o Miguel?

Respuesta: No, para nada. De hecho, se nos dice de forma rotunda que Jesús es “superior a los ángeles” (Hebreos 1:4), porque Él es el unigénito Hijo del Padre (Hebreos 1:1-5). Por lo tanto, los ángeles le adoran (Hebreos 1:6-7). 

También, los ángeles fueron creados en un punto en el tiempo (Salmos 148:1-6), mientras que Jesús ha existido eternamente (Juan 1:1-14). De hecho, la Biblia afirma que Jesús mismo fue quien creó a los ángeles (Colosenses 1:16).

Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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jueves, 23 de mayo de 2019

El Ángel del Señor (pdf)

Su Identidad, Manifestaciones y Papeles


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El Ángel del Señor – Conclusión

Su Identidad, Manifestaciones y Papeles




Pregunta: Si Jesús no es un ángel, entonces, ¿por qué se le dio el título de “el Ángel del Señor” en Sus apariciones pre-encarnadas?

Respuesta: El título es una expresión de cariño y una descripción del papel principal de Jesús en estas apariciones. Así como mi esposa es mi “ángel”, así también el Hijo es el “ángel” del Padre. Jacob usó este tipo de terminología cuando bendijo a sus hijos en su lecho de muerte. Al bendecir a José, se refirió a Dios como “el Ángel que me liberta de todo ma” (Génesis 48:15-16).

De nuevo, el término, ángel, significa “mensajero”. Y ése es el papel que Jesús jugó con mayor frecuencia en Sus apariciones pre-encarnadas. Por lo tanto, el título era muy apropiado. 

Las imágenes se trasladan al Nuevo Testamento, en una visión que Juan registra en Apocalipsis 10. A Juan se le da una prolepsis al final de la Tribulación. Él ve a un “ángel fuerte” que desciende del Cielo. El ángel tiene el título de propiedad de la tierra en su mano. Pone un pie en la tierra y el otro en el mar y levanta el título de propiedad en el aire, como un símbolo de su reclamo de toda la creación para sí mismo.

Esta dramática representación del "ángel fuerte", de Apocalipsis 10, fue pintada por Pat Marvenko Smith.

No creo que haya alguna duda de que este “ángel” es Jesús. Está vestido con una nube, coronado con un arco iris, y tiene su “rostro como el sol” — todos los cuales son símbolos de la deidad (vea Apocalipsis 1:13-16). Sus pies son como “columnas de fuego”, que indican que ha venido en juicio — y todo juicio ha sido dado a Jesús (Juan 5:22). Lo más importante es que Él tiene abierto en Su mano el título de propiedad de la tierra (Apocalipsis 10:2), un título del que se nos dice en Apocalipsis 5:5-7 que sólo Jesús es digno de abrir. 

Algunos se oponen a la identificación de este ángel con Jesús, porque Él hace un juramento por el nombre de Dios (Apocalipsis 10:6). Ellos preguntan, “¿Cómo puede Dios jurar por Dios?”. Pero, en Hebreos 6:13, se nos dice que cuando Dios hizo Sus promesas a Abraham “juró por sí mismo”. Vemos lo mismo en Jeremías 22:5, donde Dios dice, “por mí mismo he jurado”.

Es muy apropiado que las imágenes de “el Ángel del Señor” se usen en el libro de Apocalipsis, porque es un libro impregnado de las Escrituras hebreas. Apocalipsis contiene más de 300 citas o referencias a pasajes del Antiguo Testamento, más que cualquier otro libro del Nuevo Testamento.

Pregunta: ¿Cuál era el nombre pre-encarnado de Jesús? ¿Podría haber sido “Israel” a la luz de 2 Crónicas 7:14, Éxodo 4:22, y Oseas 11:1?

2 Crónicas 7:14 — “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren…”

Éxodo 4:22 — “Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito”.

Oseas 11:1 — “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”.

Respuesta: Dios el Padre ama los nombres, porque es un Dios personal (1 Pedro 5:7). Él mismo tiene un nombre personal, Yahvé, que le reveló a Moisés en la zarza ardiente (Éxodo 6:2-3). Este nombre se usa en las Escrituras hebreas 6,668 veces. Desafortunadamente, está camuflado en la mayoría de las traducciones en inglés, por el uso de la palabra, SEÑOR — todo en mayúsculas.

Durante los tiempos bíblicos, Dios a menudo cambió los nombres de las personas a medida que sus papeles cambiarían. Cuando llamó al hombre que iba a ser el padre del pueblo judío, Él cambió su nombre de Abram, que significa “padre exaltado”, a Abraham, que significa “padre de una multitud” (Génesis 17:5). Del mismo modo, Él cambió el nombre de la esposa de Abraham, de Sarai a Sara, que significa “princesa” (Génesis 17:15). Cuando el terco y engañoso Jacob finalmente se entregó al Señor, su nombre fue cambiado a Israel, que significa “el que lucha con Dios” (Génesis 32:28). En los tiempos del Nuevo Testamento, el nombre de Saulo fue cambiado a Pablo, y el nombre de Simón a Pedro (Hechos 13:9; Marcos 3:16). 

En Apocalipsis 2:17 se nos dice que cuando los redimidos se presenten ante el tribunal de Jesús, cada uno recibirá una piedra blanca (un símbolo de inocencia), en la que se escribirá un nuevo nombre. Sí, vamos a tener nombres nuevos en el Estado Eterno. Estos nombres probablemente se relacionarán con nuestras vidas cristianas. Así, algunos podrían llamarse Fe, mientras que otros podrían llamarse Perseverancia o Amor.

El nombre de Jesús — Yeshúa en hebreo — significa “la salvación del Señor” (Mateo 1:21). Su nombre expresa el propósito de Su Primera Venida. Se nos dice en Apocalipsis 19:12 que, cuando Él regrese a reinar, se le dará un nuevo nombre. Este nombre, sin duda, se relacionará con su nuevo papel como Rey de reyes. Jeremías 23:6 insinúa que Su nuevo nombre podría ser Yahvé-Tsidkenu, que significa “La Justicia del Señor”. Ése sería un nombre apropiado, porque Él regresará para traer paz, rectitud y justicia a este mundo.

Otra representación del Ángel del Señor deteniendo el sacrificio deIsaac. Éste es un grabado en madera de Julius Schnoor von Carolsfeld.

Considerando todos estos puntos, ciertamente tiene sentido asumir que Jesús podría haber tenido algún otro nombre antes de encarnarse. Pero cuál pudo haber sido, la Biblia no lo revela. “Ángel del Señor” es un título, no un nombre.

Ciertamente no era Israel, porque ese nombre significa “uno que lucha con el Señor”. ¿Cómo podría ser ése el nombre de alguien que coexiste en perfecta unidad con Dios el Padre? De hecho, Jesús dijo que Él y el Padre son Uno (Juan 10:30).

En Éxodo 4:22, Dios le dijo a Moisés que le dijera a Faraón, “Israel es mi hijo, mi primogénito”. Esta fraseología fue seleccionada con el fin de enfatizarle al Faraón cuán importante era el pueblo judío para Dios. Pero es una metáfora, similar al concepto del Nuevo Testamento de que la Iglesia es la Novia de Cristo (Efesios 5:25-26; Apocalipsis 19:7).

Oseas 11:1 cita a Dios el Padre diciendo, “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”. De nuevo, el Señor está hablando metafóricamente de Israel como Su hijo, tal como se refiere a Israel en otras partes como Su esposa (vea Jeremías 3:1-5; 31:32; Ezequiel 16:15-34).

En 2 Crónicas 7:14, Dios se refiere a Israel como “mi pueblo, que lleva mi nombre” (NTV). Literalmente, este pasaje dice, “Mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado”. El punto aquí no es que el nombre de Dios es Israel. Más bien, el punto es que el pueblo judío es el pueblo de Yahvé.

Pregunta: ¿Qué otros funciones cumplió el Ángel del Señor además de la de un mensajero?

Respuesta: Entregar mensajes fue ciertamente su función principal. Se le apareció al profeta Balaam y le dio órdenes (Números 22:22-35). Le dio instrucciones a Gedeón, para que liberara a Israel de los madianitas (Jueces 6). Profetizó el nacimiento de Sansón (Jueces 13), y le ordenó a David que construyera un altar en Jerusalén (1 Crónicas 21:18).

Una representación en madera de la masacre del ejército asirio por el Ángel del Señor (2 Reyes 19:35). El artista fue Julius Schnoor von Carolsfeld, quien pasó su vida ilustrando la Biblia de principio a fin.

A veces proveía orientación. Dirigió a los hijos de Israel en el desierto, como una columna de nube durante el día y de fuego durante la noche (Éxodo 14; Jueces 2:1). Dirigió a Elías cuando huyó al Monte Horeb (1 Reyes 19).

Ocasionalmente, se desempeñó como un vengador, ejecutando juicio sobre los enemigos de Israel. Cuando los asirios amenazaron con destruir a Jerusalén, fue el Ángel del Señor quien mató a 185,000 de ellos en una noche, obligando a los restantes a retirarse (2 Reyes 19:35). En momentos como éste, también sirvió como protector de Israel y es alabado en los Salmos como tal: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmos 34:7).


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Original article:
The Angel of the Lord

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 22 de mayo de 2019

El Ángel del Señor – Parte 1

Su Identidad, Manifestaciones y Papeles




Hace varios años, recibí una carta de un hombre de Champaign, Illinois, en la que me hacía una serie de preguntas muy interesantes acerca de Jesús antes de encarnarse. Desde entonces, un número de otras personas me han contactado con una variedad de preguntas sobre el mismo tema. A continuación se enumeran las preguntas y mis respuestas a ellas. 

Preguntas y Respuestas

Pregunta: ¿Hizo Jesús apariciones antes de Su encarnación?

Respuesta: Definitivamente. Un buen ejemplo se encuentra en Isaías 6. El rey Uzías, quien había reinado durante 52 años en Judá, acababa de morir, e Isaías, quien probablemente era sólo un adolescente en ese momento, fue al templo para llorar la muerte del rey.

Isaías fue sorprendido por una visión en la que vio al Señor — el Rey de reyes — “sentado sobre un trono alto y sublime” (Isaías 6:1). En Juan 12:41, se nos dice que lo que Isaías vio fue a Jesús en “su Gloria” — la gloria que tenía antes de encarnarse (Filipenses 2:5-8). 

Pregunta: He oído que “el Ángel del Señor”, de quien a menudo se hace referencia en el Antiguo Testamento, era realmente Jesús haciendo apariciones pre-encarnadas. ¿Es esto cierto?

Respuesta: “El Ángel del Señor” es mencionado 56 veces en 51 versículos en las Escrituras hebreas. La primera referencia se encuentra en Génesis 16:7-12, donde dice que “el Ángel del Señor” se le apareció a Hagar, mientras huía al desierto de la ira de la esposa de Abraham. El Ángel le dijo que volviera a casa, y luego le reveló que estaba embarazada y que el nombre de su hijo sería Ismael. 

Un estudio de las apariciones posteriores del Ángel del Señor deja muy en claro que fueron apariciones pre-encarnadas de Jesús.

Un buen ejemplo se encuentra en Éxodo 3. Allí se nos dice que el Ángel del Señor se le apareció a Moisés en la zarza ardiente (versículo 2). Luego se nos dice que el Ángel habló a Moisés y dijo, “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob” (versículo 6).

En Éxodo 23 se nos dice que Dios el Padre le habló a Moisés y le dijo que iba a enviar un ángel para guiar y proteger a los hijos de Israel en el desierto. Él se refiere a este ángel como “mi Ángel” y declara que “mi nombre está en él” (Éxodo 23:20-23). Obviamente, éste no es un ángel ordinario.

En Jueces 13, se nos dice que el Ángel del Señor se le apareció a Manoa y su esposa para informarles que tendrían un hijo llamado Sansón. Cuando Manoa le preguntó al Ángel Su nombre, Él respondió, “¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?” (Jueces 13:18). Manoa entendió el punto de esta declaración inmediatamente, porque se volvió a su esposa y le dijo, “Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto” (Jueces 13:22).

La deidad del Ángel también es atestiguada por el hecho de que, en dos ocasiones, aceptó adoración. Cuando se les apareció a Moisés (Éxodo 3:1-5) y a Josué (Josué 5:14-15), les dijo que quitaran sus sandalias, porque estaban en un “lugar santo”. 

Este cuadro, titulado “Abraham sacrificando a Isaac”, fue pintado en 1650 por Laurent de la Hire, un pintor clásico barroco francés. Describe una de las acciones más dramáticas del Ángel del Señor, cuando detuvo a Abraham de sacrificar a su hijo y le proveyó un carnero para sustituirlo como ofrenda a Dios (Génesis 22).

Pregunta: Pero, ¿no podrían estas apariciones de Dios en la forma de “el Ángel del Señor” haber sido Dios el Padre mismo en lugar de Jesús?

Respuesta: No, porque hay muchos informes de personas que vieron al Ángel del Señor, y Juan 1:18 dice, “A Dios nadie le vio jamás”. El versículo luego hace un punto muy importante: “el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer [a Dios]”. Así pues, según Juan, las personas en los tiempos del Antiguo Testamento, que vieron a Dios, realmente vieron a Jesús en una forma pre-encarnada “declarando” a Dios.

Esta conclusión es confirmada por una declaración que Dios el Padre hizo a Moisés en el Monte Sinaí: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20). Del mismo modo, Pablo declara en 1 Timoteo 6:16 que Dios el Padre “…habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver”. 

En Génesis 32, se nos dice que Jacob luchó con un “hombre” (versículo 24), que se identificó a sí mismo como Dios (versículo 28). De hecho, Jacob dice, “Vi a Dios cara a cara…” (versículo 30). Puesto que sabemos por Juan 1:18 que nadie ha visto a Dios el Padre, Jacob debe estar hablando de Jesús en una aparición pre-encarnada. Esto queda en claro en Oseas 12:3-4, donde se nos dice que el Dios-Hombre con quien Jacob luchó era “el Ángel”. En el versículo 5 Oseas identifica al Ángel como “Jehová es Dios de los ejércitos…”.

En Malaquías 3:1, en una profecía sobre la Primera Venida del Mesías, Dios el Padre es citado prometiendo enviar a Su Hijo: “He aquí, yo envío mi mensajero...”. La palabra traducida “mensajero”  es la palabra hebrea, malakh, que literalmente significa “ángel”.

Una prueba más de que el Ángel del Señor era Jesús pre-encarnado, es el hecho de que el Ángel dejó de aparecer después de que Jesús  se encarnó.  En ese punto del tiempo, el ángel Gabriel  asumió la responsabilidad de servir a Dios como el principal mensajero de Dios. 

Pregunta: El título, “el Ángel del Señor”, ¿significa que Jesús es un ángel poderoso como Gabriel o Miguel?

Respuesta: No, para nada. De hecho, se nos dice de forma rotunda que Jesús es “superior a los ángeles” (Hebreos 1:4), porque Él es el unigénito Hijo del Padre (Hebreos 1:1-5). Por lo tanto, los ángeles le adoran (Hebreos 1:6-7). También, los ángeles fueron creados en un punto en el tiempo (Salmos 148:1-6), mientras que Jesús ha existido eternamente (Juan 1:1-14). De hecho, la Biblia afirma que Jesús mismo fue quien creó a los ángeles (Colosenses 1:16). 


Lea la conclusión »»aquí

Original article:
The Angel of the Lord

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

miércoles, 4 de octubre de 2017

El Ministerio de los Ángeles (pdf)

Pasado, Presente y Futuro


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miércoles, 24 de mayo de 2017

El Ministerio de los Ángeles — Parte 2 de 2

Pasado, Presente y Futuro




El Ministerio de los Ángeles

Miguel es el comandante en jefe del ejército celestial y el defensor designado de Israel. Gabriel es el mensajero especial de Dios. Los serafines son los líderes de la adoración. Los querubines son guardianes. Los Cuatro Seres Vivientes de Apocalipsis son idénticos a los querubines o son representantes especiales de toda la creación de Dios. Como los serafines, alaban a Dios sin cesar (Apocalipsis 4:8-9).

En cuanto a la hueste de ángeles regulares, la Biblia deja claro que son siervos de Dios que tienen una variedad de tareas. Una de esas tareas está indicada por su nombre. La palabra misma, ángel, se deriva de la palabra griega, angelos, que significa “mensajero”.

El equivalente hebreo, malakh, también significa “mensajero”. En consecuencia, los ángeles a menudo son representados en las Escrituras entregando mensajes de Dios. Los ejemplos abundan a lo largo de las Escrituras. Por mencionar sólo algunos:

»» La Ley fue dada a Moisés por medio de ángeles (Hechos 7:53 y Gálatas 3:19).

»» Los ángeles son retratados como medios de revelación a los profetas de Dios (Daniel 4:13-17; Zacarías 1:9-11; y Hebreos 2:2). 

»» Abraham fue informado por ángeles que su esposa tendría un hijo (Génesis 18:1-10)

»» Lot fue advertido por los ángeles de la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 19:1-16).

»» José fue visitado por ángeles tres veces en sueños. Se le aseguró que María era virgen (Mateo 1:20). Se le dijo que tomara a su familia y que huyera a Egipto (Mateo 2:13). Y se le informó cuando era seguro dejar Egipto y regresar a Nazareth (Mateo 2:19-20).

»» A Cornelio, el primer gentil convertido, le fue dicho por un ángel que enviara por Pedro, para recibir un mensaje especial de Dios (Hechos 10:1-8).

Un segundo papel importante de los ángeles es ministrar las necesidades de los santos. Fueron enviados para proveer comida y bebida a Elías cuando yacía moribundo en el desierto (1 Reyes 19:1-8). De igual manera, ángeles fueron despachados para ministrar a Jesús después de Sus agotadores 40 días de tentación en el desierto (Mateo 4:11). Un ejército de ángeles rodeó al profeta Eliseo para protegerlo cuando su vida estaba en peligro (2 Reyes 6:15-19). En el Nuevo Testamento, se nos dice que Pedro fue liberado de la prisión por un ángel (Hechos 12:5-11).

Un papel igualmente importante de los ángeles es el de ejecutar juicios de Dios. Fueron enviados para destruir a Sodoma y Gomorra (Génesis 19:12-15). El Ángel del Señor mató a 185,000 soldados asirios en una noche, para evitar que atacaran a Jerusalén (2 Reyes 19:35). Salmo 78:49 habla de un “ejército de ángeles destructores”, que fue enviado a atormentar a los judíos en el desierto, cuando se rebelaron contra Dios. El Nuevo Testamento deja claro que Dios ejecutará Sus juicios del tiempo del fin sobre las naciones por medio de ángeles (Mateo 13:49 y Judas 14-15). 

Algunos ángeles parecen tener responsabilidades altamente especializadas, que se relacionan con el universo natural. Apocalipsis 16:5 se refiere al “ángel de las aguas”. Otro es llamado el ángel “que tiene el poder sobre el fuego” (Apocalipsis 14:18). En Apocalipsis 7:1, cuatro ángeles son representados que tienen el control de los vientos de la tierra. 

El concepto más popular del papel de los ángeles es el de guardianes. La mayoría de la gente parece creer que Dios ha asignado un ángel guardián a cada persona. La Biblia nunca dice esto, pero sí indica un papel de guardián para los ángeles. Como ya he mencionado, el arcángel Miguel es el protector de Israel (Daniel 12:1). Jesús indicó que los niños tienen ángeles guardianes. Él es citado en Mateo 18:10 diciendo, “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”.

Hebreos 1:14 indica que los creyentes podrían tener ángeles guardianes: “¿No son todos [los ángeles] espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”. Amo este versículo, y a menudo lo afirmo en la oración. Por ejemplo, cuando tengo que viajar fuera de la ciudad, siempre oro que el Señor ponga un ángel en mi casa para proteger a mi esposa. Y siempre oro para que el Señor rodee mi avión con ángeles que garanticen un vuelo seguro. 

Un verso que acompaña a Hebreos 1:14 se puede encontrar en Salmo 91:1-2 —

11) Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.

12) En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.

Las cartas que Jesús dictó a Juan para las siete iglesias de Asia Menor son dirigidas “al ángel” de cada iglesia. Algunos creen que esto es una referencia al pastor, y eso muy bien podría serlo, pero no puedo evitar imaginar que el Señor ha asignado un ángel real para guardar a cada una de Sus verdaderas iglesias. 

Con una excepción, que veremos más adelante, a los ángeles nunca se les da la responsabilidad de proclamar el Evangelio. Ésta es la obra del Espíritu Santo a través de evangelistas, pastores y laicos humanos. Sin embargo, a menudo los ángeles son representados desempeñando un papel activo en la preparación evangelística. Así, fue un ángel quien dirigió al evangelista Felipe a la ubicación del eunuco etíope para que el Evangelio pudiera ser compartido con él (Hechos 8:26). La situación se invierte con el soldado romano, Cornelio. Un ángel se le apareció con el fin de dirigirlo a Pedro, para que Pedro pudiera compartir el Evangelio con él. Los ángeles guían, pero el Espíritu Santo instruye (Hechos 8:29).

Varios versículos indican que los ángeles son testigos oculares activos e involucrados de lo que está sucediendo en la Iglesia y en las vidas de los creyentes (1 Corintios 4:9; 11:10; y Timoteo 5:21). Seguramente la “nube de testigos” mencionada en Hebreos 12:1 debe incluir a los ángeles así como a los santos que se han ido para estar con el Señor. En este sentido, ¡creo que podemos considerar a los ángeles como nuestros animadores! Sabemos con certeza que celebran cuando un pecador se arrepiente y es salvo (Lucas 15:10). La Biblia también indica que asisten a la muerte de un creyente. En Su historia sobre Lázaro y el hombre rico (Lucas 16:19-31), Jesús nos dejó con el reconfortante concepto de que, cuando un creyente muere, su espíritu es llevado a la presencia del Señor por los ángeles (Lucas 16:22).

El Dr. Vance Havner, comentó sobre el impacto de los ángeles como observadores en su libro, Though I Walk Through the Valley (1974) [Aunque Camine por el Valle]. Él narra la historia del pastor de una pequeña iglesia rural que estaba trabajando hasta tarde en la noche en un sermón. Su esposa le preguntó por qué estaba pasando tanto tiempo en un mensaje que sería dado a una congregación tan pequeña. Él respondió, “Olvidas, querida, ¡cuán grande será mi audiencia!”. El Dr. Havner añadió, “Nada es trivial aquí si el Cielo lo mira. Jugaremos un juego mejor si, ‘viendo que estamos rodeados’, recordamos quién está en la tribuna”.

Ángeles en los Tiempos del Fin


La Biblia revela que habrá un aluvión de actividad angelical en los tiempos del fin.

Los Cuatro Seres Vivientes delante del trono de Dios son los que ejecutarán la primera serie de juicios que marcarán el inicio de la Tribulación. Es en respuesta a sus órdenes que los Cuatro Jinetes salen con los Juicios de los Sellos, que ocasionan la muerte de un cuarto de la humanidad (Apocalipsis 6:1-8). Simultáneamente, son ángeles los que sellarán a 144,00 judíos para que sean protegidos sobrenaturalmente de todos los juicios (Apocalipsis 7:2-3).


Cuando la segunda serie de juicios comience — los Juicios de las Trompetas — serán ángeles una vez más quienes servirán como los instrumentos de la ira de Dios, lo que ocasionará la muerte de un tercio de los que aún quedan vivos (Apocalipsis 8 y 9).

A la mitad de la Tribulación, Satanás intentará una última vez tomar el trono de Dios, dando como resultado una guerra en los cielos entre Satanás y sus ángeles demoníacos y Miguel y sus santos ángeles. Satanás será derrotado, y él y sus ángeles serán lanzados a la tierra. Su acceso al Cielo será cortado permanentemente (Apocalipsis 12:7-12).


En la segunda mitad de la Tribulación, se nos dice que Dios le dará a la humanidad una última oportunidad de arrepentirse antes de que derrame Su ira final. Lo hace de una manera muy inusual. Envía a tres ángeles con tareas muy específicas. 

Al primer ángel, al que me gusta llamar “el Ángel del Evangelio”, se le da la responsabilidad de proclamar el “evangelio eterno” a “toda nación, y tribu, y lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6). Ésta será la única vez en la historia que Dios ha permitido que un ángel predique el Evangelio. Constituirá el cumplimiento de una profecía dada por Jesús cuando dijo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

El segundo ángel seguirá al primero, mientras circunnavega la tierra. Su tarea será proclamar la inminente destrucción del reino del Anticristo (Apocalipsis 14:8). El tercer ángel seguirá detrás de los dos primeros. Su papel será el de emitir una advertencia que cualquiera que adore al Anticristo y que reciba su marca sufrirá la ira y el tormento de Dios en el lago de fuego (Apocalipsis 14:9-11). 


Estas tres proclamaciones serán seguidas por el derramamiento final de la ira de Dios, llamada los Juicios de las Copas (Apocalipsis 16). Una vez más, siete ángeles ejecutarán estos juicios (Apocalipsis 16:1). Los ángeles son también los que destruirán la capital del Anticristo en una hora en un día (Apocalipsis 18).

La destrucción del Anticristo y su reino traerán a su fin el terrible período de la Tribulación y dará lugar a que todas las huestes celestiales estallen en celebración gritando, “¡Aleluya!” (Apocalipsis 19:1-7). Poco después, esta misma hueste de ángeles regresará a la tierra con Jesús en Su Segunda Venida (Mateo 24:30-31). Reunirán a los elegidos (los salvos durante la Tribulación que todavía estén vivos) desde los cuatro ángulos de la tierra (Mateo 24:31).

Conclusión

La única información que se nos da acerca de los ángeles en el Estado Eterno es que los ángeles caídos, junto con Satanás, serán atormentados en el Lago de Fuego para siempre (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10). No se proporciona información con respecto a los ángeles de Dios.

Supongo que los santos ángeles continuarán sirviendo a Dios eternamente y que también continuarán sirviendo a los Redimidos. Anhelo escuchar sus historias acerca de sus intervenciones en mi vida. Aguardo con ansia su compañía y, sobre todo, ¡tengo muchas ganas de oírlos cantar!


Nota: Todas las imágenes fueron hechas por Pat Marvenko Smith (revelationillustrated.com)

Lea la parte 1 aquí.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Ministry of Angels
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