martes, 17 de octubre de 2017

¿Quién es la "Reina del Cielo"?

"Coronación de la Virgen, de Diego Velázquez

Respuesta: La frase "la Reina del Cielo" aparece en la Biblia dos veces, ambas en el libro de Jeremías. El primer incidente se encuentra en relación con las cosas que los hijos de Israel estaban haciendo que provocaron a ira a Jehová. Familias enteras estaban involucradas en la idolatría. Los niños juntaban madera, y los hombres la utilizaban para construir altares para adorar dioses falsos. Las mujeres se dedicaban a amasar y hornear pan para "la Reina del Cielo" (Jeremías 7:18). Este título se refiere a Astarté, diosa de Babilonia y Asiria, también llamada Astarot por otros grupos. Se creía que ella era la esposa del falso dios Baal, también conocido como Moloc. La motivación de las mujeres para adorar a Astarot se derivaba de su reputación como una diosa de la fertilidad, y, como la concepción de los hijos fue muy deseada entre las mujeres de la época, la adoración de la "Reina del Cielo" era rampante entre las civilizaciones paganas. Lamentablemente, se hizo popular entre los israelitas también. 

La segunda referencia a la Reina del Cielo se encuentra en Jeremías 44:17-25, donde Jeremías está dando al pueblo la Palabra del Señor que Dios le había hablado. Él recuerda a la gente que su desobediencia e idolatría habían causado al Señor enojarse mucho con ellos y castigarlos con calamidad. Jeremías les advierte que castigos aun mayores les esperan si no se arrepienten. Ellos responden que no tienen intenciones de renunciar a su culto de los ídolos, y prometen continuar derramando libaciones a la Reina del Cielo, Astarot, e incluso ir tan lejos como para darle crédito a ella por la paz y prosperidad que alguna vez disfrutaron por la gracia y la misericordia de Dios.

No está claro dónde se originó la idea de que Astarot era una "consorte" de Jehová, pero es fácil ver cómo la mezcla del paganismo que exalta a una diosa con la adoración del verdadero Rey del cielo, Jehová, puede llevar a la combinación de Dios y Astarot. Y puesto que la adoración de Astarot involucró la sexualidad (fertilidad, procreación, y prostitución en el templo), la relación resultante, a la mente depravada, naturalmente sería una de carácter sexual. Claramente, la idea de la "Reina del Cielo" como la consorte o amante del Rey del Cielo es idólatra y antibíblica.

No hay ninguna Reina del Cielo. Nunca ha habido una Reina del Cielo. Ciertamente hay un Rey del Cielo, el Señor de los Ejércitos, Jehová. Sólo Él reina en el cielo. Él no comparte Su reino o Su trono o Su autoridad con nadie. La idea de que María, la madre de Jesús, es la Reina del Cielo no tiene ninguna base bíblica alguna, derivándose en cambio de las proclamaciones de los sacerdotes y los papas de la Iglesia Católica Romana. Mientras que María era ciertamente una mujer piadosa grandemente bendecida en que fue elegida para dar a luz al Salvador del mundo, ella no era de ninguna manera divina, tampoco sin pecado, ni debe ser adorada, venerada, o rezada. Todos los seguidores del Señor Dios niegan la adoración. Pedro y los apóstoles se negaron a ser adorados (Hechos 10:25-26; 14:13-14). Los santos ángeles se niegan a ser adorados (Apocalipsis 19:10; 22:9). La respuesta es siempre la misma: "¡Adorad a Dios!". Ofrecer adoración, reverencia o veneración a alguien que no sea Dios es nada menos que idolatría. Las palabras de María en su "Magníficat" (Lucas 1:46-55) revelan que nunca pensó de sí misma como "inmaculada" y merecedora de veneración; en cambio, dependió de la gracia de Dios para la salvación: "Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador". Sólo los pecadores necesitan a un Salvador, y María reconoció esa necesidad en sí misma.

Además, Jesús Mismo emitió una leve reprimenda a una mujer que gritó, "Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste", al responderle: "Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan" (Lucas 11:27-28) Al hacerlo, Él restringió cualquier tendencia a elevar a María como un objeto de culto. Ciertamente Jesús pudo haber dicho, "¡Sí, bendecida sea la Reina del Cielo!". Pero no lo hizo. Él estaba afirmando la misma verdad que la Biblia afirma: no hay ninguna Reina del Cielo, y las únicas referencias bíblicas a la "Reina del Cielo" se refieren a la diosa de una falsa religión idólatra.

Fuente: GotQuestions

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