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viernes, 25 de julio de 2008

Los primeros 6 días en el Infierno

Los primeros 6 días en el infierno


La mayoría de las vacaciones incluyen un itinerario. Tienes una idea de lo que vas a hacer y a ver antes de llegar a tu destino. La Biblia contiene suficiente información como para proyectar un itinerario para aquellos cuyo destino es el infierno. Veamos a los primeros 6 días...

El viaje comienza a las puertas de la muerte. Debido a que los viajes parten diariamente, lo llaman a salir sin anticipación. Como el viaje es de una vía, no deberá preocuparse de hacer planes de regreso. Su punto inicial de partida será bastante aterrador al darse cuenta de que su destino no tiene regreso. El viaje por sí solo tomará tanto su atención que no tendrá tiempo de pensar lo que espera al llegar.

Mientras pasa por la entrada de la muerte, inmediatamente se da cuenta que su rumbo lo lleva lejos de la luz hacia lo que aparenta ser una oscuridad total y absoluta. Por cada momento que pasa, la oscuridad se hace cada vez más intensa. Al principio la falta de luz sólo le incomoda, pero se va convirtiendo más presagioso y amenazante. La falta de luz sólo se asemeja a la ausencia de sonidos alegres - no hay música, risa, ni sonidos de alegría. A medida que se aleja, leves gemidos y quejidos se pueden detectar. Parecen salir desde la oscuridad y por todas partes. De pronto puede observar una luz débil que se mueve como una llama, sin embargo, densas nubes de humo negro giran alrededor de ella y apagan el deseo de obtener luz.

De repente se encuentra obsesionado con saber qué día y qué hora es. Ya se siente que ha estado en este lugar por una eternidad... y es solamente el primer día.

La prolongada oscuridad hace que se sienta tieso. Es como si algo estuviera escondido detrás de esa densa noche que le rodea. Grita, lanza amenazas, aún suplica, pero inútilmente. Lo que está escondido sólo permanece produciendo un miedo y temor como nunca antes lo había sentido. Mientras que sus ojos tratan de ajustarse a la oscuridad, se da cuenta de una nueva sensación. El calor. Está al borde de lo insoportable. Un calor que quema y es intolerable. Anhela un poco de agua. Daría cualquier cosa por un trago del precioso líquido y aunque trata de alejar ese deseo de su mente, no obtiene resultado. El aire es espeso, sofocante, sin alivio... y es solamente el segundo día.

Por lo menos piensa que es el tercer día. Parece como que ha estado aquí siempre. No ha podido dormir. No puede creer que se encuentra en este lugar. ¿Dónde están los amigos que pensó iba a ver? El pensar que estarían aquí contigo le había brindado consuelo durante su vida. ¿Dónde está la diversión que pensó tener? No se parece en nada a lo que le hicieron creer. Se tropieza con otro grupo de personas. Abres tu boca para hacer un sin fin de preguntas, pero cuando ellos abren sus bocas no salen palabras, sino sonidos de lamentos y quejidos. Algunos del grupo ni siquiera tratan de responder, solamente crujen sus dientes como por algún dolor invisible.
Desea saber cuando esta pesadilla terminará. Desea saber si alguien pudiera ponerle fin... y es solamente el tercer día.

Cuanto desea el poder enviar un mensaje a sus seres queridos que están en vida. Les advertiría sobre este lugar tan horrible. Les diría como es realmente para que nunca terminaran aquí. El solo pensamiento que sus seres queridos terminen en este lugar es horrendo. No puede evitar regresar en su mente al momento cuando tomó la decisión de venir a este lugar. Entendía que el rechazar a Jesús significaba que pasaría la eternidad en el infierno, pero eso no parecía importante o verdadero en aquel momento.

Al pensarlo bien, se da cuenta de lo tonto que fue al rechazar la oferta de Dios para salvación. Cuánto anhela el poder decidir ahora. Sólo confía que sus familiares tomen la decisión correcta, aunque sabe que eso significaría que nunca más los verá… nunca más los abrazará… nunca más hablará con ellos. Qué realización más horrible… y es solamente el cuarto día.

Ya se siente agudamente consciente de la total ausencia del bien en este lugar. Nada es sagrado, nada es santo, nada de Dios se puede encontrar. Se sorprende al ver qué tan malvada puede ser la maldad. Por primera vez desde su llegada se da cuenta de la gran separación que existe entre este lugar y donde Dios está. La separación está más allá de su entendimiento, mientras trata de comprender el margen de separación que lo separará de Dios y de aquellos que escogieron servirle. Dios está al otro lado de esa separación. Aquellos seres queridos que creyeron en Cristo están al otro lado. Un pensamiento que le llena de soledad… y es solamente el quinto día.

A través de las penumbras pudo observar una nueva cara hoy. Alguien nuevo que acaba de llegar. Se detuvo para hablar contigo. Podía ver el terror en sus ojos. Preguntaba las mismas preguntas que tú hacías sólo unos días antes. Abriste tu boca para hablar, pero lo único que salía de tus labios eran sonidos de quejidos y lamentos.

Acaba de pasar sus primeros seis días en el infierno. Desafortunadamente, una eternidad sin felicidad y santidad se presenta delante de ti… y todo por haber rechazado a Jesús. Si tan sólo…

PERO, ¡ESPERA! ¡El hecho de que esté leyendo esto indica que todavía existe una oportunidad! En su misericordia, Dios le está dando una oportunidad AHORA MISMO para que pueda cambiar el destino de su eternidad. "Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo" (Romanos 10:13)

Oh, querido amigo, hazlo ahora… antes de que sea muy tarde.

Repite esta oración en voz alta y de todo corazón:

Dios de los cielos, no quiero nunca experimentar ese infierno del cual acabo de leer. Pido perdón por todos mis pecados y acepto a tu Hijo Jesucristo como mi Salvador y mi Señor. Creo que él murió por mí y por mis pecados y resucitó al tercer día para salvarme del infierno. Yo me apodero de ese regalo de salvación como todo lo necesario para vivir contigo por la eternidad. Amén.

(La dramatización que acaba de leer está basada en versos bíblicos encontrados en Mateo 22:11-13, Marcos 9:43, Lucas 16:20-31 y Apocalipsis 20:14-15)

Si has hecho esta oración de corazón, te garantizamos que tu vida a partir de hoy no será la misma. Ahora debes conocer más a Jesús a través de su palabra, la Biblia. Debes buscar una iglesia donde congregarte y aprender más sobre los caminos de Dios.

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